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    El 14 de mayo la Universidad de Concepción cumple 80 años formando profesionales de las más diversas áreas del conocimiento científico                  

     En 1919 nuestra Institución fue creada por hombres con visión de futuro y un gran compromiso con su región y con la sociedad en general. La Universidad de Concepción comenzó, en aquellos años, solamente con cuatro carreras: Pedagogía en Ingles, Dentística, Farmacia y Química Industrial. Hoy ya cuenta con 17 facultades y un considerable número de carreras; además de un campus en Chillán y otro en la ciudad de Los Angeles.

 A las puertas del nuevo milenio, la Universidad de Concepción tiene todavía un gran desafío, el de seguir entregando a sus alumnos una formación íntegra, no sólo en el ámbito del conocimiento, sino que también en la  forma adecuada de insertarse en un mundo cada vez más complejo y cambiante, que exige a sus profesionales tener la capacidad para adaptarse a él.

 En estos días nuestra U de Conce está sufriendo problemas económicos debido a la aguda crisis que afecta al país, pero todos los que estamos ligados de alguna manera a esta Institución sabemos que la "U" saldrá adelante, pues a esta Casa de Estudios nunca le ha faltado el empuje para solucionar  los problemas a los que se ha enfrentado a lo largo de su historia.

 La Revista Aldea Periodismo ha querido hacerle este saludo a la Universidad, en homenaje a sus 80 años. Esperamos que las metas que tiene para el futuro se cumplan a cabalidad y que sigan formando a los futuros profesionales de Chile.

 

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Los hechos son los que siguen: un grupo de estudiantes de la Universidad de Concepción está descontento y se movilizan para luchar por reinvindicaciones estudiantiles. Este mismo grupo de "carreras movilizadas" desconoce en cada una de sus manifestaciones la presidencia de la FEC. Mientras se organizan ollas comunes, el presidente electo (por amplia mayoría) organiza longanizatones, festivales, competencias... y ahora último quien dice "velar por los derechos de los estudiantes" anda metido en política. Pregunto ¿ Qué hace el presidente de la FEC en Santiago, sentado codo a codo con cierto diputado, dando conferencias de prensa contra la gestión administrativa del ex rector Augusto Parra?

¿Por qué pide plata, en nombre de la U sin primero conversar con el rector actual y así juntos evaluar la situación económica de esta casa de estudio? ¿ Qué pasa con los problemas internos de su federación, la cual se supone, él guía y coordina? Parece que nuestro amigo anda algo perdido no creen. Si bien existen problemas en la Universidad, y de eso no hay duda, no hay porqué ventearlos afuera sin primero buscar soluciones internas. Por ahí dicen que "la ropa sucia se lava en casa".

Ahora si Pinto quiere codearse con grupos políticos para iniciar carrera, o por algún otro interés de tipo personal, está bien, pero no a título de presidente de la FEC. Según entiendo ese cargo es de servicio, y de servicio a la U, no un trampolín a la fama.

Es triste percatarse de que el interés personal prima, incluso en la época universitaria, esa de grandes ideales y compromisos sociales. Qué pena ver que no estamos ajenos a ensuciarnos, yo que creía que esas cosas eran solo para los grandes.

                                                                                Consuelo Vásquez Donoso                                                                                            IV Periodismo

 

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Uno de los conceptos definitorios de las Relaciones Públicas, es el de herramienta para legitimar las organizaciones frente a sus públicos relacionados. Para ello recurre a la comunicación y la interacción. No cabe duda que las negociaciones son parte del desarrollo organizacional, y la acción colectiva es uno de los actores de dicho fenómeno, como elemento que resalta la objetividad como un intento de dar sentido a la vida de los hombres reflexivos.

Gran parte de la retórica de la vida intelectual contemporánea, da por supuesto que la meta de la investigación científica del hombre, es comprender las estructuras subyacentes o los factores culturalmente invariables, o las pautas determinadas biológicamente. Quienes desean fundar la solidaridad en la objetividad (realistas), tienen que concebir la verdad con correspondencia con la realidad. Para ser verdaderamente racionales, los procedimientos de satisfacción deben conducir a la naturaleza intrínseca de las cosas. En cambio, quienes desean reducir la objetividad a la solidaridad (pragmatistas), no precisan de una metafísica o epistemología, conciben la verdad como aquello en que nos es bueno creer. No necesitan una explicación de las capacidades cognitivas humanas que garantice que somos capaces de establecer semejante relación.

Para los pragmatistas, el deseo de objetividad no es el de evitar limitaciones de la propia comunidad, sino simplemente el de un consenso intersubjetivo tan amplio como sea posible. En el caso de la acción colectiva, debemos decir, con la base anterior, que el autointerés racional de los individuos, puede llevarlos a conducirse de maneras que son colectivamente desastrosas, frente a lo que pueden abdicar su poder a favor de un organismo mayor englobante, o bien, llegar a la cooperación valiéndose de medios descentralizados y no coercitivos - a mi modo de ver más efectivos y legitimadores en estos tiempos -. Las soluciones descentralizadas son más importantes que las centralizadas, pues la sumisión a disposiciones centrales constituye en sí misma un problema de acción colectiva. La formación de Asambleas o Consejos, es base para un conflicto entre sus propios miembros. Todos se benefician si todos se afilian, pero cada uno se beneficia más absteniéndose de hacerlo. Como sea, supone interacción entre individuos físicos en un determinado momento.

Mancur Olson sostenía que la acción colectiva podría darse de dos maneras. O bien uno de los agentes tiene un interés suficientemente grande en el bien público para proveerlo por su cuenta, o bien un grupo de agentes podría estar en condiciones de obligar a inducir a los demás a cooperar, ofreciéndoles incentivos selectivos positivos, o en caso contrario, el ostracismo social. Poco sentido tiene la acción colectiva si los beneficios pueden ser cancelados por el costo de inducir a la gente a participar por vía de la presión. La participación en la acción colectiva puede ser muy gratificante en términos de la autorrealización, elevar la conciencia de sí mismos y el autorespeto, pero no significa eficiencia al momento de analizar y evaluar los resultados en términos de alcanzar los objetivos por los que se inició dicha acción colectiva.

No cabe duda que el trabajo emprendido para alcanzar un fin que valga la pena, tiene efectos deseables en términos de solidaridad, sin embargo es cuestionable el saber si la gente puede coherentemente adherirse a un movimiento sólo por este motivo, pues sólo si los participantes creen en el proceder y las metas del movimiento, lo abordarán con la seriedad de propósito, que es una condición necesaria de la autorrealización. El altruismo denota una inclinación puramente psicológica, no una actitud moral.

Uno de los aspectos principales de la negociación de un convenio, es hacer posibles el conocimiento y capacitación de las partes para ponerse de acuerdo sobre las ganancias derivadas de la cooperación. De hecho deben saber que la negociación tiene sus propios costos. Johansen decía que la negociación tiene una tendencia a eliminar las ganancias potenciales que son el objeto de la misma.

Me parece importante hacer ver estas reflexiones, de manera de ayudar a que sus aspiraciones y estructuras organizacionales se legitimen ante las autoridades y la comunidad que los observa con la más firme mirada objetivista, bajo los patrones griegos del concepto.

Los seres humanos no comprendemos aún los fundamentos de la convivencia, y por ello queremos poseer la verdad, el argumento que obliga al otro a ceder a nuestro arbitrio porque creemos que sin ese argumento existiríamos en el caos y el otro podría hacer cualquier cosa.

                                                                                      Alonso Benavides                                                                                      Profesor de Periodismo

 

 

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