Fernando
Mendoza egresado del Físico de la UdeC La receta del mejor profesor del Simce de Educación
Física
Una de las
cosas que me ayudó a fortalecer la personalidad y el temple,
fue trabajar seis años en la cárcel y mi trabajo con
los niños.
Una
vez terminada esta entrevista, el profesor de Educación Física,
Fernando Mendoza, envió mensajes de texto y realizó
un par de llamados telefónicos posteriores para agregar antecedentes
o frases para que fueran consignadas en este texto. Habló
de su padrastro, Luis Muñoz Sáez, como base
de la pirámide de lo que ahora soy o hablaba del cariño
de sus alumnos con frases como cuando los niños te
quieren, es porque te creen o bien, de su receta del éxito:
para triunfar tienes que sudar decía uno de los
mensajes, aludiendo al momento de gloria que vivió hace algunas
semanas y con el que alcanzó notoriedad pública. Lo
anterior, porque Mendoza y la Escuela Alto
Cabrero, donde se desempeña, alcanzó el mejor resultado
a nivel nacional entre los establecimientos municipales del Simce
de Educación Física.
Este pedagogo de 54 años oriundo de Talcahuano, cuenta que
llegó a la UdeC a estudiar en el "Físico,
tras un fallido intento por cursar Ingeniería Mecánica
en la desapararecida Universidad Técnica del Estado (actual
U del Bío Bío). Las razones de su deserción
serían las mismas que lo harían cambiar de aire y
carrera. Me lo pasaba jugando fútbol por la Universidad,
estuve todo el año y perdí la carrera, comenta.
La parte deportiva fue una de las causas de su entrada a Educación
Física en la UdeC el año 77, aunque Mendoza
reconoce que la parte de pedagogía podría venir
de mi padre, aunque dice que después le agarré
el gustito a la parte educacional, donde cultivó amistades
de una generación de excelencia y destaca el nivel de su
formación, que hoy lo tienen como uno de los mejores en su
especialidad en el país.
¿Cuál es la clave de los buenos resultados que
obtuvo con su escuela?
Una de las cosas que me ayudó a fortalecer la personalidad
y el temple que tengo, fue trabajar seis años en la cárcel
y mi trabajo con los niños. Yo trabajo en un sector de riesgo
social, entonces hay que ser firme, no hay que ser duro. Es diferente.
Uno es la continuidad del profesional (ocho años), lo otro
es que el profesor es el especialista en el área, en lo que
es Educación Física, como problema de Estado, que
vinieran desde pre-básica, porque siendo así el país
a futuro se evitaría mucho gasto que hay de más en
salud. Llámese por problemas a los huesos, osteoporosis,
cardiopatías, obesidad y diabetes. Además, el gran
apoyo que he tenido por parte de los directivos de mi establecimiento.
¿Cuál fue su reacción al saber que su escuela
era la mejor municipal en esta prueba?
De asombro. Yo no esperaba más allá de la mitad,
con un poquito más estaba conforme, porque salió que
nosotros trabajábamos en precarias condiciones. No son las
mejores condiciones que es diferente, pero el apoyo que tengo de
la dirección, porque llegaban a reclamar los papás,
porque los
niños quedan adoloridos y que al otro día no se pueden
mover. Claro, porque trabajan la parte física, entonces mis
jefes no me han quitado el piso, les dicen él es el
especialista y sabe lo que hace. Pero creo que, a gran orgullo,
se reflejó el año pasado.
¿Cómo influyó su formación en la
UdeC para su desempeño y los logros que ostenta hoy?
El curso que teníamos, hasta el día de hoy,
somos muy unidos, y en lo competitivos que somos. Siempre nos llevó
el superarnos el uno a otro, pero nunca en mala onda. Siempre nos
ayudábamos, de hecho yo nunca tuve idea de química,
pero las pasaba gracias a mis compañeros. La preparación
que teníamos en ese tiempo era muy buena, en educación,
anatomía. Los profesores del Físico también
eran muy dedicados. Además, el grado de amistad que había
y esa envidia sana entre nosotros, porque teníamos un seleccionado
de básquetbol entre los compañeros y todos lo íbamos
a ver. Éramos un grupo muy afiatado