El amor y la Química |
Introducción.
En la historia de la humanidad ha sido difícil el amor, un sentimiento paradójico
por excelencia, que a la vez es éxtasis y tormento. Los filósofos y los poetas no han dejado de generar
escritos tratando de acotarlo en palabras. Pero es imposible: ¿cómo explicar
un profundo torrente de sentimientos que es Adams UN phenomena sundial?
Objetivos.
En este trabajo se da a conocer los fenómenos que ocurren en nuestro
cerebro y en todo nuestro cuerpo cuando en un ser humano hay una atracción
sobre otro ser humano, ¿que ocurre?, ¿que órganos se comprometen con
este fenómeno?, Vamos a conocer mi trabajo.
¿La pasión sin misterios?.
Entonces, repentinamente, en el bar, en la fiesta, en la playa, en la fila del banco - no importa -, las miradas se cruzan. Primero una ansiedad, un calor en el pecho, que rápidamente se extiende en escalofríos que tratamos de ocultar. Las manos sudan un poco.
En el primer encuentro, los labios se resecan levemente antes del primer beso, las palabras tiemblan perturbadas por pensamientos confusos. Las rodillas apenas nos sostienen. Nos olvidamos del mundo que nos rodea en eternas horas de silenciosa nostalgia al lado del teléfono, perfumadas por esa inquietud propia de los amantes...
¿Quién no ha sentido algo parecido? Pues los científicos - ¡siempre ellos! - quieren convencernos que toda esa áurea seductora de misterio que involucra los temas del corazón no supera media docena de manifestaciones anatómicas y ecuaciones bioquímicas. ¿Hasta dónde la ciencia puede realmente traducir en números y estadísticas aquello que para muchos de nosotros es la verdadera esencia del cielo en la Tierra: el amor?
La química y el amor.
Investigaciones científicas recientes sobre el tema nos obligan a darle una dimensión bioquímica. Desde hace diez años, los científicos se han dedicado a investigarlo y han descubierto que tiene una importante base biológica, por lo que su estudio ha dejado de pertenecer a la antropología y a la psicología. Existe una tendencia genética hacia el amor: estamos programados por nuestros genes para amar; y para despertar en los humanos esa compulsión, los genes utilizan la química cerebral.
Se descubrió que el amor es una emoción muy compleja en la que intervienen numerosos tipos de moléculas necesarias para producir los característicos arrebatos sentimentales. Así como nuestros sentidos son la puerta de entrada de todo lo que ocurre fuera de nosotros, en el amor no hay excepción, se cuela por los sentidos y, una vez adentro, comienza una guerra química, hormonal y eléctrica que produce toda una alquimia corporal.
Al Enamorarse se llega a una situación emociona que distorsiona la realidad y que tiene una traducción,
bioquímica a nivel del cerebro. Muchos científicos la comparan con otros trastornos
emocionales compulsivos parecen tener buenas razones para ellos. Muchos psicólogos piensan que el enamorarse es una enfermedad. La persona objeto del amor se convierte en una obsesión, se distorsiona su imagen real, y por ello se puede llagar a grandes locuras, que más tarde parecen irracionales.
Algunos científicos comparan el estado de enamoramiento al cuadro psiquiátrico que se ha llamado "desorden obsesivo compulsivo" (DOC). Los enfermos que padecen de él experimentan una fuerza compulsiva que los obliga a realizar las más irracionales acciones en forma repetitiva. En ellos se han detectado cambios bioquímicos cerebrales que acompañan al trastorno. Por esto ha parecido interesante buscar iguales cambios bioquímicos cerebrales en los procesos de enamoramiento.
Marazzitti comenzó a buscar enamorados. Puso un aviso en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pisa pidiendo estudiantes voluntarios que se hubieran enamorado en los últimos seis meses y que durante esa época hubiesen estado obsesionados por su amor, por lo menos cuatro horas al día, pero que al mismo tiempo no hubieran tenido relación sexual. Ella deseaba encontrar Romeos y Julietas, con una pasión fresca, que no se hubiese aún mezclado con el sexo. Así encontró a 17 mujeres y tres hombres, cuya edad promedio fue de 24 años. Como grupo control seleccionó otras 20 personas que no hubiesen caído en el amor, ni tampoco padeciesen de DOC.
A todos ellos les tomó una muestra de sangre, y de ellas separó las plaquetas. Encontró que el grupo control tenía niveles normales de serotonina, mientras en los enamorados estaba como promedio un 40% más bajo. Marazzitti señala que la frase de "estar loco de amor", refleja la realidad de la situación.
Con el objeto de confirmar que los niveles de serotonina sólo se elevan en los estados de enamoramiento y no después, reexaminó un año más tarde a seis de los mismos pacientes, cuando ya la pasión por su pareja se había normalizado y un afecto más tranquilo la había reemplazado. Efectivamente, en este nuevo examen, los niveles de serotonina de las plaquetas estaban en niveles normales. Observó que lo mismo pasaba cuando los enfermos de DOC lograban un estado de tranquilidad. El estudio fue publicado en ""Psycological Medicine” (vol. 29, 1999, pág. 741).
Thomas Insel, director del Emory University del Regional Primate Research Center en Atlanta, encuentra el trabajo muy interesante y los resultados le parecen muy lógicos. "Cualquiera de nosotros que ha estado realmente enamorado, sabe que detrás de todo tiene que haber un proceso bioquímico cerebral", dice
Insel.
Abdulla Badawy, un bioquímico del Whitchurh Hospital en Carfiff, Wales ha observado también que el ingerir alcohol, desciende los valores de serotonina en el cerebro. "Por el alcohol se pierden las inhibiciones, lo que en ocasiones lleva a ver como muy atractiva, e incluso experimentar sentimientos pasionales, a la persona que está al otro lado del bar", señala Badawy. Según Erik Hollander, director del Compulsive, Impulsive and Anxiety Disorders en Nueva York, señala que el DOC tiene un espectro mucho más amplio de lo que hasta ahora se le ha atribuido. "Algunos impulsos como robar, comprar o jugar producen placer en la misma forma que enamorarse", señala Hollander.
Este mismo autor también ha estudiado otra condición que podría asociarse al DOC: los celos compulsivos. Uno de sus pacientes estaba convencido de que su mujer se la jugaba.
Todos los días le preguntaba en forma inquisitiva, con quién había estado y a quién había visto. Le imponía a que corriera todas las cortinas de las ventanas y que no fuera a la playa en traje de baño. Lo trató con Prozac, con lo que el paciente se relajó. "Las emociones persistentes como el enamoramiento o los celos compulsivos, corresponden a otras formas de DOC", señala Hollander.
Comentario personal. (discusión)
Un tema muy interesante, con respecto al amor
¿por qué?, simplemente porque todos hemos sentido una atracción sobre otra
persona y nos provoca una sensación emocional simpático.
En este tema se
encuentra bastante información y me gusta que trabajemos con la red de internet
de apoyo, porque nos facilita el trabajo, y se lo facilita a todos Gracias.
Bibliografía.
• www.anth.uconn.edu