La innovación más
importante para la vida ha
venido de la simbiogénesis
A pesar de las protestas de los
darwinistas, la investigadora sostiene que
la selección natural no genera novedad en
sí misma.
Científica revolucionaria, Lynn
Margulis ha hecho los mayores
aportes al evolucionismo desde
Charles Darwin. Hasta antes
de que la investigadora, miembro
de la Academia de Ciencias
de Estados Unidos, se involucrara
de lleno en el área, el
evolucionismo se había centrado
en el estudio de las plantas
y animales. Ella cambió el foco
de atención y lo llevó al mundo
microbiano en el que descubrió
un tremendo potencial para el
proceso evolutivo. Es allí donde
desarrolla su teoría de la simbiogénesis
bacteriana, para explicar
el origen de las células
eucarióticas, punto de partida
de todas las especies existentes.
Este fue el tema que abordó en
la conferencia magistral ofrecida,
el 22 de octubre, en la I Reunión
Conjunta de Genética y
Evolución, que se llevó a cabo
en nuestra ciudad bajo la organización
de la Sociedad Chilena
de Evolución, la Sociedad
de Genética de Chile y el departamento
de Zoología.
En el salón Atenas del Hotel El
Dorado, numerosos estudiantes
y los más de 200 asistentes
a la reunión, aguardaban
expectantes la intervención
de la científica, quien explicó
cómo ocurrió el paso de procarionte
(especies sin núcleo
celular: bacterias y arqueas) a
eucarionte (con células nucleadas:
las demás). Esto, dijo, fue
resultado de la conjunción de
arqueas y bacterias donde una
bacteria incorporó a la otra, estableciéndose
una simbiosis
(asociación) que generó una
nueva entidad, la célula eucarionte.
Más tarde hubo una nueva
asociación: con espiroquetas
(bacterias en forma de hilos
ondulados muy activas), con la
que la nueva entidad adquirió
motilidad (habilidad de moverse
de forma independiente).
La motilidad, dice, ocurrió antes
que la incorporación simbiogenética
de otra bacteria: una con
capacidad de utilizar el oxígeno
que comenzaba a aparecer en
el océano primitivo -y que luego
se convirtió en la mitocondria
de los animales- o de otra
capaz de usar la energía de los
fotones de la luz solar (que se
transforma en el cloroplasto de
los vegetales). Aparejado a estas
simbiosis se logra el citoesqueleto
interno de la célula eucarióntica
nucleada.
“Para comprender el origen del
núcleo como orgánulo en todas
las células eucariónticas
tenemos que darnos cuenta
que está directamente relacionado
con el citoesqueleto, que
no existe en ninguna bacteria”,
explicó.
Margulis es una convencida de
que el primer ancestro común
de todas las especies existentes
se encuentra en la asociación
entre bacterias y es enfática
al afirmar que la fuente de
innovación evolutiva más importante
ha venido de la simbiogénesis.
La selección natural
A pesar de las protestas de los
neodarwinistas, la investigadora
ha sostenido que la selección
natural no genera novedad
en sí misma. La selección natural
perpetúa, pero no crea, ha
dicho en otros foros. Por ello,
considera que es en el proceso
de asociación de organismos
donde surgen nuevos tipos de
seres vivos y no en la acumulación
de mutaciones ocurridas
al azar.
A una visión de animales y
plantas y, en general, todos los
pluricelulares como seres individuales,
contrapone la idea de
comunidades de células autoorganizadas,
otorgándoles a éstas la máxima potencialidad
evolutiva.
A pesar de las protestas de los
darwinistas, la investigadora sostiene que
la selección natural no genera novedad en
sí misma.
En la jornada de la mañana,
Margulis también participó en
un foro debate sobre evolucionismo,
organizado conjuntamente
por académicos de las
facultades de Ciencias Naturales
y Oceanográficas y de Ciencias
Biológicas, compartiendo
el podio con Victor Ariel Gallardo
(departamento de Oceanografía)
y Sylvain Marcellini
(Ciencias Biológicas).
Jornada en Dichato
El 23 de octubre, en tanto, Lynn
Margulis estuvo en la Estación
de Biología Marina de Dichato,
en una jornada de trabajo con
el doctor Víctor Ariel Gallardo.
Allí, los investigadores examinaron
muestras de microorganismos
colectados por el docente
dentro de la zona de
mínimo oxígeno en la Bahía de
Concepción y analizaron la posibilidad
de realizar publicaciones
en conjunto.
Margulis señaló que con Gallardo
comparten temas de interés
común, como los organismos
que viven más abajo de los
ecosistemas fotosintéticos, materia
que –dijo-ha tratado en su
Libro de la Selva. A su juicio,
nuestro país es un buen escenario
para los estudios de microorganismos. “En general (en
este ámbito) se conoce muy
poco…en Chile hay una gran
cantidad de bacterias nuevas”.