ARISTÓTELES: Ética nicomaquea (-384/-322), trad. por Antonio Gómez Robledo, 2a ed., México, Porrúa, 1969, fragmentos.
Del bien:
- Es aquello a la cual todas las cosas
aspiran. [1094]
- Se toma en tantos sentidos como el ente. [1096]
- Sus acepciones: unos por sí mismos y otros por razón de aquellos.
[1096]
- Parece ser diferente según las diversas acciones y artes. [1097]
- Del bien supremo:
- debe ser algo final. [1097]
- Lo que se persigue por sí mismo lo declaramos más final que
lo que se busca para alcanzar otra cosa. [1097]
- Del bien humano:
- resulta ser una actividad del alma según su perfección. [1097]
- Su distribución [1098]:
- los exteriores
- los del alma
- los del cuerpo
- En el sueño en nada puede distinguirse el hombre bueno del malo.
[1102]
- El bien es raro, loable y bello. [1109]
- Somos buenos o malos según elijamos el bien o el mal, y no porque
opinemos en tal o cual sentido. [1111]
- El hombre bueno juzga rectamente de todas las cosas, y en cada una de ellas
se le muestra lo verdadero. [1113]
- No es lo mismo en todos los casos el hombre bueno que el buen ciudadano.
[1130]
- El saber si algo es o no digno de reproche es difícil determinarlo
por la razón universal, sino que pertenece a los particulares. [1109]
- La perversidad existe en el ser humano. [1109]
- Nada parece ya haber de bueno ni de malo en el muerto. [1115]
Del temor:
- El peor mal y más temible es la muerte, porque es el término
final, y nada parece ya haber de bueno ni de malo en el muerto. [1115]
- Lo temible no es lo mismo para todos. [1115]
- Es valiente el que hace frente a lo que debe, así pueda temerlo.
[1115]
- Es cobarde el que se excede en el temer. [1115]
- Darse muerte por huir de la pobreza o por achaques del amor o por alguna
aflicción no es propio del valiente, sino más bien del cobarde.
[1115]
La ciencia política:
- Determina cuáles son las ciencias necesarias en las ciudades y las
que se deben enseñar. [1094]
- Se ocupa de lo bueno y de lo justo. [1094]
- Tiende al bien. [1095]
- Es menester que el político posea algún saber de las cosas
del alma, no de otra modo que el oculista debe conocer todo el cuerpo. [1102]
De la felicidad:
- Su esencia no es necesariamente vivir bien y obrar bien. [1095]
- La escogemos por sí misma y jamás por otra cosa. [1097]
- Es algo final y autosuficiente, y es el fin de cuanto hacemos. [1097]
- No lo hace ni un largo ni corto tiempo, sino la ocasión. [1097]
- Reclama entre otras cosas los bienes exteriores. [1098]
- Parece exigir un suplemento de prosperidad. De aquí que algunos la
identifiquen con la fortuna. [1098]
- Es cierta especie de actividad del alma conforme a la virtud. [1099]
- Se encontrará en el hombre estable, que obrará y contemplará
las cosas conforme a la virtud. [1100]
- Se difunde la hermosura moral en un hombre cuando lleva con sinceridad muchos
y grandes infortunios, no por insensibilidad al dolor, sino porque es bien
nacido y magnánimo. [1100]
- El hombre feliz jamás será desdichado. [1100]
- No pertenece a las potencialidades. [1101]
- Es un principio, pues por causa de ella hacemos todo lo demás. [1101]
- Es una actividad del alma. [1102]
Del alma:
- Está dotada de [1102]:
- una parte racional
- está dotada una parte de ella de un elemento calculador [1139]
- una parte irracional:
- posee una parte que parece ser común a los seres biológicos.
- pertenece a los animales. [1111]
- no ofrece elección. [1111]
- ofrece el apetito [1111]:
- concupiscible (tiene por materia lo placentero y lo penoso)
- irascible
- Tres cosas que tiene que dirigen la acción y la verdad [1139]:
- la sensación
- no es principio de ninguna acción oral
- el entendimiento
- está en vista de un fin
- el apetito (o tendencia)
- el principio de la acción es la elección, y el de la elección
el apetito.
- tiende a la buena ación.
- En el sueño cesa. [1102]
- Todo lo que se da en el alma son pasiones, potencias y hábitos. [1105]
El razonamiento:
- Diferirán los razonamientos según que se aparten de los primeros
principios o que se tienda a ellos como término final. [1095]
- Es preciso comenzarlo partiendo de lo conocido. [1095]
- Tiene una parte activa:
- que se divide en [1097]:
- la que obedece a la razón
- la que piensa
- que es una actividad del alma según la razón. [1097]
- es una cierta vida. [1097]
El conocimiento:
- Puede ser con relación a nosotros o absolutamente. [1095]
- En el alma se dan como [1139]:
- verdades: arte, ciencia, prudencia, sabiduría e intuición.
- posibles falsedades: la conjetura y la opinión del vulgo.
- Es preciso que el sabio tenga conocimiento de los principios de las cosas.
[1141]
- De la intuición [1143]:
- puede ser:
- teorética
- práctica
- es principio y fin.
De la verdad:
- Con la definición verdadera armonizan los hechos de la experiencia,
en tanto que con la falsa luego aparecen discordantes. [1098]
De la virtud:
- Habría dos tipos [1102] de virtud en del alma [1139]:
- las intelectuales:
- debe su nacimiento y desarrollo, está en función de la experiencia.
[1103]
- las morales (del carácter):
- es fruto de la costumbre, no germina naturalmente. [1103]
- somos capaces de recibirla naturalmente como potencialidad, y luego la traducimos
en acto. [1103]
- está en relación con los placeres y los dolores. [1104]
- tienen por materia las acciones o las pasiones. [1104] Éstas tienen
exceso, defecto y término medio. [1106]
- apunta al término medio. [1106]
- es un hábito selectivo determinada por la razón. [1106]
- propone el fin recto y la prudencia los medios conducentes. [1143]
- Para lograrla pareciera que debemos practicar cada acto con cierta disposición.
[1143]
- Las adquirimos ejercitándonos. [1103]
- Poco o nada en ella significa el saber. [1105]
- Como todo lo que se da en el alma son pasiones, potencias y hábitos,
la virtud deberá ser alguna de estas tres cosas. Se demuestra finalmente
de que son hábitos.[1105]
- Toda virtud perfecciona la buena disposición de aquello cuya virtud
es, y produce adecuadamente su propia obra. [1106]
- los vicios corporales que dependen de nosotros son objeto de reproche, y
los que no dependen, no. [1114]
- Es algo voluntario, y el vicio, por consiguiente, no será menos voluntario.
[1114]
- De la templanza:
- es el término medio en los placeres. [1117]
- ésta y el desenfreno se dan en los placeres animalescos, de tacto
y gusto. [1117]
- Contiene a la justicia. [1130]
- La prudencia:
- es una virtud. [1140]
- es diverso, pretende los universales pero debe hacer caso también
a los particulares (que se conocen con la experiencia). [1141]
- De la aplicada a la ciudad, hay dos tipos [1141]:
- la legisladora
- la política
- se opone a la intuición, ya que en ésta no puede darse razón.
[1141]
- es imperativa, pues su fin consiste en determinar lo que debe o no hacerse.
[1142]
- recae sobre lo justo y bello. [1143]
- Para serlo primero se debe ser bueno. [1143]
- Sócrates en pensar que todas las virtudes son partes de la prudencia,
erraba, pero al decir que no se dan sin prudencia, estaba en lo justo. [1144]
- no tiene señorío sobre la sabiduría. [1144]
- La comprensión [1142]:
- es penetración cognoscitiva.
- deriva su nombre del aprendizaje científico.
- se la suele denominar como aprensión.
- La consideración [1143]:
- es el recto juicio de lo equitativo.
De los deseos:
- los hay [1118]:
- comunes
- particulares.
- de los naturales son pocos los que yerran, y si lo hacen, es sólo
en un punto, o sea en el exceso. [1118]
- deben ser [1118]:
- moderados
- pocos
- que en nada contraríen la razón
De la justicia:
- De lo justo:
- parece ser la única virtud que es un bien ajeno. [1129]
- La justicia y la virtud son lo mismo en su existir, pero no en su esencia
lógica [1129]:
- la justicia es en cuanto para otro
- la virtud es en cuanto absoluto
- La estudiamos como parte de la virtud. [1130]
- Es propia del medio, y la injusticia de los extremos. [1132]
- El medio es como lo dicta la recta razón. [1139]
- Existen las formas [1130]:
- de lo justo (como parte del todo)
- es lo legal y lo igual. [1129]
- produce y protege a la felicidad y sus elementos en la comunidad política.
[1129]
- "[...] es un medio entre extremos desproporcionados, porque lo proporcional
es un medio, y lo justo lo proporcional". [1131]
- Clasificación [1131]:
- lo justo correctivo (la media entre la pérdida y el provecho)
- lo justo distributivo (referido a las cosas comunes)
- La ley del talión no es justicia ni correctiva ni distributiva. [1132]
- existe sólo en los hombres cuyas relaciones mutuas están gobernadas
por una ley. [1132]
- Habría dos formas en lo justo político [1134]:
- lo natural (no depende de nosotros y en todas partes tiene la misma fuerza)
- lo legal (lo indiferente que deja de serlo al constituirse las leyes)
- de la justicia (como el todo)
- se obra justamente cuando la acción es voluntaria, si es involuntaria
lo es por accidente. [1135]
- Para que no haya tiranía deberá [1132]:
- ser administrada por la ley y no por una persona.
- dar buena retribución al magistrado: honores y prerrogativas.
De la fortaleza humana:
- El hombre se hace justo por la práctica de los actos de justicia,
y temperante por la práctica de los actos de templanza. [1105]
La actividad humana:
- se malogran tanto por defecto como por exceso. [1103]
- hay dos tipos [1109]:
- la voluntaria (el que obra, ya que el principio del movimiento de sus miembros
en la voluntad reside).
- son los actos repentinos.
- mira el fin [1113]:
- como fin real
- como fin aparente
- se pueden hacer de dos formas [1135]:
- por elección
- sin elección
- la involuntaria (como producto de la fuerza y de la ignorancia)
- como propiamente dicha (es la que es capaz de producir pena y arrepentimiento)
- la no-voluntaria (lo que se hace por ignorancia)
- De lo forzado [1109]:
- es sólo aquello cuyo principio es extrínseco.
- en nada participa el sujeto pasivo.
- Los daños pueden ser de distintas especies [1135]:
- los causados por ignorancia
- cuando es contrario a una razonable previsión (desgracia)
- cuando sin maldad es a favor de una razonable previsión (error culpable).
- cuando se obra conscientemente sin previa deliberación (cólera
y desenfrenos pasionales)
- cuando se obra por acción deliberada (acto del malvado propiamente
dicho)
- El acto moral
- es un fin en sí mismo. [1139]
- Los principios de los actos son el fin por el cual se ejecutan los actos.
[1140]
El intercambio social:
- "[...] y es por el cambio [trueque, intercambio] por el que los hombres
se mantienen unidos". [1132]
- "Por lo tanto, todas las cosas entre las cuales hay cambio deben de
alguna manera poder compararse entre sí. Pues para esto se ha introducido
la moneda, que viene a
ser en cierto sentido [importante señores legos, a saber: el "cierto
sentido" no significa necesariamente afirmación!] un intercambio.
[...] Mas por una convención la moneda ha venido a ser el medio de
cambio representativo de la necesidad. [...]" [1132]. Por ello justamente
hay tantos problemas, es decir, porque no hay homogeneidad de intercambio
entre las cosas materiales y las espirituales.
- La moneda está sujeta a variaciones, pero es más estable que
las cosas que mide. [1132]
De la ciencia:
- "[...] toda ciencia es capaz, a lo que se cree, de ser enseñada,
y todo lo que es objeto de ciencia puede ser aprendido. [...]" [1139b14].
- "[Hablando del buen consejo] Ciencia seguramente que no es, puesto
que los hombres no investigan lo que saben, [...]" [1142a32]
- De la ciencia no hay rectitud, como tampoco error. [1142]
Del buen consejo:
- no es ciencia. [1142]
- es la rectitud de la deliberación que pretende alcanzar un bien.
[1142]
- es la rectitud del pensar con respecto a lo que es conveniente para cierto
fin cuya aprehensión verdadera es la prudencia. [1142]
El placer:
- Es un estado del alma. [1098]
- Por su abstinencia nos hacemos temperantes. [1103]
- Como tendemos más por naturaleza a los placeres, somos más
fácilmente llevados al desenfreno que a la decencia. [1108]
- Su división[1117]:
- los del cuerpo (v.g.: apetito de honor)
- los del alma (v.g.: el afán de saber)
De las preferencias:
- Son tres: lo bueno, lo útil y lo placentero. [1104]
- La preferencia volitiva se lo llama elección. [1110]
- es voluntaria pero no en toda la extensión de voluntad (v.g.: el
deseo puede serlo de lo imposible, como por ejemplo el no querer pasar por
la muerte que es un acto voluntario).
- no es común a los seres irracionales.
- no recae sobre lo placentero y lo penoso.
- se ejerce sobre lo que depende de nosotros.
- va acompañada de razón.
Varios:
"[...] Pues así como una golondrina hace primavera, ni tampoco
un día de sol, de la propia suerte ni un día ni un corto tiempo
hacen a nadie bienaventurado y feliz". [1097]
"[...] Y así como en los juegos olímpicos no son los más
bellos ni los más fuertes los que son coronados, sino los que luchan
-pues entre éstos están los vencedores-, de la propia suerte
los que obran son los que conquistan con derecho las cosas bellas y buenas
de la vida". [1098]
"[...] Yerro muy grande sería encomendar al azar lo más
grande y lo más bello". [1099]
"Con relación a los bienes económicos hay también
otras disposiciones. El término medio es la magnificencia. [...]"
[1107]
"En la honra y en la afrenta el término medio es la magnanimidad.
[...] al lado de la magnanimidad está la liberalidad, [...]" [1107]
"Deliberamos no sobre los fines, sino sobre los medios. [...]" [1112]
"[...] tampoco puede volver a tomar una piedra el que la ha lanzado,
pero en su mano estuvo el tomarla o arrojarla, ya que el principio de la acción
en él estaba. [...]" [1114]
"[...] si cada uno es responsable en algún modo de su disposición
moral, también lo será en cierta medida de su fantasía.
