Enfermedades mentales: Hay muchos tipos de enfermedades mentales que
afectan el funcionamiento del cerebro; pueden afectar los pensamientos, la
conducta, las emociones y la capacidad de comprender la información recibida.
Las enfermedades mentales van más allá de los sentimientos que se
experimentan a diario, como el sentirse tristes o molestos, o de los
problemas cotidianos. Tales enfermedades dificultan el llevar una vida
normal. Algunas enfermedades mentales son muy severas y causan grandes
limitaciones; pueden tratarse de afecciones de por vida que pueden aliviarse,
pero no sanarse. Algunas de ellas son menos severas y son más fáciles de
tratar o de curar. Sólo un profesional capacitado para ello debe diagnosticar
una enfermedad mental. A las demás personas con frecuencia les resulta
difícil diferenciar entre la conducta natural del ser humano o los problemas
de comportamiento y las enfermedades mentales. |
Discapacidad física: Existen muchas causas y afecciones
que pueden provocar deficiencias motrices y para desplazarse. La incapacidad
de usar eficazmente las piernas, los brazos o el tronco debido a parálisis,
rigidez, dolor u otras deficiencias es común. Podría deberse a defectos
congénitos, enfermedades, envejecimiento o accidentes. Dichas discapacidades
podrían variar de un día a otro. Además, es posible que ocasionen otras
discapacidades tales como deficiencias del habla, pérdida de la memoria, baja
estatura y deficiencia auditiva. Las
personas con deficiencias motrices y para desplazarse pueden hallar difícil
participar en las actividades debido a las barreras sociales y físicas. A
menudo son personas valientes e independientes que desean contribuir al
máximo de su capacidad. Algunas de ellas son plenamente independientes,
mientras que otras quizás necesiten ayuda a tiempo parcial o completo. |
Trastornos del habla: Los trastornos del habla y del
lenguaje son diversos y pueden aparecer a cualquier edad. Independientemente
de la gravedad de los trastornos del habla y del lenguaje, la capacidad de la
persona para relacionarse y comunicarse con los demás se verá afectada.
Dichos trastornos pueden interferir con la capacidad que la persona tenga de
comprender o expresarse o que los demás la entiendan. Las causas que los
originan son diversas; pueden ser de origen congénito o aparecer durante la
niñez o más adelante debido a un accidente o a una enfermedad. |