HARTMANN, Nicolai: Metafísica del conocimiento (1921), trad. por J. Rovira Armengol, Bs. As., Losada, 1957, tt. I-II.

ÍNDICE

TOMO I
Prólogo
Introducción
PRIMERA PARTE: El fenómeno y el problema del conocimiento.
Sección I: Lo no-metafísico en el problema del conocimiento
Cap. I
Cap. II
Cap. III
Sección II: Lo metafísico en el problema del conocimiento
Cap. IV
Cap. V
Cap. VI
Sección III: Adiciones y observaciones
Cap. VII
Cap. VIII
Cap. IX
Cap. X
SEGUNDA PARTE: Puntos de vista y tentativas de solución
Sección I: Examen a priori de puntos de vista posibles
Cap. XI
Cap. XII
Sección II: Teorías realistas
Cap. XIII
Cap. XIV
Cap. XV
Sección III: Teorías idealistas
Cap. XVI
Cap. XVII
Cap. XVIII
Cap. XIX
Cap. XX
Sección IV: Teorías monistas
Cap. XXI
Cap. XXII
TERCERA PARTE: El objeto de conocimiento (Fundamentación ontológica)
Sección I: De la posibilidad de una ontología crítica
Cap. XXIII
Cap. XXIV
Cap. XXV
Sección II: Disposición y estructura de la ontología
Cap. XXVI
Cap. XXVII
Cap. XXVIII
Cap. XXIX
Sección III: Ser en sí e irracionalidad
Cap. XXX
Cap. XXXI
Cap. XXXII
Cap. XXXIII
Cap. XXXIV
Cap. XXXV
Cap. XXXVI
Cap. XXXVII
Cap. XXXVIII
Cap. XXXIX
Cap. XL
Cap. XLI
TOMO II
CUARTA PARTE: El conocimiento del objeto real (Tratamiento de las aporías del conocimiento)
Sección I: Sujeto y objeto
Cap. XLII
Cap. XLIII
Cap. XLIV
Sección II: El conocimiento a priori
Cap. XLV
Cap. XLVI
Cap. XLVII
Cap. XLVIII
Cap. XLIX
Sección III: El conocimiento a posteriori
Cap. L
Cap. LI
Cap. LII
Cap. LIII
Cap. LIV
Sección IV: El problema de la verdad
Cap. LV
Cap. LVI
Cap. LVII
Cap. LVIII
Cap. LIX
Cap. LX
QUINTA PARTE: El conocimiento de los objetos ideales (Ampliación de la aporía y teoría del conocimiento)
Sección I: Objeto ideal y aprioridad ideal
Cap. LXI
Cap. LXII
Cap. LXIII
Sección II: División de la aprioridad ideal
Cap. LXIV
Cap. LXV
Cap. LXVI
Cap. LXVII
Sección III: La relación categorial fundamental en la aprioridad ideal
Cap. LXVIII
Cap. LXIX
Cap. LXX
Cap. LXXI
Sección IV: Consecuencias y límites de la teoría
Cap. LXXII
Cap. LXXIII
Cap. LXXIV

TOMO I


Introducción
"[...] el conocimiento no es creación, producción o alumbramiento de un objeto, [...] sino una aprehensión de algo que existe aun antes de todo conocimiento y es independiente de éste." (p. 15)

Cap. III
"[...] toda estructura de conocimiento tiene su génesis psíquica; pero ésta no explica nada de la estructura como tal, [...]." (p. 36)
"[...] el conocimiento total de los procesos nerviosos sería tan incapaz de explicar los procesos psíquicos como tales, [...]." (p. 36)

Cap. V
"1º En todo conocimiento se hallan frente a frente un cognoscente y un conocido, un sujeto y un objeto de conocimiento. La relación existente entre ambos es el conocimiento mismo. [...] 2º Los dos miembros de la relación no pueden separarse de ella sin que dejen de ser sujeto y objeto. [...] 3º La relación de conocimiento es bilateral, mas no invertible. El ser-sujeto para el objeto no es lo mismo que el ser-objeto para el sujeto. [...] La función del sujeto consiste en un aprehender el objeto; la del objeto, en la posibilidad de ser-aprehendido por el sujeto y en el ser-aprehendido por éste. 5º Visto desde el sujeto, el "aprehender" puede describirse como una salida del sujeto más allá de su esfera, [...]. 6º Sólo fuera de sí mismo puede el sujeto captar las determinaciones del objeto, [...]. Por consiguiente, la función de conocimiento se presenta como un acto de tres fases: como salida, como estar-fuera y como retorno-a-sí del sujeto. 7º La intrusión del sujeto y su incorporación de lo captado dejan intacto al objeto como tal. [...]" (pp. 65-66)
"1º Vista desde el objeto, la misma relación de conocimiento se presenta invertida: como transferencia de las determinaciones del objeto al sujeto. Ese trascender del objeto a la esfera del sujeto es notoriamente el reverso del "aprehender" que acabamos de describir, que consistía en el trascender del sujeto a la esfera del objeto." (p. 68)
"[El] ser-en-sí es absolutamente de carácter gnoseológico; no significa una "cosa en sí" (ser-en-sí ontológico) ni un mero "ser ideal" (por ejemplo, un ser-en-sí lógico). [...]" (p. 73)
"[...] todo objeto de conocimiento implica un ser independiente del conocimiento. [...]" (p. 73)
"[...] Nada hay en el fenómeno del conocimiento que indique positivamente la independencia del sujeto con respecto al objeto, [...]." (p. 74)
"1º Según lo que llevamos expuesto acerca del fenómeno del conocimiento, cabe distinguir en él cuatro conceptos [a) la relación de conocimiento, b) la estructura del conocimiento, c) la verdad, y d) el progreso de conocimiento]." (p. 79)

