CONCLUSIÓN

Los sistemas RAID representan una mayor eficacia y seguridad para tratar grandes volúmenes de información. El estudio de los diversos niveles en que se pueden encontrar estos sistemas, nos permite destacar el RAID 5, que corresponde al nivel más utilizado ofreciendo a los usuarios una mejor relación costo / rendimiento.
La elección de un sistema RAID no es una tarea fácil y hemos encontrado que uno de los errores más comunes al respecto es juntar todos los discos RAID en el mismo nivel, por lo que debemos elegir una solución correcta para el grupo completo de discos, no metiendo todos en el mismo nivel, sino estructurando los discos dependiendo de las necesidades de seguridad e integridad de los datos.

Debe considerarse que la relación necesidades del usuario y capacidad de disco es primordial al elegir un sistema RAUD. Por es importante poder identificar los usuarios existentes. Distinguimos entonces las Aplicaciones de demanda, donde lo mejor es seleccionar el RAID 5, ya que ofrece una alta velocidad de demandas, tanto en escrituras como en lecturas. Para las aplicaciones de transferencia, es más conveniente un RAID 3, ya que ofrece una alta velocidad de transferencia para gráficos, imágenes y aplicaciones en general, donde se necesite una transferencia de datos.

Además del tipo de aplicación, habrá que tener en cuenta otros factores que nos guiarán a optar por la elección de un RAID u otro, como es la integridad (de los datos del disco), aspecto que no cumple el RAID 0; y costo que vendrá marcado por el poder adquisitivo del cliente, porque esto será uno de los factores más importantes a la hora de seleccionar un disco. No sólo se debe pensar en la integridad de los datos, sino en que cuando se estropee un disco se tendrá que apagar el sistema, lo que podría generar una pérdida importante (en el caso de una empresa, por ejemplo). Para ello existen varios dispositivos como por ejemplo el Hot Swapp, que aunque son bastante caros, permiten que el sistema no esté apagado.

 

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