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Dirección de Investigación de la Universidad de Concepción - Nº 22 -septiembre 2010

 

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PROYECTOS INNOVA

INVESTIGADORES Y EMPRESAS BUSCAN COMBATIR ENFERMEDADES FORESTALES MÁS DESTRUCTIVAS

La enfermedades cancro resinoso del pino (Fusarium circinatum), y daño foliar del pino (Phytophthora pinifolia) serán investigadas a fondo por científicos del centro de Biotecnología y la facultad de Ciencias Forestales junto a empresas del sector.

El sector forestal representa el 72% de las exportaciones de la región del Biobío y el 3,8% del PGB del país, generando 134 mil empleos directos. Considerando el valor económico que significa la actividad forestal en Chile, la presencia de patógenos agresivos, tienen efectos negativos tanto en la producción de madera como en las exportaciones, lo que hace urgente el estudio de las enfermedades y de su agente causal.

Dos de las patologías forestales más destructivas y a la vez menos estudiadas que están afectando viveros y plantaciones de Pinus radiata en el país, son objeto de estudio a través de los proyectos Innova Biobío Desarrollo de herramientas biotecnológicas para el control de Fusarium circinatum en viveros de Pinus radiata y la iniciativa Epidemiología del daño foliar del pino (DFP) y ciclo biológico de P. pinifolia: bases para una estrategia de control integrado. Ambos proyectos son dirigidos por el Dr. Eugenio Sanfuentes, investigador del centro de Biotecnología, CBUdeC, y académico de la facultad de Ciencias Forestales.


PROBLEMA EN VIVEROS

El hongo Fusarium circinatum fue detectado en Chile el año 2001 en viveros forestales. Sanfuentes explica que, debido a lo insuficiente de los controles químicos, la alternativa biológica surge como una buena posibilidad en el contexto de manejo integrado de la enfermedad.

Pese a que se ha registrado una disminución en la incidencia de la enfermedad, en los últimos años, debido a las medidas sanitarias implementadas por los viveristas, ha ido aumentando la cantidad de viveros en que está presente este patógeno causante de la enfermedad del cancro resinoso; el objetivo del proyecto Desarrollo de herramientas biotecnológicas para el control de Fusarium circinatum en viveros de Pinus radiata es proponer el control biológico de esta patología mediante la utilización de hongos o bacterias antagonistas.

La patología actualmente está circunscrita sólo a viveros y jardines de setos. En ese sistema, dice Sanfuentes, el control biológico tiene mayores expectativas de éxito.

“El control biológico, del punto de vista que utilizamos nosotros, se basa en el uso de ciertos organismos (hongos y bacterias) para el control de este patógeno. La idea es seleccionar hongos o bacterias que presenten un potencial de control de este patógeno en condiciones de vivero y, en el mediano plazo, poder formular un producto biológico comercial”, señala.

Al tratarse de una enfermedad nueva que ha llegado al país, donde las plantaciones de pino radiata alcanzan aproximadamente el millón 700 mil hectáreas, el potencial de daño es importante. A ello se suma el hecho de la dificultad de control; en este momento hay medidas cuarentenarias que aplica el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), por lo que además de la mortalidad directa, ocurre un proceso de retención de plantas, en caso de que se detecte el patógeno que ya existe en gran parte de los viveros de la Región.


CONTROL DE LA ENFERMEDAD

El proyecto presentado, en el que participan también los investigadores Homero Urrutia y Catherine Sossa del centro de Biotecnología, además de José Becerra de la facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, se encuentra en una primera etapa de desarrollo, referida a la selección de los antagonistas.

“Para ello tuvimos que colectar estos hongos y bacterias en diferentes ambientes: viveros forestales, bosque nativo, cultivos agrícolas... para tener una variedad de organismos. Hasta el momento tenemos cerca de dos mil hongos aislados, y sobre mil bacterias. Actualmente, estamos prontos a terminar una etapa de selección in vitro, en ambiente controlado, para evaluar algún tipo de actividad de esos organismos contra F. circinatum”, explica.

Para septiembre esperan terminar esa etapa en la que, supone, seleccionarán cerca del 10% de los organismos y con ello comenzarán a realizar pruebas con plantas en condiciones de invernadero para determinar si esos antagonistas son capaces de protegerlas y evitar que mueran por efecto del patógeno. Esa etapa se extendería hasta mayo del próximo año para dar paso a una fase en los viveros forestales, trabajando con las verdaderas condiciones donde el producto debería funcionar.

El proyecto tiene una duración de tres años y en él están comprometidas las tres empresas del grupo Arauco, Forestal Valdivia, Celco y Bosques Arauco; Forestal Mininco; Masisa; los viveros privados, Los Olmos y Los Tilos, y la empresa Controladora de Plagas Forestales (CPF).

Se espera que el producto final ayude al control de la enfermedad en los viveros de pino radiata localizados en la región del Bio-Bío, otras regiones del país y potencialmente en otros países.


NUEVO PATOGENO

Otro problema sanitario importante que afecta al sector forestal es la enfermedad de daño foliar del pino (DFP), causada por la especie
Phytophthora pinifolia. El objetivo del proyecto Epidemiología del daño foliar del pino (DFP) y ciclo biológico de P. pinifolia: bases para una estrategia de control integrado es entregar antecedentes de la biología del patógeno y la epidemiología de la enfermedad, que permitan establecer con mayor precisión las bases para un manejo de la enfermedad.

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