Presidencia de Federico Errazuriz Zañartu [1871-1876]
En marzo de 1867 Errázuriz fue elegido diputado por Ovalle y también senador cargo al cual optó, participando en la reforma de la reelección del período presidencial. Se transformó entonces en el hombre fuerte del régimen y candidato seguro a la presidencia de la República.
Finalmente fue elegido Presidente de la República el 18 de septiembre de 1871. Su primer gabinete estuvo encabezado por Eulogio Altamirano en Interior y Relaciones Exteriores, Camilo Cobo en Hacienda, Aníbal Pinto en Guerra y Marina, y Abdón Cifuentes en Justicia, Culto e Instrucción Pública.
Los biógrafos de Federico Errázuriz Zañartu han destacado más las características negativas de su personalidad que sus cualidades. Se le recuerda por su temperamento colérico y su carácter agresivo, que había manifestado a lo largo de su rápida carrera política. Tan fuerte era su personalidad, que ningún grupo político lo reconocía como perteneciente a él debido a su ambición. Esta lo hacía ser ambiguo en su postura política, siendo siempre su destino el poder presidencial.
Pero Errázuriz era eminentemente realista y supo hacer suyas las iniciativas políticas y administrativas de sus ministros, rodeándose de los mejores servidores públicos. Lo que hacía cambiar de humor al Presidente era la reacción de la prensa a su labor.
Durante su gobierno se construyó el ferrocarril desde Curicó hasta Chillán, y desde allí hasta Talcahuano y Angol. Se construyó el Malecón del puerto de Valparaíso. Se terminaron los edificios del Congreso Nacional, y el de la Quinta Normal para la Exposición Internacional de 1875.
Errázuriz nombró intendente de la ciudad de Santiago a Benjamín Vicuña Mackenna, quien convirtió el cerro Huelén en el hermoso paseo del Cerro Santa Lucía.
Además, Luis Cousiño Squella entregó a la Municipalidad de Santiago los terrenos que corresponden hoy al Parque O'Higgins, para la recreación de la población santiaguina.
La situación internacional de Chile con sus países vecinos se venía deteriorando desde la década de 1860, a pesar de haber firmado acuerdos bilaterales, por ejemplo con Bolivia. Estos eran desconocidos cuando se cambiaban los gobiernos en aquellos países.
La creciente dificultad en las relaciones exteriores hizo que algunos políticos impulsaran la creación de un ministerio para tratar las relaciones exteriores de Chile. Abdón Cifuentes fue el impulsor de la creación del Ministerio de Relaciones Exteriores, mediante una ley promulgada el 2 de diciembre de 1871.
El ministerio le fue confiado a Adolfo Ibáñez, quien tenía una corta experiencia como ministro plenipotenciario en Lima, pero suficiente para iniciar la tarea de enfrentar las tensas relaciones exteriores con Perú, Argentina y Bolivia.
En julio de 1873 la fusión liberal-conservadora se rompió, como resultado del conflicto a propósito del decreto del ministro Abdón Cifuentes sobre los exámenes de los colegios particulares.
En 1875 se formó la Alianza Liberal formada por liberales y radicales, a los que el Presidente atrajo con la propuesta de reforma constitucional tan anhelada por estos sectores. Las modificaciones más importantes fueron las del quórum parlamentario, la de libertad de reunión y de asociación, la de incompatibilidades y la de simplificación de la acusación ministerial.
Esto tuvo como efecto principal debilitar y disminuir las atribuciones del Presidente de la República.
Además, las cámaras confiaron la generación del poder electoral a las Juntas de Mayores Contribuyentes, desplazando al Ejecutivo de estas tareas.
En otro ámbito, una comisión encabezada por Manuel Carvallo se abocó a la tarea de reemplazar la legislación hispana en los asuntos del tratamiento de delitos. El resultado fue el Código Penal de 1874.
Simultáneamente, mediante una ley especial, se establecieron la organización y atribuciones del Poder Judicial.