Cap. VI
"3º Hay, pues, verdad sin conciencia de verdad y conciencia de verdad sin verdad. [...]" (p. 89)
"[...] No ofrece duda alguna que puede haber coincidencia de la imagen del objeto con el objeto trascendente. La cuestión está sólo en saber si hay para el sujeto una posibilidad de conocer esta coincidencia y distinguirla de la no-coincidencia. En esa posibilidad consistiría el criterio. La cuestión es pues: ¿hay un criterio de verdad? [...] La consecuencia es: no puede haber absolutamente ningún criterio de verdad." (p. 90)

Cap. VIII
"En el objeto de conocimiento cabe distinguir cuatro acepciones diferentes [...]: lo conocido (objectum), lo que se pretende conocer (objiciendum), lo desconocido (transobjetivo) y lo incognoscible (irracional o transinteligible). De las cuatro hay que distinguir la estructura de conocimiento en la conciencia, que a diferencia de ellas, como estratos de lo trascendente, es inmanente." (p. 112)

Cap. XXXI
"[...] Examinándolo detenidamente, "fenómeno" no significa el objeto, sino la imagen del conocimiento del objeto en la conciencia. Esa imagen no es "apariencia", no es substancialmente subjetiva, sino objetiva, representativa del objeto. Por consiguiente, la distinción "fenómeno - cosa en sí" no coincide con la distinción entre lo subjetivo y lo objetivo, [...]." (p. 278)
"Una teoría del fenómeno es al mismo tiempo necesariamente teoría de lo existente en sí que se manifiesta. [...]" (p. 279)
"[...] El "objeto trascendental" [...] es más que el objeto empírico. No se reduce a la experiencia, ni a la real ni a la posible. Le pertenece la "totalidad de las condiciones" [...]." (p. 279)
"[...] Pero si la cosa en sí es lo que se manifiesta en parte detrás del fenómeno, y además, en su infinito resto desconocido, sigue siendo siempre la continuación de lo conocido, [...]." (p. 280)

Cap. XXXII
"La irracionalidad es inherente ya a la "cosa en sí". [...]" (p. 283)
"[...] En el ser en sí como tal hay un factor irracional; [...]." (p. 283)
"[El] contraste entre lo ideal y lo real es distinta que la que hay entre lo racional y lo irracional. El ser en sí es una modalidad de lo existente, un problema ante todo puramente ontológico, que ni siquiera dentro del problema del conocimiento pierde su carácter ontológico. Lo irracional, en cambio, es una modalidad del conocimiento, [...]." (p. 283-284)
"El término tradicional ratio no es apropiado para esclarecer esta situación. "Ratio" se emplea aquí en un doble sentido: unas veces significa el fundamento (sea el del conocimiento o el del ser), otras la razón. [...] Otra complicación proviene de la referencia de la ratio a lo lógico. Si se hace lo alógico igual a lo irracional, la esfera lógica es simplemente la de lo racional. Esa equiparación puede inducir a error tanto como el equívoco que acabamos de mencionar. En efecto, ni es incognoscible todo lo que no pertenece a la esfera lógica, ni es seguro que sea cognoscible todo lo que le pertenece. [...]" (p. 284)
"[...] se desprende que tenemos que ver con tres tipos de irracionabilidad: la alógicamente irracional, lo transinteligiblemente irracional y lo a la vez alógica y transinteligiblemente irracional. [...]" (p. 285)
"[...] La totalidad del objeto demuestra ser actual infinitud que el entendimiento finito no puede recorrer totalmente. [...]" (p. 289)
"[...] la irracionalidad es propia de los problemas biológicos. [...]" (p. 290)
"Un ejemplo en que de modo particularmente sugestivo puede demostrarse el residuo irracional, es el antiguo problema de cuerpo y alma. [...]" (p. 290)
"Frente a lo irracional, todo conocimiento es solamente un valor de aproximación, un hacer finita su infinitud. [...]" (p. 292)

