La fundadora
del Instituto
de Estudios
Sicosociales
del Trauma, de
California, Estados
Unidos, estuvo
en Concepción
dialogando y
capacitando a
profesionales de
la Educación, así
como a estudiantes
de Pedagogía y
Sicología
Siquiatra presenta el dolor a través de los ojos de los niños
La presidenta de
la Asociación
Americana de
Pediatría, Judith
Palfrey, expuso
la conferencia
Consecuencias y manejo del
stress post traumático, tema aplicado a
los efectos siquiátricos que el megasismo
produjo en los niños de la región del Biobío.
Señalando que vino a nuestra
zona a “aprender” la experta en
siquiatría infantil de la universidad
de Harvard, Judith Palfrey
se reunió con la comunidad para
abordar el tema del manejo postraumático
enfocado en niños de
edad preescolar. La mañana del
viernes 18 de junio el auditorio
de la facultad de Medicina se encontraba
a tablero vuelto, enfermeros,
sicólogos, siquiatras, médicos
de urgencia, educadores y
padres, se congregaron para escuchar
a una eminencia internacional
en el tratamiento de trauma
en niños.
Palfrey señaló que una de las tareas
más complejas para los especialistas
será tratar a aquellos
niños introvertidos, ya que les
cuesta mucho socializar y conversar.
Para ellos se debe entregar
estímulos externos, debido a
que uno de los síntomas de este tipo de infantes es que luego de
eventos de esta magnitud, tiendan a mostrarse más aislados,
paralizados, desorientados, inquietos
y agresivos, entre otro
tipo de conductas.
Éstas son señales son distintivas
y una de las estrategias, indicó la
especialista, es evitar exponer a
los niños a imágenes o historias
de la catástrofe. “Éstas exacerban
y prolongan la experiencia
que vivimos, por lo que se deben
mantener alejado a los niños de
ver repetidamente este tipo de
imágenes”, señaló.
Volver a las rutinas, actividades
lúdicas y un lugar seguro para
realizarlas son algunas de las
recomendaciones entregadas
por la especialista. Los desastres,
señaló, son desconcertantes para todas las personas que
se ven afectadas. Los niños, los
adultos mayores y las personas
con incapacidades corren un
riesgo mayor de trauma. Los niños
pierden de forma temporal
su visión del mundo como lugar
seguro y predecible. Tienen miedo
de que lo sucedido vuelva a ocurrir y de que ellos o su familia se lesionen o mueran. A la
mayoría de los niños les resulta
difícil entender el daño, las lesiones
y las muertes que pueden
surgir de un hecho inesperado o
incontrolable.
El trauma puede cambiar la visión
que los niños tienen de su
mundo. Ahora cuestionan lo que antes pensaban acerca de la seguridad.
Las reacciones de los
niños dependerán de la severidad
del trauma, su personalidad,
su estilo característico de enfrentar
los problemas y la posibilidad
de obtener apoyo. Luego del
trauma, es común en los niños un
período de regresión en cuanto a
su comportamiento y rendimiento
académico. Una forma constructiva
de ver la situación es que
ellos son normales en una circunstancia
anormal.
Es natural que al principio los niños
experimenten una especie
de negación. Por ejemplo, los niños
pueden insistir en regresar a
una casa que ha sido destruida.
Además pueden ser “víctimas” de temores, preocupaciones o pesadillas
son comunes después de
un trauma.
Otros síntomas son los trastornos
del sueño o dificultades para
comer pueden ocurrir. Pueden
comenzar a tener una regresión
emocional o actuar por debajo de
su edad cronológica. También
pueden volverse más apegados,
infelices o necesitados de atención
y consuelo paternal. Con
frecuencia pueden surgir sentimientos
de irritabilidad, enojo,
tristeza o culpa. Males somáticos
tales como dolores de cabeza
o de estómago y sudoraciones
no son raros. Otras reacciones
comunes incluyen pérdida de interés
en la escuela y pobre concentración.
