PORTADA ¿ QUÉ
SON LOS ÁNGELES? |
La respuesta a esa interrogante la han estado buscando,
desde hace siglos, millones de personas. Originalmente la palabra proviene de Grecia: Angelos; luego
la asumen los romanos: Angelum. Significan mensajeros, y se les cataloga como
espíritus celestes creados por Dios para realizar misiones especiales con
relación a la humanidad.
Son seres de
luz, que antes de nuestro nacimiento el ángel apoya un dedo sobre nuestros
labios y dice: "Calla, no digas lo que sabes". Por eso nacemos con una hendidura
en el labio superior, sin recordar nada del sitio de donde venimos. Cuando un
espíritu entra en un cuarto uno experimenta un escalofrío, como si se hubiese
dejado una puerta abierta, y cuando el espíritu nos toca sentimos un frío
polar. Todas estas son características de los fantasmas. Pero los ángeles son
diferentes, nadie que haya visto un ángel lo confunde con un fantasma. Los
ángeles son notablemente cálidos y quienes los han visto se refieren a ellos
con reverencia y describen su luz iridiscente y brillante, de colores intensos
o su cegadora blancura.
Pueden
presentarse como un pensamiento que asalta a nuestra mente, como una sensación
o como voces sin cuerpo. También como visiones, sueños o adoptando la forma de
animales, luces en el agua, y también personas que jamás volveremos a
encontrar. La persona que los ve se llena de alegría y felicidad, ya que nos
transmiten un mensaje de no temer, de ayuda o de esperanza. Son mensajeros de
la divinidad y emanan serenidad y las personas que han recibido su visita han
tenido la sensación de haber sido rozadas por alas silenciosas. La persona que
se encuentra con un ángel nunca vuelve a ser la que era antes de ese encuentro.
Los ángeles suelen aparecer con más frecuencia a los niños, santos e inocentes,
que tal vez tengan una percepción más clara que la nuestra.
La
angeología nos enseña que existe una clase especial de ángeles llamados las
Ephémeras o Efémeras, que son creados por Dios al comienzo de cada día para que entonces el Triságono Sagrado o Te Deum.
Tan pronto terminan de cantar las alabanzas al Creador, la Efémeras retornan a
formar parte de la luz divina.