Discuten la necesidad de cambiar la cultura en torno al agua
El workshop
internacional fue la
primera actividad
académica de
celebración de los
20 años del Centro
Eula. La ceremonia
central de aniversario
se realizará el 26 de
noviembre a las 11 hrs.
El programa completo
se encuentra en www. eula.cl/20aniversario/ act_sociales.htm
El terremoto que afectó a nuestro
país a principios de año, no
sólo tuvo un significativo impacto
económico, sino también social
y medio ambiental. En ese contexto,
el Centro Eula define a la
catástrofe como una oportunidad
para repensar un nuevo modelo
de desarrollo sustentable, principalmente
en cómo el sistema de
suministro de agua potable y saneamiento
debe abordar los desafíos
planteados por el cambio
climático.
Celebrando sus 20 años de existencia
el Centro de Ciencias Ambientales
inició sus actividades
conmemorativas con el workshop
internacional Agua, innovación,
cambio climático y desastres naturales:
impactos y perspectivas
para la Región del Biobío, que
organizó con el apoyo del International
Development Research
Centre de Canadá (IDRC), y que
tuvo como objetivo evaluar debilidades
y fortalezas del sistema
regional de agua y cómo éste
puede responder mejor a las incertidumbres
del cambio climático
en la Región del Biobío.
Un nuevo enfoque
Al dar inicio al workshop, el rector
Sergio Lavanchy comenzó comentando
que el sostenido crecimiento
económico de Chile ha
generado importantes efectos colaterales no deseados, que no
contribuyen al desarrollo sustentable.
Frente a la vulnerabilidad de territorio
que experimenta nuestra
Región, tanto por los desastres
naturales como por los efectos
del cambio climático, el Rector
señaló que abordar estas situaciones
requiere de miradas multi
e interdisciplinarias; “nuevos enfoques
y nuevas metodologías
que deberán abordar además la
participación activa de la sociedad
y de los sectores sociales involucrados”.
Lavanchy enfatizó en que en esta
Región “el recurso agua constituye
un elemento gravitante que, en
el último sismo, fue fuertemente
impactado tanto en sus usos
como en su condición natural.
Por ello es necesario crear conciencia
sobre la necesidad de
generar políticas públicas con
enfoques innovadores que den
cuenta de los nuevos escenarios.
Queremos asegurar con buena
ciencia, con buena tecnología,
con buenos hábitos, el mejor uso
del recurso hídrico, gravitante en
una economía como la nuestra”.
Una revisión de la historia de
Concepción y su desplazamiento
fundamental luego del terremoto
y maremoto de 1751, sirvió a Walter
Ubal, representante del International
Development Research
Centre de Canadá (IDRC), como
excusa para introducir la necesidad
de la innovación y la adaptación,
conceptos que fueron discutidos
en el workshop, y que
son necesarios para el desarrollo
armónico y sustentable de la sociedad.
Comunicación y cultura
Al cierre de la primera jornada
un panel de periodistas
hizo un análisis de los
temas expuestos y de la relación
con los medios de comunicación,
el grupo estuvo
conformado por Francisco
Martinic, director de El Diario
de Concepción; Héctor Opazo,
editor de TVU; Salvador
Schwartzman, editor de Radio
Bío-Bío, y Carmen Gloria
Donoso, directora de Panorama.
El diagnóstico pasó por reconocer
las desconfianzas
entre el mundo científico y
el periodístico, dadas – entre
otros aspectos- por las didiferencias
en la profundidad
con que se miran los temas
y los tiempos en que se deben
entregar los productos.
También se hizo hincapié en
la necesidad de involucrar a
la ciudadanía en los procesos
de comunicación de la
ciencia, puesto que son ellos
quienes deben estar informados
para poder no sólo acceder
al conocimiento sino también
tomar decisiones.
Al reconocer su aporte en la
formación de la opinión pública,
los periodistas también
señalaron que había otros
actores que también tenían
aportes que hacer en este
tema y que muchas veces
estaban ausentes de la discusión
pública.
Otro aspecto que juega en
contra de la difusión del conocimiento
es la baja recepción
por parte de las audiencias,
especialmente cuando
se debe competir por el rating
o lectoría. En la conversación
se insinuaron fórmulas para
solucionar esta dificultad.
