Literalmente me puse la camiseta de la U

Apenas ha aterrizado de un primer y largo viaje a Palestina, la tierra donde nació su madre, y donde aparte de conocer los conflictivos territorios trabajó intensamente, tanto que hasta el propio ex primer ministro británico, Tony Blair, fue uno de sus entrevistados.

La periodista Valentina Giacaman Hazboun (33,casada con el abogado Gonzalo Novoa, dos hijos) es una empresaria de las comunicaciones, que no deja de lado, cuando es necesario , el trabajo de reportera y periodista en terreno.

A las actividades empresariales y periodísticas, suma su reciente designación como directora Ejecutiva de la Fundación Belén 2000, integrada por los más importantes empresarios de origen palestino del país. Paralelamente cursa un MBA en emprendimiento en la Universidad del Desarrollo.

¿Por qué eligió estudiar Periodismo en la U. de Concepción?

Inspirada por mi madre. A ella la vi –desde pequeña- como una mujer muy activa, escribiendo libros, cartas, columnas en los diarios, dando entrevistas, viajando y representando la causa palestina. Mi papá, a su vez, integró la primera generación de ingenieros de la Universidad e hizo clases en el plantel. En mi familia había tradición por la U, como que los cinco hermanos somos profesionales formados allí.

¿Cómo recuerda su período de alumna?

Un tiempo entretenido, de gran apertura de mente, especialmente para quien como yo salía de un colegio de monjas. La rica diversidad del ambiente es notable dado por la variedad de personas de todo el país que convergen. Fue una etapa entretenida donde además me puse literalmente la camiseta, porque como seleccionada de atletismo (800 metros) viajé y competí por la Universidad.

¿Cuándo empieza a desenvolverse profesionalmente?

Durante mis últimos años de estudios hice un programa de deportes en el canal de televisión la propia Universidad. Era reportera, productora y conductora. Lo hacía a partir de mi propia experiencia deportiva como atleta. Luego mi curiosidad por los medios importantes me hizo postular a una práctica en El Mercurio, donde fui seleccionada de entre muchos postulantes. Me interesaba el frente político y también el económico.

Se convirtió en todo un nombre en el ámbito del periodismo económico.

Estuve ocho años y me dediqué a trabajar de manera exhaustiva y profunda en una sección recién formada, pujante y de mucho futuro. Me fue bien y logré crear y tener contactos, fuentes con las cuales generamos confianzas mutuas, conocimiento amplio de los temas, algunos delicados, duros incluso. También viajé y conocí experiencias económicas foráneas. Me especialicé en temas financieros. Hice cursos, participé en seminarios, giras y cada entrevista constituía un aprendizaje. De ahí pasé a ser directora de Comunicaciones del Banco Penta , para luego asumir informalmente como asesora de todo el grupo Penta. Allí tuve que mostrar y demostrar la importancia de abrirse a los medios de comunicación.

¿Los grandes grupos económicos entienden el valor de la comunicación o son reacios?

Los hay de todo. Algunos trabajan el bajo perfil, no les interesa aparecer; otros aprenden paulatinamente la importancia de la imagen. Es cierto que muchos conglomerados no tienen departamento de comunicaciones, pero cada vez solicitan asesorías en la materia, sobre todo en un tiempo donde el consumidor o cliente es educado, informado y por tanto capaz de hacer valer sus derechos y de paso con un reclamo echar abajo una imagen construida.

¿Las nuevas tecnologías cómo influyen en la comunicación estratégica o empresarial?

De manera decisiva y permanente. En comunicación estratégica se abre un campo laboral para los periodistas que está pleno de desafíos entretenidos y en los cuales las universidades tendrían que enfatizar. En general la comunicación empresarial apela a los medios tradicionales, pero muchos se abren a fórmulas más novedosas donde las tecnologías ocupan un lugar importante.

¿Qué sucede con información privilegiada?

Un gran tema. Personalmente me ha tocado ver situaciones muy delicadas, decisiones ejecutivas conflictivas, e incluso, me ha tocado denunciarlas. Se maneja mucha información de enorme interés y se conoce el devenir de las empresas, por lo tanto entran ahí factores profesionales de confianza, responsabilidad profesional y de ética que es necesario conjugar y acrecentar. Aquí también las universidades y la formación de periodistas tienen un rol frente a las nuevas generaciones. Antaño las mallas curriculares contenían ética por un período muy breve. Es necesario ampliar ese tiempo de manera que la ética no se estudie sólo desde la filosofía, sino que desde la práctica, desde la vida.

Convertida en empresaria tiene periodistas trabajando en su equipo. Ha creado cupos de trabajo.

Y la mayoría son de la Universidad de Concepción. Conformar equipo es una tarea que nos hemos propuesto, porque nos ha ido bien, pese a que tenemos pocos meses en el mercado y que uno de nuestros socios principales murió en medio de la conformación de la empresa. Con mi socia decidimos, en honor de nuestro amigo fallecido, continuar con nuestro proyecto.

Desventajas de ser empresaria.

Si te va mal, arrastras a más gente. Trabajar más horas al día, especialmente en una primera etapa. Yo lo hago desde mi casa, desde el auto, siempre estoy alerta. Las vacaciones son cuando se puedan. Ahora llevé a mis hijos a Concepción para las vacaciones de invierno para que estuvieran con sus abuelos. Un trabajo estable es más seguro, claro. Yo ya viví esa experiencia.

(Mónica Silva Andrade)

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