Reconocen a los nuestros

Gilberto Triviños, en literatura; Igor Wilkomirsky en ciencia y tecnología; Miguel Aguilar en artes musicales y Domingo Baño, en artes Visuales, recibieron los galardones de manos de la seremi de Cultura, Lucy Neira.

Pionero, a nivel nacional, en reconocer a los actores primordiales de las ciencias y las disciplinas artístico-culturales de la zona, el Premio Regional de Arte y Cultura cumplió su quinto año de existencia homenajeando en esta ocasión a nuestros académicos Igor Wilkomirsky y Gilberto Triviños, al ex docente Miguel Aguilar y al diseñador Domingo Baño.

La ceremonia se realizó la semana pasada en el Teatro Universidad de Concepción, con la presencia de la intendenta María Soledad Tohá, la directora del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Lucy Neira, los mismos premiados y protagonistas culturales de la región.

Esta última se manifestó “sumamente agradecida” por reconocer a estos “importantes hombres. Quiero rendirles un homenaje en honor a su labor”. Además destacó el papel que cumplen “en estimular nuestro pensamiento y valorización sobre quiénes somos”.

En representación de los homenajeados, Gilberto Triviños, premio Baldomero Lillo en Artes Literarias, ofreció la conferencia El hilo se ha perdido; el laberinto se ha perdido también (Sobre el cuento de la ciencia y el cuento del arte), en la cual revisó los flujos que atraviesan las fronteras de las artes y las ciencias.

“La ceremonia que hoy congrega a representantes de las llamadas dos culturas –refiriéndose a las artes y las ciencias- tiene, pues, una significación de gran simbolismo: reúne lo artificialmente separado”.

Como él mismo confidenció, el deseo presente en su discurso fue “mostrar que la separación secular de los dos reinos impide el diálogo creador de lo nuevo entre formas de saber igualmente imprescindibles en la gran aventura espiritual de imaginar y construir la polis ideal, de fabular y hacer el país que falta”.

Por su parte, Igor Wilkomirsky, premio Pascual Binimelis en Ciencia y Tecnología, consideró que la distinción es un premio para el grupo de Procesos Metalúrgicos, al que pertenece, así como a la Facultad y a la Universidad, donde –dice- ha encontrado la libertad para hacer su investigación. «Esto es algo que valoro mucho... significa que hay más oportunidades de desarrollar las propias ideas... es algo valioso porque estimula a la gente a ser creativa». Para el académico el premio es, además, un reconocimiento al desarrollo tecnológico. «Es lo que tenemos que hacer, lograr un desarrollo tecnológico propio para resolver nuestros problemas, con soluciones que sean compatibles con los temas ambientales y energéticos...y todos los aspectos que el ingeniero debe tener en cuenta en los nuevos escenarios cada más difíciles de afrontar».