[...]" [1114]
"[Los más capacitados] Nada impide, por lo demás, que semejantes
hombres no sean los mejores soldados, sino otros menos valientes y que ningún
otro bien tienen, porque estos tales prontos está a arrostrar los peligros
y a trocar la vida por un salario miserable." [1115]
El arte [tecné] se refiere al hacer y no al obrar. [1140]
El prudente es el que sabe deliberar. [1140]
ARISTÓTELES: Lógica (-384/-322), Libro II: La interpretación, s/d.
Cap. 1 (Del "lenguaje")
"Las palabras habladas son símbolos
o signos de las afecciones o impresiones del alma; las palabras escritas son
signos de las palabras habladas. [...]"
"[...] Al igual que la escritura, tampoco el lenguaje es el mismo para
todas las razas del hombre. Pero las afecciones mentales en sí mismas,
de las que esas palabras son primariamente signos, son las mismas para toda
la humanidad, [...]."
"Igual que a veces hay en nuestra mente pensamientos que no van acompañados
de verdad o falsedad, [...] lo mismo ocurre en nuestro lenguaje, [...]."
Cap. 2 (Definición del "nombre")
"El nombre es un sonido que posee
un significado establecido tan solo de una manera convencional, pero sin ninguna
referencia al tiempo, [... Un] sonido viene a ser un nombre, convirtiéndose
en un símbolo. [...]"
nombre significado convencional = símbolo, atemporal
""No-hombre" y otras expresiones análogas no son nombres. [...] Llamémoslos, a falta de algo mejor, por el término de nombres indefinidos, [...]."
Cap. 3 (Definición del "verbo")
"Un verbo es un sonido que no solamente lleva consigo un significado particular, sino que posee además una referencia temporal. Ninguna parte del mismo tiene significado. [...]"
verbo porta significado (llevan nombres), temporal
"[...] El verbo indica el tiempo
presente, y los tiempos del verbo indican todos los tiempos excepto el presente."
"[...] el que habla detiene con ellos su proceso ideativo y la mente
del oyente da a ello su aquiescencia. [...]"
Cap. 4 (Definición del "juicio"
y de la "proposición")
"Un juicio es una frase o locución con significado, de cuyas partes
puede, una u otra, tener un significado, [...]."
"[...] Llamamos solamente proposiciones a las que tienen en sí
verdad o falsedad. [...]"
Cap. 5 (De la relación entre proposiciones)
"Una simple afirmación es la primera especie de lo que llamamos proposiciones simples, y una simple negación es la segunda clase de ellas. Todas las demás constituyen una unidad por medio de una conjunción. [...]"
Cap. 6 (Definición de "proposición contradictoria")
"[...] toda proposición afirmativa tendrá su propio opuesto negativo, exactamente igual que toda proposición negativa tendrá su opuesto afirmativo. Cada uno de esos pares de proposiciones recibirán el nombre de contradictorias, [...]."
Cap. 7 (Definición de "proposiciones contradictorias" y de "proposiciones distintas")
"Cuando el sujeto de las dos proposiciones
es uno y el mismo, pero de las dos proposiciones la afirmativa indica claramente
en sus términos que el sujeto se toma universalmente, la negativa,
en cambio, indica con evidencia que el sujeto se toma en ella no es sentido
universal, llamo entonces a las proposiciones contradictoriamente opuestas.
[...]"
"[Dadas dos proposiciones]si se niega alguna cosa más o el sujeto
mismo ha cambiado, aun cuando el predicado pueda permanecer, la negación
no corresponderá más a la afirmación, sino que será
una proposición simplemente distinta. [...]"
Cap. 8 (Definición de "proposiciones singulares")
"Una proposición es una o singular, cuando ella afirma o niega una cosa, y no más, [...]."
Cap. 9 (De la veracidad y falsedad de las afirmaciones y negaciones)
"[...] todas las afirmaciones y negaciones deben ser verdaderas o falsas."
Cap. 10
"Una proposición afirmativa
es la que enuncia o afirma algo de algo. [...]"
"Se pueden trasponer el sujeto y el predicado. No obstante, ello no envuelve
ningún cambio en el significado del juicio o proposición. [...]"
Cap. 11 (Definición de "proposiciones múltiples")
"Una proposición deja de ser singular y es múltiple cuando predica una cosa de varios sujetos o varias cosas de un sujeto. [...]"
Cap. 12 (De las "proposiciones contradictorias")
Cap. 13 (De las "proposiciones contradictorias")
"[...] "Posible" es él mismo un término ambiguo. Se aplica, por una parte, a los hechos y a las cosas que existen actualmente [...]. Por otra parte, posible se aplica a una cosa que puede ser realizada; [... Así], pues, igual que el universal debe seguirse del particular, así puede seguirse lo posible de lo que existe por necesidad, [...]. De lo dicho se deduce con evidencia que lo necesario es también lo actual. [...]"
Cap. 14 (De los juicios)
"[...] lo que hace que los juicios sean contrarios es el tener sentidos contrarios, no tener dos sujetos contrarios."
ARISTÓTELES: Metafísica (-384/-322), trad. por Hernán Zucchi, Bs. As., Sudamericana, s/f, Libro XII (Lambda: ).
"[...] Hay tres tipos de ousía.
1. La ousía sensible eterna; 2. la ousía sensible corruptible
(admitida por todos, por ejemplo, plantas y animales); 3. la ousía
inmóvil, que algunos sostienen es separada. A esta última, unos
pensadores la dividen en dos tipos: Formas y entes matemáticos; otros
convierten a ambos tipos en una naturaleza única; por fin, otros, sólo
admiten los entes matemáticos. [...]" [1069a]
"[...] el cambio se produce cuando algo (materia) es cambiado por algo
(primer motor) en algo (forma). [...]" [¿1069b?]
"Las causas motoras existen con anterioridad, en cambio las formas son
simultáneas con el producto. [...]" [1070a]
"[...] no es menester que existan las Ideas. En efecto, el individuo
particular engendra al individuo particular, y cada técnica engendra
la forma propia." [1070a]
"Existen cosas separadas y no separadas. Las primeras son las ousías.
Por esto las causas de las ousías son las causas de los demás
seres, porque sin ousías no existen afecciones y modificaciones. [...]"
[1070a]
"Si las causas de las ousías son causas de las restantes cosas,
las causas y los elementos son diferentes en distintos géneros, siendo
los mismos sólo por analogía. [Así,] las causas de las
ousías son las causas de todas las cosas, pues eliminada aquéllas
se suprimen éstas. [...]" [1071a]
Tiene que haber una ousía inmóvil eterna y que sea el primer
motor. [1071a]
"[...] el tiempo, o bien es lo mismo que el movimiento, o bien es un
atributo de él, [...]" [1071b]
"[...] Es inútil admitir ousías eternas, como las Ideas,
a menos que esas ousías contengan un principio de producir cambios.
[... Esas] ousías tienen que existir sin materia, pues es necesario
que sean eternas. Por tanto, son pura actividad." [1071b]
"[...] todo ser activo tiene potencia, mas no todo lo que posee potencia
es realmente activo, de manera que la posibilidad sería lo primario.
[...]" [1071b]
"[...] Nada se mueve al azar, pues siempre tiene que encontrarse un principio
de movimiento de cada cosa, [...]." [1071b]
"[...] Suponer que la potencia es anterior a la actividad, en parte es
verdadero y, en parte, falso. [...]" [1071b]
"[...] Si tienen lugar [los astros u objetos] en una permanente revolución,
es menester que exista algo que sea siempre activo de un modo similar a aquella
revolución. Y si ha de haber generación y corrupción
en el mundo, debe existir otra cosa que permanentemente esté en actividad
ya de una manera ya de otra. [...]" [1072a]
"[...] tiene que haber un extremo, es decir, algo que mueva sin que él
mismo sea movido; en una palabra: algo eterno que sea ousía y actividad."
[1072a]
"Lo deseado y lo inteligible mueven sin ser movidos, y en su estado original
ambos son una misma cosa. [...]" [1072a]
"La vida pertenece a Dios, [...]." [1072b]
"[El motor inmóvil como ousía eterna y separada] ni podría
tener magnitud finita, pues en ese caso carecería del poder de mover
eternamente, ni magnitud infinita porque no existe tal cosa. [...]" [1073a]
"[...] tiene que haber tantas ousías como movimientos. Y una de
ellas tiene que ser primera y otra, segunda, y así sucesivamente."
[1073a]
"[... la esencia] no tiene materia; pues es actividad. [...]" [1074a]
"[...] el primer motor, y el cielo [universo] movido por aquél,
son uno [...]." [1074a]
"[...] toda cosa indivisible está exenta de materia. [...]"
[1075a]
"[...] todos los filósofos hacen surgir todas las cosas de contrarios,
[...]. Nosotros resolveremos el problema admitiendo un tercer factor [el sustrato].
[...]" [1075a]
"[...] la materia no es contrario de nada. [...]" [1075a]
"[...] Nadie informa por qué unas cosas son corruptibles y otras
no, [...] ninguno informa por qué siempre hay generación y cuál
es su causa. [... Nadie] dice por qué los números son uno, y
por qué es una el alma o el cuerpo y, en general, la forma y la cosa.
[...]" [1075a]
"[...] ningún contrario puede ser causa eficiente, pues es posible
que no exista, y su producción es posterior a su posibilidad, de manera
que los seres no serían eternos, si tuvieran como causas a los contrarios.
Pero lo son." [1075a]
ARISTÓTELES: Metafísica,
trad. por Francisco José Olivieri, Libro Z
Capítulo 1
1028 a
"Ser" se dice de múltiples
maneras, tal como establecimos antes en nuestro
10 tratamiento de los diversos significados. En efecto, por un lado, significa
el "qué es" y el "esto", y por el otro, la cualidad,
la cantidad o cualquiera de los restantes predicados de este tipo
15 Pero aunque "ser" se dice así de tantas maneras, resulta
evidente que, de éstas, el significado primero corresponde a "qué
es", que precisamente indica la realidad (en efecto, cuando preguntamos
por la cualidad de algo, respondemos "bueno" o "malo",
pero no "de tres codos" u "hombre"; en cambio, cuando
preguntamos por el "qué es", no respondemos "blanco",
ni "caliente", ni "de tres codos", sino "hombre"
o "dios"); las demás cosas se dice que son, porque algunas
son cantidades de lo que es, tomado en el significado primero, otras, cualidades,
otras, afecciones, otras, en fin, algo semejante.
20 Podría también alguien cuestionarse si "caminar",
"estar sano" y "estar sentado" es, cada uno de ellos,
algo que es o que no es, y lo mismo podría ocurrir a propósito
de cualquier otro caso semejante: ninguno de ellos, por cierto, es por sí,
ni puede darse separado de la realidad, sino más bien, en todo caso,
"lo que camina", "lo que está sentado" y "lo
que está sano" están entre lo que es.
25 Estos, con mayor razón, se muestran como algo que es, porque tienen
algo determinado: el sujeto (o sea la realidad y lo individual), que está
justamente involucrada en la predicación señalada; "bueno"
o "sentado", en efecto, no pueden decirse sin él. Es evidente,
pues, que cada uno de éstos es sólo posible en virtud de aquélla,
de modo que "ser" en primer lugar -no un ser determinado, sino "ser"
de manera absoluta- será la
30 realidad. Ahora bien, de múltiples maneras se dice "primero".
Sin embargo, la realidad es "primero" en todos los significados:
a) en cuanto al concepto; b) al conocimiento y c) al tiempo.
35 En efecto, c) ninguno de los demás predicados puede darse separado,
sino sólo la realidad. También a) desde el punto de vista del
concepto, ella es "primero" (porque en el concepto de cada cosa
está contenido el de la realidad). Por último, b) creemos saber
cada cosa del mejor modo cuando conocemos, por ejemplo, "qué es
el hombre" o el fuego, más que cuando conocemos su cualidad, su
cantidad o su ubicación, puesto que
1028b1
precisamente sabemos cada una de estas
últimas determinaciones cuando conocemos qué es la cantidad
o la cualidad. Así, lo que antiguamente, ahora y siempre se busca y
se cuestiona, "qué es ser",
5 equivale a "qué es la realidad" (ya que unos afirman que
es "una", otros "más que una", y, entre éstos,
algunos que su número es limitado; otros, en cambio, que es ilimitado).
En consecuencia, también nosotros debemos estudiar sobre todo y en
primer lugar, y, por así decir exclusivamente, en qué consiste
"ser" así entendido.
Capítulo 2
1028b 8
Parece que se admite que la realidad corresponde
manifiestamente a los cuerpos (y es por eso que decimos que son realidades
los animales, las plantas y sus partes, y
10 también los cuerpos físicos tales como fuego, agua, tierra
y los restantes, así como cuanto es parte de ellos o está constituído
por alguno de ellos o por todos, como el universo físico y sus partes,
los astros, la luna y el sol). Pero si son éstas las únicas
reali-
15 dades o hay también otras, o si son realidades algunas de éstas
o lo son también algunas de las otras, o si ninguna de ellas es realidad,
sino algunas de otras diferentes, esto es lo que debemos examinar. Piensan
algunos, en efecto, que los límites de los cuerpos -como superficie,
línea, punto, unidad- son realidades y precisamente en mayor grado
que el cuerpo y lo sólido. También algunos creen que además
de las cosas sensibles no hay ninguna realidad, mientras que otros piensan
que hay un mayor número de ellas y que son en mayor
20 grado realidades las realidades eternas: así Platón sostiene
que las formas y los entes matemáticos son dos <tipos de> realidades
y que, en tercer término, está la realidad de los cuerpos sensibles.
También Espeusipo -que parte de lo Uno- afirma que hay un mayor número
de realidades y admite principios para cada uno de ellas: uno para los
25 números, otro para las magnitudes, otro, en fin, para el alma (y
precisamente de esta manera amplía el número de realidades).
Algunos otros, por su parte, dicen que las formas y los números poseen
la misma naturaleza y que de ellos depende <todas> las restantes cosas
-líneas y superficies- hasta llegar a la realidad del universo físico
y las cosas sensibles.
En lo que toca a estas afirmaciones, debemos pues examinar qué es lo
correcto y qué no lo es y examinar cuáles son realidades y si
hay algunas realidades además de las sensibles o no las hay y, si las
hay, cómo son, y si existe alguna realidad separada y
30 por qué y cómo existe, o bien, si no hay ninguna realidad
además de las sensibles. Pero para ello debemos previamente tratar
de un modo esquemático qué es la realidad.
