El Tony Pulguita llenaba con
sus cantos y bailes el escenario
montado en un extremo del
gimnasio de la Villa Presidentes
de la República en el sector de
la Leonera (Chiguayante), concentrando
la atención de los
más pequeños. Era la sorpresa
de la jornada.
En el sector opuesto, otros niños
y jóvenes se esforzaban
por quedar en la primera línea
de los mesones en que se exhibían
atractivos experimentos
de química o para encontrar
algún texto de su interés
en la Feria del Libro preparada
por alumnos de ingeniería. Los
padres, en tanto, aprovechaban
de conocer los sistemas de
apoyo al microemprendimiento
y oportunidades de capacitación
o aclarar dudas sobre trámites
comerciales en el stand
montado por una estudiante de
Ingeniería Civil Electrónica y un
alumno de Ingeniería Civil Matemática.
El gimnasio bullía en torno a
la visita de los estudiantes de
las facultades de Ciencias Físicas
y Matemáticas, de Ciencias
Químicas y de Ingeniería
que llegaron al lugar el 29 de
octubre en un operativo social
y urbano destinado a acercar
la Universidad a la comunidad,
como parte de las celebraciones
de los 90 años.
El coordinador de la Feria del
Libro, Francisco Sáenz (Ingeniería
Civil Química), quien trabaja
desde hace años con los
niños de La Leonera, señaló
que se propuso el sector para
este operativo porque se trata
de un sector de alta vulnerabilidad.
Explicó que en la
propuesta de trabajo se integraron
3 proyectos destinados
a interesar a los
niños en la lectura y las
ciencias y dar orientaciones
a los pobladores
que llevan a
cabo algún emprendimiento
para
mejorar su
negocio. “Lo
que nos motiva
es ayudar a los niños, mostrarles
cosas distintas a las que
ven siempre…es complicado
vivir acá por los problema de
droga, de delincuencia y queremos
que esto los impulse a
hacer algo más adelante a interesarse
por una carrera”, manifestó
Javier Mena, de Ingeniería
Civil de Materiales. Para
montar esta feria, los jóvenes
consiguieron auspicios, donaciones
y compraron textos entre
los que se incluyeron clásicos
que son parte de los planes
de estudio, cuentos y libros de
bolsillo para los adultos.
“Lo que me motiva a participar
en este tipo de actividades es la
creencia en que el trabajo es un
aspecto importante para la dignificación
del ser humano y que
el conocimiento es lo único que
separa a un emprendedor de
dar su siguiente paso”, señaló
Marcelo Figueroa, de Ingeniería
Civil Matemática, quien estuvo
en el stand sobre microempresas.
El joven destacó
que los apoderados y vecinos
fueron muy receptivos a la información
que entregaron. “Repartimos
casi todo el material
que llevamos y atendimos muchas
consultas de variados temas,
sobre todo de impuestos”.
Por su parte, los futuros químico
analistas apuntaron a mostrar
experimentos sencillos de
química “para que no la vean
como una ciencia tan lejana”,
como indicó uno de los responsables
de la propuesta de la facultad
de Ciencias Químicas,
Martín Bravo. “Elegimos este
lugar porque es un sector vulnerable
y porque queremos con
toda nuestra intención, con toda
nuestra emoción, que los niños
aprendan. La recepción
ha sido muy buena, se
han interesado en
las reacciones,
les han
gustado y preguntan…para la
ciencia es importante que tengan
curiosidad”, agregó el joven.
Justamente, éste fue uno de los
puntos que más llamó la atención
de los pequeños. Mientras
juegan con los restos de
una mezcla de maicena y agua –con las que los estudiantes recrearon
un fluido de comportamiento
sólido-líquido- los escolares
se ven entusiasmados
con la experiencia. Sandro dice
que ha logrado aprender algo
de los átomos y Eric piensa “ellos debieran venir más seguido”,
porque -como agrega Esteban- “hacen las cosas más
entretenido que las clases”. Los
tres coinciden en que sus profesores
son más aburridos.
Olga Carmona, que acompañó
a sus hijos a la feria, celebró
la iniciativa. “Es importante
para nosotros, porque los
niños de aquí necesitan harta
motivación…hay varios de ellos
(los universitarios) que vienen
a hacerles reforzamiento y gracias
a ellos los chicos han salido
adelante”. También destacó
la utilidad de la feria del libro –
donde su hija encontró un texto
que necesitaba y a un muy
buen precio- y la información
sobre capacitación que le brindaron
en la consultoría de microempresa.
Dentro de la jornada, a través
de distintos concursos –pintura,
dibujos y de conocimientos
aprendidos durante la tarde-
se realizó una selección de
un grupo escolares que junto
a otros elegidos previamente
por su buen rendimiento académico
fueron premiados con un
paseo, el sábado, dentro del
circuito turístico de Lota, con visitas
a la mina, el Parque y el
Museo Interactivo.
El operativo fue abierto el miércoles,
con un concierto a cargo
de la Orquesta de Estudiantes
de la Universidad, que se llevó
a cabo en la Escuela
Grecia.