Cap. XXXIV
"[...] Las categorías son, pues, "conocimientos puros", certidumbres primeras. [...] El entendimiento no podría atribuir categorías a un objeto trascendente, o bien no podría contemplar sus esencias. [...]" (p. 307)
"Lo infinito es inherente a todas las categorías que tienen carácter dimensional, como el número, el espacio, el tiempo, el movimiento y la causalidad. [...]" (p. 317)
"[...] "dimensión" no significa "medición", sino lo medido o lo susceptible de medición, [...]." (p. 319)
"[...] El principio de identidad es un juicio sintético que sólo se comprende a base de las consecuencias que de él resulten, [...]. Lo mismo puede decirse del principio de contradicción. [...]" (p. 322)
"[...] el principio de contradicción es irracional precisamente como principio, es decir, como ley. Eso no significa que se torne dudoso, pero sí que su tan pregonada "inteligibilidad absoluta" es un prejuicio. [...]" (p. 322)
"[...] La famosa racionalidad de la matemática no se extiende, pues, a sus primeras leyes, sino solamente al sistema de las conexiones entre ellas y lo derivado. [...]" (p. 323)
"[...] Nada nos garantiza que el mundo existente no deba su cohesión a innumerables relaciones inaccesibles al conocimiento. [...]" (p. 325)
"[...] La razón puede entender el por qué en el mero sentido de dependencia de otra cosa, y esta dependencia es lo que encuentra sus límites en los principios. [...]" (p. 326)

Cap. XXXV
"[...] Pueden pensarse muchas cosas que no son cognoscibles. [...] Lo absolutamente irracional tendría que ser absolutamente ajeno a la conciencia. [...] Lo que se puede pensar -aunque sólo sea de modo filosóficamente especulativo- tiene ya un atisbo de racionalidad. [...]" (pp. 328-329)
"[...] No hay indicios perceptibles de una ratio de orden superior ni en la experiencia ni a priori; [...]". (p. 330)
"[...] Lo irracional nunca aparece sino como la perspectiva proyectada al infinito de lo racional [...]." (p. 333)
"[...] Entre lo incognoscible y lo cognoscible sigue habiendo siempre relaciones reales. [...]" (p. 333)

Cap. XXXVIII
"Los conceptos son en sí estructuras racionales. [...]" (p. 356)
"[...] la función de la ratio se apoya ya en realidades del ser cuya esencia y alcance le siguen siendo trascendentes. [...]" (p. 357)

Cap. XXXIX
"[...] En cierto sentido, todo lo finito es también a su vez infinito, y viceversa. [...] En definitiva, la finitud no es sino una metáfora para el problema de la ratio. [...] Naturalmente, en un sentido determinado podría concederse infinitud a la ratio; pero no propiamente a ella misma -al aspecto interior que ella es-, sino a sus condiciones en que se apoya. [...] De ahí la importancia de no confundir, como se hace muchas veces, la ratio con la esfera lógica. Ésta no es esfera de conciencia, sino de objeto, bien que ideal. Tampoco es finita ni enteramente racional. [...]" (pp. 361-363)

Cap. XL
"[...] Así como lo finito es solamente una fase en la serie de las infinitudes y lo racional solamente un sector de lo irracional, así también el pensar, y con él todo el conocimiento en general, es solamente una clase de ser e incorporado al conjunto de las distintas clases de ser. [...]" (p. 364)

TOMO II

Cap. XLII
"Teoría de conocimiento y teoría del ser son correlativas. Lo cognoscible del ser sólo gnoseológicamente puede determinarse; mas el ser del conocimiento y de su objeto sólo ontológicamente puede comprenderse. no hay modo de tratar ambos problemas más que conjuntamente. Sólo in abstracto pueden aislarse. [...]" (p. 375)

Cap. XLIII
"[...] El objeto empero no sólo es "objeto para el sujeto", sino que también existe como ser en sí, cuando no es objetificado. [...]" (p. 377)
"[...] La relación de conocimiento que en ellos [sujeto-objeto] conocemos [es] solamente una de tantas relaciones de ser: aquella precisamente que aparece en el fenómeno del conocimiento." (p. 379)
"[...] La imagen del objeto en el sujeto se concibe en este caso como "efecto" del objeto, y el efecto es, por consiguiente, de esencia diferente a la causa. [...]" (p. 381)
"[...] Como la estructura del conocimiento en la conciencia -sea como fuere el modo que se la concibe- no es, indudablemente, una estructura espacial, ni tampoco, prescindiendo del proceso psicológico de conocimiento, una estructura temporal, es evidente que no puede ser "efecto" de un objeto espacio-temporal. [...]" (p. 382)

Cap. XLIV
"[...] Como el objeto es trascendente al sujeto, es necesario para esto que el último salga de sí mismo. Tiene que "aprehender fuera de sí" [...]. Con este "ser fuera de sí del sujeto" en la función de conocimiento se enlaza la aporía, puesto que la conciencia no puede salir precisamente fuera de sí, está inapelablemente prisionera de sí misma, sólo puede aprehender eternamente sus propios contenidos, pero nunca un extraconsciente. [...] El hecho de que la conciencia sea prisionera de sí misma, no significa que esté aislada de lo demás existente, sino solamente que está vinculada a una clase determinada de relaciones: sólo puede aprehender lo que se refleja en ella, [...]." (pp. 385-387)
"[...] puede sostenerse entonces la tesis leibniziana de que toda estructura existente "representa" de algún modo todo el sistema; "reacciona" por decirlo así (transcausalmente) a las determinaciones de las demás estructuras. [...] La conciencia es entonces el aspecto interior de esta estructura que reacciona y representa. el sector representativo del sistema de lo existente es la esfera de objetos de su conocimiento, el "patio de sus objetos"; lo que está más allá de ella es lo transobjetivo. [...]" (pp. 388-389)

