Según estimaciones de la OMS, más del
50% de la población mundial recurre a
métodos alternativos porque no tienen la
capacidad de costear la medicina alópata.
Cada día ganan más adeptos
y consolidan su espacio comoopción alternativa o complementaria
a la medicina tradicional.
Según estimaciones de la
Organización Mundial de la Salud
más del 50% de la población
mundial recurre a métodos
alternativos, fundamentalmente
el uso de hierbas, porque no
tienen la capacidad de costear
la medicina alópata.
De ahí la necesidad de profundizar
en el conocimiento sobre
estas opciones terapéuticas.
Con ese objetivo, la facultad de
Farmacia llevó a cabo la semana
pasada el seminario Medicinas
complementarias, conociendo
una realidad inminente,
un proyecto de extensión dirigido
por la docente Marcia
Avello.
“Si bien como químico farmacéuticos
estamos familiarizados
con el fármaco
en su concepto clásico,
no podemos ser indiferentes
a la realidad
que hoy vive nuestra
sociedad. Me
refiero a la incesante
búsqueda
de nuevas
terapias
como
complemento y muchas veces como
alternativa a los tratamientos
convencionales, todo esto
en la necesidad de tener una
mejor calidad de vida y ser más
feliz”, señaló la académica.
La investigadora afirmó que
en su inserción en el medio, los
profesionales del área deben
ser capaces de “integrar conocimientos
sin desmerecer prácticas
terapéuticas milenarias o
de vanguardia”.
También situó la actividad en la
misión de la Universidad de difundir
sus conocimientos en la
comunidad, manifestando que
una de las principales motivaciones
para realizar el seminario
fueron “el prejuicio y el mal
entendimiento de las prácticas
terapéuticas avaladas por el
empirismo y por la historia”.
La exposición sobre fitoterapia,
a cargo de la docente del
departamento de Botánica,
Magalis Bittner, abrió las presentaciones
del seminario. La
investigadora del Grupo de
Química de Productos Naturales
explicó que al igual que
cualquier medicamento, las
plantas medicinales tienen dosis,
usos específicos y contraindicaciones. “Por eso es importante
conocer la planta,
conocer su química, cuáles son
los principios activos que corroboran
su uso”, señaló.
En su presentación, la doctora
Bittner –quien en los últimos
años ha realizado una importante
labor de difusión en torno
al tema- revisó antecedentes
históricos de la fitoterapia e hizo un resumen de las plantas
medicinales más conocidas en
Chile, describiendo sus usos y
preparaciones (infusiones, tinturas,
jarabes, etc.), así como
posibles efectos adversos.
También puso el acento en el
uso responsable de las terapias
la químico farmacéutica, Ana
Riquelme, quien actualmente
se desarrolla en el área de la
fitoterapia, advirtiendo que no
todas las esencias actúan de la
misma forma en todas las personas.
En el seminario se revisaron los
aportes a la salud de la terapia
floral, la acupuntura, la resonancia
biomagnética, la medicina
biológica, alimentación sana,
el biomagnetismo. También
hubo una presentación sobre
el cuerpo energético y una exposición
de herbarios medicinales.