Marcella Mazzini: 30 años de piano

Con dos presentaciones la destacada pianista Marcella Mazzini celebró sus 30 años de vida artística, con el mismo repertorio con que debutó en Concepción y bajo la dirección de su hijo, primer cello de la Orquesta Sinfónica, Claudio Santos.

Inevitablemente, la emoción aflora en la destacada pianista Marcella Mazzini cuando tiene que hablar de la Universidad de Concepción, su casa, durante poco más de 30 años que lleva en la ciudad, pues esta institución fue quien la acogió y le brindó la posibilidad de desarrollar una amplia y fructífera carrera frente al piano.

Marcella Mazzini llegó a Concepción a mediados de los años 70 proveniente de Lima, Perú, su país natal. Allá realizó sus estudios musicales en la Academia Sas Rosay y luego de graduarse, por especial recomendación de Claudio Arrau, viajó a París a perfeccionarse en la Academia Internacional de Piano de Magda Tagliaferro.

“El maestro Claudio Arrau, es un ejemplo digno de seguir. Tuve la suerte de conocerlo, de tocar para él y de ser aconsejada y recomendada en el momento preciso”, señala con orgullo.

Luego de una estadía en La Serena, donde trabajó por un breve período, viajó a Concepción junto a quien era su marido en ese entonces, el director peruano José Carlos Santos. “Simplemente nos presentamos acá, invitados a una escuela de verano y ahí nos contrataron. Así de simple fue”, recuerda.

Hoy su talento la hace ser considerada como una de las más importantes pianistas del país, reconociéndosele además su labor docente, ya que también es profesora titular del departamento de Música.

Curiosamente, una de las primeras interpretaciones que realizó hace tres décadas en el Teatro de la Universidad de Concepción fueron los cinco conciertos para piano de Beethoven, el mismo repertorio que presentó, en dos funciones, la semana pasada en el mismo escenario, en un concierto dirigido por su hijo Claudio Santos.

“Éste es un ciclo largo, en el cual se puede valorar todo el desarrollo del compositor. Los conciertos primero y segundo se aprecian como obras musicales más juveniles que el resto, pero a partir del tercer concierto se aprecia una profundidad que después, en el cuarto y quinto sacan a relucir todo lo que es Beethoven”, indica.

El gran desafío que implica este ciclo de conciertos y otros compromisos internacionales, la llevaron a tomar un año sabático en la Universidad. “Sin ese permiso no habría podido preparar estas cinco obras. Ni las que tenía comprometidas para los conciertos que di en mi reciente gira por varias ciudades de Alemania; sin contar los dos conciertos para piano de Johannes Brahms que, con Claudio Santos, acabamos de hacer en Perú, donde nos presentamos con la Orquesta Sinfónica de Lima. Ahora me quedan pendientes unos recitales para cello y piano, siempre con mi hijo Claudio, y un concierto en Talca, donde tocaré del 2º concierto para piano y orquesta de Rachmaninoff”, declaró a El Diario de Concepción.

Sin embargo, no es sólo Claudio quien se insertó en el mundo de la música a nivel profesional –actualmente es primer cello de la Orquesta Sinfónica y ocasionalmente dirige la Orquesta-, su otro hijo, Mauricio, ha incursionado en la música moderna. “Para ellos la música es algo natural”, señaló.

En el mismo medio la pianista señala que siente estas dos presentaciones como una ofrenda musical a la Universidad, institución que por tantos años la ha cobijado. “Tengo que decirlo y repetirlo: la UdeC ha sido muy generosa conmigo”.

[Portada] [Editorial] [Titulares][Agenda] [Panorama Web] [Buscar] [Anteriores] [Equipo] [Contacto]