ESTADO Y POLITICAS SOCIALES

RESUMEN:
El Trabajo Social consiste en presentar un recorrido del proceso histórico del desarrollo del Estado, dando cuenta de los momentos más significativos que permiten ubicar los cambios y su relación con las formas de actuar con respecto de lo social. Se expone en su momento el proceso de aplicación y cambios de las políticas sociales, subrayando el cambio de las políticas sociales del Estado de Bienestar al Estado Neliberal y las opciones que éste ofrece, para concluir con una breve reflexión en torno al papel de la asistencia social frente a las políticas estatales.

ABSTRACT:
This paper offers an overview of the developing of the State, around a sintetic historic reviu ofert most importans theoretical points of vieu. Follow the history is detected the transicional social polítics, between the Wlfare State and the Freedom State. For closed serching the paper of the Social Asistence in front of the social segurity systems.

Roberto Bermudez Sánchez

El Estado se constituye como una realidad absoluta que impone, condiciona y en gran medida determina las situaciones de vida de la sociedad sobre la que gobierna. En principio cada etapa de la historia social cuenta con un tipo de Estado específico. La sociedad influye o en su caso exige modificaciones al Estado, pero sobre todo este, modifica sus instituciones y estructuras y con ello las condiciones de poder y dominio establecidas.

Las políticas sociales surgen como una necesidad para poder mantener un equilibrio social que permita un avance en lo económico y en todas las esferas de la cultura y la política.

En el presente ensayo abordamos brevemente el desarrollo histórico del Estado y comentamos algunas de las teorías aportadas por la ciencia política. En su momento hacemos un recuento del origen y desarrollo de las políticas sociales hasta llegar al registro de la transición del Estado de Bienestar al Estado Neoliberal globalizador, con el fin de señalar algunas de las características del cambio, sus efectos sociales, la respuesta social y perspectiva.

Pretendemos mantenernos dentro de una síntesis panorámica, dado los límites del espacio que disponemos, lo que puede implicar el solo mencionar algunos de los puntos, a nuestro entender, más significativos que nos permitan algunos de los temas de mayor polémica por un lado y de interés para inquietar sobre futuras investigaciones.

En las formaciones primitivas el control sobre los miembros de la sociedad es prácticamente una extensión de las relaciones de parentesco, que se va diferenciando conforme las prioridades de organización lo van exigiendo (Engels, 1970 p.20) teniendo siempre como predominio las relaciones gentilicias, la división social del trabajo está determinada por el sexo y la edad y son los más viejos los que conforman el consejo que imparte justicia y determina las acciones colectivas a emprender.

Al parecer formas de apropiación tanto por grupos como individuales va exigiendo progresivamente de un poder que administre y regule las contradicciones que presenta la base social y progresivamente se va separando de la sociedad como un poder autónomo que se impone sobre las voluntades y que genera instituciones y estructuras de poder y dominio que sanciona el proceder de los dominados.

La composición del Estado tomará diferentes rumbos de acuerdo a las características de la base social que la conforma entre los pueblos asiáticos y americanos, la base comunal en el cual se considera miembro con derechos a cualquiera que nazca en ella, tiende a mantenerse la base social comunitaria dominada por una casta guerrero-militar que impone el control sobre las tierras y las aguas y exigen tributos trabajo y especie, cuya acumulación favorecen el despliegue de poder expresado en las magníficas construcciones creadas para el manejo del agua, del culto y el lujo de los déspotas gobernantes, que legitiman su poder por ser considerados como representantes de la divinidad y a la vez parientes cercanos. (Bartra. 1980, p.80) La guerra como empresa común cohesiona y contribuye a incrementar la diferenciación social y el poder de los gobernantes. La administración se desarrolla como condición "sine qua non" y alcanza niveles avanzados sobre todo en la antigua China. (Weber 1983 p.1047).

Un ejemplo sintético acerca de la aparición del Estado nos lo ofrece La Biblia en el principio del libro de Samuel, cuando los comerciantes y hombres poderosos de Israel acuden a Samuel para pedirle que los nombre un Rey, dado que la justicia impartida por jueces es insuficiente. Samuel les dice a nombre del Señor que un Rey les quitará a sus hijos a la guerra, tomara parte de sus productos y en ocasiones todo y lo mismo tomará a sus hijas para atender sus palacios. La respuesta categóricamente fue el que se nombrara al Rey sin importar los costos y entonces fue ungido Saúl, ante los ojos de El Señor David es mayor y substituye a Saúl y comanda los ejércitos y construye el palacio y su hijo Salomón construye el templo y entre los dos legislan y consolidan el poder del Estado de Israel. (Libro de Samuel 8-9. La Biblia 1990).

En la antigüedad clásica la propiedad privada descompone a la comunidad rápidamente y la substitución del trabajo comunal y parcelario es relativamente substituido pronto por el trabajo esclavo.

