A Janis Joplin
a cantar dulce y a morirse luego no: a ladrar.
así como duerme la gitana de Rousseau así cantás, más las lecciones de terror.
hay que llorar hasta romperse para crear o decir una pequeña canción, gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia eso hiciste vos, eso yo. me pregunto si eso no aumentó el error.
hiciste bien en morir. por eso te hablo, por eso me confío a una niña monstruo
Los ausentes soplan grismente y la noche es densa. La noche tiene el color de los párpados del muerto. Y fue entonces que con la lengua muerta y fría en la boca cantó la canción que no le dejaron cantar en este mundo de jardines obscenos y de sombras que venían a deshora a recordarle cantos de su tiempo de muchacho en el que no podía cantar la canción que quería cantar la canción que no le dejaron cantar sino a través de sus ojos azules ausentes de su boca ausente de su voz ausente. Entonces, desde la torre más alta de la ausencia su canto resonó en la opacidad de lo ocultado en la extensión silenciosa llena de oquedades
movedizas como las palabras que escribo. |