Fue el único seleccionado a nivel nacional por la Fundación América Solidaria, se llama Emilio Migrik y con apenas 25 años acaba de concluir su enseñanza superior en la Universidad de Concepción.

Ser parte de la construcción de una América sin pobreza, es el sueño de Emilio Migrik, un odontólogo recién titulado de la Universidad de Concepción, que con apenas 25 años, fue seleccionado a nivel nacional por la Fundación América Solidaria para trabajar como voluntario durante 6 meses en Puerto Príncipe, Haití y de esta manera, contribuir en uno de los lugares más pobres del mundo.

Es que si hay algo que le apasiona en la vida,  es poder ayudar,  expresa Migrik y agrega que “el voluntariado siempre ha sido un motor importante. Por eso, desde que dejó la casa de sus padres en Chillán, para venir a estudiar a Concepción, decidió ingresar como voluntario, primero  en la Federación de la Universidad de Concepción, luego en “Comunitarios del Sur” y finalmente  en la “Compañía Hospitalaria de Payasos Terapeutas”, dónde se disfrazaban para llevar risas y alegrías a los niños hospitalizados.

En ese contexto, hace un par de años se enteró que existía la Fundación América Solidaria, cuyo objetivo, según se publica en su página web es “superar la pobreza en el continente: un desafío de largo aliento que exige el compromiso de muchos y apuesta a trabajar por las personas que son más golpeadas por la pobreza: los niños, niñas y adolescentes, en temáticas de salud, educación y desarrollo productivo”.

Desde ese minuto, aumentaron sus ganas por titularse y lo logró hace un par de días con distinción máxima en la Universidad de Concepción. Según expresa Emilio, quien realizó su enseñanza media en el Colegio Concepción de Chillán, donde también fue el delegado de Solidaridad, “este logro que dedica a su familia, me permitirá poner mi profesión al servicio de la comunidad”.

Si bien  sabe que la clínica de Puerto Príncipe contará apenas con los insumos básicos para poder trabajar, lejos de desmotivarse, Emilio Migrik,  se encuentra ansioso  de poder formar parte del equipo de Chilenos (un médico, una enfermera y una matrona) que al igual que él, colaborarán  con un granito de arena en uno de los lugares más pobres y peligrosos de América. “La experiencia que voy a vivir a partir de septiembre, no va a tener comparación con nada más en la vida”, asegura

“Para quienes se sientan motivados a ayudar, les digo que se atrevan. No sé si serán mejores personas, pero sin duda aliviarán el dolor de quienes han tenido menos oportunidades que nosotros”, enfatiza Emilio

Para participar en estos proyectos, visita: www.americasolidaria.cl