En los pueblos griegos se presentan simultáneamente múltiples formas de Estado, como tiranías, reinos, o el caso de espartano de gobierno de la comunidad espartana sobre los ilotas explotados. Gobierno del senado de ancianos con papel importante de la mujer, en donde la empresa común es la guerra y todos los miembros de la sociedad son soldados. El Estado más avanzado lo encontramos en Atenas, con su famosa democracia. El ciudadano ateniense celoso de su libertad, solo encuentra en la democracia de elite la vía para mantener y acrecentar sus derechos. Democracia imperfecta para unos cuantos y con muchos vaivenes, pero que logra encabezar la vanguardia de la cultura occidental y su hegemonía sobre los pueblos asiáticos.

Los romanos pasan por el reinado despótico, a la república en la ciudad Estado tipo Grecia, pero pronto la expansión de su poder y la conformación del imperio con base esclavista conduce a la subordinación de la democracia sanatorial al poder imperial. La gran aportación Romana junto a la administración y la guerra es el Derecho Romano, modelo de legislación universal, que a la caída del imperio sobrevivirá en la figura del Derecho Canónico.

La destrucción del imperio combinará formas de dominio como el colonato, la descomposición de la comunidad germánica que reconoce solo a los propietarios como miembros y la aparición progresiva de las relaciones feudales basados en pagos en trabajo, especie y dinero. Originándose una segmentación entre feudos con grandes y pequeños, en donde el mayor será reconocido como emperador y compartirá el poder con la sobreviviente Iglesia, que mantendrá la idea de unidad universal. La formación de los Estados Nacionales favorecerá la superación progresiva del feudalismo y su substitución por el sistema capitalista que requerirá de Estados soberanos fuertes como garantía de supervivencia y expansión. (Crossman 1986, p.351-380) Las etapas mercantilista y liberal tendrán lugar bajo la dominación de los Estados Absolutos y el Despotismo Ilustrado, pasos necesarios para eliminar al poder feudal y generar las bases del Estado moderno que se consolida a consecuencia de las grandes revoluciones como la institucionalización de la monarquía parlamentaria Inglesa, la Revolución Francesa y la exportación de la misma por el Imperio Napoleónico, la Independencia de los Estados Unidos y la extraordinaria expansión de la Revolución Industrial.

La época contemporánea no se entiende sin la consolidación de los Estados modernos que cobraran múltiples facetas como monarquías parlamentarias, democracias directas e indirectas, dictaduras e imperios.

Entre los teóricos del estado podemos citar a Hoobs para quien el hombre al ser malo por naturaleza obliga a la existencia de un poder externo que le imponga orden y que se constituye como un mal necesario, el gran Leviatán. (Hoonbs. 1970, cap. 10).

Autores como (Rouseau 1975) y (Locke), aportan a la Teoría del Contrato Social. Para Locke el hombre es ni bueno ni malo y requiere de un pacto con el soberano, con el primero, el hombre es bueno por naturaleza y requiere de un pacto que puede ser roto si el soberano no cumple, en tanto que el poder no debe estar centralizado sino dividido en legislativo, ejecutivo y judicial. Locke aporta a los Derechos Naturales del hombre y las contribuciones de ambos apuntalaron una de las grandes aportaciones de la revolución Francesa, la Declaración de los Derechos Humanos.

Montesquieu aporta estudios sobre la relación de la naturaleza y circunstancias sociales concretas. (Montesquieu 1960).

Para Hegel el estado constituye la máxima idea y se desarrolla de las formas de menor libertad a las de mayor, hasta llegar a lo que él considera la máxima expresión de la libertad en el Estado Capitalista. Carlos Marx refutará señalando que el Estado es un centro de poder que se separa de la sociedad civil y representa los intereses de las clases dominantes, que avanza apoyado en formas de explotación que son cíclicamente substituidas por formas de organización superiores y que finalmente van conduciendo a la desaparición de la propiedad privada y con ello a la desaparición progresiva del Estado pasando a una situación de administración de los hombres a una administración de las cosas. (Marx 1970).

En esta línea, Lenin señala que el Estado capitalista deberá ser substituido por un golpe de Estado que imponga la dictadura del proletariado y substituya al Estado burgués por un Estado socialista haciendo saltar las estructuras del anterior y desarrollar planificadamente el estado socialista hasta llegar al sistema comunista sin propiedad ni Estado. (Lenin, 1960).

Diferente es la postura de Antonio Gramsci para quien el acceso al poder puede ser por vía la democracia, permita acceder al bloque en el poder y lograr la hegemonía. (Gramsci 1990).

En el pensamiento occidental, destaca la figura de Max Weber, para quien el Estado es un centro de poder que se adjudica el monopolio de la violencia en un territorio determinado imponiendo su soberanía. El poder se legitima por herencia, legalidad o carisma del líder y requiere del desarrollo de la burocracia para administrar la dominación. (Max Weber 1940).

A contraparte del marxismo, entre los autores contemporáneos, Niklas Luhman plantea que el Estado constituye uno de los sistemas funcionales y no está fuera de la sociedad. (Luhman 1983 p. 31-52).

