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  Nº 617 jueves 17 de enero de 20078

 

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•PERSPECTIVAS

Lo mejor de la tradición universitaria chilena

En miras a la proximidad el Bicentenario, la dirección de Extensión organizó en esta ocasión la Escuela de Verano 2008 en torno a los conceptos Perdón, memoria y nación, continuando con la tradición estival instaurada hace 6 temporadas de convocar estos encuentros de verano en torno a áreas temáticas que permitan reflexionar y compartir diversas y plurales visiones sobre distintos ámbitos de la vida y el acontecer nacional e internacional.

En la ceremonia inaugural, el rector Sergio Lavanchy se refirió a la triada de conceptos desde la perspectiva de pensadores como el norteamericano Benedict Anderson y el sudafricano Nelson Mandela, en torno a la idea de Nación; Patricio Aylwin, acerca del Perdón que, a su juicio, se conecta de manera natural con el olvido, refiriéndose a partir de ahí a la Memoria con reflexiones del argentino Héctor Schmucler o del historiador francés Jacques Le Goff.

“El objetivo que busca en esta oportunidad la Escuela de Verano 2008 de la Universidad de Concepción es convocarlos a pensar juntos, acogiendo las diferentes visiones y sensibilidades que en cada uno de los participantes provoquen los conceptos Nación, Perdón y Olvido (o Memoria), elementos necesarios para construir entre todos un país más fraterno y justo, que nos haga ser y sentirnos cada día más hermanos”.

La jornada inaugural, realizada ante la invocadora mirada del mural Presencia de América Latina, continuó con una intervención musical de clavecín y voz y, posteriormente la conferencia Cultura, identidad y nación, dictada por el Doctor en Derecho, ex rector de la Universidad de Valparaíso y miembro de número de la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales del Instituto de Chile, Agustín Squella.


Pluralidad, pluralismo y tolerancia

“No me cabe ninguna duda acerca de que una escuela universitaria de verano, sobre todo en la tradición que este tipo de actividad tiene en la Universidad de Concepción, es algo que tiene que ver con el amor, con aquella disposición que se relaciona con dar, con ofrecer, con poner al alcance de otro u otros un bien que uno pueda poseer. Y ese bien que la universidad posee es por cierto el saber, el saber que esta Universidad ha sido capaz de cultivar, de difundir y también de contribuir a renovar críticamente, y esos otros que son destinatarios de aquel bien son ustedes, los aquí presentes que se han matriculado en esta Escuela de Verano de la Universidad de Concepción y que se aprestan a realizar los cursos y demás actividades que ella contempla”.

Estas palabras fueron pronunciadas por Agustín Squella en la clase inaugural de la Escuela de Verano 2008, donde revisó distintos aspectos acerca de la cultura, el saber y la identidad, de la mano de pensadores, poetas y escritores de distintas partes del mundo.

A juicio de Squella, “las escuelas de verano forman parte de lo mejor de la tradición universitaria chilena y son ellas expresión de esa función de extensión que, además de las de docencia e investigación, cumplen las buenas instituciones universitarias. Instituciones que en el mes de diciembre ven partir a sus estudiantes regulares, para recibirlos nuevamente en marzo de cada año, y que con sus escuelas de verano suplen en cierto modo el transitorio vacío y el momentáneo silencio en que las sume la partida de sus alumnos regulares en el albor de cada verano. Es que las universidades no pueden pasar un solo día sin estudiantes, puesto que son ellos protagonistas a la vez que destinatarios de la actividad universitaria y quienes dan colorido, vivacidad, dinamismo y sentido a recintos universitarios que no se resignan a la opacidad siquiera de un transitorio desuso”.

En ese concepto de volver continuamente a la universidad, el académico rechazó no obstante la idea, equivocada a su juicio, “de que vivimos para educarnos, nos educamos para conseguir trabajo, y trabajamos para ser más ricos”.

Y aclaró: “vivimos, claro está, para mucho más que educarnos, desde luego para tener ocio y para equivocarnos. Por su parte, afirmar que nos educamos sólo para conseguir buenos puestos de trabajo rebaja la educación a mera capacitación, a simple precalentamiento laboral, olvidando que ella tiene que ver con la formación de la personalidad y con las posibilidades de que ésta se expanda en múltiples direcciones. En fin, decir que trabajamos para ser más ricos y para mejorar de paso el índice que mide el crecimiento de la riqueza en el país, pierde de vista que el trabajo, salvo que se lo reduzca a la simple condición de empleo, es mucho más que eso, puesto que trabajamos también para dar expresión a lo que somos, a lo que sabemos, y para conseguir una retribución espiritual que tiene que ver con nuestra realización antes como personas que como consumidores”.

Destacando el carácter universitario relacionado con la pluralidad, el pluralismo y la tolerancia, al referirse a la identidad prefirió hacerlo en plural, apelando a los “flujos identitarios” referidos por Diamela Eltit, los cuales serían múltiples y hasta contrapuestos.

“Si tenemos algo que podemos llamar identidad, ello es gracias a la memoria, a esa aptitud intelectual, cuando no moral, que al introducir orden en nuestras percepciones hace posible la experiencia”.

La conferencia completa de Agustín Squella así como otras ponencias de la Escuela, se publicarán en un próximo número de la revista Atenea.


