Patricio Polic Profesor de Educación Física aspira
a arbitrar en los Juegos Olímpicos
Patrico Polic se hizo
juez para costear
su carrera de
Educación Física
en la UdeC. La
aventura del árbitro
que sueña con
dirigir en Londres
2012 .
El fútbol movió a Patricio Polic,
desde su cuna en la “República
de Peñalolén”- como
llama a su comuna en la capital-
hasta Concepción a principios
de los ‘90. Venía desde las
divisiones inferiores de Palestino
a probar suerte a los clubes
locales, buscando consolidar
una incipiente carrera en el
balompié. Sin embargo, se dio
cuenta que una profesión le daría
mayores réditos e ingresó a
Educación Física, integrando la
selección universitaria. Debido
a que no alcanzó a postular a
una beca deportiva, Polic optó
por comenzar a oficiar de árbitro
en los campeonatos internos
de la Universidad para costear
su carrera.
De ahí en más, comenzó una
promisoria carrera arbitral, que
lo tiene actualmente en la categoría
de FIFA, dirigiendo encuentros
de Copa Libertadores
y Sudamericana, eliminatorias
mundialistas y torneos juveniles
a nivel continental, por lo
que el fútbol, ahora desde
el centro del campo
y con traje de juez,
lo ha seguido moviendo.
Además
del referato
en
el fútbol profesional, Polic se desempeña
como profesor de hándbol
en el departamento de Educación
Física de la UdeC y en dos
colegios particulares. Pretende
retomar sus estudios de Ingeniería
Comercial que ha congelado
ya en tres oportunidades,
y lo más importante, sueña con
la consolidación internacional
de su carrera como árbitro dirigiendo
en un Mundial o en los
Juegos Olímpicos de Londres
2012.
Buscando una carrera
como futbolista, ¿en
qué momento te
decidiste entrar
a la UdeC?
Estaba aburrido
del medio
en Santiago
y quería
escapar del ambiente.
No me arrepiento,
llevo 20 años
con mi vida, mi familia,
tengo un hijo acá. La U. de
Conce de verdad yo no la conocía.
Postulé sin conocer ni Concepción.
Me vine a una aventura
y quedé maravillado con esta
Universidad.
Cuando te dedicaste al arbitraje,¿pensaste que ibas a
llegar a ser árbitro FIFA?
Nosotros tuvimos la suerte,
cuando ingresamos al Comité
de Árbitros de Concepción, justo
en ese año (‘96), gracias a
Hernán Silva, que era el presidente
nacional, se abrieron las
puertas a regiones. Dijo ‘si existen árbitros en Santiago, por
qué no pueden existir en regiones’.
Y asumió el primer árbitro
de Primera B, que fue Marcos
Echeverría y luego subió Carlos
Chandía, que era del grupo de
acá y viste dónde llegó: Carlos
dirigió en un Mundial (Alemania
2006).
¿Cuál es la sensación de arbitrar Copa Libertadores o
Eliminatorias? Me imagino
que es una cosa que sueña de niño...
A mí me pasa algo extraño. Estar
tan inserto en lo que estoy
en mi trabajo, porque me encanta
el arbitraje, lo disfruto
mucho y a veces me critican
que sonrío mucho en la cancha
y es porque lo estoy disfrutando.
A veces no te percatas
de las personas que tienes
a los lados. Tú vas a arbitrar un
partido y éstos son los jugadores
verdes o azules y tú diriges
el encuentro. Claro, en algunos
hay un jugador famoso o
un niño que se puede proyectar.
Recuerdo un partido en el
que estuve de cuarto árbitro de
Chile-Brasil y en Brasil estaba
Ronaldinho. Todo el mundo se
sacaba fotos con él y a mí no
se me ocurrió. Uno estando inserto
lo ve como algo más cotidiano,
más normal. Es una relación
totalmente distinta, de
trabajo, uno no va como hincha.
A nivel profesional, ¿tenías un
referente o alguien que admiraras
de cómo dirigía los partidos?
Hasta que no ingresé al arbitraje
profesional, nunca me
preocupé de quién arbitraba
los partidos. Nunca me llamó
la atención un árbitro ni tuve
un referente. Lo que sí leí, por
ejemplo, de cómo se retiró un
gran árbitro chileno que fue don
Carlos Robles. Y siempre dije ‘ojalá algún día me pudiese retirar
así’. Carlos Robles se retiró,
se fue del estadio y lo fueron
a buscar al camarín, porque la
gente lo estaba pidiendo y tuvo
que dar una vuelta olímpica
como árbitro. Era una persona
que corría mucho y andaba cerca
de la jugada, que es una de
mis características, porque tengo
una condición atlética muy
buena, de hecho, los jugadores
se sorprenden.
¿Y cuál sería tu gran objetivo
para consolidar tu carrera?
Aunque no tuve un referente,
sí me gustaría llegar a un Mundial
como llegó Carlos Chandía
o Pablo Pozo. Pero mi sueño,
más que un Mundial, es una
Olimpiada. Como profesor de
Educación Física me gustaría
unos Juegos Olímpicos como árbitro y después quedarme a
disfrutar de lo que es el deporte
en sí.