Implantes de bajo costo para
pacientes del sector público

Aumentar la base científico - tecnológica necesita del trabajo conjunto del sector privado con las universidades; éstas juegan un rol capital, porque más del 90% de los científicos y los tecnólogos trabajan con ellas.

En 1996, un grupo de investigadores de la facultad de Odontología comenzó a estudiar soluciones para el problema de salud pública que representa el tratamiento del paciente desdentado total, por la vía de adecuar la técnica de implantes a costos y procedimientos accesibles al sistema nacional.

Dos años más tarde, el grupo de especialistas dio origen al Programa de Rehabilitación Avanzada e Implantología, RAI, que alcanzó la categoría de Centro de investigación en 2001.

El trabajo del Centro obtuvo el reconocimiento de Fondef con la aprobación de un proyecto orientado al desarrollo de implantes dentales de bajo costo, la primera propuesta delárea odontológica financiada por el fondo. El proyecto, a cargo del director del RAI, el doctor en Odontología, Prostodoncia e Implantología, Jorge Jofré, se sustenta en el reconocimiento de la ineficacia de los tratamientos protésicos: la inestabilidad de las prótesis hace que gran parte de los pacientes finalmente no las use.

Las estadísticas del Servicio de Salud muestran que el 37% de las 59.160 prótesis realizadas el 2000 correspondía a una repetición del tratamiento, con cargo a recursos que habrían servido para ampliar la cobertura de atención odontológica. Otros países, como España, viven este problema que naciones desarrolladas subsanaron hace tres décadas con implantes de titanio, que permiten sujetarlas al hueso. “Estos han demostrado su éxito a largo plazo en numerosos estudios; sin embargo –sostiene el director del proyecto- su alto costo y complejidad, sumada a la necesidad de múltiples etapas y tiempos de tratamiento promedio de cinco meses, hacen de ésta una alternativa que escapa a la realidad de los programas de salud pública nacionales”. [subir]

Pequeños implantes

En la actualidad existen mini implantes, de bajo costo y simplicidad, que sirven como tratamientos provisionales y de corto plazo. Con la idea de hacer de este sistema una solución definitiva, los investigadores del RAI hicieron un diseño y realizaron estudios experimentales por cinco años, validando un modelo -a través de simulación matemática-, desarrollado por el ingeniero civil Patricio Cendoya.

Esto ha sido la base del proyecto que partió hace dos años con el objetivo de evaluar los mini implantes tradicionales y optimizar sus propiedades mecánicas, con el nuevo diseño, para asegurar su éxito en el largo plazo y disminuir sus costos de fabricación.

Con estudios biomecánicos se identificarán factores de riesgo geométrico, oclusal y en la interfase hueso-implante, y se conocerán los límites elásticos de los materiales, evaluando las zonas de sobrecarga durante la función masticatoria; observaciones de referencia para la fabricación de 80 prototipos del nuevo diseño.

Para estos estudios se seleccionará a 75 pacientes que no pueden utilizar sus prótesis, conformando 3 grupos. El primero, actuará como control; el segundo será tratado con mini implantes convencionales, mientras que el tercero probará el nuevo diseño, denominado UdeC. Los tres serán sujetos de un seguimiento de dos años -destinado a evaluar su satisfacción, estabilidad de la prótesis, del implante y tejidos periimplantares; eficiencia masticatoria y calidad ósea- y de cuyo resultado dependerá la aprobación o rechazo del prototipo. De ser aprobado, habrá una evaluación de pares externos alemanes y japoneses, antes de comenzar la producción del implante y la capacitación de todos los profesionales del sistema de Salud, en tres años, para incorporar el nuevo tratamiento.

Jofré afirma que el diseño UdeC mantiene las características de los implantes convencionales y asegura la estabilidad y funcionamiento de las prótesis a largo plazo, lo que permite al paciente comer y hablar adecuadamente. La ventaja–dice- es que consiste en un sistema muy simple, de bajo costo y no traumático; una innovación de diseño que puede incorporarse en cualquier clínica privada o pública, sin necesidad de equipamiento especial o pabellones específico. Pero lo más importante, es que con él no sólo hay una solución a un problema odontológico, si no que ayuda a rehabilitar la confianza, autoestima y dignidad que los pacientes pierden al usar prótesis que no se ajustan a sus mandíbulas.