A continuación daremos algunas definiciones sobre los temas de interés que pueden servir de base para incorporarse al estudio del los ríos, estas pueden no ser absolutas, pero resumen la información de los más importantes ecólogos de ríos.
- Ecología de Ríos El funcionamiento del "Ecosistema Río", es muy diferente de los sistemas lacustres u oceánicos. Los ciclos de la materia no se desarrollan siguiendo un gradiente vertical, en las aguas corrientes el gradiente es longitudinal, de la cabecera hacia la desembocadura donde todos los materiales orgánicos y minerales necesarios para la vida, son transportados y redistribuidos continuamente por la corriente. La importancia de estos procesos físicos determinan un serie de fenómenos de disponibilidad, transformación y asimilación de la materia orgánica, que junto al desarrollo de la hidrología, geomorfología y relación entre los fenómenos físicos, químicos y biológicos que allí ocurren, han dado origen a los más grandes paradigmas de la ecología de ríos como el concepto del "River continuum" y el espiral de nutrientes. Su estudio es complejo y cualquiera de sus aproximaciones a gran escala (ejemplo a nivel de cuenca), a meso escala (por ejemplo un río de montaña) o a microescala (ejemplo la cinética del paso del fósforo desde los sedimentos a la columna de agua), podemos decir que hablamos de ecología de ríos.
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- Macroinvertebrados Acuáticos Como su nombre los indica, corresponden a todos aquellos organismos que carecen de vértebras y que viven en los sistemas acuáticos. En general suelen vivir adosados al fondo, sobre, entre o bajo el sustrato, y eventualmente pueden estar suspendidos en la columna de manera activa o pasiva. De manera de estandarizar su estudio, han sido clasificados en macroinvertebrados cuando miden mas de 0.5 mm y por lo tanto visible al ojo sin la ayuda de aparatos de aumento, aunque esta medida no es estricta y se hace referencia al tamaño de las tramas de las redes utilizadas durante un estudio y la posibilidad de visualizar a los organismos a ojo desnudo. Dentro de los grupos más comunes y que suelen estar sobre el 70 % de todos los representantes, están las larvas de insectos, el resto lo componen pequeños moluscos, crustáceos, oligoquetos, sanguijuelas y planarias. Las diferencias surgen a niveles más finos de clasificación, como son familias, géneros y especies, las cuales son dependientes de la región biogeográfica en estudio de la cual Chile es un caso especial para la mayoría de su fauna, con un alto grado de endemismo y no lo es menos con la fauna de los ríos, sin embargo, esta se encuentra muy poco estudiada desde el punto de vista de su biodiversidad y funcionalidad. Ver familias
registradas para Chile
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- Indicadores biológicos de calidad de agua Al evaluar las calidad de las aguas mediante la composición y estructura de las comunidades de organismos que allí viven, surge el término de calidad biológica, definiendo una “buena calidad biológica” cuando tiene las características naturales que permiten el desarrollo de las comunidades que le son inherentes (Helawell, 1986; Resh et al., 1996; Alba-Tercedor, 1996; Guetti, 1997). El estudio sistemático de las diversas
relaciones de los organismos que componen los sistemas acuáticos y
terrestres, ha permitido interpretar muchas de las respuestas que ofrecen
estos organismos frente a las diversas presiones que ejercen las
actividades del ser humano sobre el ambiente, destacando la capacidad de
las comunidades biológicas por representar los efectos acumulados en el
tiempo (Resh et al., 1995). Este
concepto, hoy es ampliamente difundido y es denominado “monitoreo biológico”,
puesto que se busca interpretar el efecto de los contaminantes utilizados
masivamente o en unidades traza sobre las comunidades biológica, al ser
liberados al ambiente (Beeby, 1992). Obviamente, estos tipos de estudios
no pueden realizarse sobre todos los componentes vivos de un ecosistema,
pero una buena elección de una especie clave o una comunidad en
particular, puede dar buenos indicios sobre el efecto general del sistema
estudiado, definiendo el
concepto de especie (s) indicadoras. Un indicador biológico es un
organismo que por su presencia nos informa de ciertos aspectos globales
del medio que ocupa (Margalef, 1969; Prat et al., 1986).
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- Contaminación acuática El agua es el recurso natural renovable que ejerce la acción más limitativa del desarrollo humano. Su disponibilidad siempre se había planteado desde el punto de vista cuantitativo, pero el progresivo descenso de su calidad en los últimos cincuenta años, ha ocasionado graves pérdidas económicas y ecológicas. Como disolvente universal, y por tener una gran capacidad de transporte de sustancias en suspensión o en solución coloidal, resulta difícil definir “contaminación hídrica” o “calidad de agua”. Contaminación es “la acción y efecto de introducir materias o formas de energía, o inducir condiciones en el agua que lleven a la alteración perjudicial de su calidad, en relación con los usos posteriores o con su función ecológica” (Poch, 1999). En general, la calidad del agua ha sido definida de acuerdo a sus usos prioritarios y propósitos bien definidos como agua para bebida, recreación, riego, preservación de la vida acuática, etc. (Chapman, 1992), por lo cual no es un concepto absoluto sino más bien relativo a cual es el destino final que queremos para el recurso. Cambios hidrológicos, perturbaciones físicas (alteración de habita, uso urbano del suelo), contaminación puntual y difusa (e.g. química, escurrimiento superficial, agricultura, etc.), son ejemplos del deterioro de los ecosistemas lóticos (Verdonschot, 2000) y retroalimentan con impacto negativo modificando las calidades del agua para usos posteriores del recurso. |
- Restauración de sistemas fluviales Es
el proceso de reponer las funciones acuáticas y las características físicas,
químicas y biológicas asociadas a ellas, preexistentes antes de su
alteración o degradación (Cairns, 1988). Aunque puede resultar difícil
definir la condición natural, puesto que la mayoría de los estudios se basan
sobre sistemas modificados por
siglos de alteración por acción humana (Allan, 1997).