La relación de confianza entre
los mundos académicos y
de las comunicaciones quedó
como un requisito sine
qua non para avanzar en la
divulgación del conocimiento
científico.
Experiencias internacionales
De la valoración económica del recurso agua
habló Ari Michelsen, director de Investigación
y profesor en Economía de Recursos Naturales,
Texas AgriLife Research Center at El Paso,
Texas A&M System, Estados Unidos, quien coincidió
con Ruiz en el sentido de que la gente no
cree en que el cambio climático esté ocurriendo.
A través de una visión sistémica acerca de las
perspectivas en la disponibiidad de agua, y un
análisis sobre la medición de costos que implica
el cambio climático el especialista concluyó en
la necesidad de trabajar de manera conjunta, y
señaló que existen herramientas y estudios disponibles
lo que son posibles de extrapolar a la
realidad chilena.
Evens Emmanuel, decano de la facultad de
Ciencias e Ingeniería y director del Laboratorio
de calidad de agua y medioambiente (Laque),
Universidad Quisqueya, Haití, se refirió a La calidad
microbiológica de agua para consumo humano
en los campos de Puerto Príncipe después
del terremoto de enero 2010, ocasión en
la que dejó en evidencia la acción irreflexiva de
los servicios gubernamentales que enterraron
más de cien mil cadáveres en el perímetro de
uno de los acuíferos que surtía de agua a una de
las poblaciones más pobres de Puerto Príncipe.
Ello provocó grandes impactos en la calidad microbiológica
del agua, especialmente en épocas
lluviosas, y causando nocivos efectos sobre la
salud humana.
Sobre la Ciencia del Cambio Climático en Idaho
habló Carter Border, del Center for Ecohydraulics
Research, University of Idaho, Estados Unidos,
quien destacó la aplicación de un método
holístico que permita dar una mirada más amplia
al tema. Señaló, además, que tienen un centro
regional para entender lo que está ocurriendo en
este nivel y establecer redes de colaboración entre
los distintos actores.
Finalmente Darren Swanson, director del programa
de Medición y Evaluación, Instituto Internacional
para Desarrollo Sustentable (IISD),
Canadá, se refirió a La creación de políticas de
adaptación: guía para la elaboración de políticas
en un mundo incierto. Para ello presentó siete
instrumentos que ayudan a la aplicación de estas
políticas adaptativas.
Cultura y educación
El director del Centro Eula, Óscar Parra, fue enfático
en destacar los tres elementos que caracterizan a la Región del Biobío y que, dijo, deben ser
integrados en cualquier visión de desarrollo. Ellos
son los desastres naturales que habitualmente golpean
la zona; el cambio climático y las intervenciones
antrópicas. A su juicio éstos influyen los recursos
hídricos y generan incertidumbres que afectan
nuestra vida en sociedad.
Parra señaló que, pese a que nuestro país es rico
en el recurso hídrico, existe una distribución desigual
a lo largo de su geografía. En ese sentido,
dijo que en la Región del Biobío el recurso agua
es suficiente pero no en exceso, por lo que es necesario
cambiar la cultura en torno a él, sobre todo
considerando que nuestra economía se basa en la
explotación de recursos naturales.
Parra señaló que los problemas ambientales y sus
efectos en el recurso hídrico se vieron aumentados
luego del terremoto de febrero, provocando alzamiento
en el borde costero, problemas en vaciado
y morfología de los ríos (cuyos resultados aún
son desconocidos) y mútiples interrogantes con
respecto a riesgos e impactos debido a la incertidumbre
de cómo se comportarán los sistemas de
agua.
Por su parte el director del Servicio de Evaluación
Ambiental, Bolívar Ruiz, concordó con Parra y manifestó
la necesidad de enseñar y capacitar a las
personas acerca de que el cambio climático no es
algo puntual y temporal, lamentando los escasos
conocimientos sobre las implicancias de este proceso.
Entre los desafíos innegables que debe enfrentar
la Región, Ruiz mencionó la necesidad de elaborar
normas de calidad del agua y de emisión, lo que
implica un gran esfuerzo del Estado. También se
refirió a los desafíos en infraestructura, principalmente
en las zonas urbanas costeras, y en la necesidad
de analizar las propuestas para enfrentar
la disminución de recursos hídricos de cara a eventuales
desastres naturales, lo que implica adecuar
la institucionalidad, y educar a la población.