Premio Atenea para Germán Marín
La situación de costa, tanto física (como sucede en los tres primeros relatos) como literaria al situar al autor en la orilla de la tradición y la modernidad, en los bordes de la sociedad chilena, fue uno de los aspectos mencionados por el director del sello editorial, Mario Rodríguez, en la ceremonia de entrega del Premio Atenea 2008 al destacado autor nacional Germán Marín por su libro Basuras de Shanghai.
El acto, que se realizó la semana pasada en la Casa del Arte, fue encabezado por el rector Sergio Lavanchy y los vicerrectores Ernesto Figueroa, Alberto Larraín, el secretario general Rodolfo Walter, el jefe de Gabinete Luis Alarcón, y directores de distintas reparticiones de la Universidad.
Convencido de que la escritura de Marín siempre presupone la presencia de un interlocutor y que el autor habla de nuestros amores y de nuestras deudas, Rodríguez señaló que “para nosotros es muy grato entregarle el premio a un autor de la categoría de Marín, poseedor de una obra que mezcla relatos llenos de vida, humor, esperanzas, experiencias de vida y juegos”.
El premio, consistente en un diploma y un estímulo económico, fue entregado al autor por el rector Lavanchy quien destacó la rigurosa labor realizada por el jurado en la elección del ganador.
Finalmente, con su característico vozarrón que a ratos desentona con su mirada bonachona, Marín agradeció este reconocimiento. Recordó que esta ciudad del Sur, como la llamó, ha estado en más de una oportunidad en sus escritos, como en su novela Círculo vicioso, que muestra ciertos pasajes (“y paisajes”) de un Concepción de los años 20. En su novela Cien águilas muestra a la ciudad de los años 50 y el último capítulo de su libro Ídola fue escrito en un céntrico hotel penquista, bajo “una lluvia que no cesaba”.
Destacando que gracias a este premio se descubre que el ejercicio de la letras aún tiene una importancia dentro de la sociedad.
“Al recibir el Premio Atenea aprovecho esta tribuna para expresar, en nombre mío y de otros escritores que la literatura de expresión está en peligro y que sólo se salvará de los excesos del sistema si es fiel a sí misma”.
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