Miticultura es alternativa concreta de desarrollo para la región

Los cultivos de chorito (Mytilus chilensis) han experimentado un notable crecimiento en los últimos años, impulsados por las amplias perspectivas que ofrece el mercado exportador, el aumento de las superficies de las concesiones dedicadas a este cultivo y la incorporación de nuevas empresas a este pujante sector de la acuicultura.

Pero para mantener esta tendencia de crecimiento y desarrollo es necesario generar nuevos conocimientos y responder a los desafíos de innovación tecnológica que plantea la sustentabilidad de la mitilicultura nacional en el largo plazo.

Aportes importantes en este sentido ha hecho el Grupo Promytilus-UdeC que a través de diversos proyectos ha desarrollado tecnologías para el cultivo de nuevos recursos como el choro araucano (Mytilus galloprovincialis) y de choro zapato (Choromytilus chorus) -incluyendo un trabajo de modificación del color, más oscuro, de las hembras- y contribuido a mejorar sistemas relacionados con cultivos más tradicionales, como el chorito chileno.

Gran parte de estas experiencias se han llevado a cabo en la Unidad Productora de Semillas Bentónicas de la Estación de Biología Marina de Dichato, demostrando que las aguas de la región ofrecen condiciones robustas para el desarrollo de la miticultura.

Éste es el mensaje que transmitió, la semana pasada, el líder de Promytilus, el académico del departamento de Zoología, Eduardo Tarifeño, frente a autoridades del Servicio Nacional de Pesca, empresarios miticultores y conserveros, dirigentes de pescadores artesanales y directivos de organizaciones regionales de acuicultores durante una jornada demostrativa de producción de semillas de mejillones. Los asistentes conocieron tanto los conocimientos biológicos de base acumulados por los investigadores como los aspectos prácticos del cultivo de semillas de los 3 recursos.

A juicio de Tarifeño, la región representa un gran potencial para el cultivo de mejillones, además del ostión del norte (Argopecten purpuratus). “Sólo falta hacer el intento”, indicó.

El investigador señaló que la zona presenta ventajas como una buena producción primaria, áreas disponibles y una demanda local de materia prima de plantas conserveras, además las temperaturas más altas en relación a las aguas del sur aseguran tasas de crecimiento más rápidos. Todo esto encierra una gran oportunidad de crear un foco de desarrollo para la región, con posibilidades de entregar alternativas de explotación para las áreas de manejo. Para el investigador, se trata de una actividad de alta rentabilidad social, que podría integrar a jóvenes y mujeres, representa una solución a las crisis que viven los pescadores artesanales tradicionales.

El Grupo se encuentra trabajando junto a pequeños empresarios y organizaciones de pescadores artesanales en la engorda y crecimiento de semillas de los 3 recursos (unos 4 millones de unidades), generadas como excedentes de dos proyectos Fondef.

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