Ingeniería Civil Biomédica,
de la mano con el futuro
Con el acento puesto en la integración
disciplinaria, el trabajo
en equipo y el desarrollo habilidades
relativas al emprendimiento
y la innovación, el 9 y 10
noviembre se llevó a cabo el
segundo congreso interno de la
carrera de Ingeniería Civil Biomédica
(ICB).
Bajo el lema De la mano hacia
el futuro, la actividad –organizada
en su totalidad por los
alumnos- contó con la participación
de académicos y especialistas
del área y estudiantes
de carreras afines como Kinesiología
e Ingeniería Mecánica.
Al abrir la jornada, el presidente
del Centro de Alumnos de ICB,
Gabriel Varela, explicó el sentido
del encuentro, señalando el
interés de los estudiantes por
conocer de aquellas habilidades
que, como líderes e investigadores
del futuro, deben seguir,
pensando en el sentido de
su profesión. “Nuestra misión
es ser los innovadores y creadores
del mañana, pues nuestras
ideas se volverán acciones
y dichas acciones cambiarán el
mundo”, dijo.
En esa perspectiva, agregó
“debemos entender dónde están
nuestras capacidades y los
límites de éstas, pues nadie
comprende ni comprenderá lo
vasto del conocimiento”.
Al director de Emprendo, Pedro
Vera, le correspondió dar inicio al ciclo de exposiciones,
con una
presentación
en la que
planteó la
interrogante
sobre
las posibilidades de
emprender
en
el campo
de la ingeniería
biomédica.
P a r a
Vera, el
emprendimiento
es “una
hermosa aventura”
para
la que hay que
prepararse seriamente
y que, en el
caso de los
ingenieros
biomédicos,
implica un fuerte conocimiento
y compromiso con su carrera,
el autoconocimiento, el trabajo
en red (especialmente con
sus compañeros de otras especialidades
de la ingeniería)
y
la búsqueda
de oportunidades
que –
afirma- “es el centro de
todo emprendedor”.
Los estudiantes pudieron
complementar esta visión a través
de la ponencia del gerente
de Cidere Bío Bío, Marcos Delucchi,
quien situó la innovación
y el emprendimiento en la perspectiva
del desarrollo de la autoconfianza.
En lo científico,
se revisó
un
amplio
rango
de temas,
como
los alcances de
la investigación
en células
madres, el
desarrollo
de nuevos
materiales yáreas de estudio
emergentes
para la especialidad.
En este punto, el académico
del departamento
de Ingeniería Eléctrica, Pablo
Aqueveque, mostró un campo
de investigación que recién
comienza a abrirse en Chile: la
estimulación eléctrica. Se trata
del uso de ciertos dispositivos
eléctricos que pueden ayudar
a activar músculos y recuperar
funciones en pacientes que han
sufrido accidentes, como lesiones
medulares.
En el ámbito tecnológico, la
académica de la especialidad,
Pamela Guevara, ofreció una
visión de los usos de la resonancia
magnética en general,
abordando formas de adquisición
y procesamiento de imágenes
y usos según su tipo
(como la anatómica, funcional
y de difusión), abordando algunos
ejemplos de aplicaciones
para cada una de ellas.
Se presentaron, además, innovaciones
vinculadas a la disciplina.
Los estudiantes conocieron
la experiencia del profesor
Luis Quiroz, en el desarrollo de
una órtesis dinámica de hombro.
La órtesis, que ha sido
patentada, restringe los movimientos
y posturas involuntarias
de los brazos de personas
con déficit de control (por
ejemplo niños con parálisis cerebral),
lo que les permite interactuar
con el medio y realizar
actividades de la vida diaria con
suficiente flexibilidad, sin provocarles
daño articular.
También se presentó el proyecto
premiado por Innova del
alumno de quinto año, Juan Pablo
Uribe. El joven trabaja en el desarrollo de un detector de
caídas que se conecta en forma
inalámbrica a otros dispositivos
por bluetooth, pensado en
adultos mayores que viven solos
o que sufren patologías que
implican riesgos de accidentes.
La idea es que se genere
una alarma si se produce una
caída de riesgo y envíe un aviso
por celular a algún encargado
de la persona.