Fruto de una
proyecto deextensión, este
viernes, a las 17
horas comienzan las “charlas informales
en torno a una taza
de café” organizadas
por el departamento
de Farmacia.
La primera cita tiene como tema central
Bebidas energizantes:¿Quién es el agotado?
La sesión espera tratar los mitos y
realidades entorno a estos producto que
día a dían han masificado su uso. Una
bebida energética se
define por ser una sustancia que mejora el
rendimiento a la hora
de hacer deporte. Algunos
brebajes que
sí ayudan a la recuperación
y a mejorar el
rendimiento, como los
que emulan la concentración
salina del plasma
sanguíneo, de fácil
absorción y con niveles
de carbohidratos
beneficiosos para aumentar
la resistencia.
También existen las llamadas bebidas
energéticas "estimulantes", habitualmente
hipertónicas, que poseen altas concentraciones
de cafeína, guaraná y/o taurina,
todas sustancias estimulantes. Para
un deportista de alto rendimiento utilizarlas
conlleva un doble riesgo. Por un lado,
cuentan con tales niveles de hidratos de
carbono, que para ser absorbidos por el
organismo le extraen agua al cuerpo en
vez de proporcionársela; deshidratando
en vez de hidratar, provocando dolor de
cabeza, insomnio, malestar gastrointestinal
o incluso un efecto laxante. Por otra
parte, el consumo en altas dosis, pueden
arrojar doping positivo.
Hoy se comercializan como productos
asociados a fiesta y recreación. Una persona
que ingiere alcohol mezclado con
una bebida energizante con altas concentraciones
de cafeína, siente toda la
euforia que produce la ingesta de trago,
pero retarda el agotamiento y la fatiga;
anulando los efectos depresores del alcohol.
Puede experimentar mucha energía
y control, cuando realmente no los
hay, lo que conlleva grandes riesgos, como
al conducir automóviles. La mezcla
de este refresco con drogas como la cocaína
o la marihuana es extremadamente
peligrosa, porque aumentan en forma
dramática los riesgos cardiovasculares,
como una alza brusca en la presión, una
arritmia o taquicardia.