ÍNDICE
TOMO I
Prólogo
Introducción
PRIMERA PARTE: El fenómeno y el problema del conocimiento.
Sección I: Lo no-metafísico en el problema del conocimiento
Cap. I
Cap. II
Cap. III
Sección II: Lo metafísico en el problema del conocimiento
Cap. IV
Cap. V
Cap. VI
Sección III: Adiciones y observaciones
Cap. VII
Cap. VIII
Cap. IX
Cap. X
SEGUNDA PARTE: Puntos de vista y tentativas de solución
Sección I: Examen a priori de puntos de vista posibles
Cap. XI
Cap. XII
Sección II: Teorías realistas
Cap. XIII
Cap. XIV
Cap. XV
Sección III: Teorías idealistas
Cap. XVI
Cap. XVII
Cap. XVIII
Cap. XIX
Cap. XX
Sección IV: Teorías monistas
Cap. XXI
Cap. XXII
TERCERA PARTE: El objeto de conocimiento (Fundamentación ontológica)
Sección I: De la posibilidad de una ontología crítica
Cap. XXIII
Cap. XXIV
Cap. XXV
Sección II: Disposición y estructura de la ontología
Cap. XXVI
Cap. XXVII
Cap. XXVIII
Cap. XXIX
Sección III: Ser en sí e irracionalidad
Cap. XXX
Cap. XXXI
Cap. XXXII
Cap. XXXIII
Cap. XXXIV
Cap. XXXV
Cap. XXXVI
Cap. XXXVII
Cap. XXXVIII
Cap. XXXIX
Cap. XL
Cap. XLI
TOMO II
CUARTA PARTE: El conocimiento del objeto real (Tratamiento de las aporías
del conocimiento)
Sección I: Sujeto y objeto
Cap. XLII
Cap. XLIII
Cap. XLIV
Sección II: El conocimiento a priori
Cap. XLV
Cap. XLVI
Cap. XLVII
Cap. XLVIII
Cap. XLIX
Sección III: El conocimiento a posteriori
Cap. L
Cap. LI
Cap. LII
Cap. LIII
Cap. LIV
Sección IV: El problema de la verdad
Cap. LV
Cap. LVI
Cap. LVII
Cap. LVIII
Cap. LIX
Cap. LX
QUINTA PARTE: El conocimiento de los objetos ideales (Ampliación de la
aporía y teoría del conocimiento)
Sección I: Objeto ideal y aprioridad ideal
Cap. LXI
Cap. LXII
Cap. LXIII
Sección II: División de la aprioridad ideal
Cap. LXIV
Cap. LXV
Cap. LXVI
Cap. LXVII
Sección III: La relación categorial fundamental en la aprioridad
ideal
Cap. LXVIII
Cap. LXIX
Cap. LXX
Cap. LXXI
Sección IV: Consecuencias y límites de la teoría
Cap. LXXII
Cap. LXXIII
Cap. LXXIV
TOMO I
Introducción
"[...] el conocimiento no es creación, producción o alumbramiento
de un objeto, [...] sino una aprehensión de algo que existe aun antes
de todo conocimiento y es independiente de éste." (p. 15)
Cap. III
"[...] toda estructura de conocimiento tiene su génesis psíquica;
pero ésta no explica nada de la estructura como tal, [...]." (p.
36)
"[...] el conocimiento total de los procesos nerviosos sería tan
incapaz de explicar los procesos psíquicos como tales, [...]." (p.
36)
Cap. V
"1º En todo conocimiento se hallan frente a frente un cognoscente
y un conocido, un sujeto y un objeto de conocimiento. La relación existente
entre ambos es el conocimiento mismo. [...] 2º Los dos miembros de la relación
no pueden separarse de ella sin que dejen de ser sujeto y objeto. [...] 3º
La relación de conocimiento es bilateral, mas no invertible. El ser-sujeto
para el objeto no es lo mismo que el ser-objeto para el sujeto. [...] La función
del sujeto consiste en un aprehender el objeto; la del objeto, en la posibilidad
de ser-aprehendido por el sujeto y en el ser-aprehendido por éste. 5º
Visto desde el sujeto, el "aprehender" puede describirse como una
salida del sujeto más allá de su esfera, [...]. 6º Sólo
fuera de sí mismo puede el sujeto captar las determinaciones del objeto,
[...]. Por consiguiente, la función de conocimiento se presenta como
un acto de tres fases: como salida, como estar-fuera y como retorno-a-sí
del sujeto. 7º La intrusión del sujeto y su incorporación
de lo captado dejan intacto al objeto como tal. [...]" (pp. 65-66)
"1º Vista desde el objeto, la misma relación de conocimiento
se presenta invertida: como transferencia de las determinaciones del objeto
al sujeto. Ese trascender del objeto a la esfera del sujeto es notoriamente
el reverso del "aprehender" que acabamos de describir, que consistía
en el trascender del sujeto a la esfera del objeto." (p. 68)
"[El] ser-en-sí es absolutamente de carácter gnoseológico;
no significa una "cosa en sí" (ser-en-sí ontológico)
ni un mero "ser ideal" (por ejemplo, un ser-en-sí lógico).