Cap. XLV
"[...] hay una irracionalidad de los principios del conocimiento (cap. XXXIV. c.) [...]." (p. 400)
"[...] Ahora bien, espacio y tiempo son ciertamente, en primer lugar, principios de ser; pero, por otra parte, tienen que ser también principios de conocimiento, como lo muestra la formación espacio-temporal de todo contenido de conocimiento concreto. [...]" (p. 402)

Cap. XLVI
"Mientras se trate solamente de la validez universal intersubjetiva, basta como base la identidad de categorías de conocimiento de todos los sujetos. [...] La cuestión de si esta validez se extiende también a objetos trascendentes, es de índole totalmente distinta y hasta ahora no ha sido abordada. [...]" (p. 405)
"[...] La forma originaria de todo conocimiento apriórico, aún la del trascendente-apriórico, es más bien una interna aprehensión, contemplación o, expresándolo objetivamente, la evidencia de una situación real existente en sí. [...]" (p. 407)
"[...] No es la naturaleza la que hace matemática pura, sino el entendimiento humano. Él es el que piensa, combina, calcula. [...]" (p. 407)
"Este "tercer caso" olvidado por Kant, tiene la ventaja sobre los otros dos de no obedecer a ninguna postura. Si el objeto determina la representación, estamos en el realismo; si la representación determina el objeto, estamos en el idealismo. En cambio, si ambos están determinados por categorías comunes, no se implica postura alguna [...]." (p. 411)
"No es necesario que sea el entendimiento el que prescriba leyes a la naturaleza para coincidir con ella, porque las mismas leyes les están prescritas a él y a la naturaleza; [...]." (p. 411)

Cap. XLVIII
"[...] la condición general del conocimiento apriórico de objetos reales estriba en una relación de categorías; para decirlo más exactamente: en la relación entre las categorías del ser y las del conocimiento; [...]" (p. 423)
"[...] una categoría que estuviera representada en el objeto más no en el conocimiento, constituiría necesariamente una deficiencia en la estructura de conocimiento, una inadecuación con respecto al objeto y, por consiguiente, un rasgo incognoscible del objeto. [...]" (p. 424)
"[...] la "cosa en sí", [...] cuyo concepto admitía Kant solamente "en su acepción negativa", es decir, como irracional. [...]" (p. 424)
"[...] Si todas las categorías del ser coincidieran con las del conocimiento, no solamente todo lo existente sería cognoscible, sino que lo sería también a priori. [...]" (p. 425)

Cap. XLIX
"[...] Para hacer posible el conocimiento a priori basta que una parte de las categorías de conocimiento corresponda a ciertas categorías de ser, es decir, que desempeñe aproximadamente en la estructura de conocimiento la misma función que éstas en el ser. [...]" (p. 435)
"[...] "analogía" y "correspondencia" presuponen ya la identidad, y precisamente la identidad parcial. [...]" (p. 436)
"[...] es verdad que las categorías de objeto son condiciones del objeto y las categorías del conocimiento condiciones del conocimiento de aquél; pero el conocimiento de ambas no es condición del conocimiento del objeto. [...]" (p. 440)
"[...] No puede decirse que éste [el objeto] sólo sea cognoscible a priori hasta donde sean cognoscibles sus categorías, sino más bien en cuanto sus categorías son idénticas a las del conocimiento. [...]" (p. 441)

Cap. L
"[...] El conocimiento apriórico aprehende esencialmente sólo lo universal y necesario, no lo individual y real como tal; sólo puede referirse a lo último cuando le es dado por la sensación. [...] Sólo lo apriórico tiene estricta validez universal en todas las fases de conciencia. [...] Y el conocimiento a posteriori paga la ventaja de la inmediata certidumbre de la existencia con el inconveniente de la relatividad individual. [...]" (pp. 447-450)
"[...] Es posible que la sensación constituya un enriquecimiento substancial del conocimiento, pero se pregunta si éste tiene también validez objetiva. [...]" (p. 448)
"[...] Por más que [...] las cualidades del objeto estén recubiertas por factores subjetivos, hay que reconocer que en la sensación hay un elemento objetivo. [...] Por consiguiente, la subjetividad de la sensación no suprime su significación de conocimiento, [...]." (pp. 448-449)
"[...] El conocimiento de un objeto no es nuca el objeto mismo, [...]." (p. 449)