Cómo ayudarlos a enfrentar el
miedo y la ansiedad
El fenómeno postraumático, derivado
del terremoto de fines de
febrero pasado, afectó transversalmente
a las distintas generaciones.
Sin embargo, los adultos
tienen muchos más mecanismos
sicológicos que los niños para
procesar vivencias como ésta e
ir poco a poco, superándolas.
Para apoyar a los profesionales
que deben trabajar con menores
en establecimientos educacionales
de nuestra golpeada
zona, el Centro de Investigación
Avanzada en Educación (CIAE)
y el departamento Ciencias de
la Educación de la facultad de
Educación coordinaron la visita
de Yael Fischman, doctora en
Sicología Clínica Postraumática,
fundadora del Instituto de Estudios
Psicosociales del Trauma,
de California.
La profesional chilena, radicada
desde hace años en Estados
Unidos, se reunió durante dos
días con profesores, directivos y
apoderados de establecimientos
educacionales de Tomé, además
de haber mantenido un encuentro
con estudiantes universitarios
de Pedagogía y Sicología.
“De acuerdo a lo que pude constatar
durante mi estadía aquí, los
niños manifiestan mucha necesidad
de ser acompañados y oídos,
no quieren ser interrogados
o forzados a conversar del tema
terremoto. Por lo tanto, la intervención
con ellos no debe ser tan
directa”, explicó la especialista.
Añadió que “el acompañamiento
entonces es
clave y si los padres no
lo están haciendo, hay
que recurrir a la familia
extendida y a los profesores”.
Precisó que es
posible ayudar a los niños
a enfrentar el miedo
y la ansiedad, y entregó
para ello algunas recomendaciones:
Los primero, es animar
a los pequeños a realizar
preguntas. Se trata
de escucharlos atentamente
y ofrecerles
confianza para que hablen
de sus miedos, explicándoles
que no es
malo tenerlos; que es algo normal
y que le pasa a todos.
También recomienda observar
qué es lo que los atemoriza y
describir si tienen más de un miedo.
Según la especialista, los dibujos
de los niños ayudan a captar
sus preocupaciones, lo mismo
que los juegos que eligen, que
también pueden aportar información.
Un tercer consejo para los mayores,
es trabajar en darles seguridad. “Tenga un plan de emergencia,
fije un lugar de encuentro
donde todos se reúnan en caso
de que ocurra un trance”, dijo.
Saqueos: Valores
trastocados
Interrogada sobre la realidad que
vivieron muchos niños que
participaron de
los saqueos,
incluso junto
a sus padres,
y sobre el efecto
que ello puede causar en la escala devalores
que poco a poco se va trabajando
en cada menor, Fischman indicó
que, “adaptando nuestro lenguaje
al de los niños, hay que intentar
explicarles que el caos es una
respuesta natural a todo desastre”.
Agregó que “el caos torna nebulosas
a las reglas, modifica el entorno.
Hay gente que reacciona
con rabia y canaliza ésta en forma
negativa: para ellos todo vale.
Otros reaccionan con temor en
cuanto a la subsistencia propia
y de los hijos, entonces caen en
acciones como el robo”.
Yael Fischman dijo que hay que
explicarles a los niños que lo vivido
fue una situación excepcional,
que los saqueos no son cosas
buenas y que no hay que volver
a caer en ellos. “Eso hay que hacerlo
con palabras sencillas, en
el fondo, hay que darles los elementos
para que ellos mismos puedan procesar el tema. Probablemente,
lo harán mejor que nosotros”,
aseveró.
Discusión internacional
La especialista entrenó al personal del Tribunal
Internacional de La Haya en materias relacionadas
con trauma primario y secundario. Asimismo,
desarrolla una intensa labor académica y de producción
de publicaciones especializadas.
Actualmente está enfocada en el desarrollo de
modelos que permitan a los profesionales de
atención primaria, profesores, sicólogos y funcionarios
del área judicial, identificar las señales
del trauma para que puedan desempeñarse de
un modo eficaz e identificar y prevenir el trauma
secundario, en las personas con las cuales deben
trabajar día a día.