“La Universidad de Concepción ha sido permanente protagonista en el quehacer científico nacional”
Delinear las políticas públicas de I+D en Ciencia, Tecnología e Innovación; lograr acuerdos que favorezcan un mayor desarrollo económico, social y cultural en el país; y que todas las ciencias tengan las mismas oportunidades para su desarrollo, son algunos de los desafíos que se plantea Vivian Heyl Chiappini, la primera mujer que preside la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, Conicyt, en sus 39 años de existencia.
Una de las más importantes estrategias de Gobierno para insertar a Chile en el circuito de países desarrollados es priorizar el desarrollo de la Ciencias, tecnología e innovación. Al respecto:
¿Cuáles son las estrategias que garantizará que al año 2010 Chile pase de invertir el 0,6% de su PIB a un 1%?
¿Cómo se garantizará que este recurso siga en paulatino aumento?
El gasto en investigación y desarrollo durante el año 2002, alcanzó a los $ 315.638 millones, lo que equivale al 0.68% del PIB de ese año y un 55% del total fue financiado por el Estado. Lo demás, estuvo financiado en un 33% por el sector privado y un 11% por inversión extranjera, el 1% restante corresponde a otras fuentes.
Una de las medidas para incrementar este gasto y alcanzar la meta del 1% del PIB el año 2010, ha sido la creación del Fondo de Innovación para la Competitividad que, como todos saben, proviene del impuesto específico a la minería. Esta medida permitirá aumentar significativamente los recursos públicos para invertir en investigación, desarrollo e innovación. Además, junto con aumentar el gasto público en investigación y desarrollo, se quiere incrementar el gasto del sector privado, que durante el 2002 fue de un 33%, mientras que en países desarrollados es desde un 50% a un 75% del gasto total en I+D en relación al PIB.
Paralelamente, y con la finalidad de coordinar y focalizar estos recursos dentro del Sistema Nacional de Innovación, se creó el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad. La función de este Consejo es proponer, una Estrategia Nacional de Innovación para la Competitividad para los próximos 12 años; la distribución del Fondo de Innovación para la Competitividad y las demás asignaciones presupuestarias en dicho ámbito; reformas orientadas al reordenamiento institucional y al perfeccionamiento de los instrumentos públicos en materia de innovación; proponer acciones para fomentar una cultura de innovación y de involucramiento del sector privado; y hacer seguimiento de la ejecución y metas respecto de la estrategia de innovación.
Históricamente uno de los grandes ausentes en el desarrollo de la ciencia, tecnología e investigación en nuestro país ha sido el sector privado. Tomando en cuenta que este sería un aporte decisivo
¿Tiene CONICYT ideada alguna estrategia para “encantar” a este sector?
¿Cómo valora CONICYT y en qué medida puede apoyar el esfuerzo de las universidades para acercar sus centros de investigaciones a las empresas?
Como señalé anteriormente, el sector privado realiza una inversión relativamente baja en investigación y desarrollo, pero estamos trabajando en ello, en incentivar esta inversión. En concreto, el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, FONDEF, y el Programa Bicentenario de Ciencia y Tecnología, PBCT, ambos de Conicyt, incentivan la investigación y el desarrollo del sector privado a través de concursos que vinculan el sector privado con universidades, institutos y grupos de investigación.
En el caso del FONDEF, los proyectos de investigación y desarrollo requieren de la participación activa tanto de empresas como de entidades que contribuyan con una adecuada ejecución del proyecto y aseguren la transferencia tecnológica de sus resultados. Esta participación está dada desde la formulación del proyecto, gestión, ejecución, transferencia de resultados, y, por supuesto, en su financiamiento.
