Aplicaciones biomédicas de la vitamina C
Hábitos sedentarios, tabaquismo, mala alimentación y deficientes niveles plasmáticos de vitamina C, son los ingredientes perfectos para desarrollar enfermedades cardiovasculares. Al contrario, si un exceso de vitamina C es absorbido por las voraces células tumorales, estas se verán fortalecidas, aumentando su resistencia a los tratamientos anticancerígenos, debido a las propias características antioxidantes de esta vitamina.
Estas son las paradojas que el equipo de investigadores del Laboratorio de Antioxidantes, de la facultad de Ciencias Biológicas, compuesto por Juan Carlos Vera, Coralia Rivas, María Teresa Chiang y Egon Casanova, estudia en el marco de la iniciativa Anillo de Ciencia y Tecnología Vitamina C y resistencia al estrés oxidativo. Estudios básicos y sus aplicaciones biomédicas en cáncer y prevención de enfermedades cardiovasculares.[subir]
ESCOLARES: UNA BOMBA DE TIEMPO
Una de las características de este proyecto es el gran impacto social que deriva de una de las aristas de la investigación: vitamina C y enfermedades cardiovasculares.
Estudios realizados en la población de escolares proveniente de dos liceos del sector Lagunillas de Coronel, evidenciaron el gran riesgo a nivel cardiovascular que este grupo posee.
La norma internacional propuesta por la OMS, indica que el nivel mínimo de vitamina C en la sangre no debe ser inferior a 50 micromolar. La población estudiada presentó índices sustantivamente inferiores, que bordearon los 25 a 28 micromolar, un 50% menos de lo necesario. Este indicador, sumado a conductas de riesgo como tabaquismo, sedentarismo, y malos hábitos alimenticios, propician un caldo de cultivo para desarrollar -en un futuro próximo- adultos con enfermedades crónicas, que finalmente coparán los servicios de atención médica, de ahí que sean llamados una bomba de tiempo.
La iniciativa llevó a implementar un programa de intervención, con el objetivo de reeducar tanto a los alumnos del liceo como a sus profesores, en estilos de vida saludable. “Yo quiero ser sano”, fue la idea que la especialista en enfermedades cardiovasculares, María Teresa Chiang, llevó a cabo junto al equipo. Básicamente consiste en entregar a los alumnos una fruta, manzana en esta época, para fomentar el hábito del consumo de frutas frescas en toda la comunidad escolar.
Entre sus características, el ser humano es incapaz de sintetizar la vitamina C. La debe obtener de su dieta diaria. Una vez ingerida es absorbida por el intestino que la transporta a través de la sangre a los distintos tejidos de nuestro organismo. Lo interesante de la intervención del proyecto, es que los investigadores tienen como propósito modificar una conducta, por este motivo descartaron repartir tabletas de vitamina C y prefirieron corregir un mal hábito.
Otra de las acciones de esta intervención fue implementar un diploma orientado a la promoción de salud dirigido a los profesores del establecimiento.
Este programa de intervención ha sido inmensamente exitoso, logrando crear conciencia y alterando los hábitos no solamente de los estudiantes, sino también de los profesores y también de los apoderados.[subir]
VITAMINA C Y CÁNCER
Luego de años de trabajo las líneas de investigación de Juan Carlos Vera, director del Anillo, y de Coralia Rivas, directora alterna, se complementaron y en el laboratorio de Antioxidantes obtuvieron evidencia de que las células tumorales humanas son capaces de obtener y acumular más vitamina C que las normales.
Uno de los aspectos más preocupantes es que estas células, suplementadas con cantidades elevadas de la vitamina, aumentan notablemente su capacidad para sobrevivir a eventos de estrés oxidativo. De esta forma se hacen más resistentes a tratamientos como la radiación. El objeto del proyecto en esta línea es desarrollar nuevos procedimientos para generar una deficiencia de este compuesto en las células tumorales de modo de aumentar, en forma controlada, su sensibilidad a tratamientos antitumorales.[subir]
VITAMINA C Y SEPSIS
El siguiente paso en este proyecto es evaluar la posibilidad de estudiar la utilización de la vitamina C como coadyuvante en el tratamiento de pacientes con sepsis, una propuesta que se espera genere resultados aún mas interesantes. Esta línea de trabajo está siendo liderada por el Dr. Egon Casanova, con el concurso de los médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Naval de Talcahuano.[subir]
UN EJEMPLO A SEGUIR
En resumen, este programa de investigación demuestra la potencia y efectividad de los estudios multidisciplinarios, enfatizando que es posible hacer la transición desde los estudios moleculares a nivel del laboratorio hacia aplicaciones que afectarán en forma positiva la calidad de vida de la población.[subir]
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