Di No a la Contaminacion
No te preocupes si en la calle la gente te observa con mala cara, simplemente porque enfrentas a las personas que tiran papeles al suelo o arrojan bolsas plásticas por los vidrios de sus autos mientras van conduciendo.
Que no te haga sentir mal decirle a una mamá que debe enseñar a su hijo, que está tirando el chicle al suelo, en el parque, o que tiró el palo de un helado al pasto. Para que no vuelva a hacerlo nunca más.
Que no te de verguenza si estás en la playa y hay una señora cambiándole el pañal a su bebe y deja los desechos esparcidos. Tu deber es decirle que los saque y se los lleve.
EL planeta es de todos, nunca te sientas mal por lo que puedan decir los demás, tú estás usufructuando de tu pleno derecho a vivir en un ambiente limpio y sin contaminacón
En Santiago la gente apenas puede respirar, en Concepción la creciente alza demográfica hace que la contaminación acústica sea la líder de la región.
Cuando sientas la tentanción de pegar el chicle debajo de la mesa, o de arrojarlo a la vereda, busca un papel y guárdalo en tu bolso, mientras encuentras un basurero.
Practica siempre las tres erres: reducir, reciclar, reutilizar. Y cuéntale estas medidas a tus amigos para que vivamos en un mundo mejor.
Intenta siempre reducir el consumo de los spray que hacen desaparecer la capa de ozono. Y si vas al supermercado pide que te envuelvan la mercadería en menos bolsas. Puedes llevar tu propia mochila y ayudar al ecosistema.
Muchas veces aunque no creamos un granito de arena por mejorar el ambiente es un gran aporte para el planeta tierra.
Forma pandillas de reciclaje con tus amigos. Fijate objetivos ecológicos y anótalos, para que luego puedas ver cuantos objetivos haz cumplido y cómo haz ayudado a salvar a todos los seres humanos de posibles catástofes ambientales.