Capítulo 3
1028b33
"Realidad" se dice, si no de
más, principalmente de cuatro maneras. En efecto, tanto
35 lo-que-es, como el universal y el género comúnmente se admite
que son realidades de cada cosa, y, en cuarto lugar, el sujeto. "Sujeto"
es aquello de lo que todo lo demás se dice, pero que él mismo
jamás se dice de otra cosa. Tendremos pues, que comenzar ocupándonos
de él, ya que suele considerarse que "realidad" es ante todo
y en primer término el sujeto. Ahora bien, "sujeto"
1029a1
por un lado se dice la materia, por el
otro, la forma, y en tercer lugar, el compuesto de ambas -y digo "materia",
p.e., al bronce; "forma" (morphé) a la figura <sensible>
de la idea, y "compuesto de ambas" a la estatua-, de modo tal que,
si la forma (eidos) es anterior a la materia y es en mayor grado, por la misma
razón será también anterior al compuesto de ambas.
Por el momento, entonces, hemos dicho esquemáticamente qué puede
ser la realidad: lo que no se dice de un sujeto, sino aquello de todo lo que
lo demás se dice. Pero
10 no debemos quedarnos únicamente con esto: no es suficiente. No sólo
no es ello claro, sino que resultaría, además, que la materia
es realidad.
En efecto, si ella [la materia] no fuera realidad, se nos escapa cuál
otra [realidad] podría haber. Dejando, por tanto, de lado <todas>
las otras <que podrían ser realidad>, no queda nada que subsista,
ya que, por una parte, lo restantes son afecciones, acciones y potencias de
los cuerpos y, por la otra, el largo, el ancho y el espesor son cantidades,
pero no realidades (puesto que la cantidad no es realidad); en cambio, realidad,
es más
15 bien aquello primero a lo que pertenecen éstos. Ahora bien, si se
eliminan el largo, el ancho y el espesor, vemos que no queda nada, a menos
que sea algo lo limitado por ellos, de suerte que para quienes consideran
así las cosas, la materia necesariamente se presenta como única
realidad.
20 Pero <yo> hablo de una materia que se dice que, por sí misma,
no es ni algo <particular>, ni cantidad, ni ninguna de las otras <determinaciones>
que precisan al ser. Hay, en efecto [para ellos], algo de lo cual cada una
de ellas se predica: algo cuyo ser es también diferente del de cada
uno de los predicados (pues mientras por un lado, el resto se predica de la
realidad, ésta a su vez, se predicaría de la materia), de modo,
pues,
25 que lo que es último no es por sí mismo ni algo <particular>,
ni cantidad, ni ningún otro predicado. Ni tampoco lo que son las negaciones
de éstos, puesto que también ellos son accidentales. En consecuencia,
para quienes examinan las cosas de esta manera, la materia tendría
que ser realidad. Pero eso es imposible: tanto "separado" como "esto"
se admiten que corresponden principalmente a la realidad, y, si así
es, debería concederse que la forma y el compuesto de materia y forma
son sustancias en mayor grado que la mate-
30 ria. Dejemos, pues, de lado, la realidad compuesta -digo, la sustancia
compuesta de materia y forma-, pues ella es posterior y evidente. La materia,
por su parte, también es en cierto modo es manifiesta. Al tercer tipo
de realidad, en cambio, sí debemos examinarlo, dado que ella es la
que ofrece mayores dificultades. Mas como todos admiten
34 que algunas cosas sensibles son realidades deberemos indagar primero en
ellas.
Capítulo 4
1029b1
Puesto que al comienzo establecimos de
cuántas maneras puede caracterizarse la entidad y una de ellas, según
se admite, es lo-que-es, debemos ahora referirnos a ésta.
3 Resulta conveniente, en efecto, encaminarse hacia lo más cognoscible.
Sin duda todos quieren el saber pasando de lo menos cognoscible por naturaleza
a lo más cognoscible. Y, así como en el caso de las acciones,
de los bienes individuales hay que hacer que los bienes generales sean bienes
individuales, del mismo modo, debemos también en este caso, a partir
de las cosas más cognoscibles para el individuo y hacer que las que
son cognoscibles por naturaleza sean cognoscible para él. Pero las
cosas cognoscibles para el individuo, es decir, las primeras que él
conoce, a menudo son
10 conocidas sin esfuerzo y poco o nada tienen que ver con lo que es. Sin
embargo, debemos intentar, partiendo de las cosas poco cognoscibles, pero
que no obstante son cognoscibles para el individuo, conocer las que son cognoscibles
en forma absoluta, pero pasando antes como se ha dicho, a través de
las primeras. Ante todo, podemos hacer sobre éste algunas consideraciones
desde un punto de vista puramente conceptual [logikôs]: lo-que-es de
cada cosa es lo que se dice que es ella por sí misma. Tu ser no es,
en efecto, el ser culto, porque no es por ti mismo que tú
15 eres culto. Tu ser, en consecuencia, es sólo lo que tú eres
por ti mismo. Pero, no todo lo que una cosa es por si misma constituye lo-que-es:
no consiste, por cierto, como una superficie es por sí blanca, porque
el ser de la superficie no es el ser blanca. Además, tampoco el ser
de la superficie es lo que resulta de la unión de ambos, es decir,
el ser superficie blanca, porque en este caso, "superficie" es algo
presupuesto [en la definición
20 de superficie blanca]. Resulta así que la definición de lo-que-es
de cada cosa es aquella definición que lo dice pero que no estaría
en él, de manera que si se dijera que el ser de la superficie blanca
es el ser de la superficie lisa, resultaría que ser blanco y ser liso
sería lo mismo.
Ahora bien, puesto que hay también compuestos [de la realidad] con
las otras categorías (en efecto, cada una de ellas, como cantidad,
cualidad, tiempo, lugar, modificación, requieren su sujeto), debemos
examinar si hay un enunciado de lo-que-es de cada uno de ellos y si, además,
cada uno de ellos posee un lo-que-es, p.e., "hombre blanco". Supongamos
que el nombre "túnica" designe a "hombre blanco".
¿Qué es ser túnica? Sin duda, no es ella ninguna de las
cosas que son por sí mismas. Debe tenerse en cuenta,
30 empero, que "no es por sí mismo" puede entender de dos
maneras: una de ellas resulta de un agregado; la otra, en cambio, de una omisión.
En el primer caso, en efecto, lo que se quiere definir se dice agregándoselo
a otra cosa: p.e., si para definir "blanco" se da la definición
de "hombre blanco". En el segundo caso, en cambio, se omite algo
que pertenece a lo que se quiere definir: p.e., si se admite que "túnica"
significa "hombre blanco
1030 a 1
"y se pretende definir "túnica"
definiendo sólo "blanco". No cabe duda que el hombre blanco
es blanco, pero él, sin embargo, no es lo-que-es blanco. Pero, acaso,
"túnica" ¿es al fin de cuentas un lo-que-es determinado?
¿O tal vez no lo es? Por cierto, sólo lo que es un "esto"
determinado puede ser lo-que-es: por el contrario, cuando una cosa se dice
de otra no nos hallamos frente a un "esto": el hombre blanco no
es en realidad un
5 "esto", puesto que hemos aceptado que el "esto" pertenece
sólo a las realidades. De todo ello se desprende que lo-que-es corresponde
únicamente a aquellas cuyo enunciado es una definición. No puede
hablarse en el caso de que un hombre signifique lo mismo que un enunciado
(pues, si así fuera, todos los conceptos serían definiciones
-en efecto, podría haber
10 un nombre para cualquier enunciado, y en tal caso aún "Ilíada"
sería una definición-), sino que sólo hay definición
cuando ella corresponde a algo primero, y primero es sólo lo que se
afirma sin recurrir a decir una cosa de otra. En consecuencia, lo-que-es no
podrá corresponder a ninguna de las especies que no pertenezcan a un
género (pues ellas, según se admite, no se dicen de otra cosa
por participación, ni afección, ni como accidente). En lo que
se refiere a cada una de las otras cosas, siempre que haya un nombre,
15 habrá también un enunciado que exprese que significa cada
una de ellas, que indique que una determinada cosa pertenece a otra, o, en
lugar de un enunciado simple, habrá uno más preciso. Pero de
estas cosas, sin embargo, no podrá haber ni definición ni lo-que-es.
¿Tendremos acaso, [ahora], que afirmar que la definición así
como el qué-es se dicen de múltiples maneras? El "qué-es",
en efecto, significa, por un lado, la realidad y el esto;
20 por otro, cada una de las categorías -cantidad, cualidad y las demás
de ese tipo-. Y así como el "es", en efecto, pertenece a
todas, aunque no de un modo semejante, sino que a una de ellas de modo primario
y a todas las demás de modo subsidiario, así también
el "qué-es" pertenece de modo absoluto a la realidad y de
algún modo a las demás. Pues podríamos también
preguntar qué es la cualidad, de donde resulta que la cualidad
25 también se cuenta entre los "qué es", pero no de
un modo absoluto: así como en el caso del no-ser algunos dicen dialécticamente
que es no-ser, <evidentemente> no de un modo absoluto, sino <precisamente>
en cuanto es no ser, así ocurre en el caso de la cualidad. Si bien
es preciso, por cierto, examinar cómo debe hablarse sobre cada cosa,
resulta más importante aun, sin embargo, examinar cómo efectivamente
ella es. Por eso, puesto que lo que hemos dicho [sobre la primera cuestión]
está claro, señalemos ahora que, de modo similar, [en el segundo
caso] lo-que-es tendrá que pertenecer de un modo
30 primario y absoluto a la realidad, y, secundariamente, también a
las otras categorías. No al igual que el "qué es"
pues, lo-que-es en sentido absoluto, sino lo-que-es de la cualidad o de la
cantidad. Debe decirse, en efecto, que las categorías son seres sólo
por homonimia o bien [que son seres] si se añade o se quita [algo a
"ser"], como, por e., cuando se dice que aun lo no cognoscible es
cognoscible. Lo correcto, sin duda, consiste en afirmar [que ellas son seres]
no por homonimia ni tampoco de un único modo, sino en el mismo modo
que "médico" se dice por referencia a una única y
misma cosa, pero no es una y la misma cosa, ni tampoco puramente homónima:
en efecto, a un cuerpo, a una actividad, a un instrumento, no los llamamos
"médico" ni por homonimia ni porque todos ellos posean un
único [e idéntico carácter], sino por referencia a una
única cosa. En todo caso, en fin, carece de importancia que alguien
prefiera expresarse de uno u otro de estos modos. Lo que, por el contrario,
sí es evidente es que de modo primario y absoluto tanto la definición
como lo-que-es corresponden a las realidades. A las demás categorías,
sin duda también les corresponde, aunque ya no de modo primario. Por
lo demás, aunque sostengamos eso, no por eso resulta necesaria que
haya definición cuando hay un nombre que significa lo mismo que un
enunciado, sino sólo cuando ese nombre significa lo mismo que un determinado
enunciado. Pero esto se da sólo cuando el enunciado se refiere a una
cosa única, no por mera continuidad, como "Ilíada",
o como
10 cosa sea por vinculación, sino una en todos los modos en que se
dice "uno". Pero "uno" se dice de tantas maneras en que
se dice "ser"; y "ser" significa, por un lado, el "esto",
por otro, la cantidad, por otro la cualidad. En consecuencia, también
de "hombre blanco" tendrá que haber enunciado y definición,
aunque de un modo diferente que de blanco y de realidad.
Capítulo 5
1030 b 14
Hay, sin embargo, una dificultad para
quien no admita que el enunciado que resulta de un agregado es una definición:
¿de cuáles cosas que no son simples sino compuestas
15 [i.e.: que implican el agregado de dos términos] podrá haber
definición? Se debe mostrar, en efecto, que [tales definiciones] resultan
por agregado. Digamos, por ejemplo, que hay "nariz" y hay "concavidad",
y, además "chatura", que es lo que se dice como resultado
de la unión de ambas, por el hecho de que una está en la otra
[i.e.: la concavidad en la nariz]; por cierto, ni la concavidad ni la chatura
son una afección [i.e.: determinación o propiedad] accidental
de la nariz, sino que le pertenecen por sí mismas
20 No es como "blanco" respecto de Calias o de hombre -porque Calias,
que se da el caso es un hombre, es blanco, sino como "macho" respecto
de animal o "igual" respecto de la cantidad o de todo cuanto se
dice que pertenece por sí mismo. Tales son todas aquellas cosas en
las que está presente o el enunciado o el nombre de la cosa que posee
esa afección y en las que no es posible exhibir [la afección]
separada -como sí
25 ocurre con "blanco", que puede darse sin "hombre",
pero no con "hembra", que no puede darse sin "animal"-.
Resulta, pues, que lo-que-es y la definición de estas cosas o no son
de nada o, si son de algo, será de una diferente manera, tal como dijimos
<antes>.
Hay, además, otra dificultad concerniente a estas cosas: si es lo mismo
"nariz chata" y
30 "nariz cóncava", tendrá entonces que ser lo mismo
"chato" y "cóncavo" [lo que es absurdo]. De lo
contrario, dado que "chato" no puede decirse sin la cosa de la cual
es su afección por sí misma (pues, en efecto, "chato"
es concavidad de la nariz), resultaría que es imposible decir "nariz
chata", o bien, si se lo dice, se estará diciendo dos veces lo
mismo, o sea: "nariz nariz cóncava" (pues "nariz chata"
querrá decir "nariz nariz cóncava" [i.e.: nariz que
nariz cóncava]). Por lo tanto resulta absurdo afirmar a tales cosas
35 que pueda corresponder un lo-que-es: si se lo afirmase se iría al
infinito, pues en la nariz chata siempre habrá alguna otra nariz.
1031 a 1
Es evidente, en consecuencia, que definición
hay sólo de la realidad. Y si también hay definición
de las demás categorías, será necesariamente por agregado,
como por ejemplo, en el caso de "impar"; él no puede darse
sin el número, así como tampoco puede darse "hembra"
sin animal (y al decir "Por agregado" me estoy refiriendo a aquello
en los que, como en éstos, sucede que se dice dos veces lo mismo).
Pero, si todo
5 "esto", puesto que hemos aceptado que el "esto" pertenece
sólo a las realidades. De todo ello se desprende que lo-que-es corresponde
únicamente a aquellas cuyo enunciado es una definición.