[...]" (p. 73)
"[...] todo objeto de conocimiento implica un ser independiente del conocimiento.
[...]" (p. 73)
"[...] Nada hay en el fenómeno del conocimiento que indique positivamente
la independencia del sujeto con respecto al objeto, [...]." (p. 74)
"1º Según lo que llevamos expuesto acerca del fenómeno
del conocimiento, cabe distinguir en él cuatro conceptos [a) la relación
de conocimiento, b) la estructura del conocimiento, c) la verdad, y d) el progreso
de conocimiento]." (p. 79)
Cap. VI
"3º Hay, pues, verdad sin conciencia de verdad y conciencia de verdad
sin verdad. [...]" (p. 89)
"[...] No ofrece duda alguna que puede haber coincidencia de la imagen
del objeto con el objeto trascendente. La cuestión está sólo
en saber si hay para el sujeto una posibilidad de conocer esta coincidencia
y distinguirla de la no-coincidencia. En esa posibilidad consistiría
el criterio. La cuestión es pues: ¿hay un criterio de verdad?
[...] La consecuencia es: no puede haber absolutamente ningún criterio
de verdad." (p. 90)
Cap. VIII
"En el objeto de conocimiento cabe distinguir cuatro acepciones diferentes
[...]: lo conocido (objectum), lo que se pretende conocer (objiciendum), lo
desconocido (transobjetivo) y lo incognoscible (irracional o transinteligible).
De las cuatro hay que distinguir la estructura de conocimiento en la conciencia,
que a diferencia de ellas, como estratos de lo trascendente, es inmanente."
(p. 112)
Cap. XXXI
"[...] Examinándolo detenidamente, "fenómeno" no
significa el objeto, sino la imagen del conocimiento del objeto en la conciencia.
Esa imagen no es "apariencia", no es substancialmente subjetiva, sino
objetiva, representativa del objeto. Por consiguiente, la distinción
"fenómeno - cosa en sí" no coincide con la distinción
entre lo subjetivo y lo objetivo, [...]." (p. 278)
"Una teoría del fenómeno es al mismo tiempo necesariamente
teoría de lo existente en sí que se manifiesta. [...]" (p.
279)
"[...] El "objeto trascendental" [...] es más que el objeto
empírico. No se reduce a la experiencia, ni a la real ni a la posible.
Le pertenece la "totalidad de las condiciones" [...]." (p. 279)
"[...] Pero si la cosa en sí es lo que se manifiesta en parte detrás
del fenómeno, y además, en su infinito resto desconocido, sigue
siendo siempre la continuación de lo conocido, [...]." (p. 280)
Cap. XXXII
"La irracionalidad es inherente ya a la "cosa en sí".
[...]" (p. 283)
"[...] En el ser en sí como tal hay un factor irracional; [...]."
(p. 283)
"[El] contraste entre lo ideal y lo real es distinta que la que hay entre
lo racional y lo irracional. El ser en sí es una modalidad de lo existente,
un problema ante todo puramente ontológico, que ni siquiera dentro del
problema del conocimiento pierde su carácter ontológico. Lo irracional,
en cambio, es una modalidad del conocimiento, [...]." (p. 283-284)
"El término tradicional ratio no es apropiado para esclarecer esta
situación. "Ratio" se emplea aquí en un doble sentido:
unas veces significa el fundamento (sea el del conocimiento o el del ser), otras
la razón. [...] Otra complicación proviene de la referencia de
la ratio a lo lógico. Si se hace lo alógico igual a lo irracional,
la esfera lógica es simplemente la de lo racional. Esa equiparación
puede inducir a error tanto como el equívoco que acabamos de mencionar.
En efecto, ni es incognoscible todo lo que no pertenece a la esfera lógica,
ni es seguro que sea cognoscible todo lo que le pertenece. [...]" (p. 284)
"[...] se desprende que tenemos que ver con tres tipos de irracionabilidad:
la alógicamente irracional, lo transinteligiblemente irracional y lo
a la vez alógica y transinteligiblemente irracional. [...]" (p.
285)
"[...] La totalidad del objeto demuestra ser actual infinitud que el entendimiento
finito no puede recorrer totalmente. [...]" (p. 289)
"[...] la irracionalidad es propia de los problemas biológicos.
[...]" (p. 290)
"Un ejemplo en que de modo particularmente sugestivo puede demostrarse
el residuo irracional, es el antiguo problema de cuerpo y alma. [...]"
(p. 290)
"Frente a lo irracional, todo conocimiento es solamente un valor de aproximación,
un hacer finita su infinitud. [...]" (p. 292)
Cap. XXXIV
"[...] Las categorías son, pues, "conocimientos puros",
certidumbres primeras. [...] El entendimiento no podría atribuir categorías
a un objeto trascendente, o bien no podría contemplar sus esencias. [...]"
(p. 307)
"Lo infinito es inherente a todas las categorías que tienen carácter
dimensional, como el número, el espacio, el tiempo, el movimiento y la
causalidad. [...]" (p. 317)
"[...] "dimensión" no significa "medición",
sino lo medido o lo susceptible de medición, [...]." (p. 319)
"[...] El principio de identidad es un juicio sintético que sólo
se comprende a base de las consecuencias que de él resulten, [...]. Lo
mismo puede decirse del principio de contradicción. [...]" (p. 322)
"[...] el principio de contradicción es irracional precisamente
como principio, es decir, como ley. Eso no significa que se torne dudoso, pero
sí que su tan pregonada "inteligibilidad absoluta" es un prejuicio.