Por lo consideraremos como definición el objetivo dado por González del Tánago
y García de Jalón (1998), "favorecer el paso hacia un sistema
natural, autoregulado, que esta integrado ecológicamente en el paisaje
donde se inserta". De modo que la restauración implica una visión
integrada del sistema que no se limita al curso de agua, sino que
involucra toda su cuenca de drenaje y las actividades que allí se
realizan. Esto
implica que la restauración debe considerar una serie de actividades que
involucren las condiciones físicas, químicas, biológicas y
esencialmente social, al involucrar a toda la sociedad que hace uso del
recurso acuático. El proceso
de restauración involucra varias actividades directas que podemos
ejemplificar en acciones como: i
Rehabilitación
del estado de degradación ii
Reparación de bancos de estabilización de riberas, recuperación
o adición de corredores ribereños. iii
Protección mediante actividades de manejo para prevenir nuevas
degradaciones. iv
Transformaciones
a escalas espaciales y temporales. Consecuentemente,
la naturaleza heterogénea de las cuencas fluviales localizadas en
climas mediterráneos, las actividades asociadas al proceso de
restauración son más complejos y requieren de estudios profundos de las
variables involucradas (Resh com. pers. 2003).
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- Ríos mediterráneos Sobre
las latitudes medias, entre los 30 y 40º de latitud al norte y sur del
Ecuador, la circulación atmosférica se caracteriza por un clima frío y
lluvioso con invierno húmedos y frescos y veranos secos y calurosos. Así mismo, la
influencia de los océanos modera los grandes saltos de temperaturas, con
medias mínimas mensuales de 8-12 ºC (excepto en sectores de montaña y
hacia el interior del continente) y con medias máximas mensuales entre 18
y 30 ºC. En términos de
precipitaciones anuales totales, el clima mediterráneo puede abarcar un
amplia gama que van desde el árido hasta el húmedo, dependiendo de su
localización (Strahler & Strhaler, 1989). Las
zonas de climas mediterráneos han sido bien definidas y gran parte de
estas zonas están localizadas en la cuenca del Mediterráneo (30º-45º
N) que incluye parte de Europa, Asia y Africa (de donde recibe su nombre),
otras zonas mediterráneas se encuentran en las costas del Pacífico desde
el sur-este de Oregón al noreste de Baja California (31-41º N), parte
del suroeste de Australia (32-38º S), Suroeste de Región del
Cabo, en Sudáfrica (32-35º S) y las costas de Chile Central (32-41º S)
(Di Castri, 1981; Strahler & Strahler, 1989; Gasith and Resh, 1999). Asi
como es el común de las zonas mediterráneas, en Chile ésta es una de las zonas más densamente pobladas dentro
del país y de intensa actividad agrícola e industrial, ejerciendo una fuerte presión sobre el uso del
suelo y del recurso acuático, y desde el punto de vista ecológico, donde
menos información se posee en relación a otras áreas mediterráneas del
mundo.
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- Ecología trófica/flujos de Energía El
funcionamiento de los sistemas acuáticos implica un conjunto de procesos
biológicos, físicos y químicos controladores de los flujos de materia y
energía que pasan a través del ecosistema.
El fuerte componente biológico en el paso de la materia y el
intento de comprender los mecanismos involucrados, ha definido modelos de
flujos de energético asociado a la geomorfología longitudinal como es el
"River continuum". Los
ríos son dependientes de una entrada de energía (alóctona) y estos es
posible a través
del detrito orgánico que ingresa al sistema en pequeños pulsos de otoño con
las caídas de las hojas (Cuffney & Wallace, 1989), material que es
arrastrado por eventos de lluvias hacia los ríos. Este material puede
ser retenido temporalmente entre los espacios intersticiales
que dejan las piedras, donde junto con la acción bacteriana, pasa a ser integrado por la
acción de los invertebrados bentónicos a las cadenas tróficas,
generando con ello el mayor flujo de energía
en este tipo de ecosistema (Cummins, 1992; 2002; Jonsson et
al., 2001, pudiendo alcanzar los niveles tróficos más altos (Wallace et al., 1997). Como
tal el estudio de los flujos de energía entre niveles tróficos aparece
como una interesante área de estudio, especialmente en términos de
eficiencia y relación con las condiciones ambientales que incluyen
variaciones climáticas y la presión que ejercen las actividades humanas.
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Bibliografía citada |
Alba-Tercedor
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IV
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