No puede hablarse en el caso de que un hombre signifique lo mismo que un enunciado
(pues, si así fuera, todos los conceptos serían definiciones
-en efecto, podría haber
10 un nombre para cualquier enunciado, y en tal caso aún "Ilíada"
sería una definición-), sino que sólo hay definición
cuando ella corresponde a algo primero, y primero es sólo lo que se
afirma sin recurrir a decir una cosa de otra. En consecuencia, lo-que-es no
podrá corresponder a ninguna de las especies que no pertenezcan a un
género (pues ellas, según se admite, no se dicen de otra cosa
por participación, ni afección, ni como accidente).
15 En lo que se refiere a cada una de las otras cosas, siempre que haya un
nombre, habrá también un enunciado que exprese que significa
cada una de ellas, que indique que una determinada cosa pertenece a otra,
o, en lugar de un enunciado simple, habrá uno más preciso. Pero
de estas cosas, sin embargo, no podrá haber ni definición ni
lo-que-es.
¿Tendremos acaso, [ahora], que afirmar que la definición así
como el qué-es se dicen de múltiples maneras? El "qué-es",
en efecto, significa, por un lado, la realidad y el esto;
20 por otro, cada una de las categorías -cantidad, cualidad y las demás
de ese tipo-. Y así como el "es", en efecto, pertenece a
todas, aunque no de un modo semejante, sino que a una de ellas de modo primario
y a todas las demás de modo subsidiario, así también
el "qué-es" pertenece de modo absoluto a la realidad y de
algún modo a las demás. Pues podríamos también
preguntar qué es la cualidad, de donde resulta que la cualidad
25 , también se cuenta entre los "qué es", pero no
de un modo absoluto: así como en el caso del no-ser algunos dicen dialécticamente
que es no-ser, <evidentemente> no de un modo absoluto, sino <precisamente>
en cuanto es no ser, así ocurre en el caso de la cualidad. Si bien
es preciso, por cierto, examinar cómo debe hablarse sobre cada cosa,
resulta más importante aun, sin embargo, examinar cómo efectivamente
ella es. Por eso, puesto que lo que hemos dicho [sobre la primera cuestión]
está claro, señalemos ahora que, de modo similar, [en el segundo
caso] lo-que-es tendrá que pertenecer de un modo
30 "nariz cóncava", tendrá entonces que ser lo mismo
"chato" y "cóncavo" [lo que es absurdo]. De lo
contrario, dado que "chato" no puede decirse sin la cosa de la cual
es su afección por sí misma (pues, en efecto, "chato"
es concavidad de la nariz), resultaría que es imposible decir "nariz
chata", o bien, si se lo dice, se estará diciendo dos veces lo
mismo, o sea: "nariz nariz cóncava" (pues "nariz chata"
querrá decir "nariz nariz cóncava" [i.e.: nariz que
nariz cóncava]). Por lo tanto resulta absurdo afirmar a tales cosas
35 que pueda corresponder un lo-que-es: si se lo afirmase se iría al
infinito, pues en la nariz chata siempre habrá alguna otra nariz.
1031 a 1
Es evidente, en consecuencia, que definición
hay sólo de la realidad. Y si también hay definición
de las demás categorías, será necesariamente por agregado,
como por ejemplo, en el caso de "impar"; él no puede darse
sin el número, así como tampoco puede darse "hembra"
sin animal (y al decir "Por agregado" me estoy refiriendo a aquello
en los que, como en éstos, sucede que se dice dos veces lo mismo).
Pero, si todo
5 esto es verdad, no podrá haber [definiciones] de cosas compuestas,
como, por ejemplo, de "número impar". Pero esto se nos escapa,
porque los enunciados no se expresan con precisión. Y si, hay definiciones
también de estas cosas, o bien son ellas de una manera diferente o
bien, tal como se dijo, debemos afirmar que la definición y lo-que-es
10 son de múltiples maneras. De ello resulta que, en un caso, no habrá
definición ni le corresponderá lo-que-es a ninguna otra cosa
más que a las realidades, pero en otro caso si los habrá.
En fin, es evidente que la definición es el enunciado de lo-que-es,
y, además, lo-que-es corresponde únicamente a las realidades,
o bien corresponde a ellas en sentido principal, primario y absoluto.
Capítulo 6
1031 a 15
Debemos ahora examinar si cada cosa particular
y su lo-que-es son lo mismo o no. Ello será ciertamente de utilidad
para nuestro examen de la realidad: en efecto, cada cosa en particular no
parece ser sino la propia realidad, y lo que es, precisamente, la realidad
de cada cosa particular.
Con respecto a las cosas que se dicen que son por accidente, parecería
que ellos [la cosa particular y lo-que-es] difieren: p.e., parecería
que "hombre blanco" difiere del "ser
20 blanco" tendrían que ser lo mismo; en efecto, si como algunos
dicen "hombre" y "hombre blanco" son lo mismo, también
sería en consecuencia lo mismo "ser hombre" y "ser hombre
blanco". Pero no se deriva necesariamente que las cosas que son por accidente
se identifiquen [con sus lo-que-es], porque en las premisas los predicados
no se
25 identifican con los sujetos de la misma manera. Sin embargo podrían
parecer que se siguiese la identidad de los predicados accidentales [que se
refieren como tales al sujeto] en las premisas, como p.e., que el "ser
blanco" sea lo mismo que el "ser culto", pero no es así).
Con respecto de las cosas que se dicen por sí mismas, ¿es pues
necesario que <la
30 cosas> sea idéntica <con lo-que-es>? <1> P.e., hay
ciertas realidades respecto de las cuales no hay otras realidades o naturalezas
que sean anteriores a ellas, tal como algunos sostienen que son las Ideas?
En efecto, si el bien-en-sí [la Idea del Bien] fuese diferente del
ser-bien [la esencia del bien] y el animal [la Idea del Animal] ser ser-animal
1031 b 1
[la esencia del animal] y el ser [la Idea
de Ser] del ser-ser [la esencia del ser] tendría entonces que haber
otras realidades y otras naturalezas, es decir otras Ideas además de
las mencionadas, y ellas serían anteriores y más realidades,
si <es cierto que> lo-que-es es realidad. <2> Si, después,
las realidades y sus lo-que-es están separados unos de otros, <a>
de las primeras [las Ideas] no podría existir saber, y <b> los
otros [lo que es] no serían seres (entiendo por "estar separado",
p.e. que ni a ser bueno le es inherente el bien-en-sí,
5 ni a éste <es, es inherente> que sea bueno). <a> En efecto,
<por una parte>, existe el saber de una cosa particular sólo
cuando conocemos su lo-que-es y <b> <por otra parte> lo que se
da para el bien se da, igualmente, para las demás cosas, de modo que
si el ser-bien no es bien, el ser-ser tampoco es ser y el ser-uno tampoco
es uno. Ahora bien, o todos lo-que-es existen de una manera similar o ninguno
de ellos existe, tampoco
10 será ninguno de los otros lo-que-es.
<3> Además, aquello a lo que no le pertenece el ser-bien no puede
ser bueno. Es necesario, en consecuencia, que sea una única cosa el
bien y el ser-bien, así como lo bello y el ser bello y, en general,
todas aquellas cosas que no se dicen de otra, sino que son por sí mismas
y primeras. Y esto sería suficiente aun en el caso en que no hubiera
15 Ideas, y, tal vez, más suficiente si las hubiera (pero al mismo
tiempo es evidente que si precisamente las Ideas son como algunos afirman,
el sujeto [o sea las cosas sensibles de las que se predican las Ideas] no
podrá ser realidad; sin embargo, las Ideas son necesariamente realidades,
y no se dice de un sujeto, porque si así fuera sería por participación).
<4> De estas consideraciones resulta que son una y la misma cosa, y
no por accidente, cada cosa particular y lo que es, y ello resulta también
del hecho de que conocer
20 cada cosa particular consiste precisamente en conocer lo-que-es, de manera
que también aun en el caso de la separación [que hacen los platónicos
con respecto de las cosas sensibles] es necesario que ambos sean una unidad.
(En cambio, en lo que toca a lo que se dice por accidente, p.e., "culto"
o "blanco", en razón de su doble significación [tal
como veremos], no es cierto decir que sean lo mismo la cosa particular y lo-que-es;
en efecto, aquello a lo que le acontece ser blanco y el
25 accidente "blanco" son blanco, así que de una manera son
lo mismo, pero, de otra, no son lo mismo el lo-que-es y la cosa particular:
<ser-blanco> no es lo mismo que ser hombre y que hombre-blanco, si bien
son iguales que la propiedad). <5> También resultaría
absurdo separar el lo-que-es de la cosa en el caso de que se asignase un nombre
a cada uno de los lo-que-es, porque entonces habría además de
él
30 otro lo-que-es, p.e., de lo-que es caballo habría otro lo-que-es.
Y, ¿qué inconveniente habría para que algunas cosas sena
sin más <lo mismo que su> lo-que-es, si precisamente el lo-que-es
es realidad? Porque no sólo lo-que-es y la cosa son una unidad, sino
que también su enunciado es el mismo, como resulta evidente en virtud
de lo que
1032 a 1
hemos dicho hasta ahora: no por accidente,
pues, que el ser-uno y lo uno son uno. <6> Además, si fueran
diferentes, se iría al infinito: por un lado existiría lo-que-es
de lo uno y, por otro, lo uno, de modo que también tendría que
repetirse el mismo enunciado. Es evidente, pues, que en el caso de que las
primeras y que se dicen por sí mismas,
5 el ser de cada cosa particular y cada cosa particular son uno y lo mismo.
Es claro, <además> que las objeciones sofísticas contra
esta tesis se resuelven con la misma solución, así como el problema
de si Sócrates y el ser de Sócrates es lo mismo. Pues no hay
diferencia entre las cosas a partir de las cuales se plantea el problema y
aquéllas a partir de las cuales se intenta solucionarlas.
10 En qué modo, entonces, lo-que-es es la cosa particular y en qué
modo no lo es, ha quedado explicado.
Capítulo 7
1032 a 12
De las cosas sujetas a generación,
<1> unas se generan por naturaleza, <2> otras por arte, <3>
otras, en fin, espontáneamente; pero todas las cosas sujetas a generación
son generadas por algo, provienen de algo y llegan a ser algo. Y cuando digo
"algo", lo entiendo en el sentido de cada categoría, ya que
<el "algo"> es eso, o cantidad, o cualidad, o en un lugar.
<1> Las generaciones naturales son aquéllas cuya generación
procede de la naturaleza
15 Aquello i. de donde las cosas se generan es lo que <nosotros> llamamos
materia; ii. aquello por lo cual son generadas es alguno de los seres naturales;
iii. y, finalmente, el algo que llega a ser es un hombre o una planta o cualquier
cosa de este tipo, a las que consideramos realidad en sentido primordial.
20 Ahora bien, todas las cosas que se generan, sea por naturaleza, sea por
arte, poseen materia: cada una de ellas, en efecto, tiene la posibilidad tanto
de ser como de no ser, y esa posibilidad es precisamente la materia que reside
en cada cosa. En general, después, aquello a partir de lo cual algo
se genera es naturaleza y también conforme a lo cual algo se genera
es naturaleza (ya que lo que se genera posee una naturaleza, como, p.e., planta
o animal), y <más aún> aquello por lo cual es generado
es naturaleza: <naturaleza considerada en el sentido de forma, que es similar
a la de lo generado (aunque ella, por cierto, está en otra cosa: un
hombre, en efecto, genera un hombre).
25 Es, entonces, de este modo que tiene lugar el proceso de generación
de las cosas que se generan por naturaleza. <2> Las demás generaciones
se llaman, en cambio, producciones. Todas las producciones, por su parte,
provienen o de un arte, o de una facultad o de un pensamiento. (Pero algunas
de ellas se generan tanto espontáneamente como por azar, de modo
30 similar al que se da en las cosas que se generan por naturaleza, ya que
algunas de estas últimas se generan del mismo modo tanto a partir de
una simiente como sin simiente. Pero a este tipo de cosas nos dedicaremos
más adelante). Por arte se generan todas aquellas cosas cuya forma
está en el alma [i.e. del artífice]
1032 b 1
(y por "forma" entiendo el lo-que-es
de cada cosa particular, es decir, la realidad primera): en efecto, aun los
contrarios poseen en cierto modo la misma forma, ya que la realidad de la
privación es la realidad opuesta: la salud, p.e., es la realidad de
la enfermedad, dado que la enfermedad consiste en la ausencia de salud y la
salud, en cambio,
5 es la noción que está <presente> en el alma <del
médico>, es decir, el conocimiento. El estado de salud se genera
cuando <el médico> razona de la siguiente manera: puesto que
el estado de salud consiste en tal y cual cosa, para lograr el estado de salud
deberá darse esa tal y cual cosa, p.e., <cierto> equilibrio,
y para conseguir ese equilibrio se necesitará calor. Y <el médico>
sigue razonando de ese modo hasta que, finalmente, llega a aquel término
último que él mismo tiene la posibilidad de producir. El movimiento
10 que efectúa entonces el médico partiendo de ese término
último se llama producción y es el movimiento orientado a la
curación. De ello se desprende que, en cierto modo, la salud se genera
de la salud, así como de la casa se genera la casa, [se entiende:]
la que posee materia de la que carece de materia. En efecto, la medicina y
el arte de la construcción son respectivamente la forma de la salud
y de la casa, y al decir realidad "que carece de materia" me estoy
refiriendo a lo-que-es.
15 En las generaciones y movimientos <hay dos momentos>: uno se llama
pensamiento; el otro, producción. El que procede del principio y de
la forma se llama pensamiento, mientras que el que procede del último
término al que llega el pensamiento, se llama producción. De
modo similar se generan también cada una de las demás cosas
que son intermediarias. Pongamos el siguiente ejemplo: para sanar es preciso
restablecer cierto equilibrio [de las funciones corporales]. ¿En qué
consiste, entonces, ese equilibrio? Consiste en tal y cual cosa, y ella podrá
lograrse por efecto del calor. Y ¿qué es producir
20 calor? Tal y cual otra cosa. Pero esta última cosa está potencialmente
presente, es decir, está ya en el poder del médico producirla.
Así, pues, aquello que produce e inicia el movimiento que conduce a
la curación, cuando se da por arte, es la forma que está presente
en el alma <del médico>; cuando <la curación>, en
cambio, se produce espontáneamente, <3> es precisamente el mismo
que aquél del que comienza a operar quien lo hace por el arte.