[...]" (p. 322)
"[...] La famosa racionalidad de la matemática no se extiende, pues,
a sus primeras leyes, sino solamente al sistema de las conexiones entre ellas
y lo derivado. [...]" (p. 323)
"[...] Nada nos garantiza que el mundo existente no deba su cohesión
a innumerables relaciones inaccesibles al conocimiento. [...]" (p. 325)
"[...] La razón puede entender el por qué en el mero sentido
de dependencia de otra cosa, y esta dependencia es lo que encuentra sus límites
en los principios. [...]" (p. 326)
Cap. XXXV
"[...] Pueden pensarse muchas cosas que no son cognoscibles. [...] Lo absolutamente
irracional tendría que ser absolutamente ajeno a la conciencia. [...]
Lo que se puede pensar -aunque sólo sea de modo filosóficamente
especulativo- tiene ya un atisbo de racionalidad. [...]" (pp. 328-329)
"[...] No hay indicios perceptibles de una ratio de orden superior ni en
la experiencia ni a priori; [...]". (p. 330)
"[...] Lo irracional nunca aparece sino como la perspectiva proyectada
al infinito de lo racional [...]." (p. 333)
"[...] Entre lo incognoscible y lo cognoscible sigue habiendo siempre relaciones
reales. [...]" (p. 333)
Cap. XXXVIII
"Los conceptos son en sí estructuras racionales. [...]" (p.
356)
"[...] la función de la ratio se apoya ya en realidades del ser
cuya esencia y alcance le siguen siendo trascendentes. [...]" (p. 357)
Cap. XXXIX
"[...] En cierto sentido, todo lo finito es también a su vez infinito,
y viceversa. [...] En definitiva, la finitud no es sino una metáfora
para el problema de la ratio. [...] Naturalmente, en un sentido determinado
podría concederse infinitud a la ratio; pero no propiamente a ella misma
-al aspecto interior que ella es-, sino a sus condiciones en que se apoya. [...]
De ahí la importancia de no confundir, como se hace muchas veces, la
ratio con la esfera lógica. Ésta no es esfera de conciencia, sino
de objeto, bien que ideal. Tampoco es finita ni enteramente racional. [...]"
(pp. 361-363)
Cap. XL
"[...] Así como lo finito es solamente una fase en la serie de las
infinitudes y lo racional solamente un sector de lo irracional, así también
el pensar, y con él todo el conocimiento en general, es solamente una
clase de ser e incorporado al conjunto de las distintas clases de ser. [...]"
(p. 364)
TOMO II
Cap. XLII
"Teoría de conocimiento y teoría del ser son correlativas.
Lo cognoscible del ser sólo gnoseológicamente puede determinarse;
mas el ser del conocimiento y de su objeto sólo ontológicamente
puede comprenderse. no hay modo de tratar ambos problemas más que conjuntamente.
Sólo in abstracto pueden aislarse. [...]" (p. 375)
Cap. XLIII
"[...] El objeto empero no sólo es "objeto para el sujeto",
sino que también existe como ser en sí, cuando no es objetificado.
[...]" (p. 377)
"[...] La relación de conocimiento que en ellos [sujeto-objeto]
conocemos [es] solamente una de tantas relaciones de ser: aquella precisamente
que aparece en el fenómeno del conocimiento." (p. 379)
"[...] La imagen del objeto en el sujeto se concibe en este caso como "efecto"
del objeto, y el efecto es, por consiguiente, de esencia diferente a la causa.
[...]" (p. 381)
"[...] Como la estructura del conocimiento en la conciencia -sea como fuere
el modo que se la concibe- no es, indudablemente, una estructura espacial, ni
tampoco, prescindiendo del proceso psicológico de conocimiento, una estructura
temporal, es evidente que no puede ser "efecto" de un objeto espacio-temporal.
[...]" (p. 382)
Cap. XLIV
"[...] Como el objeto es trascendente al sujeto, es necesario para esto
que el último salga de sí mismo. Tiene que "aprehender fuera
de sí" [...]. Con este "ser fuera de sí del sujeto"
en la función de conocimiento se enlaza la aporía, puesto que
la conciencia no puede salir precisamente fuera de sí, está inapelablemente
prisionera de sí misma, sólo puede aprehender eternamente sus
propios contenidos, pero nunca un extraconsciente. [...] El hecho de que la
conciencia sea prisionera de sí misma, no significa que esté aislada
de lo demás existente, sino solamente que está vinculada a una
clase determinada de relaciones: sólo puede aprehender lo que se refleja
en ella, [...]." (pp. 385-387)
"[...] puede sostenerse entonces la tesis leibniziana de que toda estructura
existente "representa" de algún modo todo el sistema; "reacciona"
por decirlo así (transcausalmente) a las determinaciones de las demás
estructuras. [...] La conciencia es entonces el aspecto interior de esta estructura
que reacciona y representa. el sector representativo del sistema de lo existente
es la esfera de objetos de su conocimiento, el "patio de sus objetos";
lo que está más allá de ella es lo transobjetivo. [...]"
