"Yo
los quisiera ver en los mares del sur
una noche de viento real, con la cabeza
vaciada en frío, oliendo
la soledad del mundo,
sin luna,
sin explicación posible
fumando en el terror del desamparo"
Gonzalo
Rojas
Contra La Muerte
¡OH SOL, MI ADOLESCENTE DESENFRENO!
Francisco
Si escribo es para abrazarte.
Ahora
Tu bien conoces los extremos
¡que acabe el mundo
es necesario! como el alcohol,
la droga y el chirrío de los ángeles
un vodka a las 5:20, ¿siempre me agradecerás
que te haya acompañado desde Brasil hasta Argentina
en plena Libertad?.
Pancho
Fuiste una estrella fugaz
A quien nadie pidió un deseo.
Ahora
Entre su multitud y su merecido exorcismo
Si no agarramos la guadaña
La guadaña dará contra nosotros,
Empero,
Nos empeñamos
Con seguridad y por certezas
A este enfermo modo
de seguir viviendo contra nuestra voluntad
¡Idiotas!
Los días y su sagrado excremento.
Pancho
Si escribo es para nombrarte
Que acabe el mundo, es necesario
Como un cigarro en la carreta
Como el Elogio a la Locura y el álbum Blanco
Como la vagabunda sed de cada día, amén.
Sólo tú sabes lo que costó vivir
En este arrogante y aburrido
Pueblo de mierda.
Ahora
Esta ciudad crece a tu espalda.
¡Amigo,
Tengo ganas de callejear
Pero verdaderamente
todas las llamadas son de encierro!
Pancho, ¿qué
se hizo de ti,
Ofrenda, macheteo, playa, líos, fuego,
Destierro?
¡Oh adolescente desenfreno!
Y se suponía
Que venceríamos desde la pobreza
Rítmica y ritual";
AHORA INYÉCTENME Y TIENDAN A LA POESÍA
Ahora, inyéctenme
Y tiendan a la poesía
Hace bastante
Perdí entre barcos del sur
a mi padre
y a mi madre
a la diestra del pastor y del señor;
la fidelidad de la cesantía
los viajes, la explotación,
la soledad,
el colchón húmedo
y sin dinero,
poemas horribles
e inéditos.
La disipación de los días,
La mujer que es
Y otra vez no.
La violencia en las poblaciones,
La droga y el enfermo modo
De emborracharme y ser luego
Arrojado de los bares.
Ya los años acumulados
La mucha calle, la poca lectura
Y la desidia
Aunque creo nunca haber jugado
Con los pusilánimes,
Las iluminaciones
Y la diaria amargura de la derrota.
Este mosquerío
En mi cabeza
Esta deriva
Sin posibilidad alguna
Ahora inyéctenme
Y dejen por fin
Vérmelas con la poesía.
¨Ronda
De Policías En Pekín¨
(Ella sabe
hacerlo cinematográficamente)
Ayer en la
tarde
Llovió piedras en Temuco.
Camino al cine se me mojó el único cigarro suelto.
La policía de China nunca sabrá cómo es la policía
En estos barrios, porque digámoslo
No tienen conciencia colectiva ni comulgan ni comparten ni conversan
Con el pan del día.
Kubrick tenía razón. De alguna manera tenemos gusto
Por el horror y la maldad.
Más tarde nació en mí la crueldad de molestar a
un amigo
Quitarle sus lentes y gritarle a la cara que me mirara a lo ojos, ahora
Quien lo supiera me infamaría.
Terminé arrinconado a un bar juvenil
Contemplando el baile y escuchándolos fablar.
Como si fuera el único modo de comunión
Cayó la noche entre sus piernas
Gocé el pozo de su irrefrenable calentura
Más desearía haber penetrado
Su enmarañada conciencia de psicóloga.
Al igual que ¨Ronda de Policías en Pekín¨
Mi bicicleta me basta para recorrer la ciudad y verla
Incendiada.
"Me quedo pasmado en el árbol, dormido en las plumas del
gallo, me hundo
con las raíces en la tierra, me caliento en el horno, soy pan
y, ¡oh,
maravilla!, pluma, fruta, deslizamiento de arenas, pepita de oro en
el ojo de la
paloma, soy".
Luis Oyarzún
Diario íntimo
Y Seguimos Bebiendo
Este aliento que tengo es hálito de vida colectiva
la luna anoche como vela encendida.
Anoche el cielo candelero.
Los espíritus de la tierra
revoloteaban como treiles:
“";we we we we we";”, decían
mientras las garzas se hinchaban al cantar.
Mi nombre se
mojó con vino
La sangre será devuelta.
Brasero encendido es mi corazón.
Todo en todo cuando iba amaneciendo.
Mi nombre se
mojó con vino
La sangre será devuelta.
La convicción de que esto es circunstancia.
todo en todo
y seguimos bebiendo.
Procesión
A San Sebastian
";Estuvimos
en el carrusel de Yumbel, ¿te acuerdas?, tú, yo, chinchineros,
magos, gitanas";
Después
de la procesión
a San Sebastián
llegamos al río Claro,
a través de la luz
de nuestra devoción por la vida,
por la carretera.
El
Natre
"Los
muertos han venido y están moviendo las coronas, cantando suavemente
a través de los papeles"
Claudio
Mercado
Que Coman Las Almas; La Muerte En El Alto Loa
Cerca de la
vía férrea
pasan (mapuches) en bicicleta.
Yo te aseguro haber despertado el ave de mi corazón.
¿Y tú?, te diviertes dándoles cáscaras a
un chanchito de naranja.
Atrás, el cementerio y sus cromáticas coronas de papel
sujetas a las cruces de
madera.
En el cielo reposan
las nubes
y se dibujan las aves
de atardecer.
Carretera Ritual
"Cada
vez que viajo
no soy yo quien regresa"
José
Pacheco, poeta y eléctricista
de Los Angeles
Hoy no estoy
emotivamente ligado a la carretera, estoy desalentado, pero debo
enarbolar mi carácter, los ojos y la sonrisa para con el otro,
si es que deseo
viajar.
Los camioneros me miran y me hacen ademanes, algunos adivino llegan
cerca de
aquí y otros ni me pescan.
pasan sus buenas moscas y recuerdo: “si pasa un buen rato
y no te llevan,
sacúdete los zapatos en el camino y avanza”. La mochila
pesa tanto como el
sol, me digo, y veo navegar nubes de sur a norte, tengo compañía.
Debo mantener mi cuerpo en movimiento, la ciencia está en que
te vean, es
difícil expresarse hacia ojos empañados por la velocidad
y el parabrisas.
“San Juan es quien te escucha, a él debes encomendarte
en la
carretera”, evoco. De seguro este es el modo de no perder
el nexo con el
entorno. Fumo";y saludo a los caminantes que pasan y que miro;
también
puedo auxiliarme en los lugreños que viven en casitas a un costado
de la
carretera y que se conocen con el nombre de coloridas animitas.
Un camionero
logra hacer del rio Esperanza
su esperanza
En Tirúa
recibí un beso
de una vieja loca como remolino.