Cap. I
  No se busca entender para creer sino creer para entender.
  Cap. II
  Acepta una "inteligencia de la fe".
  "[...] creemos ciertamente que Tú eres algo infinito [infinitud]. 
  ¿Y si, por ventura, no existe una tal naturaleza puesto que el insensato 
  dijo en su corazón: no existe Dios? Mas el propio insensato, cuando oye 
  esto mismo que yo digo: "algo infinito", entiende lo que oye; y lo 
  que entiende está en su entendimiento, aunque no entienda que aquello 
  exista realmente. Una cosa es, pues, que la cosa esté en el entendimiento, 
  y otra entender que la cosa existe en realidad. [...] El insensato debe convencerse, 
  pues, de que existe, al menos en el entendimiento, algo infinito, porque cuando 
  oye esto, lo entiende, y lo que se entiende existe en el entendimiento. Y, en 
  verdad, aquello infinito, no puede existir sólo en el entendimiento. 
  Pues si sólo existe en el entendimiento, aquello infinito es lo mismo 
  que aquello finito [... esto no es un razonamiento válido]. Pero esto 
  ciertamente no puede ser. Existe, por tanto, fuera de toda duda, algo infinito, 
  tanto en el entendimiento como en la realidad. [...] Luego existe verdaderamente 
  algo infinito, y de tal modo que no puede pensarse que no exista. [...]"
  1ra. deducción: "[...] Existe, por tanto, fueras de toda duda, algo 
  mayor que lo cual nada puede pensarse, tanto en el entendimiento como en la 
  realidad."
Cap. III
  2da. deducción: "[...] Luego existe verdaderamente algo mayor que 
  lo cual nada puede pensarse, y de tal modo que no puede pensarse que no exista."
Cap. IV
  "[...] Dios, pues, es aquello mayor que lo cual nada puede pensarse. [...]"
Cap. IV
  Dios es aquello que es mejor que exista a que no exista.
Cap. VI
  "[A Dios:] ¿cómo eres sensible no siendo cuerpo? [...]"
  "[...] si sentir no es sino conocer, o al menos, vía para conocer, 
  [...]"
Cap. VII
  "[De Dios:] ¿cómo lo puedes todo, si no puedes corromperte, 
  [...] ? ¿Tal vez porque poder estas cosas no es potencia, sino impotencia? 
  [...] De ahí, por tanto, mi Señor y Dios, que seas más 
  verdaderamente omnipotente porque nada puedes por impotencia, porque nada puedes 
  contra Ti."
Cap. VIII
  "[...] ¿Cómo eres y no eres misericordioso, Señor? 
  ¿Tal vez porque eres misericordioso según nosotros y no según 
  Tú? [...] Y eres misericordioso, pues salvas a los míseros y perdonas 
  a tus pecadores, y no eres misericordioso porque no eres afectado por la compasión 
  de ninguna miseria."
Cap. IX
  Se pregunta cómo siendo justo hace Dios injusticias. "Tal vez porque 
  tu bondad es incomprensible [...]"
Cap. X
  "[...] ¿Acaso castigas con un género de justicia a los malos, 
  y con otro género de justicia los perdonas? [Será porque] justamente 
  castigas y justamente perdonas."
Cap. XI
  "[...] justo es que Tú seas justo de tal modo que más justo 
  no puedas ser pensado, [...] Porque sólo es justo lo que quieras e injusto 
  lo que no quieras. [...]"
Cap. XII
  "[...] Tú eres, pues, la misma vida por la que vives; [...]"
Cap. XIII
  Dios es ilimitado, eterno y contiene en Él todas las cosas.
  El alma de las personas se encuentra difundida en todo el cuerpo de un modo 
  orgánico.
Cap. XIV
  "[Al querer ver a Dios con el alma] Se ciega, ciertamente, por ella y se 
  deslumbra por Ti. [...]"
Cap. XVII
  
  
  La prueba ontológica de la existencia de Dios.
 "[...] creemos ciertamente que Tú eres algo mayor que lo cual 
  nada puede pensarse. ?Y si, por ventura, no existe una tal naturaleza puesto 
  que el insensato dijo en su corazón: no existe Dios? Mas el propio insensato, 
  cuando oye esto mismo que yo digo: "algo mayor que lo cual nada puede pensarse", 
  entiende lo que oye; y lo que entiende está en su entendimiento, aunque 
  no entienda que aquello exista realmente. Una cosa es, pues, que la cosa esté 
  en el entendimiento, y otra entender que la cosa existe en realidad. [...] El 
  insensato debe convencerse, pues, de que existe, al menos en el entendimiento, 
  algo mayor que lo cual nada puede pensarse, porque cuando oye esto, lo entiende, 
  y lo que se entiende existe en el entendimiento. Y, en verdad, aquello mayor 
  que lo cual nada puede pensarse, no puede existir sólo en el entendimiento. 
  Pues si sólo existe en el entendimiento, aquello mayor que lo cual nada 
  puede pensarse es lo mismo que aquello mayor que lo cual puede pensarse algo. 
  Pero esto ciertamente no puede ser. Existe, por tanto, fuera de toda duda, algo 
  mayor que lo cual nada puede pensarse, tanto en el entendimiento como en la 
  realidad. [...] Luego existe verdaderamente algo mayor que lo cual nada puede 
  pensarse, y de tal modo que no puede pensarse que no exista. [...]"