(pp. 388-389)
Cap. XLV
"[...] hay una irracionalidad de los principios del conocimiento (cap.
XXXIV. c.) [...]." (p. 400)
"[...] Ahora bien, espacio y tiempo son ciertamente, en primer lugar, principios
de ser; pero, por otra parte, tienen que ser también principios de conocimiento,
como lo muestra la formación espacio-temporal de todo contenido de conocimiento
concreto. [...]" (p. 402)
Cap. XLVI
"Mientras se trate solamente de la validez universal intersubjetiva, basta
como base la identidad de categorías de conocimiento de todos los sujetos.
[...] La cuestión de si esta validez se extiende también a objetos
trascendentes, es de índole totalmente distinta y hasta ahora no ha sido
abordada. [...]" (p. 405)
"[...] La forma originaria de todo conocimiento apriórico, aún
la del trascendente-apriórico, es más bien una interna aprehensión,
contemplación o, expresándolo objetivamente, la evidencia de una
situación real existente en sí. [...]" (p. 407)
"[...] No es la naturaleza la que hace matemática pura, sino el
entendimiento humano. Él es el que piensa, combina, calcula. [...]"
(p. 407)
"Este "tercer caso" olvidado por Kant, tiene la ventaja sobre
los otros dos de no obedecer a ninguna postura. Si el objeto determina la representación,
estamos en el realismo; si la representación determina el objeto, estamos
en el idealismo. En cambio, si ambos están determinados por categorías
comunes, no se implica postura alguna [...]." (p. 411)
"No es necesario que sea el entendimiento el que prescriba leyes a la naturaleza
para coincidir con ella, porque las mismas leyes les están prescritas
a él y a la naturaleza; [...]." (p. 411)
Cap. XLVIII
"[...] la condición general del conocimiento apriórico de
objetos reales estriba en una relación de categorías; para decirlo
más exactamente: en la relación entre las categorías del
ser y las del conocimiento; [...]" (p. 423)
"[...] una categoría que estuviera representada en el objeto más
no en el conocimiento, constituiría necesariamente una deficiencia en
la estructura de conocimiento, una inadecuación con respecto al objeto
y, por consiguiente, un rasgo incognoscible del objeto. [...]" (p. 424)
"[...] la "cosa en sí", [...] cuyo concepto admitía
Kant solamente "en su acepción negativa", es decir, como irracional.
[...]" (p. 424)
"[...] Si todas las categorías del ser coincidieran con las del
conocimiento, no solamente todo lo existente sería cognoscible, sino
que lo sería también a priori. [...]" (p. 425)
Cap. XLIX
"[...] Para hacer posible el conocimiento a priori basta que una parte
de las categorías de conocimiento corresponda a ciertas categorías
de ser, es decir, que desempeñe aproximadamente en la estructura de conocimiento
la misma función que éstas en el ser. [...]" (p. 435)
"[...] "analogía" y "correspondencia" presuponen
ya la identidad, y precisamente la identidad parcial. [...]" (p. 436)
"[...] es verdad que las categorías de objeto son condiciones del
objeto y las categorías del conocimiento condiciones del conocimiento
de aquél; pero el conocimiento de ambas no es condición del conocimiento
del objeto. [...]" (p. 440)
"[...] No puede decirse que éste [el objeto] sólo sea cognoscible
a priori hasta donde sean cognoscibles sus categorías, sino más
bien en cuanto sus categorías son idénticas a las del conocimiento.
[...]" (p. 441)
Cap. L
"[...] El conocimiento apriórico aprehende esencialmente sólo
lo universal y necesario, no lo individual y real como tal; sólo puede
referirse a lo último cuando le es dado por la sensación. [...]
Sólo lo apriórico tiene estricta validez universal en todas las
fases de conciencia. [...] Y el conocimiento a posteriori paga la ventaja de
la inmediata certidumbre de la existencia con el inconveniente de la relatividad
individual. [...]" (pp. 447-450)
"[...] Es posible que la sensación constituya un enriquecimiento
substancial del conocimiento, pero se pregunta si éste tiene también
validez objetiva. [...]" (p. 448)
"[...] Por más que [...] las cualidades del objeto estén
recubiertas por factores subjetivos, hay que reconocer que en la sensación
hay un elemento objetivo. [...] Por consiguiente, la subjetividad de la sensación
no suprime su significación de conocimiento, [...]." (pp. 448-449)
"[...] El conocimiento de un objeto no es nuca el objeto mismo, [...]."
