Buscando la clave de la diferenciación celular
El Laboratorio de Biología Celular y Molecular (LBCM) dependiente del Departamento de Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas, fue creado en 1996 y su
principal objetivo fue conocer cómo las células que componen los organismos utilizan la información genética que poseen para diferenciarse, especializarse y formar distintos tejidos y órganos.
El Laboratorio de Biología
Celular y Molecular (LBCM)
dependiente del Departamento
de Biología Molecular de la
Facultad de Ciencias Biológicas,
fue creado en 1996 y su
principal objetivo fue conocer
cómo las células que componen
los organismos utilizan la
información genética que
poseen para diferenciarse,
especializarse y formar distintos
tejidos y órganos.
A tan sólo seis años de su
creación, cuentan con un equipo
profesional del más alto nivel y
puede preciarse de ser uno de
los pocos laboratorios
especializados en investigación
genética a nivel molecular de
Chile y Latinoamérica.
Su principal línea de
investigación está enfocada al
control de expresión génica en
animales, especialmente de
mamíferos y para ello utilizan
como modelo las células del
sistema óseo.
Lo que se intenta es conocer
cómo las células indiferenciadas
utilizan la información genética
que poseen para convertirse en
células óseas, cómo forman el
hueso, cómo lo degradan y
cómo lo recomponen.
Este proceso de remodelación
ósea debe ser balanceado y en
ese equilibrio son
fundamentales los estímulos u
hormonas que poseen los
organismos. La vitamina D3 es
una de las hormonas más
importantes en el metabolismoóseo y desde hace un par de
años los investigadores del
laboratorio se han concentrado
en estudiar cómo ésta modifica
el comportamiento de las
células del tejido óseo.
De encontrar las claves de la
diferenciación y especialización
celular del sistema óseo se
abrirían muchas puertas que
aún están cerradas en el campo
de la investigación genética y
la terapia génica, no sólo del
sistema óseo sino de todas las
células que conforman losórganos y tejidos de los
mamíferos, cuyo proceso de
diferenciación es similar. En un área más clínica o de
investigación aplicada, se
podría trabajar también en el
combate de enfermedades
relacionadas con los huesos,
como la osteoporosis o las
malformaciones congénitas. Los
más ambiciosos también prevén
la curación del cáncer.
Según explica el doctor en
Ciencias, Martín Montecino,
“trabajamos con el material
genético de células humanas,
tumorales, de ratas,
modificando el ADN. Así nos
damos cuenta cómo responden
frente a ciertos estímulos como
la vitamina D3”.
Para Montecino, los resultados
obtenidos hasta el momento “nos han permitido
consolidarnos como laboratorio
y una prueba que avala nuestra
calidad y reconocimiento en la
comunidad científica es el
incremento en el número de
publicaciones en revistas ISI de
corriente principal”.
Actualmente y con la activa
participación de estudiantes de
posgrado, se encuentra
desarrollando el proyecto
Fondecyt Posicionamiento
nucleosomal específico y
disposición espacial del
promotor de osteocalcina: rol
en la transcripcion basal y
estimulada por vitamina D3, que
culmina en marzo de este año.
Gracias a ésta y otras iniciativas
del Conicyt y de la Universidad,
han podido llevar adelante sus
investigaciones, ya que, según
aclara Montecino, el costo de
mantener un laboratorio de este
nivel de especialización y
calidad es extremadamente alto.
Desafíos y proyecciones
Uno de los proyectos más
importantes a corto plazo ya
comenzó a concretarse. Se
trata de una alianza estratégica
con el epartamento de
Medicina Interna de la facultad
de Medicina de nuestra casa
de estudios. Allí, junto al médico
Iván Quevedo se está
trabajando en la creación del
laboratorio de Endocrinología
Molecular que estudiará la
acción de otras hormonas en el
sistema óseo, tratando de
relacionar esa respuesta con
ciertas características genéticas
de la población chilena,
específicamente mujeres, más
propensas a las patologías óseas.
“El objetivo es obtener
información de nuestra
población, con su realidad y sus
características propias, ya que
hasta el momento la mayoría
de las terapias hormonales son
el resultado de investigaciones
realizadas en Estados Unidos
y en Europa”, explica
Montecino, quien destaca lo
relevante del estudio para el
campo clínico y las
proyecciones del tema a nivel
médico y de salud pública.
A nivel científico, lo que esperan
es continuar incrementando la
productividad y avanzar en el
tipo de tecnología que se
requiere para ello. A corto plazo
la idea es adquirir nuevos
equipos que les permitan
trabajar con modelos animales
a un nivel más sistémico,
completo y no tan aislado.
Otro de los objetivos del
laboratorio es reforzar y ampliar
las alianzas con grupos y
laboratorios de la Universidad,
de otras universidades
nacionales y del extranjero.
Como por ejemplo, con
investigadores de la Universidad
de Massachusetts, institución
en donde Montecino realizó su
doctorado. Además,
perfeccionarán y repostularán
-junto a otros laboratorios- un
proyecto al Fondo de
Investigación Avanzada en
Areas Prioritarias, Fondap, para
crear un centro de excelencia
que potencie las fortalezas que
posee cada grupo de
investigación.
|