| Una Buena Noticia     El plan de ciencias que en los próximos meses pondrá en
                      marcha CONICYT, como resultado de un convenio entre el
                      gobierno de Chile y el Banco Mundial, es de un alto significado
                      para la comunidad de investigadores nacionales, al permitir
                      la implementación de una serie de acciones que contribuirán
                      decididamente al desarrollo de la ciencia y tecnología de nuestro
                      país. Más allá de los cien millones de dólares comprometidos
                      para los próximos seis años, monto siempre limitado cuando
                      se trata de invertir en esta costosa actividad, es importante
                      recalcar que este plan ha permitido la priorización de una serie
                      de acciones que se podrán ir profundizando en su
                      implementación con nuevos recursos, que complementarán
                      los obtenidos a través de este convenio.                         Este plan esta marcado por la inversión en recursos humanos,
                        lo que permitirá incrementar significativamente la formación
                        de doctores, los grandes dinamizadores del trabajo de
                        investigación. Son más de 600 becas de doctorado, que se
                        unen a las que entrega regularmente el programa de becas
                        de CONICYT, y las que se adjudican a través de otras vías,
                        como son los proyectos MECESUP, los programas milenios y
                        los nuevos centros CONICYT – Gobiernos Regionales. Destacable
                        es que parte de este esfuerzo está orientado a becas para
                        estudiantes que realizarán su tesis en temas ligados al área
                        industrial. Dado la necesidad que los avances tecnológicos
                        tengan un impacto en este sector, se consideran también
                        incentivos para la inserción de los nuevos doctores en el mundo
                        productivo, que a la fecha, con escasas excepciones, no ha
                        incluido este nivel de formación en sus planes, factor crucial
                        si deseamos alcanzar las metas de crecimiento e innovación
                        que el país se ha fijado. Otro aspecto destacable de este plan lo constituye los recursos
                        para la adquisición de equipamiento mayor, claramente una
                        necesidad urgente. Con excepción de los importantes esfuerzos
                        realizados por MECESUP, no recordamos una iniciativa tan
                        necesaria como esta desde las inversiones realizadas a través
                        del PNUD.                         La creación de Centros de Excelencia, análogos a los generados
                        a través de FONDAP y del programa de Centros Regionales,
                        y el apoyo a la cooperación internacional incluidos en este
                        plan, son aspectos medulares que sin duda permitirán un
                        avance importante en las necesidades del país de invertir en
                        ciencia y tecnología.                         Finalmente, un necesario reconocimiento al Presidente de
                        CONICYT, profesor Eric Goles, que ha demostrado una gran
                        capacidad para ir plasmando en acciones muy concretas las
                        inquietudes de los investigadores del país. Reconocimiento
                        que también se extiende al profesor Roberto Hojmann, que
                        desde CONICYT ha sido un activo interlocutor para lograr la
                        participación de la comunidad científica en la implementación
                        de este plan.                       Jaime Baeza H. |