Cap. LI
"[...] dos mundos fundamentalmente distintos: el físico y el psíquico, el mundo del acaecer espacio-temporal y el de los fenómenos de conciencia que, aunque van y vienen en el tiempo, son totalmente inespaciales. [No] hay modo de comprender que un proceso corporal-físico provoque un proceso de conciencia, puesto que si bien como "proceso" tiene siempre de común con él el factor del transcurso temporal, su contenido no es espacial ni temporal. [La] unidad de la esencia psicofísica del hombre es totalmente metafísico e irracional." (pp. 453-455)
"[...] Suponer una "causalidad psicofísica" que rigiera directamente a uno y otro lado de la línea divisoria, era una ingenuidad naturalista. [...] Por consiguiente, su modo de determinación tampoco puede ser causal, tiene que ser en algún sentido transcausal [como] un proceso a la vez metafísico y metapsíquico, [...]." (p. 456)

Cap. LII
"Un sistema de símbolos [como cada sentido] puede ser totalmente contingente con respecto a lo simbolizado en él, [...]." (p. 464)
"[...] la formación de símbolos es totalmente diferente en lo sensible y en lo conceptual. [...] Mas en este caso existe todavía otra diferencia de mucho mayor peso ontológicamente. La sensación se halla reducida a unos pocos tipos de sistemas de símbolos, muy limitados, que no puede ampliar ni modificar a voluntad. [Empero tiene una ventaja:] su módulo es firmemente inequívoco y gracias a su constante identidad adquiere el carácter de factor trascendentemente apriórico, [...]" (pp. 466-468)
"[...] El ser es indiferente a la conciencia, pero la conciencia no es indiferente al ser, sino que se interesa por él. [...]" (p. 467)
"[...] el conocimiento apriórico se [apoya] en una relación fundamental categorial, y el aposteriórico en una psicofísica. [...]" (p. 468)

Cap. LV
"[...] veracidad, la cual puede existir perfectamente sin verdad. Es verídico el discurso de quien está convencido de que dice la verdad; por consiguiente, el discurso verídico puede ser no-verdadero, del mismo modo que puede ser perfectamente posible que el discurso insincero acierte la verdad. [...]" (p. 489)
"[...] Lo que puede ser verdadero o no-verdadero, no es la cosa misma, sino solamente el conocimiento de la cosa. La cosa, o bien la situación, sólo puede ser real o irreal. [...] En consecuencia, el problema de la verdad es en su entraña tan poco ontológico como lógico o psicológico, antes bien es exclusivamente gnoseológico. [...] Conocimiento propiamente dicho, lo es sólo el verdadero, mientras que el llamado no-verdadero significa más bien falta de conocimiento. [...]" (pp. 490-491)
"[...] la verdad no sólo es "única" para todos los sujetos cognoscentes, o sea de estricta universalidad intersubjetiva, sino también "única" para todas las épocas. [Su] contenido es temporal, pero la realidad del contenido es supratemporal. [...]" (p. 493)
"[Los objetos reales] sólo pueden tener verdad trascendente cuando por lo menos tengan también inmanente. en ellos, por lo tanto, la verdad inmanente es la condición para la trascendente. [...] De ahí que la verdad inmanente sólo sea una condición negativa de la trascendente. [...] De ahí que el condicionamiento de la verdad trascendente por la inmanente sea meramente ideal y exista solamente con respecto a la ampliación progresiva del conocimiento y de su panorama interior." (pp. 495-496)

Cap. LVI
"[...] como los errores sólo se hacen patentes con la comparación, sigue siendo también un criterio negativo. Mas la relatividad desaparece a medida que se acumula material; y la negatividad, con la diversidad y heterogeneidad de su proveniencia. Cuanto menos el material de conocimiento lleve implícita sus vinculaciones, tanta mayor importancia adquiere para la certidumbre del cuadro de conjunto las relaciones que se establezcan en la referencia inmanente. Resulta así que un criterio relativo puede ser perfectamente un criterio de verdad absoluto. [...]" (p. 505)

Cap. LVII
"La cuestión ulterior del criterio [de verdad] depende ahora exclusivamente de que se enfrenten así dos instancias de conocimiento referidas al mismo objeto que substancialmente sean lo bastante homogéneas para poder compararlas entre sí y, no obstante, al propio tiempo lo bastante heterogéneas por su estructura y legalidad para que excluyan las mismas fuentes de error. [..]" (p. 506) (Aquí Hartmann nos dice que habrá mayor evidencia cuanto más resultados parciales se complementen, y habiendo llegado a cada uno de ellos a discernirlos por metodologías diferentes)

Cap. LVIII
"El hecho de que las estructuras de conocimiento sean inadecuadas a los objetos, constituye una imperfección y debilidad del conocimiento; pero el de que haya también una conciencia de esa inadecuación, mediante lo cual se conoce lo deficiente como tal, es una especie de compensación y en todo caso una fortaleza del conocimiento, [...]." (p. 517)
"[...] la conciencia de la inadecuación no tiene que disminuir, sino precisamente aumentar, a medida que aumente la verdad de la imagen de conocimiento. Su desenvolvimiento presupone ya el criterio de verdad. [...] En efecto, todo conocimiento tiende a un aprehender, no parcial, sino total del objeto, [...]" (p. 518)
"¿Cómo es posible esa conciencia de la inadecuación? [...] Es el fenómeno formulado sucintamente en la antigua frase del "saber del no-saber". [...] Es evidente que sólo puede haber un saber del no-saber si de algún modo hay un saber anterior al genuino saber de la cosa, un saber de lo desconocido, en el cual éste no se torne algo conocido. [Pareciera] que en este caso se pregunte por una tercera clase de aprehender primario además del conocimiento apriórico y aposteriórico. [...] ¿En qué puede fundarse [esto] si no es en una vinculación de otra clase con el objeto?" (pp. 518-519)