(p. 449)
Cap. LI
"[...] dos mundos fundamentalmente distintos: el físico y el psíquico,
el mundo del acaecer espacio-temporal y el de los fenómenos de conciencia
que, aunque van y vienen en el tiempo, son totalmente inespaciales. [No] hay
modo de comprender que un proceso corporal-físico provoque un proceso
de conciencia, puesto que si bien como "proceso" tiene siempre de
común con él el factor del transcurso temporal, su contenido no
es espacial ni temporal. [La] unidad de la esencia psicofísica del hombre
es totalmente metafísico e irracional." (pp. 453-455)
"[...] Suponer una "causalidad psicofísica" que rigiera
directamente a uno y otro lado de la línea divisoria, era una ingenuidad
naturalista. [...] Por consiguiente, su modo de determinación tampoco
puede ser causal, tiene que ser en algún sentido transcausal [como] un
proceso a la vez metafísico y metapsíquico, [...]." (p. 456)
Cap. LII
"Un sistema de símbolos [como cada sentido] puede ser totalmente
contingente con respecto a lo simbolizado en él, [...]." (p. 464)
"[...] la formación de símbolos es totalmente diferente en
lo sensible y en lo conceptual. [...] Mas en este caso existe todavía
otra diferencia de mucho mayor peso ontológicamente. La sensación
se halla reducida a unos pocos tipos de sistemas de símbolos, muy limitados,
que no puede ampliar ni modificar a voluntad. [Empero tiene una ventaja:] su
módulo es firmemente inequívoco y gracias a su constante identidad
adquiere el carácter de factor trascendentemente apriórico, [...]"
(pp. 466-468)
"[...] El ser es indiferente a la conciencia, pero la conciencia no es
indiferente al ser, sino que se interesa por él. [...]" (p. 467)
"[...] el conocimiento apriórico se [apoya] en una relación
fundamental categorial, y el aposteriórico en una psicofísica.
[...]" (p. 468)
Cap. LV
"[...] veracidad, la cual puede existir perfectamente sin verdad. Es verídico
el discurso de quien está convencido de que dice la verdad; por consiguiente,
el discurso verídico puede ser no-verdadero, del mismo modo que puede
ser perfectamente posible que el discurso insincero acierte la verdad. [...]"
(p. 489)
"[...] Lo que puede ser verdadero o no-verdadero, no es la cosa misma,
sino solamente el conocimiento de la cosa. La cosa, o bien la situación,
sólo puede ser real o irreal. [...] En consecuencia, el problema de la
verdad es en su entraña tan poco ontológico como lógico
o psicológico, antes bien es exclusivamente gnoseológico. [...]
Conocimiento propiamente dicho, lo es sólo el verdadero, mientras que
el llamado no-verdadero significa más bien falta de conocimiento. [...]"
(pp. 490-491)
"[...] la verdad no sólo es "única" para todos
los sujetos cognoscentes, o sea de estricta universalidad intersubjetiva, sino
también "única" para todas las épocas. [Su] contenido
es temporal, pero la realidad del contenido es supratemporal. [...]" (p.
493)
"[Los objetos reales] sólo pueden tener verdad trascendente cuando
por lo menos tengan también inmanente. en ellos, por lo tanto, la verdad
inmanente es la condición para la trascendente. [...] De ahí que
la verdad inmanente sólo sea una condición negativa de la trascendente.
[...] De ahí que el condicionamiento de la verdad trascendente por la
inmanente sea meramente ideal y exista solamente con respecto a la ampliación
progresiva del conocimiento y de su panorama interior." (pp. 495-496)
Cap. LVI
"[...] como los errores sólo se hacen patentes con la comparación,
sigue siendo también un criterio negativo. Mas la relatividad desaparece
a medida que se acumula material; y la negatividad, con la diversidad y heterogeneidad
de su proveniencia. Cuanto menos el material de conocimiento lleve implícita
sus vinculaciones, tanta mayor importancia adquiere para la certidumbre del
cuadro de conjunto las relaciones que se establezcan en la referencia inmanente.
Resulta así que un criterio relativo puede ser perfectamente un criterio
de verdad absoluto. [...]" (p. 505)
Cap. LVII
"La cuestión ulterior del criterio [de verdad] depende ahora exclusivamente
de que se enfrenten así dos instancias de conocimiento referidas al mismo
objeto que substancialmente sean lo bastante homogéneas para poder compararlas
entre sí y, no obstante, al propio tiempo lo bastante heterogéneas
por su estructura y legalidad para que excluyan las mismas fuentes de error.
[..]" (p. 506) (Aquí Hartmann nos dice que habrá mayor evidencia
cuanto más resultados parciales se complementen, y habiendo llegado a
cada uno de ellos a discernirlos por metodologías diferentes)
Cap. LVIII
"El hecho de que las estructuras de conocimiento sean inadecuadas a los
objetos, constituye una imperfección y debilidad del conocimiento; pero
el de que haya también una conciencia de esa inadecuación, mediante
lo cual se conoce lo deficiente como tal, es una especie de compensación
y en todo caso una fortaleza del conocimiento, [...]." (p. 517)
"[...] la conciencia de la inadecuación no tiene que disminuir,
sino precisamente aumentar, a medida que aumente la verdad de la imagen de conocimiento.
Su desenvolvimiento presupone ya el criterio de verdad. [...] En efecto, todo
conocimiento tiende a un aprehender, no parcial, sino total del objeto, [...]"
(p. 518)
"¿Cómo es posible esa conciencia de la inadecuación?
[...] Es el fenómeno formulado sucintamente en la antigua frase del "saber
del no-saber". [...] Es evidente que sólo puede haber un saber del
no-saber si de algún modo hay un saber anterior al genuino saber de la
cosa, un saber de lo desconocido, en el cual éste no se torne algo conocido.
