Productos de alto valor a
partir de corteza de pino
La investigación busca habilitar
tecnologías específicas
para la extracción, análisis y
caracterización de los taninos
contenidos en la corteza del
pino, para su posible uso como
antioxidante.
El establecimiento de las bases
científicas y tecnológicas
para la obtención y caracterización
de diferentes fracciones
de corteza de
pino radiata,
para su aplicación
en el
desarrollo de
productos de
alto valor, es
el objetivo que
se propone un
proyecto Innova
Bío Bío, en
marcha desde este mes.
La investigación, que dirige la
académica del departamento
de Ingeniería Química, Katherina
Fernández, apunta a
habilitar las
tecnologías
específicas
para la extracción,
análisis
y caracterización
de los
taninos condensados
en
la corteza del
pino, para su
posible uso
como antioxidante
en productos
de alto
valor agregado.
En una primera
aplicación se busca reemplazar
la etoxiquina y BHT,
antioxidantes sintéticos empleados
en la conservación de
harina y el aceite de pescado,
respectivamente, que -se ha
detectado- producen daños
tanto en la salud del pez como
de los humanos.
Por otro lado, el proyecto evaluará
el uso de estos extractos
como anticorrosivo de metales,
a partir de la formulación de
pinturas con el antioxidante como
componente activo.
Se estima que estos nuevos
productos tendrán una mayor
calidad y durabilidad de los
que actualmente existen en el mercado, con impactos económicos
y medioambientales, a
partir de la valorización de un
desecho de la industria forestal.
Katherina Fernández pone de
relieve la proyección de este
tipo de investigaciones en una
región forestal como la nuestra,
al promover la utilización de un
subproducto de desecho y de
bajo valor -que normalmente
se elimina quemándolo- y señala
que se trata de una primera
experiencia en la utilización
de compuestos con bioactividad
extraídos de éstos. La capacidad
antioxidante es ampliamente
estudiada, pero a futuro,
dice, se puede avanzar en la
búsqueda de compuestos bioactivos
con efectos antiglucémico,
anticolesterolémico o de
uso en la inhibición de enzimas.
La investigación tiene un financiamiento
de 290 millones
299 mil pesos, para dos años,
y cuenta con la participación
de Unidad de Desarrollo Tecnológico
(donde se realizarán
las pruebas piloto), además de
Pesquera El Golfo y Resinas
del Bío Bío.