Cap. LIX
"[...] El progreso del conocimiento no significa ontológicamente más que el ensanchamiento del límite de objetificación del objeto; [...]." (p. 531)
"[...] El centro de gravedad del objeto se halla en lo transobjetivo, aun para el conocimiento, [...]. El conocimiento gravita hacia el punto de gravedad de la totalidad. Y esta gravitación es algo diferente de la mera conciencia de los problemas. [...]" (p. 532)
"Todo consciente afán de conocimiento está condicionado por la conciencia de los problemas. Platón lo vio perfectamente: sólo busca e investiga el que tiene el saber del no-saber, sólo de esto resulta el querer saber. [...]" (p. 532)
"[...] Ningún problema puede plantearse sino partiendo de un determinado nivel del saber, y lo que ese nivel contiene de conocimiento de la cosa, está elaborado ya al propio tiempo en el planteamiento del problema. [...] Por consiguiente, en el campo puramente apriórico, en la determinación del problema se hallan, no sólo el camino para la solución, sino también los datos positivos, todos los medios de conocimiento que conducen a ella, es decir, en realidad la solución misma." (p. 534)
"Naturalmente, la cosa [la conclusión del problema con sólo sus premisas] no es tan sencilla en el campo del conocimiento de objetos reales [y metafísicos]. Aquí hay que añadir diversos elementos de experiencia de los cuales depende el conocimiento de lo dudoso. [...]" (p. 534)

Cap. LX
"[...] el progreso del conocimiento tiene que fundarse de algún modo en la misma relacionalidad que la conciencia de los problemas. [...]" (p. 536)
"[...] Toda intelección apriórica vale, gracias a su universalidad y necesidad, mucho más allá de los límites del verdadero conocimiento; por ella se determinan de antemano de modo totalmente positivo también todos los casos desconocidos, pasados y futuros, y hasta todos los casos propiamente posibles; de ellos se sabe a priori algo completamente determinado, antes de que se den como casos en la experiencia, y hasta independientemente de que alguna vez puedan darse o no. Toda condición apriórico es precisamente condición de toda experiencia "posible", y no puede agotarse en la contingente experiencia real." (p. 538)
"[...] conocimiento apriórico y también el aposteriórico, y éste está sometido al progreso tanto como aquél. Con la única particularidad de que el progreso tiene aquí un carácter completamente diferente. Mientras allí se abarcaba una ilimitada serie de casos posibles gracias a la universalidad de la intelección, aun permaneciendo dudosa la existencia de los mismos, la fuente de experiencia sensible avanza lentamente de caso en caso y sigue siempre supeditada a lo real. [...]" (pp. 439-540)
"[...] en el sistema de dos instancias del conocimiento tiene su propia ley de progreso tanto el elemento aposteriórico como también el apriórico. Esta ley es muy distinta en uno y otro y se basa en condiciones diferentes. De ahí que el conocimiento de objetos se encuentre siempre en la posición peculiar de que al propio tiempo progrese en dos direcciones, tendiendo a ir más allá de sí mismo con dos tendencias diferentes y obedeciendo a dos leyes diferentes. [No] revelan tampoco en su tendencia al progreso el menor afán de coincidir, sino que cada vez divergen más completamente. [...]" (p. 541)
"[...] El progreso de cada uno de éstos por separado [apriórico y aposteriórico (o sensible)], no es todavía un progreso de conocimiento propiamente dicho. Solamente cuando en su progreso vuelven a coincidir ambos, existe verdadero progreso de conocimiento. La conciencia cognoscente se enfrenta también con esta situación con la única reacción natural y consecuente: oponiendo a la tendencia divergente una convergencia, [...]." (p. 541) (Hartmann nos dice que un conocimiento es tal cuando coinciden lo a priori con la experiencia, tal cual la unión de métodos deductivo-inductivo aristotélico, v.g. por eso se dice que no se conoce la partícula subatómica según el principio de Heisenberg)
"[...] el conocimiento de hechos, al prestarse a su encausamiento hacia el sector de confirmación de la hipótesis, tropieza al propio tiempo con datos que no entran ya en esa conexión y por ende requieren en seguida una nueva formulación de hipótesis. [...]" (p. 544)
"La verdad con su criterio, el problema y el progreso constituyen miembros estrechamente solidarios [...]. Donde el criterio y el problema muestran divergencia, discreción, parcialidad, el progreso se endereza a convergencia, continuidad, totalidad. [...]" (pp. 547-548)
"[...] el conocimiento inadecuado no es no-verdadero, sino solamente incompleto. [...] La conciencia de la inadecuación es sólo una fase en el progreso, una fase que reaparece a cada paso, [...]." (p. 547)

