SEXUALIDAD DESNATURALIZADA

 

                                                                                     Raúl E. Martínez M.

                                                                                                              Doctor en Psicología

 

Sabemos que el encuentro sexual genital en los animales es un episodio breve y absolutamente ligado al objetivo de la reproducción. Esta es la sexualidad "natural" que los seres humanos pudimos continuar manifestando de no haberse producido el enorme desarrollo del cerebro que dio origen a la riqueza y variedad de nuestra conducta sexual. En este buen sentido la sexualidad humana es sin duda altamente "desnaturalizada" y por eso mismo especialmente compleja e individualmente única. Tampoco es el placer el solo propósito de la relación sexual humana, ni es el amor (independientemente de cómo se le defina) el único sentimiento sobre el que se basa el interés, el acercamiento y el compromiso sexual.

La sexualidad humana desnaturalizada es polifacética y multifuncional, es decir, sirve a muchos fines. Si dejamos de lado el acto abusivo de la violación (acción pobre y solitaria), el sexo humano siempre es comunicativo, en el sentido de que al menos por algunos instantes une profundamente a la pareja, haciendo depender el placer propio del placer del otro. Pero habitualmente hay mucho más sentimiento y emoción comprometida que el mero cosquilleo sensorial. Por sus particulares experiencias de vida, algunas personas experimentan el deseo sexual cuando están alegres, tranquilas o aliviadas de una preocupación intensa; otras, cuando se sienten temerosas, angustiadas, deprimidas o airadas. Es así que la comunicación sexual humana habla muchos lenguajes, según signifique para cada uno, juego, desafío, arte, quehacer tranquilizante o estimulante, y también por supuesto, expresión del amor. El estilo de comportamiento sexual específico corresponderá al significado; podrá ser lento y premeditado, rápido y avasallante, serio o divertido, burdo o refinado. Exigir que sólo el placer sea la sensación válida y el amor el único sentimiento legítimo que acompañe a la manifestación sexual, es reducir la enorme riqueza de un medio expresivo y comunicativo, quizás el más directo y honesto de todos los que posee el ser humano.

En otra línea algo más oscura, Levin (1994) dice que "el coito se lleva a cabo no sólo por placer o procreación, sino también para degradar, controlar o dominar, castigar o herir, vencer la soledad o el aburrimiento, rebelarse contra la autoridad ... por deber, por aventura, para obtener favores como una mejor posición de vida y aún para ganarse el sustento". Como hemos dicho, la sexualidad humana es polifacética y multifuncional y no sólo habla de lo mejor sino también a veces del dolor y de las limitaciones de nuestro ser.