[Pareciera] que en este caso se pregunte por una tercera clase de aprehender
primario además del conocimiento apriórico y aposteriórico.
[...] ¿En qué puede fundarse [esto] si no es en una vinculación
de otra clase con el objeto?" (pp. 518-519)
Cap. LIX
"[...] El progreso del conocimiento no significa ontológicamente
más que el ensanchamiento del límite de objetificación
del objeto; [...]." (p. 531)
"[...] El centro de gravedad del objeto se halla en lo transobjetivo, aun
para el conocimiento, [...]. El conocimiento gravita hacia el punto de gravedad
de la totalidad. Y esta gravitación es algo diferente de la mera conciencia
de los problemas. [...]" (p. 532)
"Todo consciente afán de conocimiento está condicionado por
la conciencia de los problemas. Platón lo vio perfectamente: sólo
busca e investiga el que tiene el saber del no-saber, sólo de esto resulta
el querer saber. [...]" (p. 532)
"[...] Ningún problema puede plantearse sino partiendo de un determinado
nivel del saber, y lo que ese nivel contiene de conocimiento de la cosa, está
elaborado ya al propio tiempo en el planteamiento del problema. [...] Por consiguiente,
en el campo puramente apriórico, en la determinación del problema
se hallan, no sólo el camino para la solución, sino también
los datos positivos, todos los medios de conocimiento que conducen a ella, es
decir, en realidad la solución misma." (p. 534)
"Naturalmente, la cosa [la conclusión del problema con sólo
sus premisas] no es tan sencilla en el campo del conocimiento de objetos reales
[y metafísicos]. Aquí hay que añadir diversos elementos
de experiencia de los cuales depende el conocimiento de lo dudoso. [...]"
(p. 534)
Cap. LX
"[...] el progreso del conocimiento tiene que fundarse de algún
modo en la misma relacionalidad que la conciencia de los problemas. [...]"
(p. 536)
"[...] Toda intelección apriórica vale, gracias a su universalidad
y necesidad, mucho más allá de los límites del verdadero
conocimiento; por ella se determinan de antemano de modo totalmente positivo
también todos los casos desconocidos, pasados y futuros, y hasta todos
los casos propiamente posibles; de ellos se sabe a priori algo completamente
determinado, antes de que se den como casos en la experiencia, y hasta independientemente
de que alguna vez puedan darse o no. Toda condición apriórico
es precisamente condición de toda experiencia "posible", y
no puede agotarse en la contingente experiencia real." (p. 538)
"[...] conocimiento apriórico y también el aposteriórico,
y éste está sometido al progreso tanto como aquél. Con
la única particularidad de que el progreso tiene aquí un carácter
completamente diferente. Mientras allí se abarcaba una ilimitada serie
de casos posibles gracias a la universalidad de la intelección, aun permaneciendo
dudosa la existencia de los mismos, la fuente de experiencia sensible avanza
lentamente de caso en caso y sigue siempre supeditada a lo real. [...]"
(pp. 439-540)
"[...] en el sistema de dos instancias del conocimiento tiene su propia
ley de progreso tanto el elemento aposteriórico como también el
apriórico. Esta ley es muy distinta en uno y otro y se basa en condiciones
diferentes. De ahí que el conocimiento de objetos se encuentre siempre
en la posición peculiar de que al propio tiempo progrese en dos direcciones,
tendiendo a ir más allá de sí mismo con dos tendencias
diferentes y obedeciendo a dos leyes diferentes. [No] revelan tampoco en su
tendencia al progreso el menor afán de coincidir, sino que cada vez divergen
más completamente. [...]" (p. 541)
"[...] El progreso de cada uno de éstos por separado [apriórico
y aposteriórico (o sensible)], no es todavía un progreso de conocimiento
propiamente dicho. Solamente cuando en su progreso vuelven a coincidir ambos,
existe verdadero progreso de conocimiento. La conciencia cognoscente se enfrenta
también con esta situación con la única reacción
natural y consecuente: oponiendo a la tendencia divergente una convergencia,
[...]." (p. 541) (Hartmann nos dice que un conocimiento es tal cuando coinciden
lo a priori con la experiencia, tal cual la unión de métodos deductivo-inductivo
aristotélico, v.g. por eso se dice que no se conoce la partícula
subatómica según el principio de Heisenberg)
"[...] el conocimiento de hechos, al prestarse a su encausamiento hacia
el sector de confirmación de la hipótesis, tropieza al propio
tiempo con datos que no entran ya en esa conexión y por ende requieren
en seguida una nueva formulación de hipótesis. [...]" (p.
544)
"La verdad con su criterio, el problema y el progreso constituyen miembros
estrechamente solidarios [...]. Donde el criterio y el problema muestran divergencia,
discreción, parcialidad, el progreso se endereza a convergencia, continuidad,
totalidad. [...]" (pp. 547-548)
"[...] el conocimiento inadecuado no es no-verdadero, sino solamente incompleto.
