El desafío energético de Chile está en la madera
Al cumplir 10 años de vida, la UDT de la Universidad de Concepción va tras una nueva oportunidad que apunta a un mejor aprovechamiento de la biomasa forestal en Chile. Con la presencia del Ministro de Agricultura y con investigadores de Europa y América la UDT festejó en noviembre su aniversario.
La capacidad de identificar y tomar las oportunidades del entorno es la mejor carta de presentación de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción, UDT, organismo que acaba de cumplir diez años de vida creando los espacios de acercamiento entre investigadores, organismos públicos y el mundo privado.
El centro de investigación aplicada celebró este aniversario marcando pauta al organizar el Primer congreso latinoamericano sobre biorrefinerías: Oportunidades de innovación para el sector forestal, que reunió a científicos y empresarios en el centro de eventos de Expocorma el 21 y 22 de noviembre.
Alex Berg, director de la UDT, destacó que una de las principales tendencias del momento viene de la mano del alza del precio del petróleo en el mundo, la proyección de agotamiento de los combustibles fósiles en el largo plazo y el convencimiento en Chile de que es necesario diversificar la matriz energética.
La oportunidad, señala, es para la investigación tecnológica en el ámbito de la madera, cuyo uso puede ser clave para lograr este proceso de diversificación en Chile.
El gobierno de la Presidenta Michelle Bachellet se ha propuesto como meta avanzar en el plano de la sustitución energética, una tarea que también cuenta con el compromiso del Ministerio de Agricultura. Su titular, Álvaro Rojas, estuvo en el aniversario de la UDT para señalar que Chile contará con una normativa que permita gradualmente incorporar biocombustibles y llegar al 2010 a sustituir hasta un 5% y 6% el diesel y la gasolina para vehículos, respectivamente.
Berg apunta que esta es una importante iniciativa enfocada hacia los biocombustibles de primera generación, es decir, aquellos en los que ya existen suficientes estudios y que han sido probados en el mundo. Se trata de combustibles provenientes de cultivos como el raps, maíz, trigo y remolacha.
Sin embargo, explica que Chile está en una especial posición para marcar pautas en aquellos biocombustibles de segunda generación, en donde la ciencia ya está trabajando para lograr eficiencia y reducción de costos en su producción.
Para Alex Berg, los esfuerzos deben apuntar hacia consideraciones más amplias que la sustitución de combustibles para vehículos. “La biomasa forestal es hoy tremendamente importante en la matriz energética nacional, ya que el 17% de la energía primaria del país proviene de la biomasa forestal”. La leña es sólo un ejemplo de ello. También hay que considerar que los combustibles líquidos usados para movilización representan sólo el 25% de lo que Chile consume en energía.
Este desafío estratégico no sólo debe comprometer al gobierno, ya que el liderazgo mundial de las grandes empresas forestales es una nueva oportunidad para fomentar polos de desarrollo que integren a la pequeñas y medianas empresas con base tecnológica en la generación de nuevos productos de alto valor agregado.
El aporte de la investigación científica marca la diferencia entre el éxito y ser meros espectadores de las tendencias a nivel mundial, concluye Berg.[subir]
EXPERIENCIA
Tener una opinión en estas materias no es una casualidad. La UDT ha desarrollado en diez años una estrecha relación con su entorno y la capacidad de detectar las necesidades y oportunidades. Se trata de un centro pionero y único en el país que ha establecido relaciones directas con empresas y se ha financiado con proyectos compartidos con el sector productivo.
En la actualidad las labores de la UDT están centradas en tres áreas: Materiales Avanzados, orientada a la búsqueda y el desarrollo de nuevas tecnologías y productos; Medio Ambiente, dedicada a la gestión de sustancias químicas utilizadas por los procesos productivos y sus residuos; y Transferencia Tecnológica, que se ocupa de la implementación industrial de los resultados de las investigaciones.[subir]
COMPETENCIAS
Las bases de la UDT están en dar la oportunidad a profesionales creativos de realizar innovaciones tecnológicas a nivel piloto, mejorar procesos existentes y crear nuevos productos.
Sus competencias están marcadas por las siguientes áreas: Orientación al mercado, escalamiento de procesos, vinculaciones nacionales y extranjeras, nuevos usos de biomasa forestal, materiales plásticos y tecnologías ambientales.[subir]
BIORREFINERÍAS |
La madera fue un importante material de construcción y la principal fuente de energía utilizada por el hombre durante miles de años, mientras que en el siglo XX se añadió el uso industrial y masivo de la madera como materia prima para obtener celulosa y tableros reconstruidos.
Actualmente el recurso forestal está ampliando fuertemente su papel como materia prima para la obtención de materiales, productos químicos y energía, situación que se ha denominado biorrefinerías.
La madera sirve de materia prima para diversos procesos productivos: se procesa de manera mecánica, para producir madera aserrada y tableros; se combustiona, para obtener energía; y se somete a un procesamiento químico, para liberar a las fibras celulósicas y fabricar papel o, en pequeñas proporciones, derivados químicos de celulosa. Sin embargo, el potencial de usos de la madera es mucho mayor y la tecnología para ampliar el espectro de aplicaciones (ya sea para la producción de combustibles líquidos o gaseosos, productos químicos intermedios para síntesis orgánica, la producción de materiales compuestos de ingeniería o productos químicos finales y otros) existe.[subir]
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