TALES DE MILETO Y EL COMIENZO DE LA FILOSOFÍA 
  1. PERSONA DE TALES. 
  Tales es un personaje semi - legendario, de cuya vida pocos son los datos confiables. 
  Nació en la segunda mitad del siglo VII antes de nuestra era, desarrollando 
  su actividad intelectual en la primera mitad del siglo siguiente. De las escasas 
  informaciones disponibles, podemos saber que fue un eminente representante de 
  los conocimientos y la sabiduría de su época. A parte de ser astrónomo 
  (entre otras cosas, predijo el eclipse solar acaecido en el año 585 antes 
  de nuestra era), fue ingeniero, viajero y matemático (formuló 
  el teorema que lleva su nombre). Es considerado el primer filósofo griego 
  al introducir la investigación racional acerca del principio o arché 
  de lo real. No ha dejado sus opiniones escritas. 
  2. FILOSOFÍA DE TALES. 
  2.1. El paso del conocimiento y de las habilidades a la ciencia. 
  Los conocimientos de Tales fueron muy variados. Sin embargo, ninguno de ellos 
  puede ser considerado como un saber científico, según los criterios 
  epistemológicos actuales; el impedimento principal radica en el divorcio 
  entre la práctica y la teoría: Tales, por ejemplo, sabía 
  predecir el eclipse solar, pero no sabía por qué éste ocurría. 
  Lo mismo sucedía con la mayoría de sus otras habilidades o conocimientos. 
  
  Deberíamos, pues, apuntar en este momento, aunque sea brevemente, hacia 
  la diferencia entre la ciencia y las habilidades o conocimientos primarios. 
  Primeramente, hay que reconocer que algunas observaciones aisladas, aunque sean 
  correctas y acertadas, todavía no pueden llamarse "ciencia"; 
  para eso necesitan ser ordenadas. Luego, tampoco es suficiente saber que algo 
  suceda sino que hay que saber analizar estos acontecimientos. La otra diferencia 
  consiste en que una habilidad se contenta con el saber algo para utilizarlo, 
  más la ciencia necesita demostrarlo, evidenciarlo en forma de conceptos. 
  Por ejemplo, ya el hombre primitivo sabía construirse una cabaña 
  sobre dos palos iguales, igualmente inclinados, aunque jamás hubiera 
  podido formular el teorema del triángulo isósceles. Finalmente, 
  el fin de la ciencia es distinto que el fin de alguna habilidad: esta última 
  trata exclusivamente de los fines prácticos, mientras que a la ciencia 
  le interesan las verdades por sí mismas. 
  Consecuentemente, si a Tales se le quisiera considerar como un científico, 
  se lo podría hacer únicamente sobre la base de su filosofía: 
  porque si bien es cierto, que el mismo se ocupaba de la astronomía, de 
  las matemáticas, etc., también es cierto, que lo hacía 
  de una manera pre - científica, o sea, casi exclusivamente práctica. 
  Probablemente, la única verdad, que había sido buscada por él, 
  independientemente de sus fines prácticos, fue la verdad filosófica. 
  