[...] La conciencia de la inadecuación es sólo una fase en el
progreso, una fase que reaparece a cada paso, [...]." (p. 547)
Caps. LXI Y LXIV
"[...] todo conocimiento de objetos ideales es conocimiento apriórico
[...]. El conocimiento ideal es conocimiento a priori puro, [...]."(pp.
551 y 578)
Cap. LXI
"[...] las dos clases de conocimiento, apriórico y aposteriórico,
sólo están referidas al ser real. En cambio, el ser ideal carece
de temporalidad, realidad, experimentalidad; [...]." (p. 555)
Cap. LXIII
"[...] con el título común de "irreales" figuran
dos grupos de "objetos" muy heterogéneos: objetos idealmente
existentes en sí y objetos meramente intencionales sin ser-en-sí.
Es evidente que el problema del conocimiento sólo tenemos que ver con
los primeros, [...]." (p. 566)
"[...] ambas clases de lo irreal, lo mismo que todas sus subclases y matices,
tienen de común la continua aprioridad de la conciencia de objetos. [...]"
(p. 567)
"[...] Producir no es "aprehender", lo producido no es existente
en sí; [...]." (p. 567)
Cap. LXV
"[...] en ambas acepciones, tanto en la subjetiva como en la objetiva,
la "evidencia" no es un criterio. [... Debería] hallarse en
la síntesis de evidencia subjetiva y objetiva. [...]" (p. 585)
Cap. LXVII
"La investigación fenomenológica de las dos últimas
décadas ha puesto de toda duda que hay cierto estigmatismo [o de "evidencia
convincente"] de la intuición apriórica [...]." (p.
596)
Cap. LXVIII
"[... el pensar como tal no necesita ser un aprehender. En el fondo es
un absoluto de la misma intuición pura (el intuitus purus de Descartes),
pero precisamente sólo intuición de conexiones y relaciones como
tales. [...]" (p. 604)
"[...] Las leyes del pensamiento puro tienen que ser al mismo tiempo leyes
del ser ideal. [...]" (p. 607)
Cap. LXX
"[...] intuición estigmática y conspectiva [o de "pensamiento
puro"]. Las dos clases de intuición se refieren a los mismos objetos
ideales, pero dan de ellos algo cualitativamente diferente [...]. Si ambas cosas
se miraran debidamente, tienen que acoplarse de modo armónico por necesidad.
[...]" (p. 622)
Cap. LXXIII
"[...] las esferas de las categorías de lo ideal y las de lo real
se entrecruzan. Sólo son entre sí parcialmente idénticas
[...]." (p. 657)
HARTMANN, Nicolai: Fundamentos de la ontología (1934), trad. por José Gaos, México, F. C. E., s/f, t. I.
ÍNDICE
Introducción.
§ 16. El marco cerrado de los problemas metafísicos.
§ 17. El elemento ontológico en los problemas metafísicos.
§ 18. La idea de una nueva "philosophia prima" [filosofía
primera]
§ 19. "Philosophia prima" y "philosophia última"
§ 20. Exposición, división y limitación.
Sección I. El concepto de ente y su aporía.
Cap. 1. La cuestión ontológica fundamental.
Cap. 2. Un intento actual. Error en el punto de partida.
Cap. 3. Actitud propia del conocimiento ontológico.
Introducción.
§ 16. El marco cerrado de los problemas metafísicos.
"[...] en todos los dominios está lo cognoscible dentro del marco de lo incognoscible. Y porque las conexiones del ser no se detienen en los límites de conocimiento, [...]. Tales problemas, [...] que son inevitables e irrecusables, porque nos lo propone una sólida conexión con lo cognoscible, pero que tampoco son solubles hasta el fin con los medios de un conocimiento finito [...]. son los verdaderos y legítimos problemas metafísicos."
§ 17. El elemento ontológico en los problemas metafísicos.
"Si el contenido de los problemas metafísicos fuese algo de todo
punto irracional, no podría menos de ser empresa sin perspectiva de éxito
el atacarlos filosóficamente. Pues irracionalidad en sentido gnoseológico
quiere decir incognoscibilidad. Pero algo de todo punto incognoscible no lo
hay en la región de los problemas formulables. Lo prueba la existencia
misma de los problemas. [...] Esto significa que en ello hay siempre también
un lado cognoscible. [...] Es cosa sólo de encontrar los métodos.
[...]"
"[...] Querer conocer lo incognoscible mismo, sería una pretensión
absurda. [...]"
"[...] A lo largo de toda la línea se ha mostrado que en estos problemas
hay una trama ontológica. [...]"
§ 18. La idea de una nueva "philosophia prima" [filosofía primera]
Es la idea de una "nueva ontología"". Sus fundamentos serían:
1) No puede haber una "unidad de contenido" en ella.
2) No puede indicar resultados por adelantado seriamente.
3) Debe converger; no es permitible que diverja ad infinitum.
4) Toda crítica no debe afectarle.
5) No incluirá el "primer principio", lo "absoluto",
el "punto", o cosa por el estilo.
6) Tiene su unidad metódica en el preguntar. La unidad de su objeto es
la frase "ente en cuanto tal".
"[...] es misión de la ontología: ir arrancando al mundo el secreto de esta unidad. [...]"
