En busca de abejas libres de varroa
Uno de los conceptos que el Gobierno Regional ha promovido más fuertemente en el último tiempo es el aumento de la competitividad de las industrias regionales. En ese marco, el área que más importancia ha adquirido ha sido la apícola, que gradualmente pretende transformarse en una actividad económicamente atractiva para los productores locales, dejando atrás su carácter de complementaria.
Así lo entienden en la Facultad de Agronomía, donde actualmente se trabaja en dos proyectos paralelos ligados al tema, los cuales han recibido financiamiento por parte del Fondo de Innovación Tecnológica de la Región del Bío-Bío (Innova) y del Fondo Para la Innovación Agraria (FIA).
Ambos pretenden obtener abejas resistentes a la varroa, ácaro que afecta a la abeja melífera en todos sus estadios de desarrollo (cría sellada, abierta e individuo adulto), y que actualmente está considerada como una de las enfermedades más graves, que causa, si no es convenientemente tratada, una alta mortalidad en las familias de abejas.
Intercambio genético
Si bien las investigaciones son complementarias, en el caso específico del proyecto Innova, denominado Mejoramiento genético en abejas melíferas de la Octava Región para el aumento y diversificación de la producción apícola, la investigación abarcará, además, estudios generales sobre Loque Americano y otras características de la abeja, como su capacidad para producir miel y acopiar polen y propóleo -elementos que le ayudan a sobrevivir en condiciones adversas-; resistencia a las bajas temperaturas, y al mismo tiempo, su respuesta ante agentes que tiendan a afectar su salud.
Según indicó el coordinador de ambos proyectos, el doctor en Entomología y académico de la Facultad de Agronomía, Pedro Casals Bustos, para llevar a cabo las investigaciones se recorrerá todos los apiarios ya establecidos en la Octava Región, y se seleccionará a aquellos que tengan familias de abejas que presenten algún tipo de característica que permita pensar que allí existe algún gen de tolerancia a la varroa.
“La idea es mejorar o intercambiar el material genético. Para ello, traeremos semen congelado y lo cruzaremos con reinas que presenten esa particularidad genética, a través de inseminación artificial. También está contemplado importar reinas producidas en criaderos con capacidad de tolerar la varroa. Estas vendrán de Europa y no de Estados Unidos, pues con el viejo continente se mantiene un convenio sanitario que facilita y asegura un mejor proceso”, señaló Casals.[subir]
Costos
Tanto el proyecto Innova, como el FIA -Selección e incorporación de material genético resistente a varroa destructor como medio para desarrollar una apicultura limpia-, comenzaron a fines del año pasado, y tienen como plazo de ejecución tres y cuatro años, respectivamente.
Ambos se enmarcan dentro del desarrollo apícola que está impulsando la Universidad, y que incorporará aspectos sanitarios, de producción, cosecha y comercialización de la miel, a través de un Instituto Integral, proyecto para el cual se están haciendo en estos momentos los respectivos estudios de factibilidad, financiados por Innova.
El proyecto FIA contempla, en total, una inversión de $232 millones, de los cuales 134 pertenecen a la universidad.
En el de Innova, en tanto, el monto total alcanza los $220 millones, 137 de los cuales son aportados por el Fondo de Innovación.[subir]
Producción limpia
Con estas dos iniciativas, la Universidad pretende establecer un trabajo estrechamente colaborativo con los pequeños apicultores de la región, ya que junto con entregarles una abeja con un mayor grado de tolerancia a la varroa, lo que se espera, es lograr terminar con la importación e reinas, para evitar problemas de costos y de introducción de otros agentes patógenos.
“Esta reina no sólo será mejorada respecto de su capacidad de soportar parásitos, sino que también desde el punto de vista de su conducta reproductiva. Si actualmente una colmena entrega como promedio 30 kilos, esta cifra se podría duplicar si eliminamos todos los factores antes mencionados. Por otro lado, se obtendrá un margen mayor de ganancias, y lo más importante, aplicando técnicas de agricultura limpia. Esto permitirá ofrecer un producto que no ha sido intervenido por ningún tipo de elemento químico, o de otra naturaleza, para el control de varroa u otro agente patógeno”, afirmó Pedro Casals.[subir]
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