Caps. LXI Y LXIV
"[...] todo conocimiento de objetos ideales es conocimiento apriórico [...]. El conocimiento ideal es conocimiento a priori puro, [...]."(pp. 551 y 578)

Cap. LXI
"[...] las dos clases de conocimiento, apriórico y aposteriórico, sólo están referidas al ser real. En cambio, el ser ideal carece de temporalidad, realidad, experimentalidad; [...]." (p. 555)

Cap. LXIII
"[...] con el título común de "irreales" figuran dos grupos de "objetos" muy heterogéneos: objetos idealmente existentes en sí y objetos meramente intencionales sin ser-en-sí. Es evidente que el problema del conocimiento sólo tenemos que ver con los primeros, [...]." (p. 566)
"[...] ambas clases de lo irreal, lo mismo que todas sus subclases y matices, tienen de común la continua aprioridad de la conciencia de objetos. [...]" (p. 567)
"[...] Producir no es "aprehender", lo producido no es existente en sí; [...]." (p. 567)

Cap. LXV
"[...] en ambas acepciones, tanto en la subjetiva como en la objetiva, la "evidencia" no es un criterio. [... Debería] hallarse en la síntesis de evidencia subjetiva y objetiva. [...]" (p. 585)

Cap. LXVII
"La investigación fenomenológica de las dos últimas décadas ha puesto de toda duda que hay cierto estigmatismo [o de "evidencia convincente"] de la intuición apriórica [...]." (p. 596)

Cap. LXVIII
"[... el pensar como tal no necesita ser un aprehender. En el fondo es un absoluto de la misma intuición pura (el intuitus purus de Descartes), pero precisamente sólo intuición de conexiones y relaciones como tales. [...]" (p. 604)
"[...] Las leyes del pensamiento puro tienen que ser al mismo tiempo leyes del ser ideal. [...]" (p. 607)

Cap. LXX
"[...] intuición estigmática y conspectiva [o de "pensamiento puro"]. Las dos clases de intuición se refieren a los mismos objetos ideales, pero dan de ellos algo cualitativamente diferente [...]. Si ambas cosas se miraran debidamente, tienen que acoplarse de modo armónico por necesidad. [...]" (p. 622)

Cap. LXXIII
"[...] las esferas de las categorías de lo ideal y las de lo real se entrecruzan. Sólo son entre sí parcialmente idénticas [...]." (p. 657)


HARTMANN, Nicolai: Fundamentos de la ontología (1934), trad. por José Gaos, México, F. C. E., s/f, t. I.

ÍNDICE

Introducción.
§ 16. El marco cerrado de los problemas metafísicos.
§ 17. El elemento ontológico en los problemas metafísicos.
§ 18. La idea de una nueva "philosophia prima" [filosofía primera]
§ 19. "Philosophia prima" y "philosophia última"
§ 20. Exposición, división y limitación.
Sección I. El concepto de ente y su aporía.
Cap. 1. La cuestión ontológica fundamental.
Cap. 2. Un intento actual. Error en el punto de partida.
Cap. 3. Actitud propia del conocimiento ontológico.

Introducción.

§ 16. El marco cerrado de los problemas metafísicos.

"[...] en todos los dominios está lo cognoscible dentro del marco de lo incognoscible. Y porque las conexiones del ser no se detienen en los límites de conocimiento, [...]. Tales problemas, [...] que son inevitables e irrecusables, porque nos lo propone una sólida conexión con lo cognoscible, pero que tampoco son solubles hasta el fin con los medios de un conocimiento finito [...]. son los verdaderos y legítimos problemas metafísicos."

§ 17. El elemento ontológico en los problemas metafísicos.

"Si el contenido de los problemas metafísicos fuese algo de todo punto irracional, no podría menos de ser empresa sin perspectiva de éxito el atacarlos filosóficamente. Pues irracionalidad en sentido gnoseológico quiere decir incognoscibilidad. Pero algo de todo punto incognoscible no lo hay en la región de los problemas formulables. Lo prueba la existencia misma de los problemas. [...] Esto significa que en ello hay siempre también un lado cognoscible. [...] Es cosa sólo de encontrar los métodos. [...]"
"[...] Querer conocer lo incognoscible mismo, sería una pretensión absurda. [...]"
"[...] A lo largo de toda la línea se ha mostrado que en estos problemas hay una trama ontológica. [...]"

§ 18. La idea de una nueva "philosophia prima" [filosofía primera]

Es la idea de una "nueva ontología"". Sus fundamentos serían:

1) No puede haber una "unidad de contenido" en ella.
2) No puede indicar resultados por adelantado seriamente.
3) Debe converger; no es permitible que diverja ad infinitum.
4) Toda crítica no debe afectarle.
5) No incluirá el "primer principio", lo "absoluto", el "punto", o cosa por el estilo.
6) Tiene su unidad metódica en el preguntar. La unidad de su objeto es la frase "ente en cuanto tal".

"[...] es misión de la ontología: ir arrancando al mundo el secreto de esta unidad. [...]"