§ 19. "Philosophia prima" y "philosophia última"
"[...] Los principios que se buscan, se encuentran sin duda en el ente,
[... Están] no menos encubiertos por estos últimos, escondidos
tras de ellos, y es menester un proceder especial para arrancárselos."
"Aquí radica la íntima razón de que no pudiera mantenerse
la antigua ontología, Su error estaba en proceder deductivamente, en
la pretensión de esbozar la armazón del ser del mundo partiendo
de unos pocos principios evidentes por adelantado. [...]"
"[Así, su] contenido no puede ser lo primero en el orden del conocimiento,
y no lo puede justo porque es lo primero en el orden del ser. [...]"
"[...] hay, pues, que transformar el concepto mismo de filosofía
fundamental ["Philosophia prima"]. ésta no puede ser el primer
conocimiento filosófico, sino que sólo puede ser el último
["philosophia última"], y no lo puede justo porque es conocimiento
de lo primero en sí."
§ 20. Exposición, división y limitación.
Sección I. El concepto de ente y su aporía.
Cap. 1. La cuestión ontológica fundamental.
a) No hace, prácticamente, al estudio del ente los cuestionamientos
del origen de las cosas.
"[...] el problema del ser es por su esencia un problema que tiene sus
raíces en el más acá, en el primer plano. Parte de fenómenos,
no de hipótesis."
"[...] Los fenómenos del ser [se] comportan [...] indiferentemente
con el idealismo y el realismo [...]. Su afán es, en la misma medida
que el del realismo, comprender la esencia del llamado mundo real [...]."
b) "No es lícito prometerse demasiado de los comienzos de una ontología.
[...] Pues todo lo concreto que pudiera introducirse sería ya especificación.
[...]"
"[...] El ser y el ente se distinguen exactamente como la verdad y lo verdadero,
la efectividad y lo efectivo, la realidad y lo real. [...]"
"[...] El ser del ente es uno, por múltiple que sea este último.
[...]"
"entendida formalmente, no es, pues, la cuestión fundamental de
la ontología la del ente, sino la del ser del ente. [...]"
c) "Aristóteles [...] no se dirige aquí la cuestión hacia el "ser", sino hacia el "ente", es decir, hacia el "ente en cuanto ente", [... Pero,]como sólo mienta el ente en tanto es ente, [...] a pesar de todo, el "ser". Pues, por encima de todo contenido especial, es este lo único común a todos los entes. Lícito es, por ende, apropiarse sin más de esta fórmula. [...]"
Cap. 2. Un intento actual. Error en el punto de partida.
a) "Martín Heidegger ha impugnado lo anterior. En lugar de la cuestión del "ente en cuanto ente" pone la cuestión del "sentido del ser". [...]"
b) ""Sentido" es una palabra muy equívoca. "Sentido
del ser" puede querer decir la significación de la palabra "ser".
[...]"
"En general puede decirse que la cuestión del "sentido del
ser", aparentemente aclaradora del sentido, es, dada su ambigüedad,
absolutamente embrolladora del sentido. En sus significaciones ingenuas es superflua;
en su única significación dotada de un contenido importante, conduce
a extraviarse. Pero a esto se añade todavía una triple consideración:
1. Si ya es necesario preguntarse por el "sentido del ser", mucho
más necesario aún es preguntar por el sentido del sentido [y con
ello ad infinitum]. 2. Por otra parte, todo "sentido" de algo tiene
que ser él mismo algo ente, necesita tener alguna manera de ser. [...]
Así, pues, habría que preguntar al menos tanto por el "ser
del sentido" como por el "sentido del ser". [Así, tal]
cuestión es, sin duda alguna, una cuestión relativa al ser, pero
no es la cuestión general del ser. 3. "Sentido" es, en todas
circunstancias [...], algo que existe "para nosotros" [...]. Un sentido
en sí sería un contrasentido. Es, pues, aun demasiado poco decir:
en sí mismo no necesita el ente en cuanto ente tener ningún sentido.
Antes bien, hay que decir: en sí mismo no puede en absoluto tener sentido.
Sólo "para alguien" puede tenerlo. [...]"
Cap. 3. Actitud propia del conocimiento ontológico.
a) "[...] No es posible superar la fórmula del "ente en cuanto
ente". Es una fórmula que no decide nada previamente, que permanece
neutral ante la divergencia de las posiciones y teorías, más acá
de toda interpretación. [...]"
Así, el ser es inasequible e indefinible.
"El ser es algo último por lo que cabe preguntar. Algo último
no es nunca definible. [...]"
b) "[...] los hilos que ligan el ser basan todo límite de conocimiento, vinculando lo conocido y lo desconocido. [...]"
c) "[Al ser cabe], pues, entenderla tranquilamente con la aporía
de la generalidad e indeterminación del ente en cuanto ente. [...]"
"[...] La teoría del conocimiento, que pregunta precisamente por
aquello en que consiste el conocer y por las condiciones de éste, [...]."
"La lógica, sobre todo, está aquí en mala posición.
Cierto que el saber claro se mueve en conceptos y juicios; pero el objeto del
saber no son éstos, sino los contenidos que se apresan de ellos. [...]"
d) "[...] La ontología más bien se abstiene en absoluto de la reflexión. Se adhiere directamente a la actitud natural. [...]"