Y en el caso del Programa Bicentenario, éste financia tesis de doctorado que satisfagan o resuelvan alguna problemática específica de determinada empresa o del sector productivo. El objetivo es que los estudiantes de doctorado realicen una parte importante de la tesis en la industria, lo que permite un primer acercamiento entre académicos y empresa. Y lo que esperamos, es que además del aprendizaje concreto que le significa a los estudiantes esta experiencia, también algunos de estos vínculos permanezcan y los investigadores puedan permanecer en las empresas realizando tareas de investigación, desarrollo e innovación, como ocurre en los países más desarrollados.
Otra de las iniciativas interesantes, también impulsada por el Programa Bicentenario, es la de insertar en la industria a profesionales altamente calificados. Se subsidia a empresas interesadas en introducir o desarrollar nuevos procesos innovadores a partir del trabajo de jóvenes científicos y tecnólogos en actividades de investigación, desarrollo e innovación. De esta manera, se apoya el interés del sector productivo en desarrollar nuevos procesos y productos innovadores a partir del trabajo de jóvenes científicos y tecnólogos que se incorporan a las empresas y se potencia además la relación entre el ámbito académico y el productivo, en tanto estos jóvenes transfieren conocimiento de vanguardia hacia la empresa, y la acercan a las universidades.
La Universidad de Concepción cuenta con valiosos centros de investigación de alto impacto. Tal es el caso del Centro de Biotecnología, el Centro de Investigación en Polímeros Avanzados, El Centro de de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, además de diversos programas como el de Biomedicina.
¿Qué opinión tiene usted al respecto y cual es el valor institucional que CONICYT le otorga a los esfuerzos que realiza la UdeC en estas materias?
La Universidad de Concepción ha sido permanente protagonista en el quehacer científico nacional. Los centros de investigación donde participa son reconocidos y cuentan con un gran prestigio, lo que merece un gran reconocimiento y ejemplo para otras regiones. Quiero destacar que el trabajo realizado en la Universidad de Concepción, ha traspasado las fronteras de la propia región, por la participación de académicos y científicos de esta Universidad en temas de relevancia nacional e internacional, además del importante apoyo que le han brindado a regiones que comienzan con el desafío de generar y fortalecer las capacidades científico tecnológicas, como en el caso del CIEP (Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia).
¿Cuáles -estima usted- serán los más grandes desafíos que le tocarán enfrentar en la dirección de CONICYT?
Durante estos años, lo más importante es llegar a delinear políticas públicas de investigación y desarrollo en Ciencia, Tecnología e Innovación; políticas que deben ser elaboradas en coordinación con el gobierno, las universidades y el sector privado. El desafío es llegar a que, desde las especificidades e intereses de cada uno de los participantes, lleguemos a acuerdos que favorezcan un mayor desarrollo económico, social y cultural en el país, a fin de contribuir a una mejor calidad de vida para cada chileno. De más está decir que este objetivo se enmarca con el discurso de la Presidenta Bachelet, quien ha manifestado reiteradamente que su gobierno se hará con y para la ciudadanía.
En esta misma línea, otro de los grandes desafíos que me he propuesto, es lograr que todas las ciencias tengan las mismas oportunidades para su desarrollo, estoy hablando muy particularmente de las ciencias sociales. En este contexto, he considerado conveniente definir orientaciones políticas que permitan revisar y fortalecer los programas que ya existen en Conicyt o, si de ser necesario, definir nuevas iniciativas.
Como Conicyt, las grandes orientaciones para este período serán, además, apoyar el quehacer del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad-; la modernización de la institución; la formación de capital humano avanzado; el fortalecimiento del desarrollo regional en ciencia, tecnología e innovación; el fomento de la inversión en investigación y desarrollo; y seguir potenciando las relaciones internacionales.
Son muchos los desafíos, y confío en que, con una gestión abierta, donde el diálogo y la participación sean protagonistas, podremos avanzar hacia una manera de hacer ciencia que le permita a todos los chilenos saber que somos todos los beneficiados con el trabajo de investigación y de formación de capital humano. Hay que difundir acciones que permitan dar a conocer lo que hacemos, de manera de acercar verdaderamente la ciencia a toda la ciudadanía.[subir]
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