Con el desarrollo de las contradicciones propias de la relación trabajo capital y el surgimiento de otras clases sobre todo los sectores medios, las confrontaciones y movimientos sociales se hacían eco de inconformidades que reflejaban serias carencias que la propia sociedad no podía subsanar, dando lugar al desarrollo de las políticas sociales. Originalmente la atención social estaba relegada a los grupos e individuos piadosos, los religiosos y santos y algunos altruistas, influidos por la moral cristiana, los antecedentes los encontramos desde las utopías de Platón en su libro La República y las de la Edad Media y el Renacimiento como en Campanella y Tomas Moro, con los romanos encontramos a los emperadores haciéndose cargo de alimentar y divertirse al "proletari" romano que eran los hombres libres que habían perdido sus parcelas y consideraban el trabajo como una aberración propia de esclavos dependiendo de la magnanimidad del Estado para sobrevivir a cambio de actuar a favor de los caprichos o intereses políticos del gobernante.

En plena revolución industrial cabe mencionar a los llamados socialistas utópicos como Roberto Owen y Fourier. De manera más sistemática Marx denuncia las carencias sociales y propone la atención social como responsabilidad del Estado a partir de la socialización de la atención de manera creciente.

Corresponde a Fernando Lassalle junto a Lorenz Von Stein formular respuestas más acabadas y al gobierno Prusiano de Otto Bismark llevar a cabo la aplicación de políticas sociales efectivas a partir de la Real Polítik que atendería a ancianos, huérfanos, viudas, impulsara instituciones de atención social que permitirá frenar las manifestaciones de descontento ante un gobierno autoritario.

A partir de aquí prácticamente todos los Estados modernos aplicarán políticas sociales en su mayor caso de carácter preventivo, pero será hasta la aparición del llamado Estado de Bienestar en pleno siglo XX apoyado en las propuestas económicas de Lord Reynes (Keynes 1946) cuando las políticas sociales alcancen mayor madurez.

El estado interventor, para algunos conocidos como manager, tendrá como principio la meta relativa del pleno empleo y la aplicación de medidas de redistribución del ingreso, que alimentaran las políticas de bienestar como factor de alivio a las tensiones causadas por el desempleo en plenos períodos de crisis y obtendrá apoyo social legitimador.

Aplicando la planeación como método regulador del ingreso y la inversión y estimulando el consumo para activar el mercado se proyecta durante décadas el estado Benefactor, hasta que los modelos de desarrollo interventores entren en crisis y sean progresivamente substituidos por el Estado Neoliberal que elimina la planeación general, los subsidios, privilegia el interés social sobre el interés privado, privatiza empresa parestatales y a los servicios sociales. (García Pelayo 1982, cap. 1).

El Estado Neoliberal tiende a seguir varias opciones, (Lerner 2000 p.13-25) por ejemplo delegar a los propios sujetos la responsabilidad de atender sus propias demandas con sus recursos privatizar los servicios o descentralizar en regiones o municipios los servicios de atención social, priorizar la atención solo a los sectores más pauperizados, en general la tendencia es a reducir al máximo el gasto público, adelgazar al Estado y dejar al libre juego de las fuerzas económicas el flujo y reflujo de la atención social. (Calderón 1990).

Hasta ahora los cambios al nuevo modelo han tendido a arrojar salvo algunas excepciones, insuficiencia de servicios, baja calidad o en su caso encarecimiento y elitización de los servicios, y una tendencia a la polarización de la riqueza. (CEPAL 1992 y Vilas 2000 p.111).

Las posibilidades de un funcionamiento eficiente de estas medidas está en función de un sistema económico eficiente con una población participante, educada y culta, ingresos efectivos y elevados y un sistema de democracia efectiva. Desafortunadamente todos los sistemas que privan en los países de América Latina están lejos y la mayoría muy lejos y la mayoría muy lejos de este ideal. Si bien es posible rescatar experiencias prometedoras y ricas, en general el deterioro del bienestar social es manifiesto y tiende a presentar respuestas negativas de protesta que van desde la manifestación, el repudio e incluso la violencia. (Vuscovic 1993).

La vulnerabilidad de las economías periféricas, la necesidad de un replanteamiento de las políticas sociales se hace prioritario, si bien rescatando ejemplos positivos en los procesos neoliberales, sin olvidar que los esquemas no se deben imponer mecánicamente, se debe así mismo rescatar experiencias positivas y efectivos de los estados de bienestar e incluso de las desaparecidas economías de socialismo real. No se trata de volver atrás, ni pelea por utopías, sino de buscar un mañana promisorio para las actuales y futuras generaciones, con la garantía de alcanzar una sociedad plena y justa.

Compete a los asistentes sociales discutir y replantear los caminos de su materia de trabajo, en tanto que la especificidad de su hacer se determina por las políticas que aplica el Estado y, por tanto, cambia profundamente el que se siga un camino u otro. El ejército directo de las políticas sociales depende en lo inmediato de los asistentes sociales, por ello es importante el conocimiento y la reflexión en torno al Estado y las Políticas Sociales que propone, el cómo de su aplicación y en última instancia constatar sobre los resultados y sus consecuencias sobre todo en cuanto a efectos sobre las respuestas que la propia sociedad ofrece.


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