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nro 581  Jueves 27 de abril de 2006

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  • OPINIÓN
(Viene de la edición anterior)

Si avanzamos en nuestra reflexión luego de tratar de definir lo que entendemos por música en contraposición, podremos definir qué es y qué no es ruido.

Por definición, ruido es un sonido no deseado o que interfiere con alguna actividad o el descanso. El negativo del sonido musical es el ruido. Ruido es una señal sonora indeseable.

El ruido, para serlo, no tiene que ser necesariamente muy intenso; por ejemplo, un mosquito volando cerca de nuestra oreja. Otro ejemplo podría ser el de un grifo que gotea toda la noche, molestándonos e incluso no dejándonos dormir a pesar de que su nivel sonoro sea muy bajo. Sin embargo, el ruido de las millones de gotas que forman la lluvia es mucho más intenso y, sin embargo, menos molesto y en muchos casos hasta placentero o sedante.

El ruido dependerá del contexto donde se produzca; así, la mayor parte de las personas encontrará más molesta una conversación apacible en el salón de su casa a unos metros del dormitorio cuando quieren conciliar el sueño, que muchas conversaciones juntas en un restaurante.

¿Cuál es la frontera entre la música y el sonido?

Según Jean Jacques Nattiez (semiólogo y profesor de musicología en la Universidad de Montreal) esta distinción entre música y ruido depende de la sociedad en que se produzca, y más bien nos habla de un consenso entre los miembros de esa sociedad.

Sin embargo ante un mismo objeto sonoro, podemos encontrar distintas opiniones; por ejemplo, personas que consideran a la disonancia un ruido mientras que para otras, esta misma disonancia sea considerada música.

El concepto de ruido para personas poco sensibles carece de validez, es decir que una persona que no está acostumbrada a percibir la música como tal, difícilmente podrá darse cuenta de qué es realmente ruido.

Explotando esta indiferencia o insensibilidad hoy conocemos la utilización de música de fondo funcional o ambiental para seres “sin oreja”; por el contrario aquella persona que se conmueve con una pieza musical hasta el aplauso puede constituir una interferencia y como tal considerarlo ruido.

Podríamos concluir que los conceptos de música y ruido son en ocasiones subjetivos, palabras que no para todos significan lo mismo.

El consenso entre generaciones es una cuestión difícil de lograr, ante lo cual esta frontera sobre lo que es música y lo que es ruido esta marcada también por cuestiones generacionales.

Por ejemplo un grupo de música heavy en opinión de una persona de 80 años no sea más que ruido. Sin embargo, yo también pensaría lo mismo, y tengo bastante menos años.

Por lo tanto para definir esta frontera “imaginaria” no sólo dependerá de problemas generacionales, contextuales o culturales sino que además será una cuestión de gustos.

(“...Mientras que en el pasado el punto de desacuerdo estaba situado entre la disonancia y la consonancia, en el futuro, estará entre el ruido y los llamados sonidos musicales”) John Cage

Alejandro Gallegos Millán
Licenciado en Artes Musicales mención Guitarra Clásica
Director departamento de Música

   

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