§ 19. "Philosophia prima" y "philosophia última"

"[...] Los principios que se buscan, se encuentran sin duda en el ente, [... Están] no menos encubiertos por estos últimos, escondidos tras de ellos, y es menester un proceder especial para arrancárselos."
"Aquí radica la íntima razón de que no pudiera mantenerse la antigua ontología, Su error estaba en proceder deductivamente, en la pretensión de esbozar la armazón del ser del mundo partiendo de unos pocos principios evidentes por adelantado. [...]"
"[Así, su] contenido no puede ser lo primero en el orden del conocimiento, y no lo puede justo porque es lo primero en el orden del ser. [...]"
"[...] hay, pues, que transformar el concepto mismo de filosofía fundamental ["Philosophia prima"]. ésta no puede ser el primer conocimiento filosófico, sino que sólo puede ser el último ["philosophia última"], y no lo puede justo porque es conocimiento de lo primero en sí."

§ 20. Exposición, división y limitación.

Sección I. El concepto de ente y su aporía.

Cap. 1. La cuestión ontológica fundamental.

a) No hace, prácticamente, al estudio del ente los cuestionamientos del origen de las cosas.
"[...] el problema del ser es por su esencia un problema que tiene sus raíces en el más acá, en el primer plano. Parte de fenómenos, no de hipótesis."
"[...] Los fenómenos del ser [se] comportan [...] indiferentemente con el idealismo y el realismo [...]. Su afán es, en la misma medida que el del realismo, comprender la esencia del llamado mundo real [...]."

b) "No es lícito prometerse demasiado de los comienzos de una ontología. [...] Pues todo lo concreto que pudiera introducirse sería ya especificación. [...]"
"[...] El ser y el ente se distinguen exactamente como la verdad y lo verdadero, la efectividad y lo efectivo, la realidad y lo real. [...]"
"[...] El ser del ente es uno, por múltiple que sea este último. [...]"
"entendida formalmente, no es, pues, la cuestión fundamental de la ontología la del ente, sino la del ser del ente. [...]"

c) "Aristóteles [...] no se dirige aquí la cuestión hacia el "ser", sino hacia el "ente", es decir, hacia el "ente en cuanto ente", [... Pero,]como sólo mienta el ente en tanto es ente, [...] a pesar de todo, el "ser". Pues, por encima de todo contenido especial, es este lo único común a todos los entes. Lícito es, por ende, apropiarse sin más de esta fórmula. [...]"

Cap. 2. Un intento actual. Error en el punto de partida.

a) "Martín Heidegger ha impugnado lo anterior. En lugar de la cuestión del "ente en cuanto ente" pone la cuestión del "sentido del ser". [...]"

b) ""Sentido" es una palabra muy equívoca. "Sentido del ser" puede querer decir la significación de la palabra "ser". [...]"
"En general puede decirse que la cuestión del "sentido del ser", aparentemente aclaradora del sentido, es, dada su ambigüedad, absolutamente embrolladora del sentido. En sus significaciones ingenuas es superflua; en su única significación dotada de un contenido importante, conduce a extraviarse. Pero a esto se añade todavía una triple consideración: 1. Si ya es necesario preguntarse por el "sentido del ser", mucho más necesario aún es preguntar por el sentido del sentido [y con ello ad infinitum]. 2. Por otra parte, todo "sentido" de algo tiene que ser él mismo algo ente, necesita tener alguna manera de ser. [...] Así, pues, habría que preguntar al menos tanto por el "ser del sentido" como por el "sentido del ser". [Así, tal] cuestión es, sin duda alguna, una cuestión relativa al ser, pero no es la cuestión general del ser. 3. "Sentido" es, en todas circunstancias [...], algo que existe "para nosotros" [...]. Un sentido en sí sería un contrasentido. Es, pues, aun demasiado poco decir: en sí mismo no necesita el ente en cuanto ente tener ningún sentido. Antes bien, hay que decir: en sí mismo no puede en absoluto tener sentido. Sólo "para alguien" puede tenerlo. [...]"

Cap. 3. Actitud propia del conocimiento ontológico.

a) "[...] No es posible superar la fórmula del "ente en cuanto ente". Es una fórmula que no decide nada previamente, que permanece neutral ante la divergencia de las posiciones y teorías, más acá de toda interpretación. [...]"
Así, el ser es inasequible e indefinible.
"El ser es algo último por lo que cabe preguntar. Algo último no es nunca definible. [...]"

b) "[...] los hilos que ligan el ser basan todo límite de conocimiento, vinculando lo conocido y lo desconocido. [...]"

c) "[Al ser cabe], pues, entenderla tranquilamente con la aporía de la generalidad e indeterminación del ente en cuanto ente. [...]"
"[...] La teoría del conocimiento, que pregunta precisamente por aquello en que consiste el conocer y por las condiciones de éste, [...]."
"La lógica, sobre todo, está aquí en mala posición. Cierto que el saber claro se mueve en conceptos y juicios; pero el objeto del saber no son éstos, sino los contenidos que se apresan de ellos. [...]"

d) "[...] La ontología más bien se abstiene en absoluto de la reflexión. Se adhiere directamente a la actitud natural. [...]"

 

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