En el proceso de curación, el principio consiste, seguramente, en la
producción de calor (y esto se logra mediante la fricción);
en consecuencia, el calor que está en el cuerpo, o bien es él
mismo una parte [constitutiva] de la salud, o bien es seguido, sea inmediatamente,
sea a través de muchos pasos, por alguna otra cosa que es parte [constitutiva]
de la salud. Y este último término es el que produce una parte
de la salud,
30 y, en tal sentido, es él también parte de la salud, así
como en una casa sus partes son, p.e., las piedras, y <lo mismo> en
otros casos. En consecuencia, tal como lo estamos diciendo, toda generación
sería imposible si no hubiera algo preexistente.
Es, pues, evidente que una parte <del producto> tendrá necesariamente
que <pre>existir: y la materia, en efecto, es una parte (pues está
contenida en la cosa que se genera y ella misma, además, es generada).
Pero entonces, ¿está también la materia
1033 a 1 contenida en el concepto? Ciertamente, nosotros decimos que son las
esferas: tanto enunciando su materia, que es el bronce, tanto mencionando
la forma, que es tal configuración determinada y que constituye el
género próximo en el cual se ubica la esfera. Por lo tanto,
la esfera de bronce posee, entonces, la materia en su concepto
5 Aquello a partir de lo cual -como materia- se generan algunas cosas, sirve
pues para denominarlas, cuando ellas están ya generadas, pero no se
les da el mismo nombre de esa materia, sino un nombre derivado de él;
p.e.., de la estatua no decimos que es de "piedra", sino "de
piedra". Y si al hombre que sana de una enfermedad no lo llamamos con
el nombre de ésa, es porque en ese caso el proceso de generación
se produce a partir de la privación y del sustrato, que constituye
lo que llamamos materia (y así, p.e.,
10 sanan tanto el hombre como el enfermo). Sin embargo, es preferible decir
el proceso de generación parte de la privación (p.e., que alguien
de "enfermo" se vuelve "sano" más que de "hombre"
se vuelve "sano"). Por lo tanto, al sano no se lo llama "enfermo",
sino "hombre" y "hombre sano". Y en aquellos casos en
que la privación no es evidente y carece de nombre p.e., en el caso
del bronce, la privación de tal o cual figura, o, en el caso de ladrillos
y maderas, la privación de la forma de casa-, puede aceptarse que ellos
se generan a partir de estos materiales de manera similar al caso de "sano"
que se genera a partir de "enfermo". Y, en consecuencia, así
como en este último caso lo que se genera no recibe el mismo nombre
de aquello de lo que se genera, tampoco ahora puede decirse que la estatua
es "madera", sino que por derivación, decimos que "de
20 madera" y no "madera", o "de bronce" y no "bronce",
o "de piedra" y no "piedra", o que la casa es "de
ladrillos" y no "ladrillos". Por cierto, si se hace una atenta
consideración, no podrá decirse, en modo pleno y absoluto, que
la estatua se genera de la piedra ni la casa de los ladrillos, porque aquello
a partir de lo cual ellas se generan debe cambiar y no permanecer como era.
Por esos motivos, entonces, nos expresamos tal como lo hicimos.
Capítulo 8
1033 a 24
Lo sujeto a generación es generado
por algo (y al decir esto me refiero al punto de partida y principio de la
generación), proviene de algo (que no es la privación sino la
materia) -y el modo en que lo entendemos ya lo hemos precisado- y llega a
ser algo
30 (esto es, una esfera o un círculo o cualquier otra cosa, sea cual
fuere). Ahora bien, así como nadie produce el sustrato, por p.ej.,
el bronce, así tampoco nadie produce la esfera, a menos que sea por
accidente, ya que la esfera de bronce es una esfera, pero la esfera que alguien
produce es precisamente una esfera-de-bronce. Producir un "esto",
en efecto, consiste en hacer que a partir de un sustrato haya un "esto"
(lo que quiero decir es que hacer redondo al bronce no consiste en producir
ni la redondez ni la esfera, sino otra cosa, a saber, esa determinada forma
en algo diferente a ella, porque si pudiera producir la forma, tendría
que ser producida a partir de alguna otra cosa, esto es, tendría que
haber algo subyacente.
1033 b 1
Supongamos, en efecto, que alguien produce
una esfera de bronce: lo que hace es producir, a partir de tal y cual cosa
-que es el bronce- tal otra cosa -que es la esfera-). Entonces, si también
produjera la forma misma, es evidente que tendría que producirla de
la misma manera, y las generaciones irían al infinito.
5 En consecuencia, es claro que la forma -o como quiera que deba llamarse
la configuración que se da en lo sensible- no se genera y que no hay
generación ni de ella ni de lo-que-es (pues este es precisamente lo
que se genera en otra cosa, ya sea por arte, por naturaleza o <por obra
de> una facultad). Lo que se puede producir es una esfera-
10 de-bronce, y la produce a partir del bronce y a partir de la esfera; en
efecto, se produce una forma en una determinada cosa y esto es precisamente
la esfera-de-bronce.
Por cierto, si hubiera generación del ser de la esfera en general,
debería haber una cosa que derivase de alguna otra. En efecto, lo sujeto
a generación no tiene que ser siempre divisible, es decir, tendrá
que ser, por un lado, esto y, por otro, esto otro, lo cual debe entenderse
en el sentido que debe ser por un lado materia y, por otro, forma. Y si la
esfera es la figura cuyos puntos equidistan todos igualmente del centro, en
ella tendría
15 que distinguirse, por un lado, aquello que en ella es producido, y el todo
ser <así> lo generado, a saber, la esfera-de-bronce.
De lo dicho resulta bien claro que <a>lo que se denomina "forma"
o "realidad" no se genera; en cambio, lo que sí se genera
es el compuesto, que toma de ella su nombre y <b> que en todo lo generado
está contenida una materia, y que <c> lo generado es por un lado
materia y, por otro, forma.
20 Ahora bien, ¿tendremos que admitir al margen de las esferas particulares,
o una casa, al margen de las casas que son de ladrillos? <No>, pues
<a> si así fuese, jamás podría generarse un "esto";
además, <b> las Formas indican que son de una cierta naturaleza,
pero ellas no son un "esto", es decir, algo determinado. Lo que
produce y engendra a partir de eso es algo de una cierta naturaleza, y, una
vez engendrado, resulta un "esto" que posee cierta naturaleza. El
todo, que es un "esto", p.e., Calias o Sócrates, son de la
misma manera que una particular esfera de bronce, mientras que "hombre"
y
25 "animal" son a la manera de la esfera de bronce en general. Es
por lo tanto evidente que el carácter de causa que algunos suelen atribuir
a estas Formas -si hubiera Formas tales al margen de las cosas particulares-
carece de toda utilidad para dar razón de las generaciones y las realidades;
y <b>, además, por estos motivos, tampoco podrían
30 ser realidades subsistentes por sí mismas. <c> En algunos
casos, sin duda, es también evidente que quien engendra es tal como
es lo engendrado, aunque, sin embargo, no sean idénticos ni construyan
una única cosa numéricamente, sino específicamente, como
p.e. en el caso de los seres naturales -un hombre, en efecto, genera un hombre-
salvo que se trate de una generación contra natura, como la del caballo
que engendra una mula (pero aun en tales casos el proceso es semejante, pues
lo que de común podría haber entre el caballo y el burro, es
decir, un género más próximo, carece de nombre, pero
indudablemente comprende a ambos, como la mula. Resulta así evidente
que
1034 a 9
no hay necesidad de conferir a la forma
el carácter de modelo (tendrían que buscarse con mayor razón
en los seres naturales, dado que son ellos realidades en modo principal),
5 sino que basta que quien genera produzca y sea causa de que la forma se
de en la materia. El todo que finalmente resulta es una forma de determinada
naturaleza que se da en estas carnes y en estos huesos, a saber Calias y Sócrates:
y aunque difieran por la materia (pues ella es en ambos diferente) son idénticos
por su forma (ya que son indivisibles).
Capítulo 9
1034 a 9
Podría uno muy bien preguntarse
por qué algunas cosas se suceden tanto por arte como espontáneamente,
la salud, p.e., mientras que otras no, como p.e., una casa. La causa de esto
reside en que, en el primer caso, la materia -que es principio de la generación
en el producir y generarse de algunas de las cosas que son generadas por arte
y que es una parte [constitutiva] de la cosa generada -es capaz de moverse
por sí misma, mientras que, en el segundo caso, en cambio, no <puede
moverse por sí misma>; y, además, en el primer caso, puede
moverse de una determinada manera y, en el segundo
15 no: hay muchas cosas, en efecto, que pueden moverse por sí mismas,
pero no de una determinada manera: p.e., no pueden danzar. Todas las cosas,
pues, que poseen una materia de este tipo, como las piedras, no pueden moverse
de una determinada manera, salvo que sean movidas por otra cosa [por ejemplo,
el fuego], aunque sí por sí mismas de otra de otra determinada
manera. Por este motivo, algunas cosas no
20 podrían existir sin el que posee el arte [p.e., la casa], mientras
que otras sí pueden existir sin él: en efecto, ellas [estas
últimas] podrán ser movidas por aquellas cosas que no poseen
el arte, pero que pueden ser movidas ellas mismas por otras cosas [agentes]
que no poseen el arte, o bien por una parte de ellas.
De lo dicho resulta claro también que en cierto modo todas las cosas
se generan a partir de un homónimo -como los seres naturales-, (la
casa, p.e., se genera a partir de una casa, en cuanto es generada por el pensamiento,
ya que el arte es la forma), o bien de una parte homónima, o bien de
algo que posee una parte, a menos que se trate de
25 misma. Así, el calor que está en el movimiento produce calor
en el cuerpo, y este calor que está en el cuerpo o bien salud o bien
una parte de ella, o bien a ese calor le sigue como consecuencia una parte
de la salud o la salud misma. Por lo tanto, también puede decirse que
el calor produce la salud, porque a aquello que la produce le sigue como consecuencia
y le acompaña el calor. De esto se desprende que, como sucede en el
30 caso de los silogismos, la realidad es principio de todas las cosas (en
el sentido del ti estin): los silogismos, en efecto, parte de qué es,
y, en este caso, también parte de él las generaciones.
Los compuestos naturales, por su parte, se comportan de modo similar a los
productos artificiales. La semilla, en efecto, opera a la manera en que lo
hacen las cosas que operan por arte, ya que posee la forma en potencia y aquello
de lo que proviene la semilla
1034 b 1
es en cierto modo homónimo a lo
generado. No debe buscarse, en efecto, que en todas las cosas ocurra exactamente
igual que en el caso de un hombre que se genera de un hombre, pues también
una mujer se genera de un hombre [no es así en el caso de un ser incapaz
de generar, razón por la cual una mula no puede generarse de una mula].
Las cosas naturales que se generan espontáneamente, del mismo modo
que las producidas
5 por arte, son aquéllas cuya materia puede moverse por sí misma
con el mismo movimiento que la semilla produce. Por el contrario, las cosas
cuya materia no puede moverse por sí misma, no puede generarse sino
por efecto de algo ajeno a ellas.
[Pero no sólo en el caso de la realidad nuestros argumentos muestran
que la forma no se genera, sino que estos mismos argumentos son igualmente
válidos respecto de todas las cosas que son primeras, como cantidad,
cualidad y las restantes categorías
10 En efecto, así como se genera la esfera-de-bronce, pero no la esfera
ni el bronce -y lo mismo vale del bronce, en el caso de que sea generado (pues
también debe preexistir tanto la materia como la forma)-, así
también lo mismo puede decirse en el caso del qué es, de la
cualidad, de la cantidad e igualmente de las demás categorías:
porque no
15 es la cualidad lo que se genera, sino una madera o un animal que poseen
cantidad. Partiendo de estas consideraciones es posible advertir una propiedad
de la realidad: es necesario que preexista siempre otra realidad en acto que,
si se trata, por ejemplo, de un animal, produce un animal; pero en lo que
se refiere a la cualidad o a la cantidad, no es necesario que preexistan en
acto, sino que es suficiente que preexistan en potencia.
Capítulo 10
1034 b 20
<1> Puesto que la definición
es un enunciado y puesto que todo enunciado posee partes -siendo, además
<la relación que se da entre> el enunciado y la cosa similar
a <la relación que se da entre> la parte del enunciado y la parte
de la cosa-, se plantea ahora la cuestión si el enunciado de las partes
debe estar contenido en el enunciado del
25 todo, o no. Pues en unos casos están manifiestamente contenidos,
mientras que en otros no lo están. El enunciado del círculo,
en efecto, no posee el de los segmentos, mientras que el de la sílaba
sí posee el de las letras. Y, no obstante, el círculo se divide
en segmentos, así como la sílaba se divide en letras.
<2> Además, si las partes son anteriores al todo, dado que el
ángulo agudo es una parte del recto y el dedo una parte del animal,
el ángulo agudo tendría que ser anterior
30 al recto, y el dedo anterior al hombre. Pero se admite, por el contrario,
que tanto el ángulo recto como el hombre son anteriores <a sus partes>:
anteriores en cuanto al enunciado, puesto que las partes se enuncian a partir
de aquéllos, y anteriores, además, porque pueden existir sin
sus partes.
