Erotismo, autoerotismo y masturbación

                                                                                                                                                                     Dr. Raúl E. Martínez M.

        La conducta sexual animal es simple y directa por cuanto su único objetivo es la procreación. La conducta sexual humana es erótica en la medida que se distingue de la animal por ser más compleja, variada y buscar fundamentalmente el placer sensorial (visión, tacto, olfato, gusto) y la satisfacción emocional.

      Hablamos de autoerotismo cuando una persona disfruta sexualmente a solas sin la compañía física de otra persona, lo cual no se opone a que muy comúnmente a través de los recuerdos esté alguien presente imaginariamente. Conductas autoeróticas son el leer un relato excitante, mirar una película sexualmente estimulante, elaborar fantasías y también llevar a cabo la autoestimulación masturbatoria. Debe aclararse que en una pareja también puede ocurrir la masturbación, aunque en este caso sea compartida; de tal forma que no son equivalentes autoerotismo y masturbación.

La autoestimulación de los genitales puede ocurrir en niños muy pequeños (con o sin el resultado típico del orgasmo) como parte de los juegos normales de exploración corporal, y es una actividad más frecuente en hombres púberes, adolescentes y adultos que en mujeres de edades similares. Esta diferencia se puede explica por al menos tres hechos: 1) el pene es un órgano que por su tamaño y posición se destaca visualmente, siendo muy probable que casualmente se tome contacto con él; mientras que el clítoris (órgano femenino en alguna medida equivalente al pene) permanece oculto y sólo es descubierto si hay un intento voluntario de localizarlo; 2) las conversaciones informativas acerca de la sexualidad son más comunes y libres entre hombres que entre mujeres; 3) la autoestimulación genital masculina es bastante más tolerada que la femenina, con la idea aún sostenida por muchos que la mujer no "debe" interesarse tanto por el sexo. Es así entonces que a lo largo de toda su vida la mayoría de los hombres comienzan a masturbarse desde más temprano y lo hacen más frecuentemente que las mujeres, lo cual puede afectar negativamente el desarrollo de la sensibilidad genital femenina y el conocimiento de su capacidad de respuesta sexual. Por otra parte, la práctica regular de la masturbación puede focalizar excesivamente la sensibilidad del hombre en el pene dificultándole experimentar sensaciones placenteras en otras regiones del cuerpo, de lo cual deriva una "genitalización" inconveniente.

Tanto la "genitalización" masculina excesiva como la falta de desarrollo sensorial genital en la mujer, pueden ser origen de dificultades sexuales en la relación de pareja, de tal forma que diversos procedimientos psicoterapéuticos deben encaminarse a corregir estas condiciones.

Aunque los datos estadísticos no permitan decir lo es normal o anormal, bueno o malo, moral o inmoral en la conducta sexual o cualquiera otra, los siguientes pueden tener algún interés informativo. Los norteamericanos Kinsey y colaboradores (1953) descubrieron que se habían masturbado durante alguna época de su vida con obtención de orgasmo el 34% de mujeres y el 89% de hombres estudiantes de enseñanza básica, el 59% de mujeres y el 95% de hombres estudiantes de enseñanza media y el 57% de mujeres y el 96% de hombres universitarios. En relación a la edad los porcentajes de quienes se habían masturbado, fueron los siguientes: 12% de mujeres y 21% de hombres a los 12 años; 20% de mujeres y 82% de hombres a los 15 años; 33% de mujeres y 92% de hombres a los 20 años. En general, el orgasmo en los niños pequeños antes de la pubertad no es acompañado de eyaculación, siendo excepcional esta circunstancia en edades posteriores. Por el contrario, en la mujer lo más habitual es la ausencia de eyaculación, aunque algunas investigaciones informan que un porcentaje reducido de ellas sí la presenta al momento de experimentar el orgasmo.

En España, Malo de Molina (1988)constató que se había masturbado alguna vez en su vida el 60.6 % de mujeres y el 90.8 % de hombres estudiantes universitarios, y que la masturbación había sido inducida por:

                                                                                      Hombre              Mujer

                                                                                          %                      %

- Pensar en personas del sexo opuesto                                 84                      49

- Pensar en personas del propio sexo                                     6.3                    5.3

- Narraciones eróticas respecto al sexo opuesto                    71.8                  40.4

- Películas pornográficas                                                   63.1           21.6

- Fantasías sobre el coito                                                   61.2                   35.1

En la actualidad son escasas las personas que continúan creyendo erróneamente que la masturbación del hombre en algún período de la vida produzca daños físicos o psicológicos. Sin embargo, no es difícil encontrar que hombres adultos opinen que la masturbación sólo se justifica en la adolescencia y no en la adultez media o en hombres mayores, menos aún si son casados. Para estas personas la masturbación no es un acto pecaminoso ni dañino pero sí indicativo de un retroceso del desarrollo. La verdad es que el autoerotismo en la forma de masturbación es una conducta legítima y sana (en hombres y mujeres de cualquier edad y estado civil) en la medida que no obstaculice la relación sexual con las personas por quienes se experimenta atracción y afecto.

De las consideraciones anteriores no se puede concluir que la masturbación sea siempre conveniente y menos obligatoria y que su ausencia indique que un hombre o una mujer sufre un problema sexual. Cada persona debiera ser libre para optar por la masturbación si ésta le procura placer y satisfacción, y si no le produce sentimientos de culpa ni le impide una relación sexual constructiva con otros. Rechazarla en principio equivale a afirmar que una persona no debiera disfrutar de la comida, la música, etc., si no lo hace en compañía de alguien. Y además, como ya dijimos, por intermedio de las fantasías que acompañan muy frecuentemente a la masturbación, quien la lleva a cabo nunca está realmente solo. Las disposiciones biológicas y psicológicas de cada uno, y las influencias familiares y culturales recibidas determinarán en qué momento de su vida o con qué frecuencia un individuo recurrirá a la masturbación.