  2.2. El paso de la mitología a la ciencia. 
  La persona de Tales es asociada también con otro gran paso en la historia 
  del pensamiento humano, que es el paso del mito al logos (de la explicación 
  mitológica a la explicación racional). Por el mito entendemos 
  el conjunto de narraciones y doctrinas tradicionales de los escritores y poetas 
  acerca del mundo, de los dioses y de los hombres. Como tal, el mito ofrece, 
  en primer lugar, una explicación total. Quiere decir, que casi no existe 
  pregunta que no tenga su respuesta en el mito, por más fantástica 
  que parezca. En segundo lugar, en este tipo de respuestas no hay lugar para 
  la ciencia, puesto que la ciencia se nutre de incógnitas e incertidumbres, 
  mientras que el mito ya tiene las respuestas preparadas para todo. Finalmente, 
  la actitud mitológica se caracteriza por la arbitrariedad, o sea, no 
  deja lugar a la búsqueda de leyes que rigen el universo, ya que, según 
  sus proclamas, todo sucede por una arbitraria voluntad de algún dios 
  o alguna fuerza cósmica. 
  La importancia de Tales, en este sentido, radica en ser el primero que había 
  podido romper con las limitaciones mitológicas, centrando sus investigaciones 
  en el problema del principio del universo: ¿cuál fue su primera 
  substancia (Arché, en griego) de la cual luego se hizo todo? Sabía 
  soslayar la tentación, que puede tener todo el ser humano, de tratar 
  de responder a la pregunta: ¿quién hizo aquella primera sustancia? 
  ¿Qué era antes de que existiera el universo? De esta manera, por 
  primera vez se había delimitado el campo del mito y el campo de la ciencia, 
  apareciendo un primer problema puramente filosófico. 
  2.3. El primer problema filosófico. 
  El objeto de las investigaciones de Tales y de los primeros filósofos 
  en general fue la naturaleza. Como a todos en aquella época, también 
  a esos primeros pensadores filosóficos interesaba el principio o el comienzo 
  de la naturaleza. La pregunta que formularon fue: ¿qué género 
  de cuerpos (la primera materia o sustancia, como se lo llamó más 
  tarde) había en el principio? 
  Probablemente el origen de esta pregunta, aparentemente tan simple pero, a la 
  vez, tan significativa para la historia del pensamiento humano, tiene algo que 
  ver con una nueva postura intelectual la cual, por un lado, rompía con 
  la arbitrariedad mitológica, y por otro lado, trataba de explicar los 
  acontecimientos a través de las leyes: las cosas sucedían cuándo 
  y cómo tenían que suceder. Con esto se asocia la idea de la permanencia 
  o constancia. Por ejemplo, el agua se presenta en el estado gaseoso, sólido 
  y líquido, pero tiene algo, llamado "esencia" que mantiene 
  la identidad de ella en cualquiera de sus estados. O bien, el hombre se presenta 
  bajo diversas apariencias de edad, raza, cultura, etc., pero siempre se trata 
  del ser humano. Es más, un mismo ser humano, tan diferente cuando era 
  niño y cuando adulto, mantiene sin embargo algo que le identifica siempre 
  como la misma persona. A consecuencia del "descubrimiento" de la esencia 
  de las cosas, se establece que el hombre conoce distinto a través de 
  los sentidos (donde ve cosas particulares, cambiantes) y distinto a través 
  de la razón (la cual le permite ver cosas universales, lo que permanece 
  bajo la apariencia). 
  Esta idea de esencias o maneras de ser que son comunes a una multiplicidad de 
  individuos lleva a la tarea de clasificar las cosas. Haciendo una clasificación 
  muy general de los seres de la naturaleza, los griegos los dividieron en minerales, 
  plantas, animales y hombres. Pero aquí no terminaba todo: la razón 
  les sugería que probablemente, entre los cuatro mencionados grupos, había 
  a su vez algo anterior, algo aún más elemental, común a 
  ellos. De esta manera, nació la convicción según la cual 
  el universo, en última instancia, se reducía a un último 
  y único elemento, el principio y fin de las cosas, que los filósofos 
  le dieron el nombre de "principio", "materia última" 
  o "materia prima", en griego: "ARCHÉ". 
  Tales creía que aquel Arché era el Agua. Probablemente heredando, 
  en parte, esta convicción de la mitología, pero también, 
  basándose en la observación de la naturaleza y constatando la 
  relación estricta existente entre la vida y el agua: lo que vive, vive 
  gracias a la humedad, lo que muere, muere porque se seca. El agua produce la 
  vida y contiene elementos que parecen ser necesarios para que toda la naturaleza 
  pueda derivar de la misma. 
  3. IMPORTANCIA DE TALES. 
  La propuesta de Tales para explicar el mundo resultó poco convincente 
  y no tuvo gran eco en los posteriores filósofos, los cuales proporcionaban 
  respuestas distintas al problema del Arché: unos decían que la 
  primera sustancia era el fuego, otros que era el aire, etc., pero todos respondían 
  a la pregunta formulada por Tales, por lo cual son considerados sus sucesores. 
  
  De modo que la importancia de este filósofo radica más en la formulación 
  de la pregunta que en la respuesta que propuso. 
 
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