<1´> Sucede que "parte" se dice de múltiples
maneras, y según una de ellas, <parte> es lo que mide <otra
cosa> con respecto de la cantidad. Pero este primer significado dejémoslo
de lado, y examinemos, en cambio, aquellas cosas que, en tanto partes,
1035 a 1
constituyen la realidad. Si entonces,
hay por un lado materia, por otro, forma y, por otro compuesto de ambas, y
la realidad es tanto la materia, como la forma y el compuesto de ambas, debe
decirse que, que en algunos casos, la materia es parte de algo, mientras que,
en otros, no lo es, sino que en ellos, por el contrario, deben considerarse
partes
5 aquellas cosas que constituye el enunciado de la forma, p.e.: la carne no
es parte de la concavidad (pues aquélla es la materia sobre la que
se da la concavidad), mientras que de la chatura sí es parte de la
carne. Y el bronce es una parte de la estatua, pero de la estatua en tanto
compuesto y no de la estatua entendida como forma (pues, ciertamente, debe
enunciarse la forma y cada cosa en tanto posee una forma, pero jamás
debe enunciarse el compuesto material por sí mismo). Y por eso, el
enunciado de
10 círculo no contiene el enunciado de los segmentos, mientras que,
en cambio, el enunciado de la sílaba sí contiene el enunciado
de las letras, porque las letras, en efecto, son partes del enunciado de la
forma, y no son materia, mientras que los segmentos son parte del círculo
pero en el sentido de materia sobre la que se realiza <la forma>. Sin
embargo [y no por esto deja de ser cierto lo anterior], ellos están
más próximos a la forma que el bronce a la forma esférica,
cuando ésta se produce en él. Y en cierto sentido tampoco las
letras de la sílaba están, todas ellas, contenidas en el enunciado,
como
15 p.e. estas particulares letras grabadas en cera o en aquellas otras que
resuenan en el aire: éstas son ya parte de la sílaba en el sentido
de materia sensible. Y en efecto, si bien la línea, al ser dividida
en mitades se destruye, o bien el hombre se destruye al ser dividido en huesos,
nervios y carne, no puede concluirse sin embargo que recta u hombre
20 estén constituídos de esas cosas en el sentido de que sean
las partes de la realidad, sino de su materia y, si bien son partes del compuesto,
ellas no son de ningún modo partes de la forma ni de aquello a lo que
se refiere el enunciado. Por lo tanto, tampoco están contenidas en
los enunciados. En consecuencia, en algunos casos el enunciado de tales partes
estará contenido en enunciado del todo, mientras que en otros casos
no estará contenido [salvo que no se trate del compuesto]. Y es por
este motivo que
25 algunas cosas están constituídas por aquellas partes -a la
manera de principios- en los que pueden dividirse, mientras que otras, no.
Todas las cosas, entonces, que están contenidas de materia y forma,
como lo chato o el círculo de bronce, se resuelven en ellas [i.e.:
materia y forma] y la materia constituye una de sus partes. En cambio, todas
aquellas cosas que no están compuestas de materia, sino que carecen
de ella y cuyos enunciados son únicamente enunciados de la forma, no
se resuelven en ellas, si no de
30 un modo general, no precisamente al menos de aquel modo. De esto resulta
que si bien ellos son principios y parte de los compuestos [materiales], no
pueden ser ni principios ni partes de la forma. Y por ese motivo, la estatua
de arcilla se resuelve en arcilla, la esfera se resuelve en bronce. Calias
se resuelve en carnes y huesos y, además, el círculo se resuelve
en sus segmentos, porque hay, por cierto, también un círculo
compuesto
1035 b 1 de materia; en efecto, se denomina homonímicamente tanto el
círculo tomado en sentido absoluto como el círculo particular,
por el hecho de que no hay un nombre que corresponda con propiedad a los círculos
particulares.
<2'> Aunque con esto hayamos dicho ahora la verdad, debemos, sin embargo,
retornar la cuestión para tratarla con mayor claridad. Las partes de
un enunciado, en las que ese enunciado puede dividirse, son anteriores, a
todas o bien algunas. El enunciado del ángulo recto no se resuelven
en el enunciado del ángulo agudo sino que, por el contrario, el del
ángulo agudo se resuelve en el del ángulo recto: ya que el ángulo
agudo es
10 precisamente aquel ángulo que es menor que un recto. Y es similar
el caso del círculo y del semicírculo, puesto que el semicírculo
se define recurriendo al círculo, así como el dedo se define
recurriendo al todo del que forma parte, ya que el dedo es precisamente una
determinada parte del hombre. De esto resulta que aquellas cosas que son partes
en sentido de materia y en las que una cosa se resuelve, también en
tanto materia, son posteriores; aquéllas, en cambio, que son partes,
pero del enunciado y de la realidad considerada como en el enunciado [i.e.,
como forma], ellas son anteriores, o todas o
15 algunas. Y, puesto que el alma de los seres vivos (que es, en efecto, realidad
del viviente) es la realidad considerada en el enunciado, es decir, en la
forma y lo-que-es de un determinado cuerpo (ciertamente, cuando se quiera
definir bien cada miembro particular no podrá prescindirse de su función
<propia>, que no es darse sin la sensación), de esto
20 se desprende que las partes del alma, ya sean todas o algunas de ellas,
son anteriores al compuesto animal y, sin duda, lo mismo puede afirmarse del
animal particular; pero el cuerpo y sus partes, en cambio, son posteriores
a aquella realidad, y aquello que puede resolverse en esas partes como en
su materia no es la realidad sino el compuesto. En un sentido, entonces, las
partes del cuerpo son anteriores al compuesto: mientras que en otro sentido
no lo son (ya que ellas tampoco pueden existir separadas del cuerpo: el dedo
no es en todos los casos dedo de un ser vivo, sino que si está muerto,
es un dedo sólo por homonimia).Hay, sin embargo, algunas partes del
cuerpo que existen
25 simultáneamente con el compuesto, son ellas las partes que son principales
y que constituyen aquello primario en lo que se apoyan tanto el enunciado
como la realidad, p.e., el caso del corazón o del cerebro -y cual sea
de los dos efectivamente es algo que carece de importancia-. Por el contrario,
hombre, animal y cualquier otro de este tipo que se aplique a los individuos
particulares, pero tomados como universales, no son sustancias, sino un compuesto
de un determinado concepto [i.e.: forma] y una determinada materia, considerada
universalmente; pero si se considera únicamente al individuo
30 particular, p.e., Sócrates, éste sólo debe considerarse
a partir de la materia próxima. Y lo mismo ocurre en los casos similares.
<1> Hay, entonces, parte tanto de la forma (y por "forma"
entiendo lo-que-es) como del compuesto de forma y materia, y aun de la materia
misma. Sin embargo, sólo las partes de la forma son partes del enunciado,
y el enunciado es <siempre> del universal: ser círculo [i.e.:
esencia del círculo] y círculo son lo mismo, así como
también son lo
1036 a 1
mismo ser alma [i.e.: esencia de alma]
y alma. Por el contrario, del compuesto, p.e., de este círculo o del
algún otro círculo particular, sensible o inteligible -y al
decir "inteligible" me refiero, p.e., a los círculos matemáticos
y con "sensibles" aludo, p.e., a círculos
5 de bronce o madera- de los compuestos, digo, no hay definición, sino
que se los conoce a través de la intuición o de la sensación;
pero cuando no están más actualmente presentes [a la intuición
y a la sensación], no nos resulta claro si existen o no; no obstante
se los enuncia y conoce siempre mediante un enunciado universal. La materia,
por su parte, es por sí misma incognoscible. [Hay, por un lado, materia
sensible y, por otro,
10 materia inteligible: sensible es, p.e., el bronce, la madera y toda otra
sujeta a cambio; inteligible es, en cambio, la materia que pertenece a las
cosas sensibles, pero no en tanto sensibles, como las entidades matemáticas].
<2> Hemos explicado, pues, hasta ahora aquello que concierne al modo
en que se dan el todo y las partes, así como lo anterior y lo posterior.
Quedaría por responder a
15 quien se le ocurriese preguntar si son anteriores el ángulo recto,
el círculo o el animal, o bien las partes que en ellas se resuelven
y de las que están constituídos, que la cuestión no es
simple de resolver. Porque, en efecto, si el alma es el animal o el ser viviente
y si el alma de cada individuo es el individuo mismo, y si el ser del círculo
es el círculo, y el ser ángulo recto, y la realidad del ángulo
recto, deberá decirse que, en un sentido, el todo es posterior a las
partes y a las partes consideradas en cierto modo: p.e., es posterior [entiéndase:
el ángulo
20 recto particular] a las partes del enunciado y a las primeras partes del
ángulo recto particular (en efecto, un ángulo recto de bronce
es un ángulo recto que se da con una materia, así como también
un ángulo recto [inteligible] que está formado por dos líneas
particulares). El ángulo recto no posee materia, en cambio, es posterior
a las partes del enunciado, pero anterior a las partes que pertenecen a un
ángulo recto particular. La cuestión, pues, no puede resolverse
de un modo simple. Pero si se dijera que el alma es diferente del animal y
no es el animal, aun en ese caso habría que afirmar que, en
25 un sentido, las partes son anteriores y que, en otro sentido, no, tal como
se dijo.
Capítulo 11
1036 a 26
Podría muy bien preguntarse <ahora>
cuáles son partes de la forma y cuáles no lo son, sino <que
son partes> del compuesto. Por cierto, si ello no queda en claro, no es
posible definir ninguna cosa, ya que la definición es, en efecto, del
universal y de la forma. Por consiguiente, si no está bien claro cuáles
son las partes materiales y cuáles no lo
30 son, tampoco quedará en claro cuál es enunciado [concepto]
de la cosa.
En las cosas que vemos realizarse sobre <materias> de diferente naturaleza,
como p.e., el círculo, que se realiza en el bronce, la piedra o la
madera, resulta evidente que ni el bronce ni la piedra constituyen nada de
la realidad del círculo, porque el círculo puede ser considerado
con independencia de ellos. Pero aun en el caso de que aquellas
35 osas que no pueden considerarse con independencia <de la materia>,
nada impide que ellas se comporten de manera similar a las anteriores. Supongamos,
p.e., que
1036 b 1
todos los círculos que pudieran
verse fueran de bronce; aun en ese caso, tampoco podría decirse que
el bronce es una parte de la forma, aunque resultare difícil para nuestro
pensamiento, prescindir de él. La forma del hombre, pongamos por caso,
se manifiesta siempre en carne, huesos y partes de ese tipo, ¿son ellas,
entonces, parte de la
5 forma y del enunciado? ¿O bien no lo son, y son, en cambio, materia,
pero por el hecho de que <esa forma> no se da sobre otro tipo de cosas,
no vemos imposibilitados de considerarla independiente? Ahora bien, puesto
que la separación de la materia parece posible, pero no resulta claro
cuándo podrá darse, algunos ya se plantean el problema también
en lo que se refiere al círculo o al triángulo, pensando que
no conviene definirlos recurriendo a las
10 líneas o a la extensión continua, sino que esos casos deben
considerarse del mismo modo que la carne y los huesos del hombre y la piedra
de la estatua. Así reducen todo a los números y dicen que el
concepto de línea es el concepto del número dos. Y entre los
defensores de las Ideas, algunos afirman que la díada es la línea,
mientras que otros sostienen que la díada es la forma de la línea,
porque <según estos últimos> en
15 algunos casos son lo mismo la Forma y aquello de lo cual la Forma es Forma
(p.e., la díada y la Forma de la díada), pero en el caso de
la línea no sucede así. Se sigue de esto, pues, que una es la
forma de muchas cosas, cuya forma aparece diferente (<consecuencia>
en la que cayeron también los pitagóricos), y así sería
posible afirmar que la forma misma de todas las cosas es una y que las demás
no son formas. De este modo,
20 empero, todas las cosas tendrían que ser una unidad. Que hay ciertas
dificultades respecto de las definiciones también cuál es su
causa, ya lo hemos dicho. Es, en consecuencias, superfluo tratar de reducir
todas las cosas de ese modo a la forma y dejar de lado la materia, algunas
cosas son simplemente esta determinada forma en esta determinada materia o
bien son cosas determinadas en tal o cual modo preciso. Y la comparación
que, en el caso del ser vivo, solía hacer Sócrates
25 el joven, no es adecuada, porque aleja de la verdad y nos lleva a suponer
que el hombre puede existir sin sus partes [materiales], así como el
círculo sin el bronce. Pero no se trata del mismo caso, pues el animal
es un ser sensible y no se lo puede definir con prescindencia del movimiento
y, por tanto, tampoco se lo puede definir prescindiendo
30 de las partes que se hallan relacionadas de una determinada manera. En
efecto, la mano no es, en todos los casos, una parte del hombre, sino sólo
en tanto ella pueda cumplir la función que le es propia y, en consecuencia,
en tanto se trata de una mano que posee vida, la mano sin vida, por el contrario,
no es una parte del hombre. [Ahora bien, en lo que concierne a las entidades
matemáticas, ¿por qué los conceptos [enunciados] no son
partes de los conceptos [enunciados], como, p.e., los semicírculos
35 no son parte del círculo? Porque los semicírculos no son,
por cierto, partes sensibles del círculo. ¿O esto tal vez carece
de importancia? En efecto, puede haber algunas cosas que aun sin ser sensibles
poseen materia; además posee materia toda cosa que
1037 a 1
no es un lo-que-es, ni una forma en sí
y por sí, sino un esto. En consecuencia, los semicírculos no
son partes del círculo considerado como universal, pero sí tendrán
que
5 ser partes de los círculos particulares, como antes se ha dicho.
En efecto, hay, por un lado, materia sensible y, por otro, materia inteligible].
Es, además, evidente, que el alma es la realidad primera, mientras
que el cuerpo es materia, y el hombre o el animal es el compuesto de ambos
en el sentido universal. Y "Sócrates" y "Corisco",
si es que también el alma es Sócrates, poseen un doble significado
(pues se los puede entender como alma o como compuesto de alma y cuerpo),
pero si se los entiende simplemente como esta determinada alma y este determinado
cuerpo, lo que se ha dicho del universal se aplica también al particular.
10 Ahora bien, si al margen de la materia de las realidades de este tipo,
hay alguna otra, y si también debe buscarse alguna otra realidad como
números o algo semejante, es cuestión que habrá de examinarse
después. Es, en efecto, con este propósito que tratamos de establecer
precisiones acerca de las realidades sensibles, porque en cierto
15 sentido, la indagación sobre las realidades sensibles es objeto
de la Física y de la Filosofía segunda. El físico, en
efecto, debe poseer un conocimiento no sólo sobre la materia, sino
también sobre la realidad que se expresa en el concepto [enunciado]
y más aún sobre esta última.
Con respecto de las definiciones, de qué modo sus partes están
contenidas en el enunciado y por qué la definición es un enunciado
único (porque evidentemente el objeto es uno, pero ¿en virtud
de qué es uno, si es que tiene partes? es algo que deberá
20 examinarse más adelante. Hemos dicho, entonces, <a> qué
es lo-que-es y en qué sentido él es por sí en toda cosa
en general; y <b> que qué en algunos casos el enunciado de lo-que-es
contiene las partes del objeto definido y en otros casos no los contiene;
y que <c>, además, en el enunciado de la realidad no están
contenidas las partes en tanto son materia -en efecto
25 ellas no son partes de la realidad considerada como forma, sino, por el
contrario, de la realidad compuesta; de ésta hay, en un sentido, enunciado
y en otro no lo hay-. En efecto, de ella no hay definición en tanto
esté unida a la materia (pues ella es indefinida), pero sí la
hay, por el contrarío, si se la considera según la realidad
primera: p.e., el enunciado [concepto] de hombre es el enunciado de alma.
