Capítulo 1. Introducción

Son las 7 de la mañana, suena el despertador, se levantan las persianas y se enciende la luz. Puntualmente como cada mañana el procesador lo despierta, con la tranquilidad de saber que ha estado toda la noche cuidando su vivienda. Si hubiera ocurrido algún escape de agua lo habría cortado y tendría un aviso. El jardín ha estado toda la noche protegido por un sistema de detección perimetral que conecta automáticamente los focos y el riego. Cuando va a desayunar, el café ya esta caliente, al igual que la cocina, que se ha encendido cuando él entraba. No se va a molestar en apagarla, ni tampoco las luces del pasillo por que lo hará el procesador. Al pasar por el dormitorio de los niños, nota que acaba de encender la calefacción, les quedan quince minutos para levantarse. Ayer estuvieron jugando en la pieza ¡menos mal que los enchufes fueron desactivados por el procesador. Cuando se va de casa, toca suavemente la pantalla táctil de la entrada, le comunica que no hay ninguna ventana ni puerta abierta. Al salir con el auto por el jardín, se da cuenta que los primeros rayos del sol han apagado la luz exterior y han abierto las persianas del living. Cuando llegue a la oficina, conectará el computador, introducirá su clave personal y durante toda la mañana sabrá todo lo que pasa en su casa. Si camino al trabajo se da cuenta que ha olvidado conectar algo, llamará con su teléfono móvil (WAP) y le dirá al procesador que lo haga por él. Lo mismo hará cuando vaya de viaje a su casa que tiene en la playa una hora antes de llegar, dará la orden para que el procesador conecte la calefacción y la casa se vaya calentando.

 


Figura 1.1 Cocina Automatizada