¿Qué pasa...
<anterior>
Hoy la palabra “sexo” que es algo sensacionalista,
se toma la escena del cine sin lograr su objetivo. Se desvirtúa
y se vuelve un poco burda y sin sentido. Con el estreno del “El
Chacotero Sentimental” (1999) se intento insertar el
tema sexual, de manera que no fuera algo tabú, sino
que fuera parte de nosotros, que nos sintiéramos identificados
con lo que ocurría en la película, que fuera
una suerte de “espejo” de la sociedad chilena.
Hoy “Sexo con Amor” marca la pauta del cine chileno, pero pierde
su rumbo. Se sobre explota intentando lo mismo que El Chacotero, pero en el
camino y sin darse cuenta cambia su ruta inicial, ya no solo es reírse
de la sociedad chilena, sino que también la ridiculiza. Se vuelve algo
casi de chiste triple x.
Es verdad que el
sexo en el cine es lo que vende, de ahí que las películas
pornográficas sean tan apetecidas por el público masculino, y
que se hayan filmado en Chile películas de este género sin estimar
en el presupuesto casi inexistente que se tiene. Pero sigue latente ese “cartuchismo” que
nos estigmatiza.
Si en verdad en
Chile existiera una cultura sexual esto no sucedería.
Se tomaría de manera mucho más seria, intentando educar a la
población con respecto a su propia identidad sexual. Por desgracia no
es así, llegando a puntos como éste, donde si una película
no tiene un contenido sexual explícito no vende, si en dicho film no
se exhibe una sátira de la vida sexual de la sociedad entra en la categoría
de película no rentable.
Sexo con Amor intentó,
a mi parecer que nos diéramos cuenta de
lo que pasaba con nuestra vida intima, pero en el camino se perdió dentro
del “limbo de las sábanas”, transformándose en el
alimento del voyerismo chileno, que nadie quiere asumir.
<sigue>
|