La atenuación ha sido poco estudiada como categoría en sí misma. Ahora veremos de qué manera las alusiones que algunos autores hacen al tema, pueden contribuir a justificar nuestro enfoque.
Como tuvimos ocasión de ver, la atenuación no es privativa de la conversación. Sin embargo, dadas sus características, es en ella donde se manifiesta prioritariamente.
Los autores revisados insisten en la necesidad de atenuar:

la dureza del presente:

El imperfecto de cortesía atenúa la dureza del presente. Bueno, yo venía a hablarte de un asunto de importancia (Alcina / Blecua, 1975: 789).

Esta atenuación se puede conseguir recurriendo al futuro imperfecto:

En segunda persona con entonación interrogativa, este futuro del momento presente suaviza la misma construcción de presente y se conoce como futuro de cortesía. ¿Y no me dirá usted cómo se llama para que yo conserve mejor su recuerdo? (Alcina / Blecua, 1975: 800)

una comunicación poco grata:

El mal efecto que una comunicación poco grata puede producir en el interlocutor, queda atenuado mediante variadísimos procedimientos (Beinhauer, 1991: 179).

una pregunta delicada:

Para atenuar el mal efecto que pudiera causar al interlocutor una pregunta algo delicada, el hablante le pide permiso para formularla cuando ya la hizo. La interrogación hecha sólo se da por válida si no le molesta al oyente. ¿Y de qué se trata, si no es indiscreción? (se sobrentiende preguntárselo). ¿Y quién era ese hombre, si puede saberse? Otras variantes: si es lícito preguntarlo; si me permite la pregunta; y disimule usted la indiscreción; dispensando la pregunta; no tome a mal que se lo pregunte; si no es mucho preguntar (o pedir). Aquí encaja también la formulita ¿se puede?, con que se suele pedir permiso de entrar en una habitación después de haber llamado a la puerta y previo ¡adelante! por parte de quien esté dentro (Beinhauer: 1991, 181).

el imperativo:

La exhortación es un mandato atenuado, un mandato sin la crudeza del imperativo, el cual se emplea solo cuando nos dirigimos a otro que consideramos igual o inferior en autoridad o poder. Es un mandato que a la vez incluye ruego, y por eso se expresa con el presente del subjuntivo (Real Academia Española, 1986: 361).

una eventual crítica del interlocutor:

Si la aposición antepuesta a la frase sirve para prevenir, la desplazada al final produce el efecto atenuante: una vez dicha la cosa, el hablante le añade un comentario para adelantarse a la eventual crítica del interlocutor. (MP 32 Horacio, a Pipo y Celso): ¡Tomé yo mal aquello! Chiquillerías de hombre, tal vez. La aposición se anticipa aquí a la idea '¡mira que tomarlo a mal!, ¡qué tontería!, y tal 'autorreproche' desarma al interlocutor (Beinhauer, 1991: 181).

Los autores consideran elementos que pueden cumplir la función de atenuar lo dicho:

los diminutivos:

A veces, los sufijos diminutivos, sobre todo los agregados a adjetivos o a adverbios, también pueden asumir función de atenuantes. Ya sabes que es algo envidiosillo (atenúa lo que en verdad significa: es de lo más envidioso) (Beinhauer, 1991: 183).

el subjuntivo:

En las oraciones independientes que contengan algún adverbio de duda, el verbo puede estar en subjuntivo o en indicativo según el carácter más o menos dubitativo que el hablante quiera dar a su expresión. Compárense las oraciones: Acaso viajemos juntos y acaso viajaremos juntos; Quizá lo sepas y Quizá lo sabes; Tal vez se hayan ido y Tal vez se han ido. Con subjuntivo la duda se intensifica; con indicativo se atenúa (Real Academia Española, 1986: 456).

Podemos decir Quizá nos equivoquemos o quizá nos equivocamos, según que las vacilaciones de la duda se sientan respectivamente como más o menos intensas o atenuadas (Real Academia Española, 1986: 455).

La Real Academia Española, en la edición de su diccionario de 1992 nos ofrece la siguiente definición de atenuación:

Del latín attenuatio -onis, femenino. Acción y efecto de atenuar // 2 Ret. Figura que consiste en no expresar todo lo que se quiere dar a entender, sin que por esto deje de ser bien comprendida la intención del que habla. Cométese generalmente negando lo contrario de aquello que se quiere afirmar: no soy tan insensato; en esto no os alabo.

En este trabajo nos hemos propuesto sistematizar estos elementos y dar una explicación coherente del fenómeno de la atenuación.