ADOLESCENTES IMPUTADOS DE DELITOS
ESTUDIO REVELA PREVALENCIA DE PROBLEMAS DE SALUD MENTAL
Inteligencia limítrofe, abuso
de alcohol y otras sustancias,
deserción escolar y quiebres
familiares, son algunos de los
resultados que un equipo de
siquiatras y sicólogos
universitarios detectó en una
investigación realizada a una
muestra de jóvenes imputados
por algún delito.
Elaborar políticas públicas para
atender la problemática de la
delincuencia es un tema que año a
año cobra mayor relevancia en las
agendas gubernamentales, no sólo
de nuestro país sino que a nivel
mundial. La cifra de casos en los
que menores de edad se han visto
envueltos como autores –o
participantes- de violentos delitos
han demostrado un alarmante
aumento.
Datos entregados por la fundación
Paz Ciudadana señalan que en
nuestro país se ha podido observar
un aumento progresivo en las
aprehensiones de menores de 18
años por participación en actividades
delictivas. Por ejemplo, en el caso
del robo con violencia, la tasa de
aprehensiones de jóvenes de entre
12 y 17 años de edad registra un
incremento de 600% entre los años
1995 y 2001, en comparación con
un incremento de 217% de las
aprehensiones de jóvenes entre 18
y 24 años.
Un equipo de profesionales de los
departamentos de Siquiatria y
Sicologia de la Universidad de
Concepción, llevó adelante un
inédito estudio, entre 2007 y 2009,
que investigó variables individuales
en una muestra de 200 adolescentes
de entre 12 y 17 años. De la muestra,
la mitad había sido imputada por
algún delito, información que fue
contrastada por la otra mitad, que
presentaba características
socioeconómicas similares pero no
habían participado en actividades
ilicitas restablecida como grupo de
control.
La investigación, Variables
individuales, educacionales y
sicosociales asociadas con conductas
delictivas en adolescentes
infractores de Ley, proyecto
Fondecyt que lideró el especialista
psiquiatra Pedro Rioseco, tuvo por
objetivo identificar factores personales, familiares y educacionales
asociados a conductas delictivas, “quisimos hacer un trabajo en el cual
esto se reflejara desde una perspectiva estadística donde veamos cuáles
son las variables implicadas en estas conductas”, señaló Rioseco en una
entrevista realizada en 2009.
En el proyecto, además, participaron los sicólogos, Sandra Valdivia, Felix
Cova y Roberto Melipillán, junto a los siquiatras, Benjamín Vicente y
Patricia Rubi. Los resultados detectaron una mayor presencia de trastornos
sicopatológicos, como el trastorno disocial, consumo de sustancias y una
menor capacidad intelectual en el grupo que cometió delitos a diferencia
del grupo de control.
SALUD MENTAL DETERIORADA
Las conclusiones de la investigación señalan que el 64% de los jóvenes
imputados sufren algún tipo de trastorno mental, además, en relación a
la escolaridad, quienes no se encuentran insertos en el sistema educacional
sufren un 46% más de trastornos que los que sí lo están.
Las patologías con mayor prevalencia detectada en el grupo de infractores
fue el trastorno disocial, presentado en el 47% de la muestra; donde
ademas el 26% abusa del alcohol y un 18% es dependiente a alguna otra
sustancia.
El trastorno disocial, antes conocido
como “trastorno antisocial de la
personalidad”, antigua
denominación de las personalidades
sicopáticas, tiene que ver con
personas frías de ánimo, que siempre
entran en conflicto con la Ley, que
transgreden las normas y que
desafían frecuentemente a la
autoridad.
METODOLOGÍA
A cada caso se le aplicó una batería
de instrumentos para evaluar la
presencia de patología siquiátrica,
incluyendo, trastorno disocial de la
personalidad, una evaluación
intelectual, un cuestionario sobre
estilos de vida, otro de información
sociodemográfica, de vida escolar
y de relacion con sus pares, y una
escala para evaluar estrategias de
resolución de conflictos de los
padres (dividida en resolución no
violenta, agresión sicológica y física
en distintos niveles).
Los investigadores recogieron
información desde la familia de los
menores para evaluar la eventual
presencia de sicopatología, de
manera de obtener un historial
siquiátrico de los familiares más
cercanos.
Uno de los impactos de este estudio
se verá reflejado en que al
identificar factores de riesgos
asociados a la delincuencia se abre
una senda para aplicar, a nivel
macro, programas de prevención
aplicados a determinados grupos en
riesgos sicosocial. [subir] |