Brebaje
que de sangre a torrente logra el brote
"Oh
vida, en qué te diferencias de la muerte,
me pregunto"
Eduardo Anguita
Celeste resplandor
de visiones oníricas. Encierras
los arcos esféricos, tulipán de tiempo. Envuelto
en abismos, eres sustitución orgiástica.
Respiro distante
de mi país en letras amantes.
Punto cúlmine
de la capa de la pirámide, viento
marea y tiempo. De torrente dulce a sanguíneo
eres sanador y mortal, prohibido placer,
plataforma de mi estío, vestido similar a todo.
Fruto alquímico,
espectador de mi pecado y los nacimientos
sucesivos, te albergo en mis nociones de rojo fluir.
Los vidrios empañados gimen como el caer de tu
cuerpo, y como magenta luciérnaga, te pierdes...
Los ritos nos
maldicen, las preguntas me toman
como residencia, aun no puedo nombrar el lugar de
donde emanan mis plegarias. El tiempo absorbe a la
multitud, no dejo de seguirte, esta casa cae a pedazos.
*
Bosquejo
irreductible de la monstruosidad
a Ramiro
Hassan
Leprosa hasta
mis raíces, destruyo esta matriz medieval
y sorda a los presagios, confío en el dudoso clamor.
El viento maduro
en extremo admite mis inclinaciones
de cerrada órbita, huelo a eclipse en cruz.
Carnes susurran.
Los templos arrogados a las
sombras activan sustancias, constitución onírica.
Romper los
círculos es más que sustituirlos por esferas.
Espero en un rincón, la sordidez contrita al crepúsculo.
Muerte: construye
texturas y bordes, ígneo sepulcro,
enrédate en mis cabellos, corrompe esta voz.
Navego a la
sombra, maldita matriz, te miro de reojo
y río. Emerjo. Un oscuro beso marca los contornos.
Diamantes incrustan
el hermético recinto. Logro el hastío
de mis semejanzas y una cripta de dudosa inscripción.
Ella asecha
direcciones elementales. Musas disfrazan los códigos.
Violines, celestiales bosquejos. De profundis la estirpe dormida.
Clamo cercos
y canciones, el recuerdo se hace cilicio.
La frontera, hoy transparente, asecha. Argumento.
Silueta de marfil, suaviza el veneno en mi boca,
alberga mares arados. Permite tragar y expúlsame.
Mariposa distancia
ejes, cede al tacto. Alimenta el recinto más íntimo.
Espesa sentencia ______________ espesa
sentencia
_________________Espeso crimen.
*
Las órbitas circulan en cenizas arrojadas al abismo
El borde de
ojera abismal, atrae logos destronados
en la pulverización activa de distintos miembros.
Los planos
interiores emergen en cal, cuya intemperie
apaga nexos de carácter en raigambre. Tristemente
nombra el valle de los candelabros, dolor de un brote.
Entre bagaje
desfigura los rostros de torrente
y lucidez. Lunar incrustado en la pureza de esta
oscuridad, atraviesa designios, retrocede y canta.
*
Roce
y ceniza en conexiones
El fuego no
se apaga, las antorchas siguen su rumbo
frente al bosquejo cincelado en mi vientre. Cuatro puntas
vislumbran la mirífica esfera, enlace de otro tiempo. Los
falócratas nunca dirán lo contrario, ni aún cuando
la sangre
sobrepase los umbrales de sus nuevas generaciones. Mi
lucidez platónica deja de nombrarte la tibia atmósfera
y
otra vez inmersa en el logos vuelve a tocarme, susurra al cosmos
y ya es otro el grito que anida la muerte asecha mi casa.
Cuatro elementos
activan lirios en reposo, tras los arcos
de la pérdida. Raíz oscura, tibio lamento. Las sombras
son
decadencia de cinturas entre piernas. Vuelvo al espiral
nihilista de surcar territorios de cruces paralelas. Otra vez
sobre el mismo designio, repudio tu frase de mártir. Las
ramas idiotas ceden, mezclo tu sangre con el devenir. Prefiero
el tiempo de vigilia que esta lucidez de oníricas esferas
*
Bosquejo irreductible
Quiero sumergirme
en tu centro exacto no solo en tus líneas. Ahora
parte de la exhibición. Manifiesto lo que puede ser solo el estrago,
la transgresión de mi pobre literatura desde el lugar que le
di.
He jugado tantas veces a la iniciación que me corrompe y acierta
en el punto fijo de mis ojos ajenos a raíces hipnóticas.
Esta generación
admite oscuros quiebres, es torrente transcrito
en los acordes de las horas. La omisión caracteriza la parte
insertada
en líneas de otoño, bosquejo irreductible de la monstruosidad.
Nombrarte es flujo irrecuperable que absorbe mi boca.
*
Praxis y recorrido de paseo nocturno
La cámara
retiene la muerte y tu y yo juntos lejos de todo incluso de nosotros
decidimos
dirigir nuestra búsqueda a los orientes y a paredes lejos del
pecho
Dejamos la
marca profunda de una joven con su guitarra
que mira su invalidez en el reflejo de flamencos y sépalos hirientes.
*
Vagancia de matriz
¿Somos
acaso almas sin sexo
nacidas y encerradas en esta vagancia?
Así
hombres o mujeres circulamos frente a lo palpable
ignorando matrices y viejos muros.
*
Yerta fuera de mi texto
Soy parte de
la atrocidad, nuestras transparencias se superponen
como puentes colgantes
Corrompo y desvisto formas albergadas en una promesa
Promesa de formas y
debiera
asirlas junto a mis bordes. La lluvia atraviesa peldaños
las nubes, como fantasmas absorben mi ictericia
Yerta en forma magnética despierto al eco fuera de mis espacios
se agitan los volúmenes
Más allá giro sobre tus goznes, tus arcadas
quedaron dentro de los peces, fuera de mi texto.
*
Alexia
¿Cómo
distingo al alba de mi pensamiento?
¿Cómo puedo lograr dormir sin divisar las paredes de mi
casa
y sentir la gravedad de esta caída?
No me interesa hacer algo con estos pedazos
porque todo es tan inútil, prefiero otorgar al miedo
la visión del derrumbe mi ávido espacio.
II
La muerte asecha mi casa
esta visión de feéricos instantes
someten al intruso y al trueno
navajas en la cúpula siembran el piso de anolís,
tapizan los bordes.
Hasta el error me sabe a poesía.
*
El
oscuro sueño de un verdugo
El retroceso
de las aguas es solo una fracción
un verdugo abducido por genios
Impreso en
el espacio
el sentido a la inversa de la mayoría de los asuntos
es lo menos que importa
es la luz como concepción y grito negado
es aquella mujer que se ve tan hermosa con minifalda
y en fin apenas molesta
la mujer como pieza oral
como un tiempo de moscas encerradas entre ventanas abiertas
El hecho marino
apreciado como luciérnaga
es la sinfonía rota cerca de los ciruelos a punto de florecer
que prefieren callar y marchitar sus flores anticipadamente
La falocracia
es un grito ronco
sometido a obsolesencia
La muerte es
una pieza oral
la oralidad en la respuesta que siempre falta.