MISIONES
TRANSCULTURALES

 

 

 

Otros de mis grandes intereses es el involucramiento en las misiones transculturales. Dicen los misionólogos que se puede hacer misiones (llevar el mensaje cristiano) a través de tres formas: intercediendo (orando, rezando), ofrendando (tiempo, recursos materiales, etc.) y yendo.
Una forma práctica de enterarse en qué consiste el trabajo misionero y las personas que están hoy en el campo es asistiendo a las conferencias misioneras que organizan distintas iglesias y agencias. Mi primera participación en una conferencia misionera fue hace tres años. Allí se habló del estado del movimiento misionero en Chile, el trabajo de las distintas agencias y se despidió a Ivette Santander, una muchacha oriuda de Coronel (Octava región, Chile) que se dirigía a Camerún a iniciar un trabajo misionero con niños en situación precaria. Escuchar a Ivette me produjo un gran impacto. Como consecuencia, decidí buscar más información respecto del naciente movimiento misionero chileno. Fue así como llegué a "tocar la puerta" de Comibam Chile (Cooperación misionera iberoamerica, filial Chile). Participar en Comibam ha sido para mí un gran privilegio, pues, entre otras cosas, he podido tener acceso a muchísimo material respecto del movimiento misionero mundial y he podido participar en dos congresos internacionales de gran cobertura (Comibam 97', en Acapulco y Misionsur 99', en Paraguay).

 

Ahora, para quienes se preguntan si mi participación en misiones ha pasado más allá del privilegio de conocer Acapulco y Paraguay ("porque así es re-fácil hacer misiones", comentará con razón cualquier persona :)) les respondo que sí. La experiencia más significativa en este sentido ha sido mi participación en el viaje misionero a la zona de Chaco salteño en Argentina (donde compartí con los hermanos de la etnia wichí). Este viaje lo realicé en febrero del 98' en el marco de una práctica misionera, luego de un campamento de entrenamiento en Melipilla. Como supondrán, es fuerte el contraste entre Acapulco y el Chaco :) (excepto en la temperatura, pues en ambos sitios son siempre superiores a los 30 grados), pero sin duda ambas experiencias valieron sobremanera la pena.

 

 

Las fotografías que presento a continuación (congreso de Comibam 97'; trabajo misionero entre los indígenas wichis y trabajo misionero de mi amigo y hermano Mario Deramond en India) constituyen un homenaje para todos los misioneros que están en el campo y quienes les apoyan orando, ofrendando, capacitando o motivando a la iglesia a involucrarse.

 

 

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