Compare los siguientes pares de enunciados:
A. |
(1) Tu viejo es super capo. |
(2) Tu padre es muy inteligente. | |
B. | (3) Dime la hora porfa. |
(4) ¿Querría decirme la hora por favor? |
¿Qué tienen en común? ¿En qué se diferencian estos enunciados?
Cada para de enunciados tiene el mismo contenido referencial y realiza el mismo acto de habla: atribución en (A) y petición en (B). Pero difiere en su estilo o registro.
Referirse al padre como "viejo" y decir que es "capo" para calificar su capacidad intelectual es adecuado en una situación familiar. Formas apocopadas como "porfa" son bastante frecuentes en los registros coloquiales. El tratamiento de "usted" suele utilizarse cuando el interlocutor es desconocido o la relación no es de confianza. Si se hace una petición a alguien a quien no se conoce se opta por una forma cortés ("querría decirme"). La forma directa "dime" se usa en situaciones de familiaridad.
Las diferencias sistemáticas y convencionales que hacen los hablantes en el uso de la lengua para adecuarse a las distintas situaciones de comunicación (formales, informales, supraformales) se denominan registros o estilos de lengua.
Frente a cada situación, el hablante debe elegir entre las posibilidades que le ofrece la lengua (reglas gramaticales y pragmáticas) aquellas formas que de acuerdo con la evaluación realizada le parezcan adecuadas a la situación de enunciación en que se encuentra.
Las elecciones que se hacen están determinadas por factores diversos de la situación comunicativa:
-
condiciones especiales del hablante: mal humor, tristeza, enojo, etc.
- actitudes del hablante con respecto al oyente: dominante, impaciente, directivo,
etc.
- características sociales del hablante, rol, postura, estatus: jefe/subordinado,
padre/hijo.
- tipo de interacción, situación, institución: bus, clase,
iglesia, oficina, tienda, etc.
- tipo de enunciado y función pragmática: amenaza, enuncio,
ruego, etc.
- tipo de medio comunicativo: oral/escrito, radio/prensa/televisión,
etc.
- situación socioeconímica: clase, capa social.
- situación sociocultural: costumbres, usanzas, tradiciones.
- tópico o tema: comidas, ropa, sexo, religión, filosofía,
política, etc.
Comúnmente se suele distinguir tres variedades o niveles de lengua básicos: el informal, el formal y el supraformal. No están separados por fronteras precisas. Más bien hay que pensar en un continuum que va de la mayor formalidad a la menor formalidad.
El estilo informal corresponde a situaciones cotidianas espontáneas sujetas a una mínima formalidad. Es un registro rico en posibilidades, espontáneo, flexible, con dominio de funciones expresivas, en el que recurre con frecuencia al uso de apócopes, palabras cortas, expresiones populares, frases hechas, formas coloquiales, oraciones de estructura simple y muchas veces fragmentarias.
El estilo formal es propio de situaciones sometidas a reglamentación social en que el nivel de restricción es intermedio. Se caracteriza por ser un estilo cuidado, esmerado, elaborado, donde puede encontrarse variedad y riqueza en el léxico y formas sintácticas de mayor complejidad.
El estilo supraformal es el propio de situaciones sometidas aun alto grado de formalidad y restricción, como son las protocolares o ceremoniales, en donde se confirma por medio de la palabra un hecho solemne, ritualizado. De ello resulta un discurso poco creativo, con abundantes formas y expresiones estereotipadas.
Las actitudes diferentes del hablante con respecto a su audiencia o con relación al tema (lo que está diciendo) se expresan estilísticamente mediante variaciones fonéticas, léxicas, sintácticas, pragmáticas. Las variantes seleccionadas son indicios de diferencias en los sentimientos, estados de ánimo, emociones del hablante provocadas por rasgos de la situación: cortesía, respeto, autoridad, poder, etc.
Llamaremos tono al temple de ánimo que revela el discurso, consecuencia de las actitudes, estados afectivos del sujeto con respecto a su destinatario y al tema. Los tonos pueden ser muy variados. Se habla de tono serio, elevado, festivo, cáustico, sombrío, liviano, irónico, solemne, neutro, humorístico, etc.
Veamos algunos ejemplos:
(5)
Los técnicos en "marketing" planifican cuidadosamente los
medios de publicidad para que el público sienta interés por
los productos.
(6) Los expertos en "marketing" agudizan el ingenio ideando nuevos
y sofisticados recursos para que el consumidor se sienta atraído por
los productos publicitados.
(7) Los llamados "expertos" en "marketing" incitan al
consumo de ciertos productos mediante la manipulación del consumidor,
quien ingenuamente cae en la trampa.
Los tres enunciados se refieren a las "técnicas de marketing", pero difieren en el tono en que hablan de ellas. Mientras (5) es neutro y no manifiesta una actitud del enunciador con respecto al tema de su enunciado, (6) y (7) sí lo hacen. En (6) se tiende a una presentación positiva de los técnicos y sus técnicas de mercadeo: se habla de "ingenio" y de "sofisticación" en los recursos. en (7), en cambio, la visión del enunciador es negativa: pone en duda el profesionalismo de los especialistas "los llamados expertos" y sus técnicas son presentadas como una forma de "manipulación" de "trampa" que se tiende al consumidor.
¿Cómo se logra imprimir un determinado tono al discurso?
La respuesta no es fácil y los recursos numerosos. Pero un factor importante que el sujeto productor del texto puede controlar si desea imprimir un tono especial a su discurso está en las elecciones léxicas que haga, como pudo apreciarse en los ejemplos dados más arriba.
Los factores gramaticales y pragmáticos también son determinantes. Piénsese, en las diferentes posibilidades que ofrecen los modos enunciativos, las modalidades del enunciado y de la enunciación, la mayor o menor fuerza elocutiva de los diferentes actos de habla.
Otro factor que debe considerarse es la elección de detalles. Ciertos detalles pueden ser claves si se desea conseguir un tono melodramático o imprimir un tono humorístico al texto que se está produciendo, por ejemplo.
Otra clave está en los registros o estilos. El registro formal se asocia a un tono serio, impersonal. El registro informal sugiere un tono liviano, menos serio, más personal.