Remirada a Gabriela Mistral: una intelectual nueva

Un personaje nuevo, una intelectual nueva, es lo que nos promete descubrir el Legado de Gabriela Mistral, recientemente llegado a Chile y cuyo curador, Pedro Pablo Zegers, aseguró que pronto estará a disposición de cualquier persona interesada en conocer a esta mujer que no sólo nos entregó su poesía, sino todo un modo de mirar y enfrentar el magisterio, su otra gran vocación.

Zegers fue uno de los participantes de las Mesas Redondas en homenaje a la Premio Nobel de Literatura, realizadas en el marco de la Escuela de Verano 2008, las que tuvieron como invitados internacionales a los académicos Alejandra Rangel, y Alfonso Rangel Guerra, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México, e integrantes de la Cátedra Binacional Gabriela Mistral.

El homenaje, que incluyó una conferencia magistral del académico de la Universidad de Chile, Grinor Rojo, se complementó con reuniones de los integrantes de la Cátedra Gabriela Mistral, encabezada en nuestra Universidad por la académica Marta Contreras y en la que participaron, además de los ya mencionados profesionales mexicanos el Dr. Manuel Antonio Sepúlveda Stuardo, coordinador de la Cátedra y secretario ejecutivo del Consejo Consultivo Internacional y el académico José Resendiz Balderas.

En el devenir de las mesas redondas, realizadas los días lunes y martes pasado, diversas visiones de la Mistral se fueron sucediendo, de manera de revisar sus vínculos con México, como lo recordaran tanto Alfonso Rangel, quien se refirió a la primera estancia de la poeta en su país -entre 1922 y 1924-, como Alejandra Rangel, quien revisó la profunda y amistosa relación de Gabriela con el mexicano Alfonso Reyes, y recordó el interés de la poeta por la cultura mexicana y su fuerte atracción por los temas indígenas.

Por su parte el poeta y presidente de la Fundación Gabriela Mistral, Jaime Quezada, se refirió a la visión de la poeta en torno a Chile y recordó su presencia en Concepción, ocasión en que se entrevistó con el rector de nuestra casa de estudios, Enrique Molina Garmendia.

Desde distintas visiones académicas, el resto de las ponencias estuvo a cargo de la alumna de Doctorado en Literatura, Marcia Martínez, quien presentó un trabajo realizado en coautoría con Paulina Daza, parte de una investigación mayor acerca de un cruce de escrituras entre la Mistral y Violeta Parra. La académica Marta Contreras comentó el poema Fuente de Oro y el alumno del Doctorado en Literatura, Pedro Aldunate, presentó el trabajo Esbozo de una historia del terror de la muerte en los textos de Gabriela Mistral, Enrique Lihn y Armando Uribe.


Música, plástica y mesas redondas

Con el “klezmer a la chilena” del exitoso grupo nacional La Mano Ajena, se iniciaron los tradicionales espectáculos en el Foro. Precedidos por el Dj Negro Pésimo y la banda local Romería de Santa Fortuna, los músicos de La Mano Ajena transformaron la noche universitaria en una fiesta de música y baile con un entusiasta público, que ha sido la tónica de todas las presentaciones en el Foro.

Así sucedió, por ejemplo, con la cantautora Francesca Ancarola quien presentó en el mismo escenario su disco Lonquén, un tributo a Víctor Jara.

De la mano de Christian Gálvez, el jazz llegó al Foro ante un numeroso auditorio que aplaudió la presencia del destacado cuarteto que en esta ocasión tuvo como invitado al penquista radicado en Estados Unidos, Pablo Vergara.

La Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven fue el concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica en el escenario al aire libre; posteriormente se presentó el Ballet Folclórico de la Universidad y el sábado pasado se realizó la Noche Penquista con recitales de Zurdaka y Son de la Lex. Ayer se efectuó el espectáculo Folklore del mundo y para el próximo miércoles está programado el concierto Violeta Parra Sinfónico, que ya la Orquesta ha presentado con éxito tanto en el Teatro Universidad como en la Estación Mapocho en Santiago. 

En otro ámbito, también en el campus se puede observar la Instalación artístico visual Registros para no perder la memoria, que realiza cada noche el colectivo Independiente Coherencia Involuntaria; se trata de parte de una investigación documental de la memoria a partir de personajes populares de la Región. En una línea similar se encuentra la intervención Diario de Ruta del Archivo fotográfico Universidad de Concepción (ver página 3).

Exposiciones plásticas de Menashe Katz (Umbroso) y Edgardo Neira (El desorejado. Padre fundacional de Chile), se complementan con muestras como la ExpO´Higgins en la Casa del Arte. Esta última formó parte de la mesa redonda O´Higgins y la Región del Bío Bío.

Conferencias de Margarita Schultz y Carlos Peña, mesas redondas con invitados locales, nacionales y extranjeros, y la presentación a las 18:30 horas del martes del libro Tráfico Doméstico, terminan de componer este variado panorama estival que concluye oficialmente a las 18:30 horas de hoy con la conferencia de clausura del doctor Humberto Gianini, pero que efectivamente tiene programadas actividades hasta el miércoles 23.

Paralela a la actividad cultural se ha realizado una serie de cursos y talleres dirigidos a distintos públicos en torno a temas tan diversos como intervención social, conductas alimentarias, artes, música y yoga. De entre ellos destaca el taller Memoria del desecho, ofrecido por el artista plástico Gustavo Molina, de manera gratuita, a niños de escasos recursos de la Escuela Agüita de la Perdiz. Los resultados podrán apreciarse mañana en el frontis de la Casa del Arte.

 

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