La realidad es, en efecto, la
30 forma inherente, y el compuesto de forma y materia se llama realidad como
p.e., la concavidad (dado que de ésta y de la nariz se forma una nariz
chata y la chatura, porque en ellos la nariz está presente dos veces).
Por el contrario, en la realidad compuesta, como en nariz chata o en Calias,
está también contenida la materia. Hemos señalado
1037 b 1
además, que lo-que-es y cada cosa
particular son, en algunos casos lo mismo, como sucede con las realidades
primeras (y llamo "primera" a la que no se llama así por
el hecho de que una cosa esté en otra, es decir, en un sujeto considerado
como materia),
5 mientras que en aquellas cosas que se consideran materia o compuestos de
la materia, lo-que-es y la cosa particular no son lo mismo ni siquiera cuando
se trata de una unidad accidental, como "Sócrates" y "culto",
pues estas cosas, en efecto, sólo coinciden por accidente.
Capítulo 12
1037 b 8
Hablemos ahora, en primer término,
de cuanto no se dijo en los Analíticos sobre la definición,
porque la dificultad allí planteada resulta de utilidad para nuestro
tratamiento
10 de la realidad. La dificultad a la que me refiero es la siguiente: por
qué precisamente aquello cuyo enunciado [lógos] decimos que
es una definición debe ser una unidad, p.e., "animal bípedo"
en el caso de "hombre" (digamos que es éste el enunciado
de "hombre"). ¿Por qué, en efecto, esto -es decir
"animal" y "bípedo" - constituyen una unidad y
no una multiplicidad?
15 En el caso de "hombre" y "blanco" hay una multiplicidad
cuando uno no pertenece al otro, pero se da un unidad cuando uno sí
pertenece al otro, es decir, cuando hay un sujeto -"hombre"- que
posee una afección: pues en ese caso, en efecto, se forma una unidad,
que es "hombre blanco". Pero, en nuestro ejemplo, una cosa [animal]
no participa de la otra [bípedo]: se admite, en efecto, que el género
no participa de las diferencias (porque si así fuera, resultaría
que una misma cosa participaría simultáneamente de contrarios,
ya que son contrarias aquellas diferencias en las que se divide el género).
20 Pero aun cuando el género participase de las diferencias, valdría
el mismo argumento, puesto que son varias las diferencias [propias del "hombre"],
tales como "pedestre", "bípedo", "áptero".
Y bien, ¿por qué estas diferencias constituyen una unidad y
no una multiplicidad? No es, sin duda, porque estén contenidas en un
mismo género, porque
25 en tal caso todas ellas formarían una unidad. Ahora bien, deben
constituir una unidad todas aquellas que están en la definición,
ya que la definición es un enunciado que tiene carácter de unidad
y es un enunciado de la realidad, de ahí que debe ser un enunciado
de una cosa única. En efecto, también la realidad es una unidad
determinada, es decir, significa un "esto", tal como decimos. Pero
consideremos principalmente las definiciones que se obtienen por división.
En la definición no hay ninguna otra cosa más que el género
que se llama primero y las diferencias
30 Todo los demás son géneros, tanto el primero como las diferencias
que se consideran con él, p.e., género primero es "animal";
el que le sigue es "animal bípedo", y, finalmente, a continuación,
viene "animal bípedo implume"; y lo mismo sucedería
en el caso en que hubiese un número mayor de diferencias. Pero, en
general, no tiene
1038 a 1
importancia que sean muchas o pocas, de
modo que tampoco importa que haya pocos <términos> o sólo
dos. Cuando hay dos términos, uno es la diferencia y el otro es el
género: p.e., en el caso de "animal bípedo", "animal"
es el género y el otro término, "bípedo", es
la diferencia
5 Ahora bien, si el género no puede darse absolutamente al margen de
las que considerar sus especies, o bien si existe, pero como materia de las
especies (la voz, en efecto, es género y materia, y las diferencias
forman, a partir de ella, las especies y las letras), entonces es evidente
que la definición es el enunciado constituído por las diferencias.
Pero, sin embargo, es también necesario proseguir la división
con la diferencia de la diferencia, p.e., la diferencia de "animal"
es "provisto de pies". Y, a su vez, será preciso conocer
la diferencia de "animal provisto de pies" en cuanto provisto de
pies; de ahí
10 que, si se pretende hablar con justeza, no podrá decirse que de
"provisto de pies", una de las diferencias sea "alado"
y la otra "áptero" (y esto lo hará quien no fuese
capaz de dividir correctamente), sino que una de las diferencias es "cisípedo"
y la otra "solípedo". Estas son, en efecto, diferencias relativas
al pie, ya que la característica de ser cisípedo
15 es un modo de ser del hecho de tener pies. Y deberá proseguirse
de esta manera hasta llegar a aquel punto donde no haya más diferencias.
Así, entonces, habrá tantas especies de pies cuantas sean las
diferencias y el número de especies de animales provistos de pies será
el número de las diferencias. Si esto es efectivamente así,
es evidente que la diferencia última tendrá que ser la realidad
y la definición de la cosa, puesto
20 que no debe decirse muchas veces la misma cosa en las definiciones, pues
resulta superfluo. Pero sin embargo esto sucede: p.e., cuando se dice "animal
provisto de pies bípedo", no se está diciendo otra cosa
más que "animal que tiene pies, que tiene dos pies". Y si
aún se dividiera esto con la división que le es propia, se estará
diciendo más veces la misma cosa, precisamente el mismo número
de veces que las diferencias. Así, si hay una diferencia de la diferencia,
habrá una única diferencia, la última, que
25 será la forma, es decir la realidad. (Si, en cambio, se divide conforme
a atributos accidentales, p.e., si se quisiese dividir "provisto de pies"
en "blanco" y "negro", habrá tantas diferencias
como divisiones haya). Resulta, en consecuencia, evidente que la definición
es un enunciado constituído por las diferencias y más precisamente
por la última de ellas, si es que se divide correctamente. y esto se
pondría en claro si se alterase el
30 orden de tales definiciones: si, p.e., para definir: "hombre"
se dijese "animal bípedo provisto de pies". "Provisto
de pies" sería, en efecto, superfluo, después de haber
dicho "bípedo". Pero el orden no se da, sin duda, en la realidad,
porque ¿cómo puede pensarse que en la realidad una diferencia
sea anterior y otra posterior?
En lo que se refiere, entonces, a las definiciones por división, basta,
en principio, lo que hemos dicho sobre sus características.
Capítulo 13
1038 b 1
Puesto que nuestro examen tiene por objeto
la realidad, volvamos nuevamente sobre ella. "Realidad" se dice
del sujeto, de lo-que-es, del compuesto de ambos y <, por fin,> del
universal. De los dos primeros <significados> ya hemos hablado (en efecto,
hemos hablado de lo-que-es y del sujeto, y de éste hemos dicho que
se entiende de dos maneras: o como
5 un "esto", tal como un animal respecto de sus afecciones, o bien
como la materia respecto del acto). Ahora bien, dado que algunos piensan que
el universal es causa por excelencia y que el universal es también
principio, debemos, entonces, ocuparnos asimismo de él. Parece, en
efecto, imposible que cualquiera de los llamados universales sea realidad.
Porque, <1> en primer lugar, realidad de cada cosa en particular, es
aquella que es propia de cada cosa en particular, aquella que no pertenece
a otra cosa, mientras que
10 el universal, en cambio, es algo común, ya que se llama universal
precisamente a aquello que pertenece, por su propia naturaleza, a una multiplicidad
de cosas. ¿De qué podrá ser, entonces, realidad? Tendría
que ser realidad o de todas las cosas o bien de ninguna de ellas. Pero no
es posible que sea realidad de todas las cosas; y, si fuera realidad de una
única cosa, las demás cosas serían precisamente ella.
En efecto, todas aquellas cosas cuya realidad es única y cuyo lo-que-es
es también único, deben ser ellas mismas una única cosa.
<2> Además, se llama "realidad" a aquello que no se
dice de un sujeto, mientras que
15 el universal, en cambio, se dice siempre de algún sujeto. <3>
Pero es universal, si bien no puede ser realidad al modo de lo-que-es, ¿no
puede, acaso, ser inherente a éste, tal como "animal" es
inherente a "hombre" y a "caballo"? Y si es así,
es evidente que tendrá que haber un enunciado de él. No importa
que el enunciado no comprenda todo aquello que está en la realidad;
porque no por eso
20 será [i.e.: el universal] menos realidad de una cosa -así
como "hombre" es realidad del hombre [particular] en el caso que
es inherente-, de donde resulta que, nuevamente, ocurrirá lo mismo
en este caso: el universal será realidad de aquello en cuya especie
es inherente como una propiedad. <4> Además, es imposible y aun
absurdo que un "esto" y una realidad, si resultan de algo, no resulten
de <otras> de otras realidades o de un "esto", sino de una
cualidad, porque en tal caso lo que no es realidad -más precisamente
la cualidad- serían anteriores
25 a la realidad y al esto. Pero eso es imposible: ni desde el punto de vista
conceptual, ni temporal, ni desde el punto de vista de la generación
es posible que las afecciones sean anteriores a la realidad, porque si lo
fueran deberían también ser independientemente de la realidad.
<5> Además, en Sócrates está contenida una realidad,
de donde resultaría que tendría que haber realidad de dos cosas
[i.e. de Sócrates y de hombre]. <6> Y, en general, si "hombre"
y todo lo que así se dice, es realidad, sucede entonces que nada de
lo que está comprendido en el enunciado [de ésos] podrá
ser realidad de
30' algo ni podrá ser independientemente de las cosas particulares
ni en otra cosa. Con ello quiero decir que, p.e., no hay un cierto y determinado
animal al margen de los animales particulares, ni nada de lo que está
contenido en los enunciados. <7> De estas consideraciones se desprende
con claridad que nada de lo que es universal es realidad y que nada de lo
que se predica en común significa un "esto" [tóde
ti],
35 sino un algo que tiene tales o cuales características [un cual,
"toiónde"]. Si no fuera
1039 a 1
así, se desprenderían muchas
otras dificultades y también <el argumento de> "el tercer
hombre". <8> Más aún: el asunto resulta también
claro de este otro modo: es imposible, en efecto, que una realidad esté
constituída por realidades que le son inherentes en acto, porque en
tal caso habría dos cosas en acto y no una sola en acto. Pero si, en
cambio,
5 hubiera dos cosas en potencia, podría haber una unidad en acto (el
doble, p.e., está constituído por dos mitades, aunque sólo
en potencia: el acto, en efecto, separa). En consecuencia, si la realidad
es una unidad, no podrán éstas estar constituídas por
realidad que le sean inherentes, y en tal sentido Demócrito tiene razón
cuando dice que es
10 imposible que de dos cosas se forme una o que de una se formen dos, dado
que él considera que las magnitudes que son indivisibles son las realidades.
Y lo mismo vale también, evidentemente, en el caso del número,
si es que el número es precisamente una composición de unidades,
tal como algunos sostienen: pues, o bien la dualidad no es una unidad, o bien
la unidad no está en ella en acto.
Pero esta conclusión presenta una dificultad. Porque si es imposible
que una realidad
15 esté constituída por universales -por el hecho de que éstos
significan tales o cuales características [toiónde] de una cosa
y no un "esto" -y, si, además, ninguna realidad puede ser
un compuesto de realidades en acto, toda realidad, entonces, tendría
que ser algo no compuesto [asyntheton] y, en consecuencia, no podría
haber enunciado de ninguna realidad. Pero sin embargo, todos admiten, sin
duda, y ya se ha dicho antes, que, o bien hay definición únicamente
de la realidad, o bien hay definición de ella en modo
20 principal; y ahora, en cambio, parece que no puede haber definición
ni aun de ésta, y, si es así, no podrá haber definición
de nada. Tal vez podríamos decir que, de una manera, la hay y, de otra
manera, no la hay. Pero lo que acabamos de decir resultará más
claro a partir de lo que expondremos más adelante.
Capítulo 14
1039 a 24
Partiendo de estas mismas consideraciones,
puede advertirse claramente cuáles son las consecuencias que se derivan
para quienes afirman que las Ideas son realidades, que son separadas, y que
sostienen al mismo tiempo que la forma está constituída por
el género y las diferencias. En efecto, si hay formas y si "animal"
está presente en "hombre" y en "caballo", <1>
o bien "animal" tendrá que ser [en hombre y en caballo] uno
y el mismo numéricamente, <2> o bien deberá ser diferente
[en ambos numéricamente] (porque conceptualmente no cabe duda que "animal"
es uno: quien lo define da, por cierto, en ambos casos, el mismo enunciado).
Si, entonces, hay un hombre en sí y por sí [una forma de hombre],
que es un "esto" y
30 es separado, necesariamente sus constituyentes, a saber, "animal"
y "bípedo", deben indicar un esto y ser, también ellos,
separados y realidades: en consecuencia, también "animal"
[debe ser un esto separado y una sustancia]. <1> Si suponemos, pues,
que es uno y el mismo el <animal> que está presente en "caballo"
y en "hombre", así como tú eres uno contigo mismo,
<a> ¿cómo podrá ser uno el <animal> que está
presente en seres que son separados y por qué motivo este animal no
tendrá también que estar separado de sí
1039 b 1
mismo? <b> además, si <"animal">
es por participación de "bípedo" y de "polípedo",
resulta como consecuencia algo imposible, porque a algo que es uno y es un
esto le corresponderán a un mismo tiempo atributos contrarios; y si,
en cambio, <animal> no <es por participación de ellos>,
¿qué deberá entenderse cuando se diga que "animal"
5 es "bípedo" o "dotado de pies"? Tal vez esto
pudiera significar que ellos están yuxtapuestos y en contacto o que
están mezclados. Todo esto, sin embargo, es absurdo. <2> Supongamos,
entonces, que "animal" es diferente en cada caso. Si así
fuera, <a> serían innumerables, por así decirlo, las especies
cuya realidad de "animal", porque no es por accidente que "hombre"
deriva de "animal". Además, <b> el animal en sí
sería múltiple, porque <i> el animal que está en
cada una de las especies sería realidad
10 <de esa especie> (dado que de cada especie no se predica otra cosa
sino "animal"; si de ella se predicase otra cosa, "hombre"
derivaría de esta otra cosa y esta otra cosa sería su género)
y, además <ii> serían Ideas todas aquellas cosas que constituyen
a "hombre". Pero no puede lo que es Idea de una cosa ser realidad
de otra (porque es imposible). Por lo tanto, el "animal" presente
en cada una de las especies de animales será el animal en sí.
Además,<c>¿de qué otra cosa podría ser provenir
este animal <presente en cada una de las especies> y cómo podría
derivar del animal en sí ¿O cómo puede ser posible que
"animal", cuya realidad es precisamente esto mismo <a saber,
animal> puede existir aparte del animal en sí? <3> Agreguemos
todavía que, en el caso de las cosas sensibles, también se producen
estas consecuencias y otras aún más absurdas. Si, pues, estas
consecuencias son imposibles, es evidente que no hay formas de las cosas sensibles
a la manera en que algunos lo sostienen.
Capítulo 15
1039 b 20
Puesto que "realidad" es por
un lado el compuesto (synolon) y, por otro, la forma conceptual (y con esto
quiero decir que el primero es una realidad que es de una cierta manera, o
sea, [constituída por] la forma unida a la materia, mientras que la
segunda es la forma en cuanto tal), las realidades que son de una cierta manera
están sujetas a corrupción (ya que también están
sujetas a generación), pero la forma, en cambio, no es de una manera
tal que pueda corromperse (pues también está sujeta a generación,
ya que, p.e., lo que se genera no es el ser de la casa sino el ser de esta
o aquella casa
25 particular). Las formas son y no son, con prescindencia de generación
y corrupción. Se ha mostrado ya, efectivamente, que nadie las genera
ni las produce. Es por este motivo que de las realidades sensibles particulares
no puede haber definición ni demostración, porque ellas poseen
una materia cuya naturaleza es tal que puede tanto ser como no ser; de ahí
que son corruptibles todas ellas. Si entonces la
30 demostración, así como la definición científica
corresponden a las realidades que son necesarias y si, como es posible que
la ciencia sea a veces ciencia y otras veces ignorancia, no puede haber demostración
ni definición sino sólo opinión de aquello que
1040 a 1
puede ser de otra manera, es evidente
que de las realidades particulares sensibles no podría haber ni definición
ni demostración. Las cosas corruptibles son, en efecto, oscuras aun
para quien posee la ciencia, no bien se alejan del campo de la sensación,
y aunque se conserven en el alma los conceptos de ellas, no podrá haber
de ellas ni definición ni demostración. Es por lo tanto necesario,
en lo que concierne a la definición,
5 que cuando se intente definir alguna de las cosas particulares, no se ignore
que tal definición puede ser refutada, porque ciertamente, no es posible
definirlas.
Tampoco es posible definir una Idea, porque la Idea es un individuo particular,
según dicen, y es separada. En efecto, una definición necesariamente
está compuesta de
10 nombres y quien define no podrá acuñar un nombre nuevo, porque
en tal caso la definición sería incomprensible, pues los nombres
establecidos por el uso son comunes a todas las cosas a las que designan.
Ellos, en consecuencia, deben necesariamente corresponder a otra cosa diferente
de aquélla a la que definen. Si, p.e., alguien quisiera definirte a
ti, diría que eres un animal delgado, blanco o que posee algún
otro carácter que tendrá que pertenecer también a otra
cosa. Y si se objetase que no hay motivo alguno que impida que todos estos
caracteres, tomados uno a uno por separado, pertenezcan
15 a una multiplicidad de cosas y que, en cambio, tomados juntos pertenezcan
sólo a una determinada cosa, podría respondérsele, <a>
en primer lugar, que ellos pertenecen también a las dos cosas [i.e.:
a ambas partes de la definición], como, p.e., "animal bípedo"
pertenece tanto a "animal" como "bípedo" (y esto
vale también necesariamente en el caso de las realidades eternas, ya
que "animal" y "bípedo" son tanto anteriores al
compuesto como partes de una realidad separada. En efecto, o bien ni "animal"
ni "bípedo" son separados, o bien lo son ambos: en el caso
de que no fueran separados [ni el uno ni el otro], no existiría el
género fuera
20 de las especies y, si, en cambio, son separados, también la diferencia
será separada). Además, porque "animal" y "bípedo"
son anteriores al compuesto y no desaparecen si desaparece el compuesto. <b>
En segundo lugar, si las Ideas están constituídas por Ideas
(puesto que los constituyentes son más simples que el compuesto), esas
Ideas de las que está constituída la Idea deberán predicarse
de muchas, como, p.e., "animal" y "bípedo". Si
así no fuera, ¿cómo podría conocérselas?
Se trataría, en tal caso, de una Idea que no se podría predicar
25 de más de una cosa. Pero eso no parece admisible, sino que toda
Idea es participable.
Como lo hemos dicho, entonces, pasa inadvertida la imposibilidad de definir
en el ámbito de las realidades eternas, especialmente en el caso de
aquéllas que son únicas, como el sol o la luna. Porque no sólo
se comete el error de añadir <en la definición> aquellos
caracteres que puedan eliminarse sin que el sol, por ello , deje de ser, como
30 "girar alrededor de la tierra" o "esconderse de noche"
(pues si el sol se detuviese o brillase de día, ya no sería
sol; pero resultaría absurdo que el sol no siguiese siendo sol, porque
el sol significa una cierta realidad). Pero <también se comete un
error si se agregan> caracteres que convienen a otras cosas; p.e., si se
generase un objeto diferente con tales caracteres, es evidente que sería
sol y, en consecuencia, la definición sería común a ambos.
Pero se ha dicho que el sol es una cosa particular, como Cleón o
1040 b 1
Sócrates. Y, después de
todo, ¿por qué ninguno <de los sostenedores de las Ideas>
proporciona una definición de Idea? Si lo intentase, se pondría
sin duda en claro la verdad de lo que acabamos de decir.
Capítulo 16
1040 b 5
Es evidente que también la mayor
parte de las consideradas comúnmente realidades son potencias, como
las partes de los animales (ninguna de ellas, en efecto, es separada; y cuando
se hallan separadas, entonces son, todas ellas, sólo como materia),
y también la tierra, el fuego y el aire: ninguno de ellos es una unidad,
sino una suerte de conglomerado, antes de que hayan sido informados y que
de ellos se genere alguna
10 cosa una. Ahora bien, en particular podría suponerse que las partes
de los seres vivos y las partes del alma correspondientes se dan de ambas
maneras, es decir, son tanto en acto como en potencia, por el hecho de que
poseen movimientos procedentes de un punto que se halla en las articulaciones,
razón por la cual algunos animales continúan viviendo aun cuando
hayan sido seleccionados. Pero incluso en esos casos, es sólo en incompleta,
ya que tal cosa es una malformación.
15 Pero, dado que "uno" se dice de tantas maneras como "ser"
y la realidad de lo que es uno es una y, además, puesto que aquellas
cosas cuya realidad es numéricamente una son numéricamente una
unidad, es evidente que ni lo uno ni el ser pueden ser considerados realidades
de las cosas, como tampoco pueden serlo el ser elemento o el ser principio.
Pero nosotros buscamos cuál es el principio, a fin de remontarnos a
algo más
20 cognoscible. De esas nociones "ser" y "uno" son realidades
con mayor derecho "principio" y "elemento" o "causa",
pero ni aun aquellos que son en verdad realidad, puesto que nada que sea común
es realidad. La realidad, en efecto, no pertenece más que a sí
misma o bien a aquello que la posee y cuya realidad ella es. Además,
lo que es uno no puede ser en muchos lugares simultáneamente. De esto
se sigue con toda claridad que
25 ninguno de los universales es al margen de los particulares y separados
de ellos.
Sin embargo, quienes sostienen las formas, en un sentido están en lo
cierto, cuando afirman que son separadas, puesto que son realidades, pero
en otro se equivocan, ya que conciben a la forma como una "unidad sobre
la multiplicidad". La raíz de esto está
30 en su incapacidad de explicar cuáles son esas realidades de naturaleza
incorruptibles, aparte de las particulares y sensibles; en consecuencia, las
hacen específicamente idénticas a las realidades corruptibles
(pues a éstas las conocemos) y hablan, p.e., de "hombre en sí"
y de "caballo en sí", añadiendo a los hombres de las
cosas sensibles la expresión "en sí". Sin embargo,
aun en el caso de que jamás hubiésemos visto los astros, no
por ello -creo yo- serían menos realidades eternas, aparte de las que
nosotros conocemos. De
1041 a 1
esto resulta que, en el caso presente,
aun cuando no podamos aprehender cuáles son esas realidades incorruptibles,
al menos es necesario admitir que hay algunas.
En consecuencia, queda en claro que ninguno de los llamados universales es
realidad y que tampoco es realidad ninguna cosa constituida por realidades.
Capítulo 17
1041 a 6
A qué es menester denominar realidad y cuál es su naturaleza,
digámoslo ahora de nuevo, abordando la cuestión desde otra perspectiva,
pues de estas consideraciones pueda, quizás, lograrse alguna claridad
acerca de aquella realidad que existe separada de las realidades sensibles.
Puesto que, en efecto, la realidad es un principio, es decir, una causa, ésta
debe ser,
10 Buscar el porqué es preguntarse siempre por qué una cosa
pertenece a otra. En efecto, buscar por qué el "hombre culto"
es "hombre culto" significa buscar o bien lo que acabamos de decir
-o sea, por qué el "hombre" es "culto"- o bien
significa otra cosa. Ahora, preguntarse por qué una cosa es ella misma
significa no buscar nada (ya que el qué y su ser deben de antemano
resultar manifiestos -me refiero, p.e., al hecho de que la luna se eclipse-;
en efecto, el hecho de que una cosa sea ella misma es la única razón
y la única causa aducible para responder a toda pregunta del tipo "¿por
què el
15 hombre es hombre?" o "¿por qué el culto es culto?".
A menos que se respondiese que cada cosa es indivisible de sí misma,
lo cual no es sino afirmar su unidad; ésta es, empero, una respuesta
general que se aplica a todos los casos y es, además, sumaria).
20 Aquello que, por el contrario, podría muy bien preguntarse es por
qué el hombre es un animal de tal o cual tipo. En este caso, es obvio
que no se pregunta por qué quien es hombre es hombre, sino que se busca
más bien por qué una cosa que se dice de otra pertenece a esta
otra (y que pertenece a otra debe ser claro, porque de lo contrario, la pregunta
carece de sentido). Por ejemplo, ¿por qué truena? Significa
"¿por qué se produce un ruido en las nubes?" Así,
pues, lo que se busca es precisamente por qué una
25 cosa se afirma de otra. Y lo mismo en el caso de que se pregunte por qué
tales o cuales cosas, p.e., ladrillos y piedras, son una casa. Es, pues, manifiesto
que lo que se está buscando es la causa [y ella es, hablando conceptualmente,
el lo-que-es], o sea, en algunos casos, el fin, como ocurre sin duda con la
casa o la cama, y en otros, en cambio, el motor próximo, ya que él
también es causa. Pero mientras que este segundo tipo de causa se busca
en el caso del generarse
30 y del corromperse, el primero, en cambio, se busca cuando se trata del
ser. Lo que estamos buscando se vuelve particularmente oscuro en aquellos
casos en que un término no se dice de otro, p.e., cuando nos preguntamos
"¿qué es hombre?", porque
1041 b 1
en este caso nos hallamos frente a una
expresión simple y no especificamos que tales y cuales cosas son esto
otro. Es necesario, pues, formular la pregunta sólo después
de haberla articulado convenientemente, porque, de lo contrario, resultará
lo mismo no buscar nada y buscar algo. Y puesto que la cosa debe estar y ser
de antemano,
5 es evidente que, en lo que toca a la materia, la pregunta es por qué
ella es tal cosa determinada. Por ejemplo: ¿por qué tales y
cuáles determinadas cosas son una casa?; porque en ellas está
presente el ser casa. De la misma manera se dirá que un hombre es esta
determinada cosa, o bien que él es este cuerpo que posee tal determinación.
De esto se sigue que lo que se está buscando es la causa de la materia
[es decir, la forma] por la cual la materia es algo determinado; y esto es,
en efecto, la realidad. Es evidente, entonces, que en el caso de las notas
simples, es imposible la indagación y la enseñanza y que tales
cosas tendrá que haber otro tipo de indagación [diferente
10 del señalado antes]. En efecto, lo que está compuesto de
algo es tal que el todo constituye una unidad, no como un agregado, sino a
la manera de la sílaba. Y la sílaba no consiste en las letras
que la componen: ba no es idéntica a b y a a, así como tampoco
la carne es fuego y tierra (porque una vez que los compuestos se han disuelto,
los todos -a saber, la carne y la sílaba- ya no son más, pero
las letras siguen siendo, así como el fuego y la tierra).
15 La sílaba, en consecuencia, es algo determinado que no se reduce
sólo a las letras -vocal y consonantes- sino algo diferente de ellas;
y la carne, por su parte, no es sólo fuego y tierra, ni calor y frío,
sino algo diferente. Ahora bien, eso diferente debiera ser <a> o bien
un elemento, <b> o bien un compuesto de elementos; <a> si fuera
un elemento, valdría entonces el mismo argumento anterior (porque la
20 carne tendría que estar constituída de ese elemento, además
del fuego y de la tierra, y si ese elemento fuese diferente de la carne, se
iría entonces al infinito; <b> si fuese, en cambio, un compuesto
de elementos, es obvio que no lo sería de un único elemento
sino de varios (de lo contrario sería él mismo ese elemento),
de manera que en este último caso podríamos repetir el mismo
argumento utilizado a propósito de la carne o de la sílaba.
Parecería, en cambio, que este algo más es algo determinado
y
25 no un elemento, sino precisamente la causa de que tal o cual cosa sea carne
y tal o cual cosa sea sílaba, y de modo similar también en los
demás casos. Ese algo más, entonces, es la realidad de cada
cosa (pues es, en efecto, causa primera del ser de cada cosa). Y puesto que
algunas cosas no son realidades, pero las que son realidades están
constituídas conforme a la naturaleza [y por naturaleza], resultaría
evidente que es realidad esta naturaleza misma, que no es un elemento sino
un principio, ya que "elemento" es aquello en que una cosa puede
dividirse, dado que es inherente a ella en calidad de materia, tal como, p.e.,
a y b son elementos de la sílaba.